Sesión 9: Larga marcha
General Summary
Tras los acontecimientos de Brest, el grupo se quedó un tiempo a descansar en la región, contaban con el apoyo del rey y de Parel, con lo que aunque sabían que Yensen intentara ir a por ellos aprovecharon la aparente tranquilidad para reponerse y decidir cómo actuar a continuación.
Tras una charla con Amperio sobre la situación actual y todas sus opciones, establecieron que lo mejor sería ir a buscar a un Zero, Dark, que estaba en la región de Pollen. Como agradecimiento por el trato que les habían dado, regalaron tanto el Hovercraft como uno de los códigos y coordenadas de un búnker en los Pirineos, se equiparon de bienes y víveres para el viaje, se disfrazaron de chatarreros con la ayuda de Randle y partieron hacia Touloune, despidiéndose de Parel, los ratones, Eris, Garlene y Amperio. Cuando estaban llegando a los límites de Britón, fueron parados por un grupo de Orgiásticos de Yensen, los cuales fueron reducidos rápidamente gracias a la actuación de Angler y Randle.
EL viaje siguió sin problemas hasta que al llegar a Rennes para informarse de la situación y abastecerse de equipo spitaliano para el viaje por Franka, Gideon comprobó que su patrón Hendrik Anderson estaba en la ciudad como jefe, y solicitó una audiencia con él. Tras unas palabras con su protegido, le encomió una misión a él y su grupo de ir a uno de los escondites secretos de Vasco, un spitaliano renegado. Y para lograrlo y que el grupo no se negase, requisó casi todo su equipo diciéndoles que se les devolvería al terminar la misión.
EL viaje al bunker fue rápido, y tras intentar abrir la puerta hackeándola y fallar, Henry Müller la desmontó y entraron. Allí descubrieron un PC y kilos y kilos de documentación de Vasco relacionada sobre el chakra del atlántico, los bosques fractales, de haber estado en contacto con Altair y más secretos e investigaciones relacionadas con el elemental. Decidieron cargar todo el contenido del búnker en sus caballos, pero Angler se dio cuenta de que un grupo de jinetes se dirigía a su ubicación. Cargaron todo lo que pudieron y huyeron a todo galope, pues un grupo de 8 preservistas se lanzaron en su persecución.
Al recibir una salva de disparos, Julius , Henry Müller y Randle empezaron a abatir enemigos disparando a los perseguidores, y cuando fueron alcanzados, Gideon y Angler embistieron por los costados de la formación acabando con varios más. La lucha se complicó cuando se separaron en pequeños grupos para pelear. Lamentablemente Julius fue el que más alejó y fue asesinado por el único preservista que quedó, el cual al ver que era el único superviviente escapó evitando los disparos enfurecidos de Henry Müller.
El grupo ganó la batalla, pero Julius no lo había logrado. Furiosos y apesadumbrados volvieron a Rennes donde entregaron toda la información y notificaron la muerte del Spitaliano.
Tras un rápido descanso, partieron hacia Montpellier esa misma noche, pararon en el lugar en el que habían sido asaltados por los druidas y desenterraron toda la chatarra que habían dejado ahí guardada y la subieron al carro para parecer chatarreros de verdad. Llegando a Nantes, fueron emboscados por varios pictoni y el guerrero del FundeAlmas que les atacó en la presa de Britón. La escaramuza fue rápida y el grupo salió victorioso, los guerreros a cuchillo fueron abatidos por varias granadas incenciarias y el escupefuegos de Angler y el líder por los disparos de Henry Müller. El combate fue rápido y cruel, pero lo que más les preocupó fue que supieran que habían salido y conocieran su ruta.
Pasaron por Nantes, se reaprovisionaron, consiguieron algo de información sobre lo acontecido en Aquitania y continuaron el viaje sin más incidentes. Ya en Montpellier se instalaron en una posada a descansar y pensar en sus próximos pasos, con lo que el grupo, para relajarse, decidió dar una vuelta por la ciudad. En los muelles se encontraron, haciendo cola para embarcar, a Fernex el cazador y a Verena, sus aliados durante la catástrofe de Lucatore, la cual portaba un collar con una semilla de bosque fractal. Se dirigían a África, siguiendo unas directrices de Altair. Tras despedirse de sus amigos, todo el grupo se dedicó a relajarse. Pero Randle fue contactado por Mika, la cual estaba claramente aterrorizada, le encomendó la misión de acabar con una bandada ubicada en Perpignan, por orden de la madre de cuervos, a la cual, su cuervo le debía un favor.
Ante esta situación Randle falsificó un documento de misión de los jueces y orquestó un envío que le llegaría a la mañana siguiente. Tras comentar al grupo sobre la bandada y su tráfico con Quemazón decidieron ayudarle para que todo fuera más rápido, y usando sus contactos con Hamza, hablaron con el cónsul de la ciudad, Atuma, el cual les consiguió un pasaje hacia Perpignan y una cita con la cónsul de la ciudad Elani.
Llegaron a Perpignan por la noche para acceder sin ser vistos, ya que era una ciudad con una mayoría Jehammedana. Con alguna dificultad para ocultar a Henry Müller, el grupo consiguió entrar y reunirse con la cónsul y su mano derecha, Assegai el Simba, que mientras decidían cómo iban a enfrentarse a la bandada empezó un pequeño roce con Angler.
Al final la cónsul cortó la pelea de raíz, pero Assegai incitó al anabaptista a batirso con él en un duelo a puños, siendo el Simba derrotado, rápida y ferozmente, por Angler.
Randle guió a todo el grupo a sus habitaciones para evitar cualquier otro problema que pudiera surgir y se prepararon para el asalto a la bandada.
Fecha del informe
23 Jan 2021
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