Batalla de los Magos
La Batalla de los Magos fue una cruenta batalla que se produjo en la Antigua Meseta, cuyo nombre original pareció perderse junto con Merlín Eterium en el gran Estallido de Éter que él provocó como un intento desesperado en derrotar a los Elfos.
Fue la primera vez que los humanos utilizaron el conjuro Andavías Estelar para sorprender al enemigo. La idea era atraer al batallón de Archimagos del Imperio Élfico, utilizando a un Merlín Eterium supuestamente desprevenido como carnada. El motivo por el cual se utilizó aquella meseta era debido a la extensa llanura y poca vegetación, de esta manera los Elfos creerían que los humanos no disponían de refuerzos próximos y a su vez facilitaba el uso del conjuro.
Cuando los refuerzos cayeron, literalmente, del cielo nocturno, los humanos superaban a los elfos diez a uno. Pero la confianza de los humanos desapareció rápidamente en la primera hora de combate, la Agránika, una unidad militar élfica capaz de usar el Maná y el Éter con maestría, estaba resistiendo con cierta facilidad las embestidas de los guerreros y magos del ejército humano, dándole libertad a los Archimagos del imperio arrasar con todo. Pocos magos humanos estaban a la altura de esas monstruosidades, y no tardó en verse que no podrían resistir.
Tras llegar los refuerzos, los humanos convocaron un sol divino artificial para bloquear la llegada de refuerzos élficos de la misma forma, pero eso les impedía poder retirarse. Ahora que el ejército estaba sufriendo la retirada parecía la única opción, pero si el sol falso se apagaba, los refuerzos del imperio no tardarían en llegar. Terremotos, volcanos, meteoros, e incluso arqueros conjurados con el poder de las estrellas que disparaban astros como proyectiles... el campo de batalla descrito resulta más inverosímil de lo que uno pudiera imaginarse.
Shimon Eterium ordenó la retirada, y afirmó que intentaría derribar las Cúpulas Astrales que descendieran del cielo, mientras los demás se encargaban de intentar ayudar en la retirada de un ejército que en menos de una hora se había reducido a menos de la mitad. Sin otra alternativa se ordenó la retirada, esperando lo peor. Pero ningún refuerzo del Imperio Élfico llegó. Según las crónicas recuperadas de Minerva Russ, Merlín Eterium montó en ira: "Esos desgraciados se creen demasiado superiores a nosotros como para necesitar refuerzos", dice recordar con detalles mientras observaba su rostro enrojecerse.
Mucho se había perdido para esta batalla, la hermana menor de Merlín Eterium, Elizabeth Merlín, había muerto durante las pruebas del conjuro Andavías Estelar, al parecer aquellos que no poseen el "don de la magia" son destrozados por la propia energía de las Cúpulas Astrales, algo que los Elfos nunca consideraron. Porque eran superiores.
Todos los testimonios que se pudieron recuperar relatan la escena prácticamente de la misma forma. Merlín Eterium alzó el vuelo, hasta llegar a la vanguardia de su ejército, e iluminó todo el cielo con la luz verde que producía el Éter cada vez que él lanzaba un conjuro. Lo siguiente fue un grito, que parecía venir del propio cielo, la tierra y, según los Magos, del mismísimo Éter. Luego la misma luz verde se resquebrajó, en un millar de colores, y cada raja se transformó en un rayo que iluminaron el cielo, cegando temporalmente a cualquiera que lograra verlo. El sonido aturdió a todo el mundo.
Cuando recuperaron la consciencia, todos se encontraban en una colina que conocían bien, ya que por ella habían pasado alguna vez todos para estudiar la Antigua Meseta, que tanto su recuerdo como esta ya no estaban. En su lugar, una luz policromática brillaba en el centro de lo que hace nada era el campo de combate, rodeada de una llanura antinatural donde antes había un terreno escarpado. La meseta desaparición junto con Merlín Eterium y todo el ejército del Imperio Élfico.
Fue la primera vez que los humanos utilizaron el conjuro Andavías Estelar para sorprender al enemigo. La idea era atraer al batallón de Archimagos del Imperio Élfico, utilizando a un Merlín Eterium supuestamente desprevenido como carnada. El motivo por el cual se utilizó aquella meseta era debido a la extensa llanura y poca vegetación, de esta manera los Elfos creerían que los humanos no disponían de refuerzos próximos y a su vez facilitaba el uso del conjuro.
Cuando los refuerzos cayeron, literalmente, del cielo nocturno, los humanos superaban a los elfos diez a uno. Pero la confianza de los humanos desapareció rápidamente en la primera hora de combate, la Agránika, una unidad militar élfica capaz de usar el Maná y el Éter con maestría, estaba resistiendo con cierta facilidad las embestidas de los guerreros y magos del ejército humano, dándole libertad a los Archimagos del imperio arrasar con todo. Pocos magos humanos estaban a la altura de esas monstruosidades, y no tardó en verse que no podrían resistir.
Tras llegar los refuerzos, los humanos convocaron un sol divino artificial para bloquear la llegada de refuerzos élficos de la misma forma, pero eso les impedía poder retirarse. Ahora que el ejército estaba sufriendo la retirada parecía la única opción, pero si el sol falso se apagaba, los refuerzos del imperio no tardarían en llegar. Terremotos, volcanos, meteoros, e incluso arqueros conjurados con el poder de las estrellas que disparaban astros como proyectiles... el campo de batalla descrito resulta más inverosímil de lo que uno pudiera imaginarse.
El estallido de Éter
Shimon Eterium ordenó la retirada, y afirmó que intentaría derribar las Cúpulas Astrales que descendieran del cielo, mientras los demás se encargaban de intentar ayudar en la retirada de un ejército que en menos de una hora se había reducido a menos de la mitad. Sin otra alternativa se ordenó la retirada, esperando lo peor. Pero ningún refuerzo del Imperio Élfico llegó. Según las crónicas recuperadas de Minerva Russ, Merlín Eterium montó en ira: "Esos desgraciados se creen demasiado superiores a nosotros como para necesitar refuerzos", dice recordar con detalles mientras observaba su rostro enrojecerse.
Mucho se había perdido para esta batalla, la hermana menor de Merlín Eterium, Elizabeth Merlín, había muerto durante las pruebas del conjuro Andavías Estelar, al parecer aquellos que no poseen el "don de la magia" son destrozados por la propia energía de las Cúpulas Astrales, algo que los Elfos nunca consideraron. Porque eran superiores.
Todos los testimonios que se pudieron recuperar relatan la escena prácticamente de la misma forma. Merlín Eterium alzó el vuelo, hasta llegar a la vanguardia de su ejército, e iluminó todo el cielo con la luz verde que producía el Éter cada vez que él lanzaba un conjuro. Lo siguiente fue un grito, que parecía venir del propio cielo, la tierra y, según los Magos, del mismísimo Éter. Luego la misma luz verde se resquebrajó, en un millar de colores, y cada raja se transformó en un rayo que iluminaron el cielo, cegando temporalmente a cualquiera que lograra verlo. El sonido aturdió a todo el mundo.
Cuando recuperaron la consciencia, todos se encontraban en una colina que conocían bien, ya que por ella habían pasado alguna vez todos para estudiar la Antigua Meseta, que tanto su recuerdo como esta ya no estaban. En su lugar, una luz policromática brillaba en el centro de lo que hace nada era el campo de combate, rodeada de una llanura antinatural donde antes había un terreno escarpado. La meseta desaparición junto con Merlín Eterium y todo el ejército del Imperio Élfico.
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