Sesión 12: Despedidas, Chismes e Introducciones
El grupo intenta entender lo ocurrido aunque Wrenn es hermético y le quita importancia a la situación; Yardis, sin embargo, reconoce en su amigo sentimientos similares a los que tuvo él con el pacto de sangre y lo increpa. De a poco, logran sacarle que una entidad, al parecer Bahamut le dio la información que necesitaba a cambio de transformarse en algo más, cosa que Wrenn asegura no pasará.
Arken se enoja, pues siente que su hermano le robó algo que le correspondía en esa visión y se retira del templo. Harisa, ya acostumbrándose a lidiar con adolescentes, sale en su busca. A pesar de que la tiefling no entiende bien qué fue lo que hizo Wrenn, lo conoce suficiente como para entender que lo que sea, lo hizo por protegerlos a todos ellos y a Arken también, palabras que logran calmar al joven dragonborn.
En el templo, Ariah entiende que es momento de hacer entrega de los huevos de dragón a Wrenn. Todos ellos tienen un banner, como el que Wrenn llevaba roto, y Yardis logra descifrar las inscripciones que hablan a grandes rasgos sobre dejar la vida pasada como individuos y unirse al todo para renacer, además de identificar cada huevo con un nombre propio.
La anciana está apenada porque Wrenn parece aceptar su destino y divinidad de forma utilitaria y no con la solemnidad y reverencia que ellos le han dado, pero el objetivo del dragonborn es claro. Ariah se despide de todos, y da la sensación de ser una despedida definitiva para la vieja mujer. Una vez en el barco, el grupo se dispone a tomar rumbo hacia su próximo destino en la base Zhentarim en Citadel of Raven, donde Harisa y Oz saben que hay tráfico de tieflings, cuando un mensaje de Solasta Gou alcanza al bardo: Deben hacer una parada Everask, donde los Lyres estarán esperándolos para comprobar la veracidad de una de las fuentes de la ex-Harper y averiguar que están haciendo los Zhentarim en esa zona. El viaje dura 3 días y la party tiene mucho tiempo para preocuparse de los diferentes asuntos pendientes. Akordia actua más y más inusual cuando está cerca de Oz, y Esi, que se ha esforzado por sólo compartir la información del beso furtivo con Wrenn y con Harisa, termina revelándole todo al bardo junto a la tiefling. Oz toma nota de la situación y sutilmente logra evidenciar los extraños cambios de actitud de la drow por su propia cuenta. Por otro lado, Micarlin le comenta sobre el raro comportamiento de la guardaespaldas a Yardis y le pide que converse con ella. Tras una poco intuitiva conversación, Akordia termina confesándole al mago que está enamoradísima de Oz Lander y le pide que no le cuente a nadie su secreto. Esi tiene una tensa conversación con su padre Abel Castellblanc que demuestra como los años de distanciamiento aun traen roces en su relación. Él le insiste que no se entrometan con los peligrosos asuntos de los Zhentarim, pero ella está resuelta a ayudar a su amiga Harisa a liberar a los tieflings que han sido capturados en la fortaleza, desencadenando un griterío que no pasó desapercibido en el Susurro Descuidado. Otra cosa que no pasó desapercibida en la nave, fue la inquietante noticia que Yardis recibe tras su reporte con la reina. Katlin, de la nada, le informa que Nadalz ha estado quedándose en su casa con Elektra por una semana, información que Yardis inmediatamente decide corroborar y que los demás escuchan con atención. Elektra parece muy complicada con la llamada de su novio, y tras darle un montón de respuestas ambiguas, le pide que hablen cara a cara, asegurándole que nada raro ha pasado. La party parece no estar tan segura al respecto, pero le instan a enfocarse en la misión primero. Oz se toma un tiempo para intentar interpretar nuevamente el pergamino que robaron de los hermanos Giacommo y Cannavale, y descubre que simplemente dice Waterdeep.
Además se ocupa de mejorar y arreglar el trabajo en el pendiente que sujeta la cajita con el orbe, y tras portarla él un tiempo, finalmente se la cede a Wrenn. El dragonborn, por su parte, prepara un espacio para los huevos junto a la forja de la nave, donde se mantendrán tibios y protegidos, y Harisa dispone un tablero de anuncios para ayudar con la organización en el barco. Wrenn tiene una conversación con Oz, luego de que ambos fueran apuntados como potenciales dioses y amenazas para el equipo. Ambos convienen que si cualquiera de las posesiones llegara a pasar y poner en riesgo a sus amigos, cada uno se haría cargo de detener al otro. Los 3 días de viaje han pasado, y la party finalmente llega a Everask donde conocen a los nuevos aliados de Oz. Órel se presenta como su tío, haciendo gala de una gran personalidad e igualmente grandes malos hábitos con el alcohol. Olvana, una tabaxi adepta al sigilo, se muestra completamente interesada en Oz y nada interesada en ocultarlo. Sandrito, un chicuelo que recuerda a Yardis del pasado, se pelea la posición de ser el fan número uno de Oz con la tabaxi. Y finalmente, a modo de buscar perdón por sus crímenes, el viejo senescal de Caer Calidyer, Rubbenz della Forte cierra la comitiva que conforma a los Lyres.
La anciana está apenada porque Wrenn parece aceptar su destino y divinidad de forma utilitaria y no con la solemnidad y reverencia que ellos le han dado, pero el objetivo del dragonborn es claro. Ariah se despide de todos, y da la sensación de ser una despedida definitiva para la vieja mujer. Una vez en el barco, el grupo se dispone a tomar rumbo hacia su próximo destino en la base Zhentarim en Citadel of Raven, donde Harisa y Oz saben que hay tráfico de tieflings, cuando un mensaje de Solasta Gou alcanza al bardo: Deben hacer una parada Everask, donde los Lyres estarán esperándolos para comprobar la veracidad de una de las fuentes de la ex-Harper y averiguar que están haciendo los Zhentarim en esa zona. El viaje dura 3 días y la party tiene mucho tiempo para preocuparse de los diferentes asuntos pendientes. Akordia actua más y más inusual cuando está cerca de Oz, y Esi, que se ha esforzado por sólo compartir la información del beso furtivo con Wrenn y con Harisa, termina revelándole todo al bardo junto a la tiefling. Oz toma nota de la situación y sutilmente logra evidenciar los extraños cambios de actitud de la drow por su propia cuenta. Por otro lado, Micarlin le comenta sobre el raro comportamiento de la guardaespaldas a Yardis y le pide que converse con ella. Tras una poco intuitiva conversación, Akordia termina confesándole al mago que está enamoradísima de Oz Lander y le pide que no le cuente a nadie su secreto. Esi tiene una tensa conversación con su padre Abel Castellblanc que demuestra como los años de distanciamiento aun traen roces en su relación. Él le insiste que no se entrometan con los peligrosos asuntos de los Zhentarim, pero ella está resuelta a ayudar a su amiga Harisa a liberar a los tieflings que han sido capturados en la fortaleza, desencadenando un griterío que no pasó desapercibido en el Susurro Descuidado. Otra cosa que no pasó desapercibida en la nave, fue la inquietante noticia que Yardis recibe tras su reporte con la reina. Katlin, de la nada, le informa que Nadalz ha estado quedándose en su casa con Elektra por una semana, información que Yardis inmediatamente decide corroborar y que los demás escuchan con atención. Elektra parece muy complicada con la llamada de su novio, y tras darle un montón de respuestas ambiguas, le pide que hablen cara a cara, asegurándole que nada raro ha pasado. La party parece no estar tan segura al respecto, pero le instan a enfocarse en la misión primero. Oz se toma un tiempo para intentar interpretar nuevamente el pergamino que robaron de los hermanos Giacommo y Cannavale, y descubre que simplemente dice Waterdeep.
Además se ocupa de mejorar y arreglar el trabajo en el pendiente que sujeta la cajita con el orbe, y tras portarla él un tiempo, finalmente se la cede a Wrenn. El dragonborn, por su parte, prepara un espacio para los huevos junto a la forja de la nave, donde se mantendrán tibios y protegidos, y Harisa dispone un tablero de anuncios para ayudar con la organización en el barco. Wrenn tiene una conversación con Oz, luego de que ambos fueran apuntados como potenciales dioses y amenazas para el equipo. Ambos convienen que si cualquiera de las posesiones llegara a pasar y poner en riesgo a sus amigos, cada uno se haría cargo de detener al otro. Los 3 días de viaje han pasado, y la party finalmente llega a Everask donde conocen a los nuevos aliados de Oz. Órel se presenta como su tío, haciendo gala de una gran personalidad e igualmente grandes malos hábitos con el alcohol. Olvana, una tabaxi adepta al sigilo, se muestra completamente interesada en Oz y nada interesada en ocultarlo. Sandrito, un chicuelo que recuerda a Yardis del pasado, se pelea la posición de ser el fan número uno de Oz con la tabaxi. Y finalmente, a modo de buscar perdón por sus crímenes, el viejo senescal de Caer Calidyer, Rubbenz della Forte cierra la comitiva que conforma a los Lyres.
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