Sesión 36: Candlekeep y la concha peluda
Con una leve cortesía, Sir Pietro pasa de Oz y, junto a su escolta de guerreros en armadura, se reune con los hombres de Tarcas, para tomar asiento en la mesa vecina a la party.
Sir Pierro reconoce a Micarlin y lo saluda con una pequeña reverencia. Su presencia significa un cambio en la dinámica del lugar y los bárbaros comienzan a apaciguar su vulgar comportamiento. Sin embargo la mesera sigue incómoda, completamente a disposición de los visitantes y Yardis aprovecha la oportunidad cuando les traen la comida para forzar a la chica a hacer de guía turística para ellos. Tras una breve explicación a su molesto jefe, los serviles locales, no tienen otra opción más que acceder. La mesera se presenta como Isabella y, un poco más tranquila, ahora lejos del alcance de los bárbaros, les describe las zonas de interés de Candlekeep: El mercado en la plaza, la Academia del círculo lunar con la Gran Biblioteca del círculo lunar en la parte inferior y por último la Torre Lunar a un costado. La party, disimuládamente, comienza a preguntarle sobre el acceso al complejo donde está la biblioteca, que requiere un permiso especial de los reinos para entrar, además de indagar sobre los estudiantes del lugar y la clase de personas que se pueden ver por la ciudad. Superando la desconfianza inicial, la mesera les suelta que corría el rumor que, hace años, un extranjero había llegado gritando sobre el fin del mundo y que se le había permitido entrar a la torre sin permiso en la mitad de la noche, sin embargo nunca habría salido de ahí y no se le había vuelto a ver. Es evidente que Sallomon ha entrenado a los ciudadanos para no revelar nada de su gobierno, y asustada por el incipiente interrogatorio, la chica les pide volver a su trabajo antes de ser reprendida. La party discute si dejarla ir o mantenerla con ellos, pero finalmente optan por soltarla sin ninguna alteración a su memoria, sólo con Cabeza Hueca vigilándola. En vista de la hegemonía que ejerce Sallomon en Candlekeep, el grupo se da cuenta que necesitan aliados y Esi les menciona que su querida tía Berta vive en la ciudad y debería estar al tanto de su presencia ahí gracias a Ilsa. Intentado dar con el paradero de la tía, la party decide hacer una parada en el atiborrado mercado, separándose para cubrir más terreno. Wrenn usa el tiempo para aprovechar la superioridad técnica y mágica de la ciudad y buscar herreros o encantadores que pudieran mejorar su espada, Etherling; pero cada stand que visita parece empequeñecerse ante la maestría que ésta ya tiene. Un gnomo le confiesa que nadie en el mercado podrá ayudarle, sin embargo Oraldo, el encantador personal de Sallomon, podría. Wrenn descubre que Oraldo vive en la torre, donde Sallomon mantiene a todos sus "preferidos" y que él mismo no otorga su tiempo a gente común que no está a su nivel profesional. Siguiendo la misma lógica, Oz se esfuerza por encontrar piezas e ingredientes raros, pero las vendedoras libidinosas le ofrecen precios que él no está dispuesto a pagar, así que se consuela con dejar su arpa en manos de un artífice por la noche para que le confeccione flechas especiales y compra una antigua flauta para tener de repuesto. El bardo le pide a Yardis que la identifique para él, y para sorpresa de ambos, ésta tiene atributos mágicos que pueden ser revelados tras 1 día de sincronización con su dueño. Harisa regatea para conseguir flechas con atributos elementales en una tienda, pero su mayor interés parece ser encontrar algún pequeño souvenir para Keya. Una de las vendedoras, usando sus grandes dotes persuasivas, le pregunta a la tiefling qué clase de regalo busca para tan especial persona y Harisa termina decidiendo que quiere proponerle matrimonio a Keya. Preparada, la locataria le presenta un anillo de compromiso que es capaz de transmitirle sus visiones al portador... a cambio de una cita con Oz. Harisa convence al bardo de aceptar el trato, sin embargo éste nunca tuvo la intención de cumplirlo y Harisa se lleva su anillo a un precio muy barato. Esi, por su parte, no tiene la misma suerte en sus regateos con los vendedores y debe recurrir a Wrenn para que le preste dinero para comprar los exclusivos ingredientes para las pociones de fulgor. Tanto comerciantes como transeuntes se preguntan qué está mal con aquella extraña drow que no deja de reir y actuar de la forma menos drow que se ha visto en la vida, pero la hechicera finalmente consigue los preciados materiales. Yardis se mantiene junto a Micarlin que consigue el permiso real para entrar a la biblioteca y lo cuestiona sobre Katlin, averiguando que ha estado enamorada casi desde que se conocieron. Micarlin prefiere evitar la conversación, así que el mago se enfoca en visualizar el sistema de alcantarillado que corre bajo la ciudad, cuando intercepta a Barti y Shotto y los cuestiona sobre la infrastructura de los edificios. Los enanos no logran decirle nada sobre ellos, pero tras unos manipuladores elogios del mago, le confiesan que las naves para viajar interdimensionalmente de Zar no están funcionando. Justo antes de reencontrarse, Wrenn hace contacto con la elfa que lidera la comitiva de Loudwater. Ambos se reconocen como los interlocutores de las comunicaciones secretas y ella le dice que lo contactará en un lugar más privado, más tarde. La party se junta y dirige a su próximo destino, la biblioteca. Wrenn averigua sobre Bahamut, descubriendo que nadie sabe cómo definirlo exactamente. Además, encuentra algunos tomos sobre herrería, pero necesita volver a estudiarlos con detención más tarde para lograr encantar armaduras y armas con magia.
Esi busca literatura sobre pócimas y, con su creciente expertise, rápidamente descifra como crear pociones superiores de curación, así que aprovecha de dedicarle algo de su tiempo a la búsqueda de información sobre Mistra, sin embargo se sorprende de encontrar nada más que bibliografía básica y común.
Oz y Harisa se dirigen por cuenta propia a buscar el mismo libro: Ventimbrare oscurum, anónimo, de 7 tomos, para saber cómo mover almas de y hacia objetos inertes; aunque deciden no retirarlo cuando el encargado les informa que requiere dejar un registro firmado. Con la excusa de ser muchos libros para leer en tan poco tiempo, Oz se contenta con buscar un cancionario con el que quizás pueda ayudar en la búsqueda de la canción misteriosa de Esi.
Yardis pide un montón de libros. Sobre la guerra del norte y del sur y la participación de la reina Josephine de Orusk II, sólo encontró información contradictoria y escueta. Sobre la genealogía de la casa de Orusk, descubrió que Josephine había muerto de vieja, sin embargo su funeral a cargo de Joik "el perro" Novak, un hechicero humano, nunca se había llegado a celebrar porque su cadaver había desaparecido. Sobre el hechizo de permanencia, pudo hacer una copia en su libro, sin embargo requiere un trozo de columna de yugolot para completarlo. Y finalmente sobre no-muertos y lichs, corrió la misma suerte que Oz y prefirió no dejar su firma para retirarlo. Quedan pocas horas antes de que Elminster se reuna con las escoltas para llevarlas a los aposentos para cada reino, así que la party decide visitar un último lugar en busca de la tía Berta: La academia de Candlekeep.
El lugar está lleno de estudiantes y tutores que dejan entrever el clasismo y arribismo que reina en el ámbito cultural en Candlekeep, por lo que no es díficil distinguir a Berta cuando una señora los recibe con un efusivo "Mis queridos amigos que me pica la teta!!" La señora es cariñosa, exhuberante y deslenguada y les responde cada pregunta que tienen con intercalaciones de soeces insinuaciones que dejan a la party helada. Esi les explica que es una condición que la tía ha tenido desde siempre, y que en la familia creen que fue maldecida y la evitan para ahorrarse la vergüenza, pero que ella de todas maneras la quiere mucho pues Berta ha estado siempre ahí para apoyarlos.
Ya en sus aposentos privados, la tía les confirma que Sallomon es un arribista y narciso y que le encanta la exclusividad y que lo adulen. Ella no sabe realmente cual es la posición de Elminster, pero opina que si es que llegara a no serle leal a Sallomon, podría ser un valioso aliado en lo que está por venir. Ha llegado la hora y Elminster reune a todas las escoltas para teletransportarlos a los aposentos para los reyes y a la casa de guardia en las isla Learc Viniu. El anciano conduce a cada comitiva para revisar las habitaciones que corresponden a cada reino -impecables- y los familiariza también con la isla Ivinor ¨El Salon de la luna regente¨, un hermoso jardín con estructuras elegantísimas al aire libre, donde se votará, advirtiéndoles la mayor regla del lugar: No pueden teletransportarse de ningún lugar a otro y que todo viaje tiene que ser a través de él o sus ayudantes y no pueden acercarse al perímetro de votación donde estarán los reyes.
Sir Pierro reconoce a Micarlin y lo saluda con una pequeña reverencia. Su presencia significa un cambio en la dinámica del lugar y los bárbaros comienzan a apaciguar su vulgar comportamiento. Sin embargo la mesera sigue incómoda, completamente a disposición de los visitantes y Yardis aprovecha la oportunidad cuando les traen la comida para forzar a la chica a hacer de guía turística para ellos. Tras una breve explicación a su molesto jefe, los serviles locales, no tienen otra opción más que acceder. La mesera se presenta como Isabella y, un poco más tranquila, ahora lejos del alcance de los bárbaros, les describe las zonas de interés de Candlekeep: El mercado en la plaza, la Academia del círculo lunar con la Gran Biblioteca del círculo lunar en la parte inferior y por último la Torre Lunar a un costado. La party, disimuládamente, comienza a preguntarle sobre el acceso al complejo donde está la biblioteca, que requiere un permiso especial de los reinos para entrar, además de indagar sobre los estudiantes del lugar y la clase de personas que se pueden ver por la ciudad. Superando la desconfianza inicial, la mesera les suelta que corría el rumor que, hace años, un extranjero había llegado gritando sobre el fin del mundo y que se le había permitido entrar a la torre sin permiso en la mitad de la noche, sin embargo nunca habría salido de ahí y no se le había vuelto a ver. Es evidente que Sallomon ha entrenado a los ciudadanos para no revelar nada de su gobierno, y asustada por el incipiente interrogatorio, la chica les pide volver a su trabajo antes de ser reprendida. La party discute si dejarla ir o mantenerla con ellos, pero finalmente optan por soltarla sin ninguna alteración a su memoria, sólo con Cabeza Hueca vigilándola. En vista de la hegemonía que ejerce Sallomon en Candlekeep, el grupo se da cuenta que necesitan aliados y Esi les menciona que su querida tía Berta vive en la ciudad y debería estar al tanto de su presencia ahí gracias a Ilsa. Intentado dar con el paradero de la tía, la party decide hacer una parada en el atiborrado mercado, separándose para cubrir más terreno. Wrenn usa el tiempo para aprovechar la superioridad técnica y mágica de la ciudad y buscar herreros o encantadores que pudieran mejorar su espada, Etherling; pero cada stand que visita parece empequeñecerse ante la maestría que ésta ya tiene. Un gnomo le confiesa que nadie en el mercado podrá ayudarle, sin embargo Oraldo, el encantador personal de Sallomon, podría. Wrenn descubre que Oraldo vive en la torre, donde Sallomon mantiene a todos sus "preferidos" y que él mismo no otorga su tiempo a gente común que no está a su nivel profesional. Siguiendo la misma lógica, Oz se esfuerza por encontrar piezas e ingredientes raros, pero las vendedoras libidinosas le ofrecen precios que él no está dispuesto a pagar, así que se consuela con dejar su arpa en manos de un artífice por la noche para que le confeccione flechas especiales y compra una antigua flauta para tener de repuesto. El bardo le pide a Yardis que la identifique para él, y para sorpresa de ambos, ésta tiene atributos mágicos que pueden ser revelados tras 1 día de sincronización con su dueño. Harisa regatea para conseguir flechas con atributos elementales en una tienda, pero su mayor interés parece ser encontrar algún pequeño souvenir para Keya. Una de las vendedoras, usando sus grandes dotes persuasivas, le pregunta a la tiefling qué clase de regalo busca para tan especial persona y Harisa termina decidiendo que quiere proponerle matrimonio a Keya. Preparada, la locataria le presenta un anillo de compromiso que es capaz de transmitirle sus visiones al portador... a cambio de una cita con Oz. Harisa convence al bardo de aceptar el trato, sin embargo éste nunca tuvo la intención de cumplirlo y Harisa se lleva su anillo a un precio muy barato. Esi, por su parte, no tiene la misma suerte en sus regateos con los vendedores y debe recurrir a Wrenn para que le preste dinero para comprar los exclusivos ingredientes para las pociones de fulgor. Tanto comerciantes como transeuntes se preguntan qué está mal con aquella extraña drow que no deja de reir y actuar de la forma menos drow que se ha visto en la vida, pero la hechicera finalmente consigue los preciados materiales. Yardis se mantiene junto a Micarlin que consigue el permiso real para entrar a la biblioteca y lo cuestiona sobre Katlin, averiguando que ha estado enamorada casi desde que se conocieron. Micarlin prefiere evitar la conversación, así que el mago se enfoca en visualizar el sistema de alcantarillado que corre bajo la ciudad, cuando intercepta a Barti y Shotto y los cuestiona sobre la infrastructura de los edificios. Los enanos no logran decirle nada sobre ellos, pero tras unos manipuladores elogios del mago, le confiesan que las naves para viajar interdimensionalmente de Zar no están funcionando. Justo antes de reencontrarse, Wrenn hace contacto con la elfa que lidera la comitiva de Loudwater. Ambos se reconocen como los interlocutores de las comunicaciones secretas y ella le dice que lo contactará en un lugar más privado, más tarde. La party se junta y dirige a su próximo destino, la biblioteca. Wrenn averigua sobre Bahamut, descubriendo que nadie sabe cómo definirlo exactamente. Además, encuentra algunos tomos sobre herrería, pero necesita volver a estudiarlos con detención más tarde para lograr encantar armaduras y armas con magia.
Esi busca literatura sobre pócimas y, con su creciente expertise, rápidamente descifra como crear pociones superiores de curación, así que aprovecha de dedicarle algo de su tiempo a la búsqueda de información sobre Mistra, sin embargo se sorprende de encontrar nada más que bibliografía básica y común.
Oz y Harisa se dirigen por cuenta propia a buscar el mismo libro: Ventimbrare oscurum, anónimo, de 7 tomos, para saber cómo mover almas de y hacia objetos inertes; aunque deciden no retirarlo cuando el encargado les informa que requiere dejar un registro firmado. Con la excusa de ser muchos libros para leer en tan poco tiempo, Oz se contenta con buscar un cancionario con el que quizás pueda ayudar en la búsqueda de la canción misteriosa de Esi.
Yardis pide un montón de libros. Sobre la guerra del norte y del sur y la participación de la reina Josephine de Orusk II, sólo encontró información contradictoria y escueta. Sobre la genealogía de la casa de Orusk, descubrió que Josephine había muerto de vieja, sin embargo su funeral a cargo de Joik "el perro" Novak, un hechicero humano, nunca se había llegado a celebrar porque su cadaver había desaparecido. Sobre el hechizo de permanencia, pudo hacer una copia en su libro, sin embargo requiere un trozo de columna de yugolot para completarlo. Y finalmente sobre no-muertos y lichs, corrió la misma suerte que Oz y prefirió no dejar su firma para retirarlo. Quedan pocas horas antes de que Elminster se reuna con las escoltas para llevarlas a los aposentos para cada reino, así que la party decide visitar un último lugar en busca de la tía Berta: La academia de Candlekeep.
El lugar está lleno de estudiantes y tutores que dejan entrever el clasismo y arribismo que reina en el ámbito cultural en Candlekeep, por lo que no es díficil distinguir a Berta cuando una señora los recibe con un efusivo "Mis queridos amigos que me pica la teta!!" La señora es cariñosa, exhuberante y deslenguada y les responde cada pregunta que tienen con intercalaciones de soeces insinuaciones que dejan a la party helada. Esi les explica que es una condición que la tía ha tenido desde siempre, y que en la familia creen que fue maldecida y la evitan para ahorrarse la vergüenza, pero que ella de todas maneras la quiere mucho pues Berta ha estado siempre ahí para apoyarlos.
Ya en sus aposentos privados, la tía les confirma que Sallomon es un arribista y narciso y que le encanta la exclusividad y que lo adulen. Ella no sabe realmente cual es la posición de Elminster, pero opina que si es que llegara a no serle leal a Sallomon, podría ser un valioso aliado en lo que está por venir. Ha llegado la hora y Elminster reune a todas las escoltas para teletransportarlos a los aposentos para los reyes y a la casa de guardia en las isla Learc Viniu. El anciano conduce a cada comitiva para revisar las habitaciones que corresponden a cada reino -impecables- y los familiariza también con la isla Ivinor ¨El Salon de la luna regente¨, un hermoso jardín con estructuras elegantísimas al aire libre, donde se votará, advirtiéndoles la mayor regla del lugar: No pueden teletransportarse de ningún lugar a otro y que todo viaje tiene que ser a través de él o sus ayudantes y no pueden acercarse al perímetro de votación donde estarán los reyes.
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