Sesión 20: F-5 in Olvida la Tormenta | World Anvil
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Sesión 20: F-5

En un Susurro Descuidado con una nueva bandera y apariencia, la party finalmente llega a Waterdeep con 5 días de anticipación al Festival de Junitheo y, tras las sospechas de Yardis sobre los tres Libros de Eberron como armas masivas originalmente destinadas a ser usadas en éste, deciden riggear y separar los tomos mientras investigan la ciudad disfrazados, en busca de alguno de los hermanos Giacommo y Nino Cannavale, quienes podrían estar presentes ahí también.   La ciudad está llena de turistas, y Oz, como lugareño, les informa que la afluencia es mucho mayor a años anteriores cuando el evento no pasaba de ser un simple acto político sólo frecuentado por los representantes de los reinos más importantes. Ahora, la concurrencia es masiva y esto se debe al llamado de la clériga Divina Georgina, rostro de la cúspide de la paz, quien ha invitado a líderes y peregrinos de cada rincón de Faerun. Descubren además, que, para el resto de Faerun, los tieflings han sido categorizados como terroristas tras el supuesto atentado contra una embarcación de niños de Tilverton, mientras que Lady Bafir XXVIII, una nueva iteración controlada por la araña mecánica, sigue gobernando como si nada hubiera sucedido.   La party se da cuenta rápidamente que los guardias del lugar parecen poco preparados y de dudosa lealtad, y notan como custodian, en particular, un grupo de barcos de gran tamaño, pero sin emblema que los identifique. Dejando al Susurro Descuidado en el muelle, en manos de Órel y Akordia, quien además cuida 2 de los libros de Eberron, el grupo se despide para investigar por su cuenta y reunirse con sus diferentes citas que los esperan en la ciudad.   Harisa, transformada en zorro, junto a Pyrex se desvían hacia el mercado para conseguir una necesaria Sending Stone, y notan de inmediato que Keya y sus pancartas atraen mucha atención entre los turistas, algunos de los cuales parecen tener un interés mucho menos filantrópico que la paz mundial. Particularmente molesta con un norteño que fanfarronea sobre su supuesta relación con Keya, Harisa logra robarle las Sending Stones que recién había comprado a sobreprecio, cambiándoselas por un pequeño regalito de similar forma y color de su propia suculenta fabricación.   Wrenn, por su cuenta, custodia a escondidas uno de los libros de eberron mientras se encamina hacia el centro en busca de algún sendorial para contactar a sus aliados. Los mercaderes no parecen particularmente sagaces en cuanto a la actualidad de Waterdeep, pero el dragonborn logra convencer a un guardia del lugar para que le entregue información. Éste le revela que la dotación de guardias es muy pequeña para la cantidad de turistas que han llegado, y , tras la indagación de Wrenn, le señala que el Senescal Cimiento debería tener más información sobre el tema de la seguridad en Waterdeep.   Yardis usa su tiempo para enviarle un mensaje a su ex-empleador Donovan con la intención de concretar su reunión, pero éste parece temeroso y paranoico, e insiste que el mago use algo significativo para ser ubicado y que él lo encontrará.   Por otro lado, Esi decide embarcarse en una búsqueda más personal, y avanza por la ciudad intentando encontrar a músicos que puedan ayudarle con alguna pista sobre la visión que tuvo con su esposo Alistair, sin embargo sus andanzas se ven interrumpidas cuando entre la multitud divisa a alguien que porta la misma capucha que los hechiceros Cannavale. Dando aviso a la party, Esi sigue al encapuchado hasta una taberna azul con un emblema de unicornio.   Oz está camino a una reunión secreta con los Nuevos Harpers en esa misma taberna, cuando recibe el mensaje telepático y se dispone a juntarse con Esi para alcanzar al sospechoso mientras el resto del grupo flanquea el edificio poco a poco desde el exterior.   Bajo sus disfraces de Pimpinela Ford Jr. y el joyero enano, Berhart Stoutale , Esi y Oz se preparan para acorralar al encapuchado, pero para sorpresa de estos, el hombre resulta ser sólo un mozo de la taberna llamado Mortimer. Fingiendo interés por sus finos ropajes, su sending stone y por un llamativo collar que cuelga de su cuello, ambos proceden a increparlo disimuladamente por sus pertenencias, sin embargo el nerviosismo del tipo empieza a delatar que esconde algo y este confiesa que tiene un trabajo que cumplir si ve a un grupo que calza con las identidades de la party. Oz y Esi logran percibir que el collar encapsula el dardo trackeador de Oz y cuando el sujeto los invita a subir a una habitación más privada en el segundo piso con la excusa de mostrarles el objeto más de cerca, tanto Wrenn como Harisa y Yardis se preparan para intervenir.   Leyendo los pensamientos del tipo, el mago comparte con los demás que el collar contiene una alarma mágica que instaló Giacommo Cannavale para atraparlos, mientras Wrenn se cuela por una escalera trasera y Harisa se transforma en ave para seguirlos por los pasillos interiores y distraer justo a tiempo para prevenir que Mortimer haga uso de la piedra mensajera; pero los problemas no han terminado pues desde afuera un grupo de pescadores demasiado fornidos y con tatuajes del reino de Tarcas los vigilan y se acercan a la taberna. El dragonborn inmoviliza al traidor mientras Oz lo impersona y les hace frente a los secuaces.   Con una mezcla de las habilidades perfomativas de Oz y los hechizos de lectura mental de Yardis, el equipo logra tranquilizar a los hombres de Tarcas, sin embargo un pequeño desliz del bardo casi lo delata cuando éste intenta retenerlos más tiempo al ofrecerles algo de la nueva hidromiel que servían en la taberna, sensación del festival. El grupo de marinos reprende al bardo por mencionar el brebaje que debía permanecer desvinculado de ellos, pero finalmente se marchan al juzgarlo ebrio, dejando a la party con otra pista más que añadir al misterio: Los hombres de Tarcas están repartiendo en todo Waterdeep una bebida que nadie conoce.


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