Theoi

LOS Theoi (“dioses” en griego, en singular Theos) es un título informal que se les otorga a los Démones más poderosos. Este grupo rara vez se incluye entre las deidades más populares de los panteones (de naturaleza feérica en su lugar, desempeñan papeles auxiliares, como aspectos de la naturaleza, dispensadores de justicia y la encarnación de facetas culturales. Siempre han estado alejados tanto de los dioses Feéricos como de la humanidad, ya sea por dicho papel auxiliar o pertenecer a otra "raza" o estirpe de dioses desplazada por los feéricos, como los titanes. En esencia, a los espíritus Mágicos no les importa si tienen o no adoradores, por lo que rara vez han sido el centro de un culto pagano. Por ejemplo, los mitos de la antigua Grecia son poco recordados en la Europa Mítica, aunque la mayoría de los eruditos tienen unas nociones básicas de los personajes principales.
Sin embargo, son los personajes menores (como Helios, Prometeo y Palas) los que engrosan las filas de los Theoi, no Zeus ni sus hermanos o hijos (la estirpe feérica). Entre los Theoi también están aquellos espíritus que han generado un culto por representar un ideal; algunos magi Flambeau consideran a Mitra (el dios guerrero de las legiones romanas) el Theos que representa el honor y la lealtad; el soldado perfecto.

Ancestro(s) genético(s)

• Démones

Origen o linaje

Reino Mágico

Poder Mágico

30-50 (Vim)

Poderes Habituales

Cualquiera

Genii, Dioses y Cultos

La mayoría de los dioses son poderes Feéricos y no Mágicos. Algunas hadas anhelan ser adoradas por los humanos; su existencia bien puede depender de ello. Esta tremenda fascinación por el mundo de los mortales las hace mucho más propensas a estar en el centro de un culto pagano, tanto pasado como presente. Algunos teúrgos dicen que los espíritus Mágicos controlan el cosmos, organizándolo y gestionándolo de acuerdo al plan Divino. Se dice que hace mucho tiempo, algunos de estos espíritus (las primeras hadas), descubrieron que la adoración de la humanidad podía otorgarles poder más allá del tiempo que se les había dado y así se convirtieron en los primeros dioses. En un conflicto llamado Titanomaquia (“La Guerra de los Titanes”), los dioses Feéricos dieron un golpe de estado y expulsaron a los distantes y frívolos espíritus Mágicos de los tronos del mundo. Zeus y sus hermanos encadenaron a los Titanes en el inframundo; Odín y sus hermanos modelaron el mundo a partir de los cuerpos del difunto Jotun; y los hijos de Dana condujeron a los Fomorianos al inframundo más allá de la Novena Ola. El gobierno de la creación todavía fluía a través de los espíritus encarcelados, pero fue dirigido por los nuevos dioses, que lo utilizaron para beneficiar a sus adoradores.
A pesar de la Titanomaquia, algunos Démones han tenido cultos o religiones mortales y algunas de ellas todavía perduran en la Europa Mítica. A los genii, el hombre les resulta indiferente; si un ser humano descubre un espíritu y le ofrece culto, raras veces se preocupará lo suficiente como para rechazarlo. Con el tiempo, incluso puede que descubra los beneficios que supone tener un culto mortal y llegue a ofrecer dádivas a sus seguidores más devotos, empezando así una religión. El mayor beneficio de tener fieles, al menos para las clases más bajas de los espíritus, es que la devoción humana puede otorgarles un nombre, elevándolos a la categoría de Demon. Aunque la formación de un nuevo culto a un espíritu Mágico es algo poco corriente en estos días (debido a la extensión del Dominio sobre la faz de la tierra), no es un hecho imposible. Ten en cuenta que, así como hay dioses paganos Feéricos y Mágicos, también hay demonios que se hacen pasar por dioses para corromper a sus seguidores mediante la idolatría.