Una batalla en el mar de arena
General Summary
Avanzaron por el desierto según el plan, con la esperanza de llegar a Vafenail antes del abrasador luxante. Aprovecharon los frescos días de primón para evitar el calor del mar de arena. Todo transcurrió con relativa normalidad y según el plan. El pueblo de Avzazilo iba en las carretas mientras los aventureros iban al frente guiando el camino.
A lo lejos divisaron unas pequeñas figuras que avanzaban por el desierto. Flek y Zeth decidieron ir a investigar. Se acercaron volando gracias a la magia del S'fie. A medida que se aproximaban, vieron como las figuras se hacían cada vez más grandes. Eran gigantescos humanoides de al menos 8 metros de altura, de piel ébano. Los acompañaba un insecto casi tan grande como un humano. Flek se acercó a una distancia prudente e intentó hablar con los gigantes, después de un incómodo silencio uno de ellos le respondió. Después de una tensa pero esperanzadora conversación, uno de los gigantes exigió un tributo por estar en sus tierras. El tributo no era nada menos que parte del pueblo de Avzazilo. Uno de ellos avanzó en dirección a la carreta, Dante y su fiel amigo Cenizo le plantaron cara y le bloquearon el paso. Con decepción Flek se lamenta y con un hechizo se teletransportó de vuelta a la carreta listo para el combate.
Los Súbridos concentraron su poder en el bicho que se acercaba furiosamente a la carreta, con la ayuda de Rugath y Zet acabaron con el insecto. Dante se acercó volando y saltó sobre la gigante y empezó a castigarla con cortes a la cabeza, Flek lanzó sus hechizos sobre ella. Todo iba bien hasta que llegó el otro gigante y con él trajo un golem de sal. Los contundentes golpes del gigante levantaban la arena del desierto y causó gran daño al grupo. El primero en caer inconsciente fue Zeth, Dante se apresuró hasta su compañero y paró uno de los golpes del coloso que quería rematar a toda costa al subrido, se acercó a él y con un brillo de su mano curó una pequeña parte de sus heridas. El brujo se reincorporó al combate mientras Flek y Rugath hacían frente al gigante y su golem, que parecía cegar a todos alrededor con cada golpe. El siguiente en caer fue Dante, y luego le siguió Rugath. Todo parecía que los aventureros morirían allí, almenos la mayoría, ya que Flek con su gran agilidad se libró de cualquier daño. En un último y desesperado ataque Flek y Zeth acabaron con el gigante y vivieron para morir otro ciclo.
Dante Ojosacro
Fighter 8
18
11
18
10
11
9
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