Montels

ALDEA en el Savarthès dento de la Baronía de Castel-Verodun junto al río Arièja. Se ubica al este de Las Cabanas en el camino que asciende hacia Plan de Bel y donde existen minas de hierro en las que trabajan sus habitantes, miseros siervos del señor de Castel-Verodun.

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Demografía

El núcleo de Montels está habitado por unas 45 almas, aunque en realidad, la comunidad incluye bastantes personas más, que viven dentro de un radio de medio día de camino de la aldea y que la visitan para comerciar y recibir noticias y servicios religiosos. La gente es la que podríamos esperar: sencilla e ignorante, pero al mismo tiempo amable y sabia de una manera natural.

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Gobierno

El jefe de la aldea y su portavoz reconocido es un anciano llamado Rostagnus. A sus 74 años, Rostagnus ya no es el hombre enérgico y vigoroso que fue en el pasado, capaz de levantar a toda la aldea en un instante para ayudar a algún vecino que hubiera sido presa del infortunio. La decrepitud se ha cobrado su precio tanto en su mente como en su cuerpo pero, si bien es cierto que su memoria, su juicio y su oído pueden haber menguado, su gran corazón sigue estando sano y siendo bondadoso, por lo que es alguien muy querido y venerado en la aldea. En todo caso, a medida que las facultades de Rostagnus se iban deteriorando, los aldeanos se han vuelto cada vez más hacia el Padre Tanchus, su cura, para que actúe como juez y portavoz. 

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Historia

La ocupación humana del sitio de Pech ciertamente no es tan antigua. Los primeros agricultores sedentarios que se asentaron en el actual tramo del río Arièja buscaban suelos ligeros, fáciles de trabajar y con fácil acceso al agua. También preferían para su instalación los lugares de solana favorecidos por una mayor duración del sol en detrimento de los fondos de los valles que también se beneficiaban de la proximidad de vastos pastizales y pastos de verano para sus rebaños. Sin embargo, el sitio de Pech, aunque ofrece una zona llana en este área tan irregular, se encuentra en la pendiente a la sombra, es decir, en la umbría. Ciertamente no fue este lugar el que los hombres eligieron por primera vez cuando se establecieron en esta parte del alto valle del Ariège. Los pueblos de L'Arcat, Sinsat, Senconac y otros pueblos con toponimia antigua son ciertamente más antiguos que Pech, que probablemente aún no existía en la época galorromana.
Probablemente fue entre los siglos V y X, con el auge demográfico, cuando apareció el primer hábitat en solar del pueblo. El hábitat más antiguo parecía estar situado en torno al antiguo, sobre una pequeña colina que domina el resto del pueblo. Montels fue sin duda un pueblo castillo cuyo desarrollo se vio frenado por la proximidad de Castel-Verodun. El castillo de Montels fue levanado por la familia Lazer, caballeros vasallos de los Amelius de Lordat que organizaron el pequeño territorio de su feudo, atrayendo e instalando pobladores en torno a su castillo. A la muerte de Aymard Lazer, último del linaje sin herederos, su señor el señor de Verodún se incautó del feudo y, se hizo cargo del testamento  según el cual, desmochó el castillo para levantar la iglesia de San Lázaro que es ahora la cabecera visible de la aldea. No obstante, el señor de Verodún inició la construcción de su nuevo castillo, Castel-Verodún, y aprovechó el desmochamiento de Montels para utilizar sus materiales.

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Points of interest

La iglesia de San Lázaro

Iglesia levantada hace unas pocas décadas sobre las ruinas del antiguo castillo de Montels por deseo del último señor de la aldea, Aymard Làzer. La iglesia será profanada cuando el sacerdote, el Padre Tanchus realice en ella un ritual impío (El necrófago de Sent Làzer. Desde entonces, los aldeanos evitarán el lugar y el obispo de Coserans la desconsagrará cuando sepa lo en ella ocurrido. Naturalmente, el ritual de desconsagración eliminará cualqueir traza de santidad que pueda perdurar en ella y desde entonces constituirá una fuente de poder infernal que infectará la aldea.

San Lázaro desacralizada

La iglesia está rodeada en tres de sus lados por los restos de la muralla del castillo constiuyendo una especie de murete irregular y parcialmente cubierto de hiedra. Una cancela de hierro permite el paso directo desde el camino al cementerio, allí donde no hay muro de piedra. De esta manera, se forma una barrera que aisla por todos los lados el malvado lugar. De la cancela cuelgan crucifijos de madera y la puerta de la cancela pende a su vez una gran cruz de bronce con una pequeña astilla de la Vera Cruz en su interior. Aunque no supone una verdadera barrera, los aldeanos confían en que mantendra el mal en el interior de la iglesia pero sirve más de advertencia al los incautos que se diponen a pisar suelo maldito. 
Aunque la profanación tuvo lugar hace menos de un año, las tierras de la finca parecen llevar más de una década abandonadas. Las malas hierbas han ahogado toda la vida vegetal del patio y el edificio parece usado, sucio y avejentado y exhala un cierto aroma a descomposición.
Los aldeanos han pedido a Sénher Tamita, el coseñor de Castel-Verodún que más se deja ver por Montels, que destruya la iglesia, pero demoler una gran estructura de piedra requiere más esfuerzo y más tiempo del que él está dispusto a dedicar a este proyecto.
Si cualquier personaje expresa interés en la iglesia, los aldeanos le advierten que se mantenga alejado de ella. Es un lugar malvado, dicen y con razón.
Si los personajes exploran el lugar no encontrarán nada de valor. El techo ha empezado a desplomarse y el suelo está cubierto de escombros. Una fina capa de polvo lo cubre todo. En el suelo, tras el altar, hay un grumo negro tan duro como una roca: los restos del crucifijo que una vez presidió el lugar. Los que antaño fueron libros valiosos, en la habitación lateral, son ahora poco más que basura mohosa y los mtales preciosos se han convertido en polvo. Las fuerzas infernales no han sido amables con ésta, la que un día fuera la casa de Dios.
Si los personajes investigan la iglesia después del lunes, descubrirán en el polvo el rastro dejado por los diablillos que vienen a destruir la capilla. Se trata de pequeñas huellas de cascos, forman una senda que discurre entre el grumo negro situado tras el altar hasta una ventana que hay al otro lado de la iglesia. Las huellas van en las dos direcciones, pues los diablilos deben regresar al grumo para volver al infierno. Con una tirada de PER + Atención de 6+, los personajes encontrarán huellas similares en el patio infestado de malas hierbas que media entre la iglesia y la cancela. 

La nueva capilla

Después de la profanación de San Lázaro, los aldeanos se quedarán sin iglesia. La original había sido erigida gracias a un legado del senhor y ya no hay dinero para construir una nueva -acuden a Castel-Verodún para los servicios religiosos. No obstante, los aldeanos saben que ocurre algo malo con el área que rodea a la antigua iglesia y se han visto asaltados desde entonces por vívidas pesadillas. Han decidido construir una pequeña capilla, confiando en que su presencia volverá a atraer el poder de Dios a su abandonada aldea.
La capilla ha sido diseñada como una pequeña estructura de piedra con un tejado de paja: el mínimo indispensable. Tendrá una campana, que será comprada en Tolosa y los aldeanos confían en tenerla terminada para que la puedan hacer repicar la mañana del Domingo de Resurrección.
En este momento, todos los materiales de construcción se encuentran en el lugar en el que será erigida la nueva capilla y la campana descansa a un lado. Los constructores tendrán que excavar y colocar los cimientos, levantar los muros, preparar y colocar el tejado de paja y colgar la campana.
El padre Duran ha venido para supervisar la construcción de la capilla y para consagrarla cuando esté completa. 

La Casa de Alfons Mesonero

Alphons Ostalier vive en esta gran casa en la que, además, aloja a quienes visitan la aldea. Esto antes se hacía en la pequeña hospedería que ofrecía la Iglesia de San Lázaro, pero desde entonces nadie en su sano juicio dormiría dentro del recinto maldito, y Alfons ha decidido sacar provecho de ello, alojando por lo general a pastores y buhoneros a los que el anochecer o las inclemencias alcanzan antes de llegar a Belha o Las Cabanas.
Si el tiempo es bueno, la mayoría de los visitantes acampa en tiendas o bajo unas lonas alquitranadas, en el patio de la parte trasera de la casa -junto a sus rebaños, como hacen en Belha. No obstante,también pueden usar el salón común de la casa y también hay dos habitaciones reservadas para huéspedes especiales. Si el tiempo es malo, todo el mundo se apelotona dentro como puede. La gente visita la casa rara vez, pero Alphons guarda un buen suministro de vino, lo que convierte el patio trasero en un buen lugar de reunión para los lugareños. 
Durante la semana, los personajes pasarán aquí, al igual que otros sujetos venidos de los alrededores para participar en las festividades y para ayudar en la construcción de la capilla. Arnold (corrompido por la pereza es uno de ellos). 

La Casa de Rostagnus

Una casa de dos pisos que alberga a una gran familia de sastres. Rostagnus, el decano de la aldea, vive aquí. Willa, su hija y la familia de esta vive aquí también y lo heredará todo cuando el viejo muera. De hecoh, en la práctica ella ya es la gobernanta de la casa. Dominica también vive aquí.

Después de 

El necrófago de Sent Làzer  El padre Durand y sus dos estudiantes, Jonas y Mauri, se alojan en una de las habitaciones superiores y sus tres mulas están atadas detrás de la casa. 

La Casa de Carruga

Carruga está enfermo, a causa de una bolsa de hierbas maldita que hay en su jergón. Su madre y su hermana eran las mujeres enfermas de viruela que quedaban durante el episodio del El necrófago de Sent Làzer. El infortunio parece haberse cebado en esta familia.

La Casa de los Curtidores

Una modesta casucha en la que Florença y su familia tienen su pequeña curtiduría.
Peire morirá un mes antes del La Fiesta de los Condenados presa de una fiegre. Su hermano duerme ahora en el que era su jergón y la tela maldita seguirá allí. Si los personajes lo registran, lo encontrarán; para su sorpesa, no ha tenido el menor efecto en el hermon pequeño de Peire (ya que no tomó parte en la violación de Alesta).
Por lo demás la casa es muy modesta, aunque Florença esconde un pequeño tesoro en un arcón, bajo algunas prendas de ropa y otros efectos personales (75 dineros de plata, un pequeño ónce (valor 17 dineros) y un collar de plata con un topacio (50d.). Ha estado años guardando monedas y joyas para aumentar gradualmente su botín.

La Casa de los Carpinteros

En el exterior se acumuan en desoreden numerosos barriles rotos, ruedas a medio hacer y herramientas de carpintero. El interior contiene más de lo mismo, además de una gran crua de madera elegantemente tallada (Bretmar ha invertido mucho tiempo y esfuerzo en la cruz y la utilizará el Viernes Santo). 

La Casa del Almogávar

Este es el escenario de la enorme fiesta que se celebrará el Jueves Santo. Es una casa bien construida y encalada (señal de relativa opulencia). La estructura es muy sólida e incluso los muros y suelos del sótano están hechos de piedra. 
Jaufré el Almogàver regresó de las guerras con losm oros hace dos años con un gran cofre lleno de botín. Algunos de los aldeanos pudieron verlo pero no tardó en contratar a un ingeniero para que costruyera un escondite secreto en el sótano y desde entonces, nadie salvo el propio Jaufré ha visto el tesoro.
En el sótano, a la altura del pecho una de las losas de piedra está desequilibrada sobre un pivote, de modo que puede girar quedando uno de los extremos dentro de la habitación y otro fuera de ella. Detrás de esta puerta secreta hay un nicho que contiene el cofre del tesoro. El cofre está cerrado con llave pero podría ser abierto con una aplicación persistente de fuerza bruta. Jaufré tiene otro cofre en su dormitorio. En el guarda plata para gastos inmediatos, de modo que sólo tiene que rellenarlo con los fondos del cofre escondido una o dos veces al año a lo sumo.
De hecho, la fortuna de Jaufré ha ido menguando a lo largo de los años y la extravagante fiesta que celebra el Jueves Santo es realmente cara. ahora que Escarus lo ha corrompido, ha estado gastando en coida y bebida más de lo habitual. A este ritmo de gasto, su tesoro solo durará unos pocos años más, si es que llega.
Jaufré sospecha que el anillo, la túnica y las estatuillas son mágicas, pero no sabe lo que hacer con ellas (y se equivoca con el caso de las estatuillas). Las vendería si supiera lo que valen, pero tiene miedo de ser estafado. Ha decidido pues dejárselos en herencia a Constans.

La Casa del Cirujano

Grande y olorosa, este lugar está lleno de cuencos, hierbas colgadas de las vigas para que se sequen, cuchillo, hierros de cauterizar, vendas y otras herramientas que Matieus utiiliza. Su anciana madre vive aquí y él nunca ha formado su propia familia. 

La Casa de Isarn

Una pequeña cabaña, sucia y revuelta. Isarn pasa poco tiempo en ella que no se preocupa por su aspecto. La mayoría de los aldeanos vive con su familia, pero Isarn está solo. Se crió en Alviers pero hace unos años tuvo una terrible pelea co su padre y se trasladó a Montels. Ha vivido solo desde entonces. 

El Horno

Elena y su marido cocinan pan y otras viandas en el gran horno situado en la parte trasera de la casa, en el que trabajan sus hijas Alesta y la pequeña Martina. Este oficio les proporciona unas ganancias modestas porque deben dar buena parte de lo obtenido al señorío de Castel-Verodún que les hizo la concesión del horno. La mayor parte de las ganancias las obtienen de las celebraciones y los viajeros que pasan por la aldea (especialmente de los pastores estivales a los que venden mucho pan).
Si por alguna razón, los personajes tratan de examinar la casa, la familia se pondrá a la defensiva y les pedirá que se marchen. Guardan un secreto: poseen un pequeño molino manual que utilizan para hacer su propia harina. La posesión de uno de estos útiles es un delito, porque Tamita obtiene parte de las ganancias del molino de Castel-Verodun; quiere asegurarse de que todos los siervos muelen su grano allí para maximizar sus beneficios. El pequeño molino manual supone una apreciable diferencia en los ingresos de estos humildes panaderos.

Cementerio Nuevo

El invierno se ha cobrado su precio en la poblacón y no se han cavado nuevas tumbas en el antiguo cementerio profanado. Por tanto, los aldeanos han establecido un nuevo cementerio en este lugar, bendecido por el Padre Duran. En funcón del tiempo transcurrido desde los sucesos de El necrófago de Sent Làzer, habrá más o menos tumbas en él: asume unas cuatro por año (la mayoría de ellas tumbas de niños). Gran parte pertenecen a persona sque vivían cerca de Montels, así como pastores de Belha a los que la parca encontró trashumando. Como mínmo, la tumba de Peire se encuentra aquí.

Las Parteras

La casa de las Parteras se encuentra en los bosques, apartada de la aldea.

Nombres alternativos

Pueg, Pech

Tipo

Hamlet

Población

45