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Sesión 42: Antes de las votaciones

El gran archimago Sallomon pide reunirse con la reina a solas y, a pesar de que Micarlin lo intenta, no se le puede convencer de lo contrario. Katlin accede al vínculo telepático de la party y entra a los aposentos del archimago, mientras los 5 se retiran para ir en busca de Elminster, a quien le informan sobre los nuevos acontecimientos.   El viejo los increpa sobre su alianza y la party le asegura que las conversaciones con Sallomon son para mantener las apariencias hasta que logren infiltrarse en la dimensión secreta y derrocarlo, aunque en ese momento Katlin les informa telepáticamente que el monarca quiere sellar el matrimonio ahí mismo. La party insiste que lo persuada para hacerlo más tarde, con más fanfarria y público y Katlin logra engañar al viejo diciéndole que es un momento demasiado importante para ella como para esconderlo así. El ego de Sallomon le hace creer la mentira, pero el archimago le pide un beso a la reina para cerrar su reunión. Es asqueroso de ver desde el punto donde el grupo espía, pero cuando se separan, junto con su aversión, Yardis alcanza a notar que Sallomon tiene la mancha de tinta, indicando que usó el telescopio mágico durante el día.
La reina se retira agotada y su escolta la lleva a su habitación, mientras la party decide como usar su valioso tiempo antes de las apremiantes votaciones.     La party vuelve a los aposentos de Elminster para decidir qué hacer con "Cela".
Oz finalmente concluye que la opción de revelar su nombre secreto es menos dañina que simplemente dejar que se lo lleven a la carcel, y prepara al grupo para lo peor. Elminster conjura una dimensión especial y el bardo le pide a Yardis que lo cubra con un campo de fuerza al acercarse al prisionero. Oz se arrodilla y abraza al cautivo pidiéndole perdón, mientras susurra "Saga". El bardo y el grupo en el exterior, observan como parece salir como de un trance, a medida que su respiración se agita. Los ojos de Cela lo observan ahora con rabia y su voz emerge como un grito desgarrador que reclama furioso, una y otra vez, que Oz debía estar muerto. El bardo le devuelve sus palabras, y Cela, desquiciado, intenta sacar alguna reacción de él, contándole como todos morirán y todo empezará con sus cabezas y confesándole que Sol ya no existe, que ahora él es su cuerpo y también su mente. Oz, cansado y decepcionado le pide que se detenga, pero Cela le espeta que él sí tiene planes y no va por detrás de sus enemigos, así que lo devuelvan a la carcel porque es el único que puede matar a los lichs. Cela admite que si no fuera por su plan, usaría su escala real para matar a Oz en ese mismo momento, y ofrece que lo dejen matarlo con sus propias manos para evitar muchas otras muertes; pero el bardo no parece amedrentado y sigue interrogándolo. Cela les cuenta que Bismark lo había contratado para que hiciera algo, pero que él lo había engañado y no lo iba a cumplir, que iba a hacer las cosas a su manera, sin embargo admite que el conde sí tiene razón en algo, su creencia en la suerte.     Cela les cuenta cómo fue estar atrapado bajo el poder del lich por años, torturado una y otra vez, en completa soledad, excepto por una pequeña rata que a veces se paseaba por el laboratorio en sus horas más oscuras. Finalmente había llegado el día en que no quedaba nada en él para seguir satisfaciendo la perversa mente de su captor y su ejecución había sido decidida. Cela recuerda como en sus últimas horas lo único que deseaba era volver a ver a esa rata escabullirse por las paredes para no sentirse tan solo, y que la suerte le había respondido cuando, en el último momento, la rata apareció, transformada en un dragón marcado con un casual corte de las mismas dagas negras. En la más afortunada vuelta del destino, la bestia quemó al lich y el laboratorio y lo dejó en libertad.   Sin ofrecer más información, Cela les dice que lo devuelvan a la celda una última vez y que no se interpongan en sus planes. A regañadientes, y con la esperanza de recuperar a Sol y la admisión de que lo necesitan contra los lich, la party acepta, pero Oz le asesta un puñetazo de despedida justo antes de desconectarse.   Con el cuerpo de Cela de nuevo aprisionado en su celda, la party discute con Elminster los pasos del ritual para entrar a la dimensión secreta. El viejo les dice que necesitan 3 usuarios de magia para activar el ritual con unos talismanes especiales que les otorga, llevando cada uno a un lugar específico en cada isla, desde donde serían teletransportados al interior de la dimensión. Además, el viejo les informa que cuando los monarcas se preparen para votar dentro del círculo lunar, será el único momento en que Sallomon pierda su conección con los lichs, probablemente el momento en que Cela ejecutará su plan. La party decide que tiene que entrar al mismo tiempo, antes de que Cela tenga la oportunidad de acercarse al valioso Sallinger.       Cada vez con menos tiempo antes de las votaciones que empiezan la mañana siguiente, la party decide aprovechar lo poco que queda de noche.
Esi tiene temas importantes que hablar con la reina así que va a visitarla. La hechicera le revela la información que le dio Selice sobre Zelena y sus extrañas "apariciones". Katlin se muestra muy interesada y agradecida por la cercanía de Esi, y decide darle un objeto que Zelena le había dado hace muchos años atrás: El Abhorón mágico donde Zelena preservó un doble mental de sí misma, de ese momento en el tiempo.   Mientras tanto, Wrenn recibe un mensaje mental de Berta, quien le dice que debe visitar a Oraldo, y Oz, aun afectado por su interacción con su Cela, lo sigue hasta allá sin pensarlo.   Yardis, preocupado por las alianzas más frágiles que forjaron durante el día, envía anónimamente el manuscrito olvidado sobre la antigua Mystra a Ikarus, el cauteloso consejero de Don John y llama a Donovan para conseguir información sobre el tatuaje de 3 estrellas e Yrianna, la satir consejera de Orusk, con quien concierta una cita privada.     Yardis se encuentra con una Yrianna a solas en los aposentos de Joseph de Orusk. La sátir, coqueta, lo invita a un trago misterioso que tiene en la mesa, mientras intenta sacarle el nombre de su ex-pareja; pero el mago se niega, preguntándole, en cambio, sobre el mazo de Many Things y la relación con ser "la más importante del concilio". La sátir, descubierta, le concede su conección con Cela, pero rehusa darle información más allá de que éste consiguió el mazo por su cuenta, y arremete de nuevo con sus tácticas, insistiéndole con el trago y el nombre de la otra sátir. Negándose nuevamente, Yrianna intenta burlarse de él y de su rigidez y falta de hombría, que seguramente había hecho que le rompieran el corazón, pero Yardis le confiesa que fue al revés. Hastiado, confiesa que las sátir son intratables e irracionales y, como para callarla, derrama el trago y la sujeta del cuello violentamente mientras la besa con toda su rabia reprimida.
Cuando termina, Yardis le admite que tiene una deuda pendiente con la otra sátir, y que si ella lo ayuda con lo que busca, él la ayudará de vuelta; pero Yrianna ahora tiene otra idea sobre el mago metida en la cabeza.
Rescatando el último concho de la botella, Yrianna le propone acostarse con ella a cambio de la información que busca, y para ganar su confianza toma un sorbo del trago. La droga causa algunos segundos de dolor intenso, pero luego su cuerpo se transforma en una versión mejorada, incluso más atractiva que antes, y ,tras considerarlo brevemente, Yardis acepta el trato. Aguantando el dolor sin problemas, el mago se encuentra con una versión atlética y con ambas manos de sí mismo en el espejo, y, sacando una antigua poción rosada de entre sus cosas, ambos comparten la pócima de amor y se enredan en las sábanas.   La hora pasa e Yrianna, exhausta, finalmente le responde al mago algunas preguntas. El Joven de Orusk es efectivamente sólo una marioneta y tiene una vida útil de no más de 3 meses. Cela había sido contratado por Bismark para infiltrar ultión a Candlekeep y destruirlo, pero había decidido engañar al conde y ejecutar otro plan propio. Sin embargo cuando Yardis le pregunta sobre el plan nuevo, Yrianna se queja de que ya está faltando mucho a su lealtad. Ella una vez más le pregunta sobre el nombre de su ex, y Yardis, viendo la posibilidad de sacar la última información que necesita, se lo da. Yrianna parece confirmar sus sospechas y le cuenta que Elektra fue la sátir por la que perdió su cupo para escapar de los zhentarim y, cortante, le dice que ya ha pasado mucho tiempo y que debe irse antes de que vuelva el rey Joseph. Yardis le insiste sobre el plan de Cela, pero la sátir sólo le revela que va a matar a los reyes uno por uno. Las pociones están llegando a su fin y con el golpe de realidad y la urgencia de escapar de ahí sin ser visto, el mago se marcha mientras Yrianna le dice que la busque al día siguiente.     Unas habitaciones más allá, Esi le pide permiso a Katlin para usar el Abhorón.
Le hechicera se conecta y entra a una dimensión mental donde ve una versión de 7 años atrás de Zelena. Con mucha emoción, Esi conversa con su hermana mientras se hace pasar por la imagen de Katlin, una versión de la reina que acaba de perder su bebé. Zelena, suspicaz como siempre, inquiere una y otra vez sobre las incongruencias que nota en la interpretación de Esi, pero ella logra convencerla a cada momento y, por primera vez en años, logra entablar una conversación cercana con su hermana. Bajo su disfraz, Esi le cuenta a la versión pasada Zelena cómo su trabajo con Lenos tuvo éxito y la tormenta logró borrar los recuerdos de la gente, y le pregunta qué recuerdo cree que habría perdido. Zelena una vez más se sorprende por la pregunta que debiera ser evidente y tilda a la imagen de Katlin de sádica, pero de todas formas le cuenta de nuevo cómo seguramente sería esa vez que escuchó a Ilsa y Berta conversando en secreto.
  Desde niña, sus habilidades mágicas siempre se habían visto opacadas por el talento nato y casual de Esi, por lo que, una tarde tras entrenarse arduamente, se había escondido para sorprender a Ilsa con un hechizo particularmente difícil de dominar, sin embargo la sorpresa había sido para ella cuando logró espíar la conversación de su abuela y su tía. Las mujeres conversaban sobre su falta de talento mágico, probablemente debido a la sangre materna de su linaje, y cómo tendrían que encontrarle un marido para casarla y ocultar su falta de habilidades. Zelena recuerda con dolor esos momentos, y concluye que Lenos fue el único que creyó en ella. Inevitablemente, la conversación se torna hacia temas más oscuros cuando Zelena intuye que algo no está bien con su yo presente. Cautelosa, la hechicera le cuenta a su hermana, como su versión actual le robó a Alistair y Liam luego del accidente con los portales, y le pregunta por qué hizo algo así. La Zelena del pasado está confundida con la información y, si bien admite que recuerda que quería conversar sobre algo con Alistair, no logra comprender sus acciones.   Con algo de renovada esperanza en su hermana, Esi le pregunta si sabe cómo podría contactar con Alistair, donde sea que su versión actual se lo haya llevado y, aunque Zelena no tiene claridad de dónde podría estar, le da una información clave para su búsqueda:
Balniham debe tener información que darle y para encontrarlo sólo basta con poner a su hija en peligro y él aparecerá.     En la torre de Candlekeep, Oraldo tiene malas noticias para Wrenn. No puede finalizar la mejora de Etherling, no así como él ni el dragonborn quisieran.
Wrenn mira confundido al herrero y éste le explica que el alma de la espada está dividida entre 3 dominios y que, al igual que su portador, debe elegir uno. "Quién eres, realmente?" La pregunta descoloca a Wrenn, que mira al bardo en busca de apoyo o una explicación, pero Oraldo repite la pregunta y al dragonborn no le queda más que responder la verdad. Oraldo le explica que la espada tiene tres identidades, una femenina, de una gnoma, otra de un ser casi como un dios de tremendo poder, y la última de él mismo, puramente Wrenn, y que debe decidir cual será el alma de la espada, porque si no estará en eterno conflicto. Wrenn admite que el arma fue creada como un homenaje hacia Willum y que por eso lleva su apellido, y decide que ésta debe ser el alma de su espada. Oraldo se vuelca una vez más hacia el arma, desplegando minerales mágicos y conjuros una vez más y le pide a Wrenn que se acerque. Una visión de sí mismo blandiendo a Etherling invade la mente del dragonborn. El arma se siente más liviana y delicada, y corta el viento con la gracia que Wrenn había visto en sus viajes sólo de los monjes con los que había entrenado. La sensación de agilidad y destreza es tan poderosa que cuando Wrenn vuelve de la visión confundido, Oraldo sólo se rie y le dice que eso es lo que le espera. "Hasta ahora has sido un guerrero, con esto serás un artista de la muerte."   "Es mejor que los cinco cuervos de la muerte." bromea Oz sombríamente y el par deja a Oraldo para que termine su obra, y se dirige a la plaza. Wrenn detecta el humor inestable de su amigo y mientras se detienen a comer en un puesto callejero, le pregunta sobre su estado tras la conversación con Cela. Ambos se dan ánimo sobre lo que está por venir y están a punto de levantarse cuando un conteo regresivo aparece en el sendorial. Al mismo tiempo, Yardis y Micarlin se reunen con Esi, Katlin y el resto del grupo para dirigirse a la plaza a petición de Elminster; un anuncio importante está a punto de ser revelado.   Una imagen se proyecta frente a todo Candlekeep a través de la información que emana del Sendorial. Las cabezas de los 8 líderes zhentarim se exhiben clavadas en picas, rodeadas de monedas ensangrentadas mientras un mensaje acusa a los reinos de Dimaitro, Tarcas y Bafir de ser los culpables de la destrucción de Waterdeep.  
Las calles de Candlekeep empiezan a temblar y cientos de pisadas que el grupo reconoce como los soldados transformados por las dagas negras de Cela emanan desde las alcantarillas, mientras la muchedumbre empieza a escapar aterrorizada. Elminster llama con urgencia a todos los monarcas de vuelta a la isla de las votaciones y ordena a sus hombres que adopten posiciones defensivas.   La party escolta a Katlin y los monarcas discuten qué hacer con las votaciones, pero postergarlas no es una opción porque pausaría todas las leyes importantes y tratados por meses, dándole una ventaja temporal a los enemigos. El grupo comprende que a pesar del caos e inminente peligro, el concilio debe seguir y Katlin, junto con todos los líderes, entra rápidamente al círculo lunar donde estarán protegidos para empezar a votar. La party se reparte los talismanes para apresurar el ritual y alcanzar a Cela con su plan que se les ha adelantado, pero de un momento a otro y sin previo aviso, la mitad de los magos de seguridad rompe formación y vuela en otra dirección.
  Desde el subsuelo, un rugido feroz se libera por el aire y una enorme llamarada cubre la torre de Candlekeep: Un dragón rojo, como el de la historia de Cela, arrasa con el centro de la ciudad. Ante los ojos de la party, en la isla principal, se eleva por los aires el símbolo de los zhentarim que se transforma ominosamente en el símbolo del sur, el antiguo emblema que después de la guerra está prohibido en todo el norte, mientras una música creada con magia, cuyas letras pertenecen a canciones del sur, hace eco en cada rincón de la ciudad. La isla parece un extraño espectáculo de caos y muerte.


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