Profesor del ICAL
Patriota defensor de Langwald
Abierto de mente
Suenan los gallos de Langwald, los más dignos y apuestos del imperio. Provienen de un basto linaje avícola que se remonta a los 160 años de la ciudad; han sido alimentados y cuidados por la familia PiesBlandos, dedicados y expertos ganaderos.
Don Ignacio baja de su cama, madera traída de los bosques de Langwald, cedida por elfos, manufactura humana, remaches enanos, y plumas de los gansos de la familia BuenSueño.
Se dirige al excusado (no menos digno de mención) donde sabe que sus desperfectos no serán acumulados gracias al sistema de alcantarillado enano.
Desayuna leche de las vacas de la familia PiesFirmes y queso de sus ovejas. El pan de la tahona de los SacoFirme se mantiene blando al menos 24 horas, loable.
Se siente portentoso, los ropajes élficos serán los adecuados para el día de hoy, más tarde irá a dar las gracias a Tarya y a los suyos.
Abre la puerta de su casa y alimenta su lustrosa barba con los rayos del sol que bañan la majestuosa ciudad en la que reside.
De camino a la universidad pasará por el gremio de artesanos, hay apuesta por ver si el joven Hans llegará tarde hoy, también se apuesta por la reprimenda que le dará viejo Krumdam en tal caso, es duro, pero sabe Sigmar que es buen maestro. Don Ignacio se reúne con Marius y Elisa, amigos de la infancia. Hans ha llegado tarde y la reprimenda es cabezazo; Elisa come gratis hoy en la universidad, los 3 ríen, Krumdam gruñe y Hans sangra, todo en orden.
Don Ignacio toma un desvío como cada mañana para atravesar el panteón de dioses, deleitarse con la vista y mostrar respeto y gratitud.
Llega a la universidad, atraviesa el salón de exposiciones y accede al salón del Ical. Junto con Robert y Furga ultiman los detalles de la sala de máquinas del Von Claire, todo parece ir sobre ruedas, la construcción podrá finalizarse en pocos días.
A media mañana da clase a sus alumnos, humanos y enanos principalmente, y recorren las murallas a fin de nombrar las piezas de la artillería móvil que defiende la ciudad. El mejor de hoy tendrá postre extra.
Come con sus amigos y compañeros, termina su jornada y se dirige a La sartén por el mago, la organización benéfica de magos donde por supuesto, hablan sólo de nuevas recetas, aunque se hace especial mención a lo imperioso de adquirir y estudiar las nuevas Bayas de luz.
Don Ignacio visita el bosque, termina en la taberna, cena y vuelve a casa, ha sido un día de provecho.
Don Ignacio se cambia de ropa, enciende unas velas junto a los abalorios de sus padres, coronados por el folleto de nuevos colonos de Langwald y reza sus oraciones, las termina, respira y se echa a llorar. Se lleva la mano al pecho donde tiene tatuado es escudo de la ciudad y termina:
El camino del hombre recto está día a día rodeado por las seducciones y la tiranía del caos. Bendito sea aquel que en nombre de la unión de las razas saque a los débiles del Valle de las sombras porque es el auténtico guardián de sus hermanos y el descubridor de las almas perdidas. Y juro por mi vida que castigaré con gran severidad y furiosa cólera a aquellos que atenten contra mi pueblo y mis hermanos. Y tú sabrás que mi apellido es De Langwald, cuando caiga mi venganza sobre ti´´
Don Ignacio respira, se serena, espera haber sido útil a su pueblo un día más, y se va a dormir.
Appearance
Mentality
Personality
Social
Social