Sesión 30: Cuentos de Tesoros

Tras tanta confusión, Wrenn y Barba Rosa deciden tener una conversación en privado, para el desagrado de Owen, a quién Harisa suspicazmente interroga sobre sus sentimientos por la capitán. Barba Rosa se quita su disfraz mientras lima asperezas con Wrenn y le informa que sólo está usando a Cela para acercarse a su objetivo: Encontrar el Tesoro Fantasma.
Ya frente al resto del grupo, Barba Rosa revela que su relación con Cela es utilitaria y ambos lo saben y están listos para traicionarse apenas sea conveniente. Ella les explica que Cela, gracias a la información que tomó de tanto Harpers como Zhentarims, la ha estado enviando a buscar fragmentos que conducirían al mítico Tesoro Fantasma, y que más tarde tendrá una reunión con él, en la que no quiere ninguna intervención del equipo. Ella les confiesa que el Tesoro Fantasma era la búsqueda incesante de su padre, el verdadero Barba Rosa a quien ella sucedió tanto en nombre como en misión tras su muerte.
Ella espeta contra el cocinero de la antigua tripulación y contra un grupo de aventureros por haberse apoderado del mapa del tesoro de su padre, revelando a la party la misma pintura que Esi encontró entre las cosas de Ilsa. Sus antepasados, el abuelo de Esi, los padres de Harisa, la mamá de Wrenn, la fundadora de los Harpers y la misteriosa changelling, fueron quienes obtuvieron el mapa del antiguo Barba Rosa. Además, esta pintura tiene la firma del cocinero que robó el mapa, un tal Mardick.
Prefiriendo ignorar la desafortunada coincidencia, Barba Rosa les relata la historia que su padre le contaba sobre la procedencia del mapa del Tesoro Fantasma, con los agregados que el mismo Cela había aportado a la investigación.
La capitán les cuenta sobre el Agatha, la embarcación cuyo hundimiento comenzó la guerra del Norte y el Sur siglos atrás. Supuestamente, a bordo iba un sujeto que no figuraba en la lista de pasajeros, que transportaba algo de extremo valor; sin embargo, este sujeto se habría enterado de que el barco iba a sufrir un fatal accidente y en el último momento habría decidido transferir la valiosa información. Un trozo del mapa terminó flotando en alta mar para luego ser recuperado por Barba Rosa, mientras que el resto fue confiado a 3 otras personas, una humana, un elfo y un enano. Tanto humana como elfo, habrían trabajado en conjunto para asegurar la información, mientras que el enano habría sido mucho más incauto, creando un mapa parcial, lleno de incertezas, justo como el mapa que Yardis tiene de Trindefel. Es así como el barco siguió su fatídico destino, convirtiendo el Tesoro Fantasma en nada más que una leyenda.
Barba Rosa les muesta el artefacto que acaba de recuperar de las ruinas, una concha de mar con la capacidad de invocar al elfo cuidador de la información, pero les advierte que el rito es muy peligroso y necesitará de toda su ayuda para poder salir de éste con éxito. La party acepta ayudar y ella les da una última advertencia: Lo que sea que hagan, no miren a la invocación.
El chiflido de la concha reverbera y el mar cambia de un segundo a otro. Una densa niebla cubre el cielo, mientras que las olas se alzan embravecidas, sacudiendo el Teahouse violentamente. Preocupada, intentando asegurar el barco con todas sus habilidades, la party se da cuenta que la invocación no es un simple elfo, cuando de las profundidades del océano la sombra de una criatura gigante de olor pestilente emerge para subirse a la cubierta.
Wrenn mantiene su vista fija en Barba Rosa, mientras Cabeza Hueca que chilla en el fondo, lanza una mirada a la criatura y se desvanece con un grito de terror. El sonido de mil huesos traqueteando uno contra otro se escucha, cuando la criatura pregunta por su afiliación a los dioses. Wrenn, sabiamente, profiere que no existe afiliación, y la criatura, satisfecha, procede a entregarles la información. Retirando una vieja calavera de sus entrañas, una mano como una pinza huesuda se extiende hacia la espalda de Barba Rosa y talla el mapa en su piel, mientras ambos resisten, evitando mirarla. El pacto se ha cumplido y la criatura se devuelve al océano que vuelve a calmarse como si nunca hubiera estado ahí.
Barba Rosa se desploma y rápidamente Wrenn, Owen y el resto se ocupa de llevarla a sus aposentos. Harisa y Esi limpian las heridas de la muchacha junto a Owen, cuando se dan cuenta que Yardis disimuladamente intenta copiar el mapa y ayudan distrayendo al segundo al mando.
La capitán despierta más tarde y agradeciéndoles por la ayuda, se prepara para despedirlos antes de su reunión con Cela. La party le otorga algunos hechizos de protección y Barba Rosa le menciona a Wrenn que seguramente alguien ya ha copiado el mapa, confiándoselo a él, a pesar de negarse a aceptar más ayuda con la reunión.
Barba Rosa se despide con pequeños obsequios para todos menos Oz; hojas de té para Esi, nuevas flechas para Harisa, un autoretrato de Mardick que le recuerda a Yardis y una joya con un símbolo dracónico para Wrenn y la party se teletransporta de vuelta a su propio barco.