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Sesión 8: Black Atlantis

General Summary

Llegaron al castillo de Oppolus solicitando una audiencia de urgencia. El rey, que tampoco tenía en gracia a Yensen y su fanatismo, accedió a ayudarles si ellos se responsabilizaban de los actos de la jehammedana.     Una vez con el indulto en mano partieron a máxima velocidad hacia el Foso de Sangre para interrumpir la ejecución, empezó un debate en el que consiguieron distraer el tiempo suficiente al emisario como para que el rey llegara con sus hombres curtidos en batalla. La gente empezó a hablar, cuchichear, la situación se estaba volviendo más y más tensa hasta que una bola de estiércol se estrelló contra Yensen, más le siguieron, los guardias protegieron al emisario y terminaron por abandonar el foso.     Parel se llevó a la jehammedana a su isla para atenderla mientras el resto del grupo investigaba y disfrutaba del día de Ganaress.     El evento comenzó con una gran procesión, gente disfrazada de leperos asustaba a los niños y arrastraban un gran pelele representando al Rey Feromante, hasta que llegaron a la plaza y San Vicarent degolló de un solo tajo a su legendario “enemigo” y la gente ovacionó su gesto.     Los vendedores, pasteleros y taberneros prepararon sus puestos en la calle para dar de comer y beber gratis a todo el mundo. Las puertas de la catedral se iban a abrir para todo el mundo, la ciudad estaba de fiesta y celebración, era un día memorable.     El grupo quiso ir a la catedral para ver los huesos del legendario rey feromante, pero mucha gente tuvo la misma idea que ellos, así que decidieron callejear para llegar antes esquivando la marea de gente. Pero se encontraron con un hombre mayor y su hija que les pidieron ayuda para mover unos grandes y pesados barriles. Müller accedió encantado y mientras charlaba animadamente con el señor, a su hija comenzó a darle un extraño ataque. Todos, preocupados fueron a asistirla, pero algo extraño ocurrió, pues empezaron a ver el chackra freomante por todas partes, en la fruta en el suelo, nubes, insectos, el humo, todo formaba los mismos patrones, hasta en el pecho de la propia mujer pudieron observarlo.     Unos anabaptistas aparecieron, miembros de la guardia, preguntando enfadados qué estaba ocurriendo, el extraño evento terminó tan súbitamente como había empezado, todo el mundo estaba confuso, no había patrones por ninguna parte y el pecho de la mujer estaba limpio.     Con una extraña y preocupante sensación, dejaron a la pareja en su puesto de bebida y siguieron su camino hacia la catedral.     En cuanto llegaron, Angler fue reconocido por Tronte, el líder de la capilla, hablaron un poco con él y les permitió entrar en la capilla antes de abrirla al público. Dentro se encontraron con Vicarent que empezó a hablar con Tronte sobre los spitalianos el grupo terminó siendo testigo de un ataque de ira que descargó contra los huesos de Gannaress. Una vez se marchó, Tronte los invitó esa noche a tomar unas bebidas en “La petaca” para que vieran el lado bueno del sublime.     Los que no habían podido dormir esa noche decidieron retirarse, pero de camino al puerto, un niño paró a Müller, que le dijo que un amigo suyo quería verle, se trataba de Batenguerre, uno de los preservistas, los llevó a su escondite, donde conocieron a la Dra. Vega. Les explicó sus sospechas sobre el florecimiento de un sexto Chackra y de las peculiaridades de los leviatánicos. Angler les contó lo que había averiguado sobre la isla de Ushath y Julius les contó todo lo que sabían sobre Garlene, su brazo, la anubiana y la amputación.     Volvieron a las fiestas y en uno de los callejones encontraron a un par de Britonis apaleando a un mendigo. Randle les dio lo que ellos consideraron que el mendigo les había robado y se marcharon dejándolos con el maltratado mendigo. Pero él no presentaba más que magulladuras muy leves y una forma física muy potente. Hablaron con él para enterarse sobre su situación, pero parecía sufrir algún tipo de amnesia y se despidió con una críptica frase: “¿Quién juzga a la humanidad?¿Quien convoca a los sabios y planta en sus mentes su semilla?” indicando que él supo la respuesta una vez.     Cuando ya se iban a retirar todos a la isla de Parel, les paró Sooufiance. Les intentó convencer de que se reunieran con él en “Los Colmillos”, que había averiguado donde vivía Shamash, el “neolibio” y que había armado y pagado a tres apocalípticos que, hasta ese momento, habían trabajado para Shamash e iban a lanzar un asalto.     Sin tiempo para ir a dormir ya antes de la hora para invitación de Tronte, decidieron ir directamente a la “Petaca” para tomar esa copa que les había prometido. Estuvieron un rato largo bebiendo, cantando, brindando y comiendo, con los Anabaptistas, hasta que fueron interrumpidos por Bascule, el líder preservista, que comenzó a provocar e insultar a los Anabaptistas y Vicarent. Llegó entonces Vicarent y, tras continuar con sus provocaciones, el preservista dejó caer una extraña canica negra que cró un fenómeno Psicokinetico, haciendo que todos perdieran sus sentidos, su orientación y sensación de tiempo. Cuando terminó el fenómeno, el preservista había huido, dejando un corte en la cara del Vicarent. El Sublime ordenó a todos calmarse y a ayudar a arreglar la taberna y a los personajes a retirarse por hoy. Antes de que se marchara, Randle comunicó a Vicarent el lugar del escondite Spitaliano.     Sin entender muy bien la provocación gratuita y el malgasto de un recurso tan valioso por parte del spitaliano, el grupo se retiró a descansar a la isla de Parel. Allí conocieron a Eris, la jehammedana a la que salvaron. Les contó a todos su historia y les enseñó lo que la había condenado. Había descubierto que las culturas y los colectivos habían sido diseñados y guiados por algún extraño plan, les enseñó un pergamino en el que estaban registrados los 22 conceptos como punto de partida para todos, esos símbolos, que “en secreto”, se utilizaban tanto en las profecías jehammedanas, en el tarot de los apocalípticos y en la corriente de los cronistas.     Mientras dormía, Angler tuvo dos extrañas visiones. Se despertó y, sin ser capaz de moverse, vio como un gigantesco hombre con la cabeza de una cabra violaba a una indefensa Eris, mientras le devoraba la carne de la cara. Se despertó, solo para verse él mismo siendo violado, por Eris, mientras ella exclamaba “¿Quién juzga a la humanidad?¿Quien convoca a los sabios y planta en sus mentes su semilla?” …”Aries”     Se despertó con un grito, como el resto del grupo. No tardaron en descubrir que no estaba ni Amperio ni el disco. Salieron corriendo en dirección al grito y se cruzaron con Soufiance y Weilam. El niño se detuvo para explicarles que un pálido había secuestrado a Amperio y lo tenía en la sala de transformadores, él iba a ayudar al africano a ir a buscar armas.     Planearon con cuidado cómo acercarse a ese mortal enemigo que los había asaltado en la calle, con cuidado extra, pues la noche era el hábitat natural de los pálidos, cuando eran más peligrosos.     Demasiado tardaron en darse cuenta de que todo había sido una trampa ideada por Soufiance, que los había traicionado. El africano raptó a Poli, se llevó el disco, saboteó los barcos de la isla y dejó inconsciente a Weilam.     9.10.Dog y Müller tardaron demasiado en reparar los barcos para poder salir de la isla. Lo único que les quedaba era seguir la pista de los apocalípticos. Se dirigieron de madrugada a “Los Colmillos”. Consiguieron colarse en su habitación y encontraron tres cadáveres, cuya carne había sido fundida por un arma desconocida. Rebuscando por la habitación, Randle descubrió varias notas de los trabajos de los apocalípticos para Shamash, localizó un nombre, Route, un mensajero que operaba desde esa misma ciudad. Se dieron prisa para detenerlo, ya que era la hora a la que solía salir de la ciudad. Randle consiguió intimidarle para que les diera la dirección donde entregaba las cosas a Shamash.     El grupo llegó al escondite, estaba totalmente lleno de tecnología, mapas, mediciones climatológicas, cartas nautas, etc. 9.10.Dog llegó a la conclusión de que Shamash buscaba algo en el atlántico, sin una posición fija, se movía guiado por distintas corrientes en el océano. Su explicación se vio interrumpida por un grito de Parel en el exterior. Salieron todos corriendo para verlo en el agua con el cuerpo inerte de Poli, había sido ejecutada de un disparo a quemarropa en la frente.     Parel los abandonó para llevarse el cuerpo de la que consideraba su hija, tenía que explicarle a sus hermanos, tenían que enterrarla.     El resto del grupo fueron a la ciudad pero al puerto, necesitaban encontrar una embarcación rápida para seguir la pista de Shamash y Soufiance. Se encontraron a Oppolus y un gran número de cazadores preparándose para el evento de las festividades “La Gran Cacería”. Angler le explicó la situación al rey, que canceló el evento y movilizó a los pescadores para ir todos a por los asesinos de Poli, buscándolos por el atlántico. La persecución se vio interrumpida cuando Oppolus divisó una columna de humo alzándose en el horizonte. El grupo lo siguió hasta una isla, se trataba de Ushath, el lugar en el que los anabaptistas guardaban la reliquia sagrada conocida como “Fuego estelar”. La isla estaba repleta de cadáveres de anabaptistas, descubrieron cartuchos de gas mostaza, una de las armas químicas de los preservistas. Encontraron un único superviviente, era Barringer, el segundo hijo adoptivo de Oppolus y hermano de Vicarent. Julius consiguió estabilizarle, pero seguía en un riesgo terrible. El rey les rogó para llevar a su hijo a la casa de curación mientras él se preparaba para las consecuencias de este ataque.     El grupo llegó a la casa de sanación y fueron a ver a Imbali que empezó a examinar a su paciente hasta que entró Vicarent en la habitación, agarrándola por el cuello y amenazándola en caso de que no consiga salvarle. La anubiana consiguió liberarse con facilidad y continuó con su examen mientras el Sublime se retiró dando las gracias a Randle la información de la noche anterior.     Imbali les explicó que estaba demasiado grave, que no iba a sobrevivir a no ser que realizara un ritual sagrado, para lo cual necesitaría la piel de tres grandes familiares del chacal. Partieron todos menos Julius, que se quedó asistiendo a la anubiana para mantener vivo a Barringuer todo lo posible.     Tras una larga deliberación, Randle consiguió convencer a los dueños de los perros sobre la necesidad de sacrificar tres de sus preciados animales para intentar evitar una guerra que arrasaría Britón. Desconsolados se marcharon para que lo hicieran de la manera más rápida e indolora posible. Müller, originario de un clan de cazadores y artesanos se encargó del trabajo con la ayuda de Gideon.     Imbali utilizó las pieles para envolver a Barringuer en un capullo diciendo que eso sería lo único que podría salvarlo. Los spitalianos se miraron confudidos, pues desafiaba todas las enseñanzas que habían recibido en su formación, pero no les dio tiempo a realizar preguntas, pues uno de los ayudantes entró para decir que algo grave estaba pasando en la plaza.     Al estar el paciente estable, esta vez Julius acompañó al resto del grupo, allí encontraron a Yensen exacerbando a la gente en el foso de sangre, mostrando a un prisionero preservista, Batenguerre. Cuando el emisario vio al grupo los acusó de haber trabajado junto a los spitalianos en secreto, conspirando contra Britón, el rey y los anabaptistas. Pero Vicarent apareció en el momento justo para defenderlos y evitar que también fueran ejecutados. Batenguerre provocó a Vicarent, como hizo Bascule en la taberna. El Sublime se acercó al preservista y lo evisceró con sus manos desnudas ante la mirada de todo Brest. Con las manos chorreando con la sangre de uno de los atacantes de la isla sagrada, Vicarent gritó para que le escuchara toda la ciudad, que si en tres días, la reliquia sagrada no había vuelto a sus manos, marcharían contra Rennes, la ciudad-fortaleza Spitaliana, en guerra, para borrar al colectivo del norte de Franka. Oppolus intentó convencerle de que hacer eso sería una locura, la condena de Britón, la destrucción de los dos colectivos, pero llevado por la furia ignoró a su padre y comenzó a dar órdenes a sus seguidores para prepararse para la inminente guerra.     El grupo volvió a la isla de Parel para descansar y decidir qué hacer en esta terrible situación. Poli ya ha sido enterrada, el resto de los niños están todo lo bien que se puede estar en esa situación, en cambio, Parel está devastado y superado por la situación. Mientras comen, vuelven a producirse las extrañas anomalías electromagnéticas y, mientras Parel, Amperio, 9.10.Dog y Müller intentan localizar el origen de la anomalía, Angler, paralizado por el terror, ve entre los flases de luz, de manera intermitente, la gigantesca figura con cabeza de cabra, tras Eris.     La anomalía, no obstante, empezó a dispersarse poco a poco, cuando lograron mejorar la señal, empezó a sonar una melodía de flauta por la radio. Eris tuvo un ataque de pánico al oírla, señalando que el origen tenía que ser Aries. Poco después, la anomalía desapareció, haciendo llegar al grupo a la conclusión de que el origen de la anomalía había salido de la ciudad.     Poco tiempo después se produjo un apagón total, la electricidad no llegaba a Brest. Llegaron a la conclusión de que Shamash y Soufiance deberían estar en Morlaix, el lugar donde se encontraba la gran presa que abastecía de energía a Britón. El grupo al completo, junto a Parel, Ampreio, Eris y Monia se montaron en el sumergible del chatarrero. Randle y Angler no llevaron muy bien el ir bajo el agua, pero Müller y Gideonestaban fascinados con la experiencia. Tras 8 horas de viaje llegaron al puesto chatarrero y amarraron en el muelle.     Bajaron todos excepto la niña, que se quedaba con el sumergible preparado por si tenían que terminar huyendo. Exploraron el lugar y lo encontraron desierto y los mecanismos de la presa desajustados, cuando consiguieron arreglarlos, de entre la maquinaria atascada comenzaron a aparecer trozos de los cadáveres de los chatarreros del lugar. Entonces escucharon un grito de batalla y un numeroso grupo de pictoni, el clan que obedece las órdenes del Errante Arguire, se lanzó contra ellos. Angler y Müller consiguieron frenar su avance con el lanzallamas y las ráfagas del rastreador, pero no consiguieron detenerlos.     Cuando se desató la melé, el grupo consiguió aguantar la posición, pero tuvieron que lanzarse al suelo para esquivar el ataque de un fundealmas que reventó gran parte del edificio en el que se encontraban. Mientras se recuperaban del devastador ataque apareció Aries detrás de los pictoni, que se olvidaron del grupo y se lanzaron a por él. El errante cercenaba a los miembros del clan intentando llegar al grupo, exigiendo que le devolvieran su voluntad.     El grupo no esperó y quiso salir huyendo, pero las gafas de Julius, el equipo de 3.10.Dog y, lo más preocupante, la armadura de Müller dejaron de funcionar. El cronista ayudó al hellvético a salir de su armadura que la sujetó en un fardo y salió corriendo detrás del grupo.   De camino se encontraron con el líder de los pictoni, que portaba un casco capaz de disparar como un fundealmas, pero Gideony Randle consiguieron acabar con él y permitir que el grupo siguiera corriendo. Tuvieron que saltar por un terraplén y casi perdieron al cronista, pero al final consiguieron llegar todos al sumergible que la niña tenía preparado para salir huyendo.     Mientras recapitulaban la información que habían encontrado en la base de Shamash, en la presa y en la información de planos, llegaron a la conclusión de que el extraño neolibio debía estar buscando un iceberg. Siguieron la pista y cuando llegaron vieron amarrado la embarcación de Soufiance, lo que confirmó sus sospechas. Eris y Moira volvieron a la isla de Parel mientras el resto del grupo investigaba el barco del africano y, posteriormente, el iceberg. Allí encontraron un enorme submarino nuclear antecesor, atrapado en el hielo.     Se adentraron en el extraño submarino, llegando a una sala de ordenadores de la que consiguieron sacar algo de información, pero no demasiada. Siguieron investigando y llegaron a una extraña sala, era un dodecaedro. Apareció la imagen de un hombre vestido de traje y les habló de un entrenamiento memético. Les pusieron una serie de imágenes que les parecieron aleatorias y después les realizaron un examen, castigando cada pregunta fallida y recompensando cada una correcta. Pero el examen fue interrumpido por Arguire, otro de los errantes. Que les ordenó detener a Shamash. Cuando desapareció su imagen, 9.10.Dog consiguió hackear parte de la información encriptada que poseía el Buitre, información clasificada de secretos preescatón, el proyecto Tanhausen.     Al salir de la sala del dodecaedro llegaron a una sala de control y al camarote del capitán, en la que encontraron una foto preescatón de Shamash. 9.10.Dog consiguió obtener de los ordenadores un mapa del submarino. Siguieron avanzando por el submarino y terminaron llegando a la sala del núcleo, donde encontraron en un alto a Shamash, a la pálida y a Soufiance. Discutieron, el profeta durmiente que se identificó como Helios les increpó por actuar a las órdenes de Arguire. Parel exigió a Soufiance y el profeta accedió, le agarró por el cuello y lo tiró al vacío frente al chatarrero, que le metió la pistola en la boca y disparó.     El durmiente y la pálida salieron de la sala mientras activaban el sistema de autodestrucción del submarino. Sin otra posible salida, el resto del grupo les siguió. Les persiguieron a través de la cantina, camarotes y llegaron a una sala llena de tuberías. Randle consiguió que la pálida dudara del profeta, pues no quería lo mejor para los pálidos ni para el mundo. Ella, asustada y confundida reventó varias tuberías tras bloquear las puertas y la sala comenzó a inundarse. Una corriente descomunal golpeó al grupo arrastrándolos por la sala, pero el hellvético consiguió sujetar a aquellos que se veían arrastrados por el agua. 9.10.Dog, que había conseguido los planos del submarino, guió al grupo hacia una escotilla superior para llegar a otra sala. Müller ayudó a todo el mundo a llegar a la sala en cuestión, pero Parel no aparecía por ninguna parte. Müller se lanzó a bucear en la sala, encontrando al chatarrero, inconsciente con una pierna atascada entre la chatarra de la habitación, reventó lo que le estaba sujetando y consiguió, a duras penas, llegar a la sala donde se encontraba el resto del grupo para conseguir aire.     La sala en la que se habían resguardado era un silo de misiles nucleares. Aquellos que fueron capaces de reconocerlo se quedaron petrificados. 9.10.Dog descubrió que los misiles iban a ser disparados en tres ubicaciones. Bash, Aquitania y Londres. Intentó cancelar el lanzamiento, pero no se vio capaz y la autodestrucción del submarino seguía en marcha. Temiéndose lo peor por sus compañeros de Franka, salió corriendo de la sala junto al resto.     El grupo siguió avanzando y llegaron a una sala en la que encontraron a Shamash, ya desprovisto de todo disfraz y presentándose como el Profeta Durmiente Helios en toda su gloria. La pálida, estaba escondida por detrás de él. Tras una breve discusión en la que el profeta terminó contando sus verdaderos planes de “resetear la tierra”, Randle terminó de convencer a la pálida de que Helios no iba a cuidar ni de ella ni de su gente. Ella les lanzó su mochila, de la que salió despedido un colgante que suprimiría al profeta. Él la atacó con su fundealmas mientras el resto aprovechó para lanzarse contra él y sujetarlo para colocarle el colgante. Apenas consiguieron hacerlo incluso utilizando el hellvético su arnés a máxima potencia. Pero al final lo consiguieron y cuando el colgante estuvo en el cuello del durmiente, este fue envuelto en un gran cristal.     Siguieron corriendo para salir del submarino, la pálida iba con el resto del grupo. Se vieron obligados a cruzar una sala de crioéstasis. Pero los que debían estar encerrados en sus cápsulas no lo estaban. Habían sido infectados por el agua negra y los durmientes se habían convertido en aberrantes por Leviatanicos.     Utilizaron toda la munición que les quedaba. Granadas cegadoras, humos, paralizantes, hasta las muy peligrosas granadas de cloro. Aguantaron la posición hasta que 9.10.Dog consiguió abrir la puerta. Pasaron todos y Müller cerró detrás de él, pero oyeron un golpe y vieron por el ventanuco a la pálida que no había conseguido salir. Sin controlar su propio cuerpo, el hellvético abrió la puerta para sacarla, poniendo en peligro a todos, pero le ayudaron a cerrar la puerta y evitar que los aberrantes salieran. Los dos cronistas no se quedaron a ayudar, corrieron junto al chatarrero hacia un hovercraft y lo pusieron en marcha.     Müller subió con la pálida al vehículo y la dejó en manos Julius mientras él tomaba los mandos para salir lo más rápido posible.     Consiguieron escapar a duras penas, pero vieron salir dos de los tres misiles. Segundos después explotó el submarino y de la honda expansiva casi caen varios de los pasajeros al agua.     Cuando se calmó un poco la situación, volvieron a arrancar el vehículo y se dirigieron a la isla de Parel. Un viaje que debía haberles llevado unas ocho horas apenas les llevó un par. Pero se la encontraron en llamas.     Los preservistas habían atacado la Isla de Parel. Los spitalianos consiguieron salvar a Weilam, el pobre muchacho había sido torturado por los atacantes, pero consiguió contarles que se habían llevado a Valentino y a Garlen a Carnac.     Desesperados, confundidos y agotados, decidieron ir a tierra, a la casa de curación y a ver al Rey. Parel partió con el hovercraft para avisar a Vicarent sobre lo ocurrido en su isla y la ubicación de los preservistas. En las casas de curación descubrieron que tanto Imbali como Barringuer habían desaparecido. Cuando le contaron al rey lo que sabían, movilizó a sus cazadores y se hicieron todos a la mar, rumbo a Carnac.     Unas horas más tarde llegaron a la población chatarrera y, mientras los cazadores se dispersaban buscando, el grupo se internó en el bosque hasta llegar al campo de monolitos, donde descubrieron a Imbali arrastrando el “capullo” de Barringuer. Oppolus se lanzó contra la anubiana pero esta lo venció fácilmente y mientras el grupo le pedía explicaciones sobre sus actos se vieron interrumpidos por una extraña visión.     Todo se había vuelto negro, pero brillaban los siete ojos de un chacal gigante que los miraba fijamente. Sobre su cabeza brillaba una corona dorada. El chacal fue embestido por un carnero negro, empezaron a luchar pero el chacal perdió y el carnero comenzó a devorar su carne.     Cuando terminó la visión, ni Imbali ni Barringuer estaban por ninguna parte, pero entre los árboles, mirándolos fijamente, se encontraba Aries.     El errante se lanzó contra ellos y Müller volvió a necesitar la ayuda de 9.10.Dog para salir de su armadura. Cada movimiento de su espada cortaba carne, hueso y acero como si fuera mantequilla. Necesitaron la coordinación de todo el grupo para poder inmovilizarlo y quitarle el extraño casco que portaba. Malheridos y agotados consiguieron su objetivo y al arrancarle el casco y lanzarlo lejos pues iba a explotar. Se encontraron con el mendigo que les pidió que lo mataran. Angler no esperó ni un segundo más y cortó la cabeza del extraño humano que tenían delante.     Cuando terminaron y ayudaron a un herido Oppolus a volver al asentamiento, los cazadores les informaron de que los preservistas habían salido rumbo a una plataforma petrolífera en el atlántico. Un chatarrero que conoce el camino les haría de guía. Los spitalianos remendaron como pudieron al grupo y zarparon en persecución de los preservistas.     Cuando fueron a llegar a la base petrolífera los interceptó una pequeña embarcación spitaliana con una Gatling que abrió fuego contra el grupo y los cazadores. Müller pilotaba su barcaza y consiguió esquivar las andanadas más poderosas, pero no terminaron indemnes. El hovercraft les sirvió de cobertura, pero no se retiraron, utilizaron la oportunidad para acercarse y volver al ataque. Angler utilizó el lanzarpones para sujetar su barcaza a la de los preservistas y poder acercarse más facilmente mientras Randle remató a uno de ellos. Gideony Angler saltaron para rematar al resto mientras ambas barcazas terminaban de hundirse.     Se subieron todos al hovercraft donde encontrarona Vicarent y su guardia personal. El rey subió con ellos y marcharon sin demora a la plataforma petrolífera. Pero la encontraron invadida, tanto la estructura como los alrededores por Leviatanics, el “agua negra”, que según las notas de los spitalianos era el campo de esporas. El grupo, junto a Parel, Vicarent y Oppolus, se cubrieron con sus últimas reservas del aceite anubiano que parecía protegerlos tan eficientemente de las esporas, y asaltaron la plataforma.     Caminaron con cuidado y lo más sigilosamente posible para pillar desprevenidos a los preservistas. Encontraron a la Dra. Vega obligando a Valentino a recoger distintas muestras. Parel no es capaz de de contenerse y se lanzó sin pensar a por el chaval al mismo tiempo que Randle disparaba contra la doctora Vega. La tensa situación pareció congelarse cuando ella cogió al niño para cubrirse y le puso una pistola en el cuello.     Escucharon la risa de Bascul, el líder preservista que se coló en la taberna anabatista. Les enseñó el fuego estelar, sujeto con su mano metálica. Comenzó a provocarles y a presumir de su posesión. La Dra. Vega le increpó su actitud y su frivolidad por un descubrimiento tan importante, pero el preservista se niega a seguir las órdenes que le está dando y sigue con su actitud, que sólo se vio interrumpida cuando una repentina sacudida en la plataforma hizo que la mayoría cayeran al suelo, momento que Randle aprovechó para disparar a la Dra. Vega en la cabeza, pero todos quedaron asombrados cuando vieron una monstruosidad amorfa subiendo por la parte exterior de la plataforma.     Una pared reventó y pudieron ver la cara de la mujer pelirroja que había perseguido Guideon por todo Brest, tentáculos salieron y envolvieron al preservista que dejó caer el fuego estelar. Vicarent se lanzó a por la reliquia, cogiéndola con sus manos desnudas que empezaron a derretirse y se lanzó de lleno contra la monstruosidad, cayendo ambos al océano y perdiéndose en su inmensidad.     La plataforma comenzó a caer al mar junto a la gigantesca monstruosidad, Müller estuvo a punto de caer al vacío, sobre las aguas negras, pero Gideon y Julius consiguieron sostenerlo, Angler ayudó al Rey Oppolus a salir de allí mientras Parel ayudaba a Garlene.     A duras penas llegaron al hovercraft, todos llegaron, excepto Vicarent.     Tocaba volver a Brest, aclarar las ideas, informar de lo ocurrido y evitar que se desatara una guerra civil.
Fecha del informe
16 Jan 2021

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