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La vida de los Gyojin nunca ha sido fácil y eso lo sabe Malady más que nadie.
Aunque no siempre fue así, los primeros pasos de la vida de Malady fueron de felicidad en un ambiente submarino e idílico que tenía su familia muy cerca de la isla Gyojin, sus padres (Emma y Sulliman) eran personas amables y queridas por todos sus vecinos; a Malady nunca le faltaron amigos pues su naturaleza activa y jovial llegaba a los corazones de todos cuanto la conocían.
De entre las personas que mejor la conocían estaban sus amigos del dojo Ryuutenkai, donde el anciano maestro Syunnken les enseñaba los secretos del Gyojin karate, tanto ella como Stryder eran sus alumnos más aventajados y siempre competían aunque manteniendo un aire de amistad y mutuo respeto.
 
Malady ignoraba cómo estaba su mundo a punto de cambiar, pues sin ella saberlo, sus padres habiendo estado manteniendo conversaciones con la Armada Revolucionaria para intentar conseguir un mundo mejor para todos los Gyojin.
 
El movimiento fue radicalmente borrado cuando éste llegó a los oídos de los Tenryuubito y la Marina impuso un yugo de hierro sobre la isla Gyojin, en ése fatídico día se perdieron una gran cantidad de vidas Gyojin (y los revolucionarios nunca aparecieron...), en cuanto instauraron el orden comenzaron a arrestar para ejecutar a los cabecillas, todas las figuras de poder en la isla fueron perseguidas y Malady fue testigo impotente de cómo sus padres se sacrificaran para que ella y unos pocos más pudiesen escapar guiados por el maestro Syunnken; a punto estuvieron de poder salir de ése infierno los pocos liderados por el maestro pero otra emboscaba les esperaba antes de llegar al torbellino que les llevaría a la superficie, en el último momento unos marines se hicieron con Stryder y unos cuantos más mientras Malady escapaba junto al anciano y los pocos supervivientes....
 
Malady siempre había querido visitar la superficie pero su corazón era incapaz de apreciar ésa nueva experiencia tras tan traumático incidente.....y como bien dicen en la superficie cuando llueve arrecia, así pues en cuanto pensaron estar a salvo de los marines un grupo de esclavistas les atraparon cuando el anciano maestro ya no tenía más fuerzas para pelear.
 
El siguiente año fue una tortura para un espíritu libre como el de Malady, su carácter jovial se vio sustituido por un odio visceral y a punto estuvo de perder la cabeza en varias ocasiones viendo cómo sufría su pueblo a los manos de tan viles perdonas....jamás les perdonaría.
 
Justo antes de cumplir el año en cautividad cuando estaba a punto de perder la esperanza escuchó algo que no había oido nunca, el sonido de cañones y batalla naval la inundó, pero en cuanto llegó la calma escuchó una voz claramente que, a pesar de ser algo rasposa y demasiado grave, le pareció el sonido más precioso de su vida:
 
-Liberadlos a todos, los piratas del Gran Mostacho no tomamos esclavos y aborrecemos a la calaña que lo hace, el mar es libre y libre han de ser todos en él.
 
El capitán Euron Mustass de los piratas del Gran Mostacho les salvó la vida a los pobre Gyojin que no habían conocido más que miseria durante el último año; el anciano Syunnken pactó con él en nombre de todos para quedar libres y Malady quedó prendada de las historias de la libertad de éstos piratas; estaba viendo en sus palabras que nunca se le hubiese ocurrido un sueño comenzó a formarse en su pequeña cabecita.
 
La estancia con los piratas fue efímera pero algo que marcó profundamente a Malady pues ahora empezaba a ver claro su destino y necesitaría una gran determinación para llevarlo a cabo.
 
Llegaron a la isla de Pelayo donde pudo vivir los siguientes años en relativa paz hasta que comenzó su viaje con Pelayo a los 19 años.
 
Aquí no sé si meterme o que te ponga Ricardo pero vamos el resto de la historia ya se entralaza con todos.

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