Sesión 34: Días de recuperación

Tras una noche con mucho qué pensar, la party amanece una vez más en el Susurro Descuidado.
Harisa, como en otras ocasiones, duerme acurrucada a los pies de una cama que no es la suya, y esta vez Yardis observa como la tiefling ronca agotada, mientras intenta usar su reemplazo de mage hand para acariciarle la cabeza con torpeza. El par conversa y el mago confiesa que extrañamente siente desapego a su mano perdida, mientras que la ranger explicita con algo de culpa que nunca había tenido que hacer esto por alguien a quién le importara ahorrarle el dolor.
En el desayuno, ambos se ponen a disposición de Ethan, quien los guía mientras preparan comida para el resto del grupo. El mago ejercita con dificultad la coordinación de su mano mágica, mientras sigue las instrucciones del cocinero, quien evita mirarle la herida a como dé lugar, sin embargo Wrenn interrumpe la escena, midiendo inescrupulosamente el muñon mientras toma notas.
Oz y Esi se unen al evento y el grupo disfruta del extraño manjar llamado Mantequilla de Mar que Ethan les ha enseñado a preparar.
Harisa tiene sus usuales llamadas con Keya, donde ésta le confiesa que ha tenido un mal sueño en el que alguien más se enamoraba de la tiefling. La druida, además ofrece hablar con el mago, a quien ayuda cuando éste empieza a sentir preocupación por su atractivo ahora que además tiene una discapacidad.
Más tarde, el dragonborn intercepta al bardo para plantearle su plan: Construirle una protección y mano prostética al mago. Es así como Wrenn se preocupa de la estructura a grandes rasgos en la forja, mientras Oz refina los planos del dragonborn, en busca de un mecanismo más fino que acople la magia a la armazón.
Esi tiene una necesaria conversación con su familia, donde logra averiguar sobre la existencia de un antiguo tomo para conseguir un hechizo de permanencia para ayudar a Yardis, casi sin despertar sospechas de su abuela. La señora una vez más despilfarra en contra de las parejas amorosas de la party, pero esta vez la conversación se torna sombría cuando ella y Abel informan a Esi que Katlin les informó que Zelena y Alistair habian muerto. La hechicera escucha pacientemente a su familia, pero aunque la duda crece en su interior, algo le dice que esto no es verdad. Al despedirse, su hijo Liam la interpela, confesándole que escuchó la conversación. Esi lo calma, asegurándole que en su corazón ella sabe que su padre sigue existiendo.
Con el paso de los días, la party se pregunta quien será el pretendiente de Harisa, y todos apuestan por el incómodo Ethan, aunque se hace evidente que éste sigue prendado de Esaltación.
Por su parte, la hechicera, finalmente dejándose alcanzar por sus propios dilemas, intenta distraerse a diario flotando bajo el agua del mar, donde pasa largas horas gracias a la poción de respiración acuática que su abuela le había dado a Yardis años atrás.
Siguiendo las indicaciones de Keya, cada mañana Yardis se une a los ejercicios matutinos de Wrenn, mientras sigue practicando a diario el timing de su mano mágica en la cocina, entablando una relación muy cercana con Ethan, para luego irse a dormir junto a Harisa cada noche.
Oz, finalmente acepta a los 3 nuevos Harpers sobrevivientes como parte de los Lyres. El bardo determina que la embarazada Malu colaborará desde atrás de las líneas en la base, Birgen Dom ofrecerá soporte a Sandrito buscando al tiefling espía que ronda a Enki y el fornido Selbán será parte de la tripulación del Susurro Descuidado.
El último día de respiro llega a su fin, con Harisa y Esi reabasteciéndose de municiones y pociones respectivamente, y con Wrenn que hace entrega de su obra al mago. El grupo se junta para ver como el dragonborn envuelve el brazo cortado de Yardis con una banda de cuero y luego le ajusta una delicada pieza metálica por encima. Delgadas extremidades de metal protruyen del centro y cuando Oz instruye al mago que active su hechizo, la mano mágica se acopla automáticamente a los dedos de la estructura:

"G.A.R.R.A: guante automatico de regularizacion y reintegracion de agarre".