Sesión: El camino del oráculo
General Summary
La llegada a Ifndell
El fragor de la batalla se calma, los aventureros recogen lo que puede cargar, no hay tiempo que perder. Lo guardias del ejercito humano dan sagrado sepulcro a sus caídos. Hay que continuar.
Celina, shockeada por tal brutalidad y sangre, es retenida por los soldados, caminarán el resto del viaje.
Tres días los separan del gran árbol
Hirilorn y el camino lo recorrerán fuera , aunque cerca, de la huella, no quieren llamar la atención. EL
bardo narra algunas historias para amenizar el viaje, lo que se pueda.
De pronto llegan al gran puente crecido de
Ifndell que muestra una vez más su gran majestuosidad. El puente, mas transitado de lo normal, cumple la función de dar la bienvenida y de advertir que están entrando a una fortaleza imponente. El pueblo élfico les da una fría pero formal bienvenida. Al ingresar, un paisaje familiar para
Brottor se extiende sobre la explanada del interior del árbol.
El pueblo de
Khor Ulum lleva más de un mes en el lugar, y los habitantes ya empiezan a interactuar con la ciudad dentro del árbol. Algunos recurren a mendigar, mientras que otros ofrecen sus servicios a cambio de moneda y materia prima. A nadie le falta la comida, los elfos se encargan de eso en sus comedores comunitarios ubicados en el primer entrepiso de la fortaleza, pero no solo de comida vive el pueblo, y eso se está empezando a notar.
Reporte de una misión
Los soldados recurren al Gran General
Gloim Frostblade quien al recibir la situación se pone en marcha para informar a su pueblo anfitrión del asesinato y el complot para incriminar al
Opus Trium en esta tragedia que se tomó la vida de
Elyndar Waelvor, un decano del
Cuil Calá. Como buenos huéspedes es de somera prioridad presentar esta evidencia, anunciaba mientras despedía a los soldados humanos y le daba asilo a
Celina entre una de las familias del exiliado pueblo.
El Cuil Calá debe saber lo que pasó
En la Catedral del
Culto a la Luz y a la Vida se aprestan los aventureros mientras y allí hablan con Talila, una sacerdotisa que recibe el reporte del General Enano y les cuenta que la niña
Gala está en el internado de la iglesia, pero que para que la suma sacerdotisa realice el ritual de la profecía, aun falta un
Amuleto que se ha perdido.
Gloim con todo orgullo promete recuperar el amuleto para que se de el ritual, a manera de regalo del pueblo bajo la montaña a sus anfitriones tan generosos. Pero en esas casualidades del destino, Talila observa el anillo que tiene
Balder en la mano, y se sorprende. Un refusilo de luces y sonidos proviene de las entrañas del árbol mismo y el semielfo es llamado al gran Palacio Blanco.
El Palacio Blanco
Uno de los grandes portales de Marfil y Álamo blanco se abren en el Palacio Blanco, y de la puerta sale corriendo una elfa beata del Cuil Calá. La entusiasta
Altalas corre hacia la comitiva enana y los hace pasar hacia el salón del trono, donde la reina sorprendida acude a recibirlos. La reina bajo la hoja toma la mano del semielfo y con ojos llorosos de alegría le muestra a
Grillo una visión que se proyecta sobre el centro de hojas del salón del trono.
Una Reina y Una madre
Por la espesura del bosque una elfa de canas en su pelo corre con sorprendente agilidad. El sonido de latas y soldados se escucha detrás de ella. De repente se cierne una noche repentina en el bosque y la visión y los ojos de la anciana se cierran de repente. Estos son los recuerdos de la madre del bardo, quién la vio por primera vez en ese momento de visiones y magia.
La Reina Hiril le cuenta una historia de amor y persecución, había dejado a su hijo para protegerlo y escapar de una sociedad que lo discriminaría de por vida. En Ifndell desposó a la reina y es por eso que le confesó su secreto a ella, antes de entrar en un
Letargo Oscuro que la afecta actualmente. El General también le comenta de la situación sobre el complot del
Decano Asesinado, pero la reina amablemente le pidió que trate el tema con las autoridades del Ejercito de la Hoja.
Una búsqueda improbable
El General confía en los aventureros, principalmente su soldado, en que podrá averiguar sobre el paradero de dicho artefacto, será un buen entrenamiento para el joven militar.
aldalómë
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