Trentónidas

En lo profundo del Bosque Sin Fin, un reino de exuberante verdor y vida, nació Trentonidas, un trent destinado a ser un Guardian el Equilibrio . Su existencia se remonta a la benevolencia de la diosa Fal, quien, con el anhelo de dotar a la naturaleza de un medio para defenderse, creó la asombrosa especie de los Trent. Estos seres árbol encarnan la esencia misma de la armonía entre el mundo natural y las fuerzas místicas que lo rodean. Desde sus primeros días, Trentonidas demostró una conexión excepcional con la energía del Bosque sin Fin. Su corteza robusta y hojas vibrantes reflejaban la influencia divina de Fal. Sin embargo, su destino tomó un giro aún más sagrado cuando fue designado como el guardián de la sagrada zona del Circulo, un área crucial para el equilibrio del bosque. Como protector de este espacio vital, Trentonidas asumió la responsabilidad de mantener la armonía entre las criaturas que lo habitaban. Su presencia imponente y su sabiduría innata le permitieron ser un mediador eficaz en disputas naturales y un guía para aquellos que buscaban comprender la compleja red de la vida en el Bosque sin Fin. El lazo divino de Trentonidas también se extendió más allá de Fal, ya que dedicó su lealtad al dios Gozreh, señor de los vientos y mares. Como devoto sirviente de Gozreh, Trentonidas canalizaba la esencia del dios para proteger las aguas y los bosques circundantes, garantizando la prosperidad de la naturaleza en todas sus formas. A lo largo de los ciclos estacionales y los cambios en el Bosque sin Fin, Trentonidas se mantuvo firme en su deber, personificando la esencia de la armonía divina entre la creación de Fal y la influencia de Gozreh. Con la llegada de los heroes y debido a la amistad que creo con Elric de Melnibone, Trentonidas regalo al elfo una rama de su propio cuerpo. De esta rama nació un nuevo trent que emanaba electricidad.