La historia de Tataru comienza en la ciudad de Hequa donde nació, hija de Saturos y Menardi Rosenburg, los primeros años en la vida de Tataru fueron de pura felicidad infantil; rodeada de maravillas tecnológicas que aprovechaban los recursos naturales del entorno para crear civilación a su alrededor. Sus padres eran importantes figuras en la estructura científica y por tanto muy respetados en la ciudad por sus avances, y Tataru no podía ser más feliz dado qye desde pequeña tenía una gran curiosidad y vitalidad que a veces incluso traía de cabeza a sus intrépidos padres. Los años pasaron rápidamente para Tataru pero la vida la deparaba más sorpresas, puesto que ésta cambió por completo cuando el Imperio comenzó a buscar en la Alianza a expertos en Ciencias Energéticas para un nuevo proyecto llamado “Zanarkan”; sus padres se ofrecieron como voluntarios en el proyecto consiguiendo así ventajas para la ciudad de Hequa.
Partió así la familia para el Imperio y entonces fue cuando Tataru vio de verdad maravillas con las nunca habría soñado, la tecnomagia del Imperio la dejó perpleja, anonadada y aún si cabe con más curiosidad por el mundo. Pasaron los años en el Imperio donde hubo sensaciones agridulces para Tataru, aprendía muchísimo todos los días y la encantada estar rodeada de nuevas experiencias tan diferentes a su ciudad natal pero, por otro lado, sus padres estaban más ocupados que nunca y parecían tener muy poco tiempo para ella puesto que el jefe del laboratorio, Crisolis Meronum, era un autentico maníaco de la ciencia con un desenefro por el estudio que parecía no conocer límites; sus padres estaban cansados pero a la vez nunca habían contado con tantos recursos para sus investigación por eso mantenían un luz en sus ojos a través de las ojeras.
Esto nos lleva al fatídico día que Tataru es incapaz de olvidar y que todavía revive casi diariamente en sus pesadillas; como tantos otros días acompañada a su madre al laboratorio, esto se había convertido en una práctica normal pues les permitía pasar más tiempo en familia y Tataru se comportaba ya como una auténtica científica a pesar de su temprana edad. Ése día parecía que había mucho más revuelo en el ambiente cosa que a Tataru no preocupa pero sus padres parecían algo inquietos, Tataru confundió la tensión de sus padres como un rato y , sin que éstos se dieran cuenta, se puso a fisgonear el revuelo. Las voces y el movimiento de batas blancas la acabó llevando hasta un extraña sala que la dio escalofríos, pronto averiguó por qué, dentro de cientos de capsulas había personas de diferentes razas que parecían dormidas……..
Las luces de pronto de encendieron mucho más brillantes….- Probando probando, prueba numero 17 de proyecto Zanarkan, fusión de los sujetos….¿Qué demonios hace esa niña ahí?- la voz de Crisolis Meronum se oía de forma mecánica y Tataru le vió al otro lado de una pantalla transparente.
Hasta de que pudiera hablar se volvió a abrir la puerta y aparecieron sus padres – Disculpe señor la perdimos de vista de repente no volverá a pasar…..¿Qué está sucediendo aquí? – su padre miraba consternado la escena y parecía comenzar a entender lo que sucedía, algo que se le escaba a Tataru por completo, su madre soltó un grito ahogado llevándose las manos a la boca.
- Meronum ¿qué están haciendo aquí? Esto va contra toda natura….- dijo su padre enfurecido.
- Malditos perros de la alianza siempre supe que traerían problemas….en fin comiencen el nuevo simulacro – los ayudantes que estaban con él parecieron alarmarse pero Meronum pulsó el botón sin dudarlo un momento.
El mundo pareció dar vueltas entorno a Tataru y notaba como algo dentro de ella estaba siendo arrancado, de pronto la mano de su padre y algo frío en el pecho, un cachivache se activaba – Lo siento cariño esto es todo lo que podemos hacer….- durante un momento las muecas de dolor de sus padres se tornaron en alivio y un sonrisa cuando les empezó a ver desaparecer- parece el prototipo funciona, sé valiente hija mía.
Tataru intentó gritar pero no pudo y de repente toda la escena desapareció dejando como útlimo en su mente las caras sonrientes de sus padres mientras eran absorbidos por algún tipo de vórtice……
Despertó gritando desconsolada….una habitación desconocida estaba ante ella, espera no, desconocida no le sonaba….- Tranquila pequeña estás a salvo- era la voz de su tía Aura que la tenía ahora entre los brazos.
La experiencia traumática que le contó, dejó a su tía dolida pero se la notaba no del todo sorprendida; su tía, al parecer, pertenecía a un grupo en la Alianza que investiga de cerca los movimientos del Imperio y que no estaba de acuerdo con muchas de sus prácticas temiendo por los habitantes de todo el mundo y , en especial, de la Alianza. Tataru pasó tiempo con ellos canalizando su trauma y energías en volverse alguien capaz de defenderse y jurándose cada noche venganza contra Meronum.
Su oportunidad llegó en forma de infiltración en el Imperio, ella tenía conocimientos previos del lugar y se haría pasar por Arlienne Thorn como candidata para ser ciudadana imperial y así llegar al fondo de los muchos problemas del Imperio.