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Judíos

Los nuevos mozárabes de Toledo no son los únicos que se han venido a refugiar al valle del Tajo desde las dos últimas décadas, ante la llegada de los Almohades. La ciudad está conociendo un aporte considerable de población judía que se suma a la abundante que ya existía initerrumpidamente desde la época visigótica, a través de los tres siglos y medio de la etapa islamica en la historia de la ciudad. Tanto los judíos autóctonos como los que han llegado recientemente desde andalucía están profundamente arabizados empleando el idioma y la escritura en prácticamente todos los aspectos de su vida social, cultural y cotidiana -habiendo relegado el hebreo a los contextos exclusivamente religiosos. A los judíos toledanos se les atribuye gran parte del mérito en el trabajo de traducción de textos desde el árabe al latín, siendo como son, expertos conocedores de esta lengua.

La comunidad autóctona

Al menos, desde principios del siglo IX y probablemente en fecha más temprana los judíos ya poseían un barrio protegido por una muralla, que se le llamaba Madinat al-Yahud, la Ciudad de los Judíos. No obstante esta situación no se había dado siempre, la reclusión en un barrio propio fue una decisión tomada en época califal. En época romana y visigoda, los judíos residían por toda la ciudad alta y ya que existen casas solariegas de judíos de ascendencia toledana por diversos puntos de la ciudad. De hecho, los propios judíos remontan su presencia a la ciudad a tiempos inmemoriales e incluso algunos afirman sin rubor que Toledo la fundaron ellos al escapar de la Diáspora Babilónica y que los romanos llegaron después, asentándose en la ciudad baja de la Vega que actualmente no se ha conservado.   La gran comunidad judía en época visigoda fue objeto de numerosas persecuciones y medidas discriminatorias que hicieron reducir su número, por conversiones forzosas o de conveniencia. Los judíos hicieron buen uso de la red de subterráneos que recorren la ciudad para mantener crípticas su religión y costumbres, y la mayoría regresaría a su fe con la llegada liberadora de los musulmanes, a los que los judíos abrieron las puertas de Toledo ante la huida de las élites cristianas. Sin embargo, no todas las conversiones fueron aparentes: casos como los del arzobispo y erudito Julián (San Julián) de sabida familia conversa, muestran que muchos de los llamados mozárabes pueden tener un origen judaico que incluso ellos mismos habrían olvidado o querido ocultar.   Con todo, la tres siglos de presencia musulmana también llevaron a la conversión de muchos judíos al Islam, por la clara conveniencia social y económica de eludir los impuestos de los dimmies. Sin embargo, han resultado unas conversiones más sinceras ya que la comunidad judía toledana no se ha visto recuperarse al poco de la conquista, sino sesenta años después, con el torrente de refugiados de las juderías andaluzas.

La expansión de la Judería

La conquista cristiana conlllevó pocos cambios, ya que se buscó mantener a la población judía en la ciudad, otorgándoles un estatuto de protección equivalente al que ya tenían bajo la dominación islámica, y a pesar del progrom de 1118, ya que se culpó a los judíos del desastre de la batalla de Uclés, en la que murió el infante don Sancho, heredero de Alfonso VI, su devenir se ha desarrollado sin más cambios ni sobresaltos que los puntuales aportes de correligionarios venidos del norte hispánico y de más allá de los Pirineos, atraídos por las posibilidades económicas y comerciales, como los descendientes de Yaqub al Barsiluni; así como algunos otros del sur, como los Ben Ezra, originarios de Granada.   La situación ha cambiado radicalmente desde mediados de siglo, ya que la comunidad judía está viviendo una expansión sin precedentes con la llegada de judíos andaluces escapando de las persecuciones almohades. Como pasa con los mozárabes, se puede detectar el origen de estos judíos por apelativo toponímico. Esta masiva afluencia de judíos a la ciudad, atraídos a ella por fuerza de la judería autóctona, la inexpugnabilidad de la ciudad que ha sido capaz de resistir tres asedios almorávides y las posibilidades comerciales está siendo tal que los ya superpoblados callejones de la primitiva Ciudad de los Judíos han llegado al límite del hacinamiento, estableciéndose muchos de los recien llegados en el barrio de Alacava, una zona empobrecida entre las collaciones de Santo Tomé y Santa Eulalia que había quedado desierta tras la partida de los musulmanes y que ahora constituye una especie de arrabal fuera de los muros de la Judería.

Juderías rurales

Se sabe de varias aldeas en el campo de Toledo formadas por judíos, como es el caso de Aldehuela de los Judíos, Darallahuy (cerca de Talavera), La Puebla de Montalbán o Tlascala, así como Jumela, Inesa y Casar del Asno. Los judíos toledanos, entre los que se encuentra una reducida y exclusiva aristocracia poseedora de tierra y bienes raices, tienen sus fincas desde antiguo cultivadas por colonos judíos, y reforzadas ahora con la llegada de correligionarios andaluces, los más pobres de los cuales se han puesto al servicio de los potentados judíos locales, como es el caso de los Ben Solomón.

Naming Traditions

Nombres familiares

Rabbi Bu Ishaq b. Nahamiyyas - Autóctonos Ben Ezra Originarios de Granada y actualmente una de las familias judías más poderosas e inflyentes. al-Libli Topónimo de Niebla. Al Barsiluni "El Barcelonés", presentes desde 1110 con Ya'qub al-Barsiluni.
Encompassed species
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