Nuevo mundo
General Summary
Tras arribar al templo de Ázafhel en la gran Abjanel, los aventureros salieron buscando un lugar donde pasar los ciclos, y discutir su próximo paso a seguir. Caminaron por las calles del viejo Abjanel, Flek, Zet’ y su familia, Observaron maravillados las edificaciones, los elegantes carruajes, y la peculiar forma de actuar de los habitantes. Se establecieron en una taberna cerca a la calle de los dioses llamada “El Pelambre”. El largo viaje había dejado más preguntas que respuestas. No pasó mucho para que buscaran esas respuestas en las deidades.
Flek regresó al templo de Ázafhel buscando comprender un poco más de la magia. Allí conoció a una extraña entidad que parecía no tener personalidad, a pesar de ello, Flek logró ver algo en él. Lo nombró “Bigotes”, hablaron por un largo rato, sobre los Sfie, la magia sobre La Guardiana y su dogma. Esto lo hizo cuestionarse de su destino, estaba siguiendo el camino correcto? Debía seguir el camino de la venganza o el de la redención? Vindicar Senífini, o redimir a los S'fie?
Zet’ buscó el templo de Nancrix, Diosa del Asesinato, un lugar macabro y repulsivo. Allí buscaba respuestas sobre el origen de sus poderes. Creyó ser un paladín de la Ejecutora, pero en el templo negaron tal afirmación. No pudieron dar respuesta a esta cuestión pero le encomendaron tres asesinatos al súbrido, el nombre de los objetivos estaba grabado en tres varas de metal que al apuñalarse con ellas el asesino podría ver una estela de sangre mostrándole la ubicación de su objetivo.
Dante regresó al templo púrpura de Zechi, el mismo lugar donde había quedado ciego. Buscó al líder del templo, aquel que le había hecho asesinar a una madre enfrente de sus hijos, pero aquel hombre ya no estaba asignado al templo. Preguntó también por So, su esposa, que no pasaba por el templo hacía un buen tiempo ya. Pagó por más información sobre estas dos personas, pero esto tomaría almenos 2 ciclos.
Continúo su camino en el templo de la llama naranja, buscando también al lider de aquel templo, pero no logró encontrarlo, en su lugar se encontró con uno de sus antiguos compañeros, uno de los paladines que lo había acompañado al templo de Unhi Era, el mismo templo donde había visto por primera vez a los esbirros del Señor de la Sangre. . Aprovechó este encuentro para pedirle a su viejo amigo que le ayudara a contactar con Kuthruel, y buscar información sobre algún templo de la llama Azul. Información que de nuevo tomaría en encontrarse dos ciclos. Tras el grato encuentro, Dante regresó al “Pelambre”.
Zet’ empezó a rastrear a su próxima víctima, siguió el rastro de sangre que lo llevó hasta el segundo piso una casa en uno de los sectores pudientes de la ciudad. En su forma de serpiente ingresó a la vivienda por la chimenea. Allí logró identificar a 3 humanoides, un niño, su padre y lo que parecía ser el mayordomo de la vivienda. Estaba confundido, el rastro dentro de la casa no era claro. Tras rebuscar un poco por la casa, encontró el nombre de su objetivo en algunos papeles, se trataba del padre y dueño de la casa. Espero a que el hombre durmiera para atacar. Lo apuñaló en varias ocasiones hasta provocarle la muerte. Regresó al templo de la Ejecutora, para informar del éxito de su misión. Pero se llevó un gran susto por la ira de su guía espiritual. Pues su objetivo aún estaba vivo. Rápidamente concluyó que el verdadero objetivo era el niño. Rápidamente volvió a la casa para terminar el trabajo, pero para su sorpresa el niño ya había escapado. Se lamentó, pero aún tenía un arma para acabar con su objetivo. Regresó al pelambre y desde allí atormentó al niño en sus sueños hasta provocarle la muerte.
Dante Ojosacro
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