Visita a Puerto Sombrío, reino de Thule

Expedition

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La Tripulación de la Ruina de Fafnir atracó en Thule para llevar a cabo acuerdos comerciales con Johannes, lord del lugar, tal y como acordaron en la pasada Feria del Dragón. Einar descubrió que parte de las personas desaparecidas del Clan del Oso se habían asentado en esa isla, entre ellos un hombre llamado Hakkon que resultó ser un lunático adorador de la maldición berserker.


La Tripulación de la Ruina de Fafnir atracó en Thule para llevar a cabo acuerdos comerciales con Johannes, lord del lugar, tal y como acordaron en la pasada Feria del Dragón. Al desembarcar, se dieron cuenta de que Einar no estaba con ellos, algo muy extraño dado que es el intendente y porta el manifiesto de carga.   Un grupo volvió al barco para investigar y averiguaron que se llevó a tres hombres y que en su camarote había una carta dirigida a él de parte de Johannes hablándole de un ‘Nuevo clan del oso’ (Einar Jovarsson busca a su clan, el clan del oso, que quedó perdido después de una pandemia) y que se iba a reunir con un tal jefe. También descubrieron que se había llevado a tres tripulantes del fafnir consigo como escolta.   Tras hablar con Johannes y el Capitán Baldur Tornsson , el grupo partió hacia la cabaña en la que se habían citado, descubriendo una escena grotesca en la que solo quedaban cuerpos descuartizados por una gran bestia. Lo más extraño era que, según las huellas, ninguna bestia se había ido de allí, solo personas.   Ostara Björnsdóttir preguntó a Heidel acerca del clan del oso y de quién podría ser este jefe que quería reunirse con Einar, y Heidel se puso muy nervioso e insistió que se debían de dar prisa al caer en un dato importante. Acabaron siguiendo el rastro hasta un asentamiento vikingo en Thule.   Allí, el grupo se dividió. Mientras Ostara, Ghya y Johannes se reunían con los jefes del pueblo, el resto del grupo iba a un templo en busca de respuestas. Los líderes descubrieron que los ataques de esa bestia (al parecer ya conocida por la población) habían dejado de ser exclusivamente hacia animales para ahora ser también contra humanos. Tras una larga conversación en la que Ghya se reveló y estos la reconocieron, acabaron hablando de un tal Hakkon, que hacía ofrendas a los dioses en un menhir en el bosque. Los que habían ido al templo obtuvieron una respuesta similar.   El grupo se apresuró a ir primero a la casa de Hakkon, en donde bajo una alfombra descubrieron un santuario macabro de adoración a si mismo, repleto de cadáveres. Cuando llegaron al menhir, descubrieron el cuerpo decapitado del último tripulante del fafnir y a Einar, maniatado.   Hakkon apuñaló a Einar, virtiendo su sangre en un recipiente que sostenía un elfo, que parecía ayudarle a elaborar el ritual. Cuando este rompió un amuleto que portaba Einar, epíritus de grandes bestias oso salieron del brazalete y entraron en los cuerpos de los miembros del clan del oso, incluyendo a Einar, Ghya y Heidel.   La batalla comenzó y por suerte impidieron que el elfo le diera de beber la pócima a Einar. Tras una sangrienta escaramuza donde más de uno salió herido, consiguieron derrotar a Hakkon y lo mantuvieron con vida. Para cuando Baldur quiso acercarse a coger la pócima de rabia que libera el berserker, Odrogoth se la arrebató.   Odrogoth entonces sembró la semilla de la discordia en la tripulación, ofreciéndoles la desaparición de la maldición o incluso su control, tesoros y una gran victoria si se unían a su bando por la causa de Gamus. Esta oferta provocó que públicamente Ostara y Baldur tuvieran opiniones distintas, creando dos bandos en el fafnir.   Tras una larga conversación, cada tripulante volvió al barco con más dudas y la gran pregunta de qué debían de hacer.

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