Lietsiel Zazilo
El Lietsiel Zazilo, es una tradición adoptada por los antiguos Súbridos de Avzazilo y heredada por estas mismas criaturas, pero ahora bajo el nombre de Los Sutseilin.
"El descanso del sol", si traducimos su nombre a la lengua común fue adoptado como un método para entrar en comunión con el Bosque Guardián, agradeciendo a la tierra por el ciclo natural del sol, que parte el veinte de pentamón y regresa el primero de primón, fechas en las que se celebra esta tradición.
Arrebatados de su hogar, Los Sutseilin realizan este mismo ritual, pero ahora buscando una conexión con el árbol que habitan y como una forma de agradecerle a la nueva figura divina de Favalas la posibilidad de presenciar un atardecer que podría ser el último, pero que renace eternamente con los rayos de luz al amanecer, igual a como lo hacia ella.
Historia
Esta práctica es en realidad mucho más antigua que el pueblo de Avzazilo y nace a partir de una necesidad fisiológica del tipo de subridos al que pertenecía Favalas, mucho más sensibles a las bajas temperaturas que se presentan en las épocas de sexmon.
La sangre caliente que corre por las venas de estas criaturas provoca que al llegar el frio sus cuerpos se aletarguen y sus mentes se obnubilen, lo que les genera una necesidad por aprovechar hasta el último rayo de luz antes de resguardarse para pasar el invierno aislados y una ansiedad impulsiva por el regreso del sol para recobrar sus funciones motoras
Ejecución
Al pasar los luxantes y realizar este rito generación tras generación, se ha desarrollado en estos Súbridos una capacidad casi sobrenatural de percibir sin ninguna referencia, los momentos exactos en los que amanecerá y atardecerá por primera y última vez respectivamente.
Cuando esta sensación invade a un individuo, este emerge de su guarida en medio de meditaciones para observar el cielo mientras espera a que todo el pueblo este reunido, permitiendo a cada uno sentir la llamada de la tierra, solo guiando en el proceso a los más pequeños que aún no están adaptados a esta tradición.
Estando todos finalmente congregados en sus formas de serpiente, inicia un leve siseo al que progresivamente se van uniendo todos los miembros aumentando el volumen en un Crescendo que hace coincidir su punto más álgido con la salida o el ocultamiento total del sol, para luego descender en intensidad hasta quedarse completamente en silencio dando por finalizado el ritual.
Aunque el ritual en verdad solo tarda una hora, los subridos dedican el ciclo completo a la meditación, compartir en familia y no toman ningún tipo de decisión importantes durante este ciclo.
Participantes
Antiguamente Favalas era la encargada de comenzar el siseo, seguido de los T’elav y los Avyimali, finalmente los Ishat eran los últimos en unirse aumentando considerablemente la magnitud del silbido. Ahora Los ancianos son los encargados de iniciar la ceremonia y lentamente los demás se van uniendo a ellos por rangos de edad
¡Qué cultura tan fascinante!