Sesión 21: Trampas y tramposos in Olvida la Tormenta | World Anvil
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Sesión 21: Trampas y tramposos

Tras confirmar que Mortimer no tiene mayor información para ofrecerles más alla de que le advirtieron no tomar la hidromiel, Oz altera su memoria y la party se prepara para alejarse de la taberna. En su salida, Harisa compra a precio extremadamente barato, una hidromiel que introduce en un vial para ser analizada más tarde. Esi, la experta en pociones, usa sus conocimientos alquímicos y determina que no está contaminada con venenos, ni drogas, ni nanoconstructos de eberron, ni ningún tipo de magia, siendo, aparentemente, una simple hidromiel.   Yardis finalmente divisa a alguien sospechoso que podría ser Donovan, y la party vuelve a dividirse para seguir sus diferentes pasos a investigar. Tras una breve conversación en una parte mas seclusa del muelle, su antiguo empleador lo guía hasta su casa, donde es conocido como Filis, la pareja de una semi-gigante. Yardis intenta sacarle información sobre Elektra y los Zhentarims, pero Donovan es resbaladizo y termina ofendiéndose por el aparente poco interés sobre la información de Trindefel que consiguió en sus aventuras con Celis Silverflame y Co. y el grupo de tramposos rufianes contratado por el Chamo. Cuando queda solo, el mago se dedica a leer uno de los libros robados del sur, el cual mencionan a Trindefel como un destino al que se llega en barco, además de espiar un diario del viejo, donde descubre sobre su triste estilo de vida en los últimos 5 años, así como sobre el vacío que tiene con respecto a su pasado y renuncia a los zhentarim, acontecimiento que calza con la desaparición de la Tormenta.   Wrenn se dirige al barrio alto en busca del sendorial y se encuentra con Mr. Mac, el conserje de la tripulación de Barba Rosa, quien le cuenta que está en tierra aprovisionándose pues el capitán estaba de malas de nuevo. Además, las diferentes tripulaciones de piratas, como la de 18 lenguas, se han aliado con los Zhentarim en busca de algo de extremo valor y el mismo Barba Rosa ha entrado en la competencia por encontrarlo antes que los demás, causando roces con Lianna, otra de las tripulantes. Confundido por la informacion, Wrenn se apresura para llegar al sendorial en busca de algun mensaje de los piratas, no sin darse cuenta de cómo la capilla de la ciudad está protegida descaradamente por los blindados guerreros del Rey Dimaitro. El dragonborn no encuenta ningún mensaje en código para él, pero se preocupa de dejar una advertencia sobre la hidromiel para sus aliados, así como pedirles que se reporten sobre cualquier información importante.   Esi y Oz siguen con sus identidades falsas y se dirigen a diferentes tabernas con el fin de encontrar información sobre los nuevos Harpers, ocasión que la hechicera usa para conseguir algún dato sobre la elusiva canción de la visión con su marido. Tanto Oz como Órel determinan que es un estilo típico de la música del noreste y que la búsqueda de Esi debe centrarse en encontrar bardos de esos lugares. Tras recorrer varios bares sin éxito, el par por fin da con una moza que parece reconocer el nombre de Malú, la líder de los nuevos Harpers. Ella se guarda la informacion hasta que, a través de un juego de palabras, ambos le dan a entender que ya conocen el nombre del unicornio azul. La tendedera les informa que no ha visto a Malú hace tiempo, pero que el unicornio azul que buscan no es una taberna, sino una embarcacion.   Harisa se dirige hacia los muelles, donde se encuentra con cabeza hueca que habia seguido el rastro de los hombres de Tarcas desde la taberna. Transformada en rata, se cuela en el Iscariot, una de las grandes embarcaciones incógnitas que el grupo habia visto cuando llegaron.
Los hombres de Tarcas siguen sacando y distribuyendo alcohol, a pesar de que ya cada taberna está completamente provisionada y Harisa decide investigar al capitán del barco para comprender mejor qué está pasando. Transformándose en cucaracha justo a tiempo para no ser vista, la tiefling descubre que en los aposentos del capitán la espera una alerta medusa. Ocultándose expertamente de la multitud de serpientes que conforman su cabello y mediante a una seguidilla de encantamientos, Harisa entabla amistad con uno de los reptiles para sacarle información sobre la operación:
  • La medusa fue contratada por los hombres de Tarcas como una trampa para quien quiera que investigue el barco.
  • Ya ha petrificado a varios; los últimos, un par de enanos.
  • Ha visto entre las tropas al mismo mago desfigurado que Harisa reconoce como el hermano Cannavale que les tendió la trampa.
  • No sabe cuál es el objetivo de la hidromiel, pero sí sabe que el plan se ejecutara el ultimo día.
  • Keya se verá envuelta en peligro.
  • Si las tropas tienen problemas, deben acercarse al barco Tristán para escapar.
Aprovechando su racha de suerte, Harisa busca rápidamente el siguiente barco, en el que descubre otra medusa más, con las mismas instrucciones, además de un misterioso cargamento de globos aerostáticos.   Mientras tanto, Wrenn y Amani, siguen el rastro de Yardis hasta la casa de Donovan. En el interior el mago es tratado como un invitado de honor, mientras disfruta una deliciosa cena de la semi-gigante e improvisa sobre cómo conoció a Filis. Una vez solos, Yardis termina confesándole a Donovan sobre las preocupaciones de Elektra, información que por fin parece atravesar la máscara del viejo. Donovan le pide a Yardis que vuelva otro día, al mismo tiempo que Amani se hace notar desde la ventana: Wrenn ha debido dejar su puesto de vigilancia fuera de la casa pues un misterioso sujeto encapuchado, con el aura más maligna y podrida que ha presenciado en mucho tiempo, parecía haber escapado intencionadamente del dragonborn al acercarse por las calles.
El mago alcanza a Wrenn justo a tiempo para ver cómo el sujeto entra a una casa completamente tapiada y llena de alarmas mágicas en el barrio medio de Waterdeep. Espiando pasos de más de una persona en el interior y reconociendo el potencial de una trampa más, el par llama al resto de la party para investigar la sospechosa morada.
  Ya reunidos, y ahora con las calles nocturnas casi vacías, Oz averigua con un transeúnte que todo el sector había sido comprado por un duque, por lo que el grupo decide refugiarse en una de las casas aledañas vacías con el fin de vigilar a los misteriosos inquilinos a través de la noche.


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