Eutan
Ubicado en el extremo oriental de Bragelante, donde confluyen el mar congelado de los Caminos Hincantes, la superficie del continente y aguas líquidas, existe un caserío muy poco conocido, pero de paso obligado para aquellos que se dirigen al monte Ylmh, Eutan lo llaman.
Distribución
El caserío está formado por 15 casas, donde habitan familias de entre 5 y 8 habitantes. Un gran salón que sirve para reuniones, fiestas y rituales, un almacén donde guardan provisiones y una plaza considerada sagrada, llamada la plaza de los primeros, se dice que contiene varias estatuas humanoides. En el caserío la población se mantiene en 100 habitantes, pues no está permitido que ninguna mujer quede en embarazo a menos que alguien muera, momento en el cual el siguiente habitante, será el primer niño en nacer.
¿Qué ocurre con el bebé 101? Es una pregunta que sólo pueden responder en Eutan.
Historia
Originalmente, hace miles de luxantes, un elfo y su grupo de exploración estaban buscando llegar a Rugenko, creyendo que podrían escalar su cumbre y ver qué existe al otro lado del mundo, al otro lado de Eiláar.
Llegaron a Bragelante y luego al extremo oriental justo donde el continente se encuentra con el mar congelado, en pleno primón. La idea del elfo era iniciar el avance a mediados de secmón, con la esperanza de llegar a la cumbre justo en el Luxante, pues según su investigación, eran las condiciones y el lugar preciso para que el frío no fuese mortal.
Iniciado secmón, comenzaron a partir exploradores cada ciclo, con la idea de establecer campamentos cada vez más al sur, un máximo de diez campamentos era el estimado del elfo para poder completar su tarea. Una vez llegados a la mitad del mes, el elfo, quien se encontraba solo en el campamento original, inició su travesía, cada ciclo encontraba un campamento donde comía, realizaba anotaciones y dormía, para luego continuar, el objetivo era que pasados dos ciclos de abandonar un campamento, quien lo había establecido, lo siguiera al sur, para reagruparse nuevamente en el campamento más austral.
Sin embargo, luego de cinco ciclos, el elfo no pudo encontrar más campamentos, sus habilidades de supervivencia no le permitieron hallar señal alguna de sus exploradores, así que luego de dos ciclos de búsqueda, volvió al norte, con la esperanza de encontrar el campamento que había visto más recientemente y esperar a los demás.
Cuando llegó de nuevo al campamento estaba vacío, y había huellas de que el explorador que había visto pocos ciclos, había vuelto al norte. No lo entendió, pero continuó su camino hacia el norte, siguiendo las huellas de su compañero, en parte para entender qué había ocurrido, y en parte porque llevaba cuatro ciclos sin comer.
La escena se repitió una y otra vez, al punto que el elfo tuvo que comer hielo triturado, y al comenzar a perder los dedos de sus pies por el frío, no tuvo más alternativa que cortarlos y devorarlos. Luego de más de 14 ciclos de caminar en el hielo, sin ningún dedo en sus pies ni sus manos, llegó al campamento original donde pudo encontrar a cinco de sus exploradores como estatuas de nieve, muertos de pie, como haciendo una reverencia. Antes de morir, sintió un calor abrigador, el cual describió como eutanato, "buena muerte" en élfico Antiguo, o eso cuenta la leyenda.
Se cree que un hijo del elfo llegó hasta el lugar varios luxantes después, nombró el lugar como eutan y dejó indicaciones de advertencia para futuros exploradores. No se sabe cuánto tiempo pasó hasta que un grupo de humanos habitaran el lugar definitivamente, quizá en realidad son cuidadores, que evitan la muerte de quien desee ir más al sur de allí.
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