El Cráneo Fulminante

Quien despertara la furia de El Forjador, un dios bevenolente y tranquilo, pudo ver y pagar con su carne y sangre la terrible cólera del dios y de su arma, el Cráneo Fulminante.
 

Historia

Cuando la diosa Janukra creó a sus hijos, los orcos y les ordenó a estos acabar con las demás razas, comenzaron una serie de enfrentamientos que no podrían llamarse batallas, pues los orcos eran muy desorganizados y llevaban muy poco tiempo existiendo en comparación con las demás razas, por lo que eran derrotados en cada encuentro.

Sin embargo, secretamente, un gran número de aberraciones, creaciones de Arrenjel, se aliaron con los orcos y en un embate sorpresa, atacaron una gran comunidad enana que vivía bajo una cordillera. Fue tal la masacre que el propio Kefhos escuchó los lamentos de sus hijos que clamaban por él.

Consternado por la cantidad de enanos que fueron asesinados, y considerando que era una estrategia ruin que se aliaran criaturas de los nuevos dioses Rebelados, decidió usar los restos de sus hijos caídos para crear un gran cráneo, con los metales de la cordillera dio forma a un gran martillo de batalla, incrustó el cráneo en un extremo y lo entregó a los enanos que sobrevivieron como recompensa por su lealtad.

De este modo, grandes campeones enanos comenzaron a empuñar el arma divina, ganando una tras otra, cada batalla en contra de los orcos y cualquier otra criatura que se aliara con ellos. Hasta que aconteció una gran batalla donde varios reyes enanos se aliaron y combatieron hombro a hombro, acabaron con un ejército de orcos, pero al terminar la batalla, cada orco derrotado se levantó de nuevo, algunos despojándose de su carne y mostrando un ensangrentado esqueleto, otros mantenían su carne con ellos y combatían sin temor alguno. Los enanos no puedieron vencer a este nuevo ejército y no solo perecieron, sino que también el martillo que habían recibido de su dios se perdió en aquella batalla.

Durante miles de luxantes no se supo nada del arma, hasta que, después de que Nancrix asesinara a Caeven, Kefhos comenzó a recibir visiones y voces errantes que cada vez se hacían más vívidas. Su arma había tomado consciencia, a través de las almas de los enanos con que estaba hecha, había logrado contactar a su padre y creador y le indicó el camino hacia ella. Kefhos se encaminó entonces en búsqueda de su arma, la encontró en un semiplano resguardada por huestes de muertos vivientes a los que convirtió en minerales solo con su mirada.

Una vez consiguió hacerse de nuevo con su arma, la empuñó, y con ayuda del conocimiento de Lerman y la magia de Ázafhel averiguó en dónde se encontraba Nancrix, la interceptó mientras ésta se encontraba viajando hacia el Plano Astral y sin mediar palabra clavó una y otra vez el cráneo de su arma en el cuerpo de la diosa, abriendo tajos de carne y piel, cada golpe hacía retumbar el suelo y encender el aire, la mirada de El Forjador se volvió más penetrante y sus ojos parecían desprender un fuego abrasador.

Eiláatir y Ázafhel intervinieron, evitando que Kefhos matara a Nancrix, y en el proceso, perdiera parte de su poder, mientras lo alejaban de su presencia, la diosa herida reía a carcajadas mientras se arrastraba terriblemente lastimada.

El Cráneo Fulminante by MJ

Tipo de objeto
Weapon, Other
Rareza
Única

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Character | Mar 2, 2023

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