Cicatriz de Eterios
La Cicatriz de Eterios es un valle artificial creado en la Batalla de los Magos durante la Primera Gran Guerra. Está compuesto de varias formaciones geográficas inusuales que se crearon al chocar varias conjuraciones de tipo arcanas de gran nivel. Durante la batalla el flujo de Éter comenzó a desestabilizarse, alterando la capacidad y efecto de los conjuros más complicados. Según los informes de ambos bandos, fue el propio Merlín Eterium quien encontró una forma de convertir la fluctuación en un arma, creando una serie de explosiones de éter consecutivas que desataron una serie de estallidos de Éter que destruyeron la antigua meseta.
Las heridas de ese cataclismo mágico pueden verse desde la lejanía: fragmentos de la antigua meseta flotando en el aire, nubes de tormentas de Éter sobre el valle, relámpagos que viajan por el suelo produciendo luz pero no sonido, e incluso grandes pilares de Éter Puro. Además de ello, se han documentado anomalías espaciales y temporales dentro del mismo, desde encuentros con soldados que se vieron atrapados en el estallido, hasta diarios que describen el transcurso de días hacia el interior de la Cicatriz que al volver se convertían en horas.
Pese a ser llamada llanura, por motivos simplistas, en realidad la Cicatriz tiene distintas expresiones geográficas que tienen menos sentido cuanto más es uno capaz de adentrarse en la misma. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la distancia exterior a la anomalía no tiene coherencia con la interna. Si trazáramos una línea recta imaginaria que cruzara en paralelo a la cicatriz, ignorando la geografía existente, se tardaría 10 días en cruzarla, sin embargo, si viajáramos diez días por el interior de la cicatriz, tan solo habríamos cruzado un 10% de dicha línea. En este caso no es por una anomalía temporal, aunque hay teorías que la incluyen, se debe a que el espacio parece dilatarse cuanto más se acerca uno hacia el centro.
Teniendo en cuenta esto, se han logrado discernir 5 distintos tipos expresiones geográficas en el suelo, de las cuales solo 2 son perceptibles desde el exterior. Además de estas, hay 2 expresiones geográficas aéreas: las "islas flotantes" y los "cristales de éter flotantes", aunque estos últimos se han teorizado, ya que nadie ha llegado tan lejos como para hacer una confirmación visual directa. Las expresiones geográficas terrenales son: las llanuras policromáticas, el cañón de la cicatriz, el desfiladero de éter, el bosque de éter, y el lago etéreo (cuya existencia es teórica).
Hay una anomalía de éter, que se cree que se encuentra en el epicentro tanto de la propia Cicatriz como del origen del Estallido de Éter que la generó, que gobierna en su totalidad. Esta tiene propiedades impredecibles que van más allá de los conocimientos actuales sobre metafísica y el funcionamiento de las fuerzas mágicas. Si bien uno pensaría que las anomalías más raras se ven de afuera, con los fragmentos de la antigua meseta flotando o las tormentas de Éter que solo se pueden encontrar allí, pero sin lugar a duda la incoherencia temporal o la dilatación espacial sin lugar a duda se llevan los primeros puestos.
Aunque todas estas anomalías podrían resultar amenazadoras de por sí, la mayor amenaza que presenta la Cicatriz es la alta cantidad de toxicidad producida por la abundante presencia, y en enormes cantidades, de Éter Puro, un material que hasta ahora solo se ha podido encontrar "de forma natural" (teniendo en cuenta que todo el valle es artificial, llamarlo natural no sería del todo correcto). Las primeras misiones de reconocimiento se tomaron una gran cantidad de vidas, tanto humanas como elfas, de las cuales la gran mayoría perecieron tiempo después de volver a casa, al presentar desde desintegración de partes vitales de las personas, hasta condiciones que han sido descubiertas tras estudiar los cadáveres.
Hoy en día disponemos de modos de poder viajar al interior de forma, relativamente, segura gracias a los resultados que pudimos obtener de los testimonios y muestras que estos héroes lograron obtener, ya sea de forma premeditada como accidental. Gracias a sus sacrificios pudimos asegurarnos de que tanto las anomalías como las tormentas están contenidas en la propia Cicatriz y no se expanden al exterior.
Las heridas de ese cataclismo mágico pueden verse desde la lejanía: fragmentos de la antigua meseta flotando en el aire, nubes de tormentas de Éter sobre el valle, relámpagos que viajan por el suelo produciendo luz pero no sonido, e incluso grandes pilares de Éter Puro. Además de ello, se han documentado anomalías espaciales y temporales dentro del mismo, desde encuentros con soldados que se vieron atrapados en el estallido, hasta diarios que describen el transcurso de días hacia el interior de la Cicatriz que al volver se convertían en horas.
Nótese que a partir de ahora se hará referencia a las distintas formas de terreno como expresiones geográficas, ya que nos es imposible estimar qué es formado natural o artificial.
Geografía interna
Pese a ser llamada llanura, por motivos simplistas, en realidad la Cicatriz tiene distintas expresiones geográficas que tienen menos sentido cuanto más es uno capaz de adentrarse en la misma. Lo primero que hay que tener en cuenta es que la distancia exterior a la anomalía no tiene coherencia con la interna. Si trazáramos una línea recta imaginaria que cruzara en paralelo a la cicatriz, ignorando la geografía existente, se tardaría 10 días en cruzarla, sin embargo, si viajáramos diez días por el interior de la cicatriz, tan solo habríamos cruzado un 10% de dicha línea. En este caso no es por una anomalía temporal, aunque hay teorías que la incluyen, se debe a que el espacio parece dilatarse cuanto más se acerca uno hacia el centro.
Teniendo en cuenta esto, se han logrado discernir 5 distintos tipos expresiones geográficas en el suelo, de las cuales solo 2 son perceptibles desde el exterior. Además de estas, hay 2 expresiones geográficas aéreas: las "islas flotantes" y los "cristales de éter flotantes", aunque estos últimos se han teorizado, ya que nadie ha llegado tan lejos como para hacer una confirmación visual directa. Las expresiones geográficas terrenales son: las llanuras policromáticas, el cañón de la cicatriz, el desfiladero de éter, el bosque de éter, y el lago etéreo (cuya existencia es teórica).
Hay que tener en cuenta que no todo lo que los exploradores han atestiguado es verdad. En más de una ocasión se han documentados viajes de varios días en los que nunca han estado de noche. O encuentros con situaciones inverosímiles como exploradores encontrándose con sus propios cadáveres, encontrando en ellos provisiones y herramientas que habían perdido hacía días. Debido a este motivo solo se puede teorizar sobre lugares y efectos que muy pocos exploradores han descrito.
Anomalías mágicas
Hay una anomalía de éter, que se cree que se encuentra en el epicentro tanto de la propia Cicatriz como del origen del Estallido de Éter que la generó, que gobierna en su totalidad. Esta tiene propiedades impredecibles que van más allá de los conocimientos actuales sobre metafísica y el funcionamiento de las fuerzas mágicas. Si bien uno pensaría que las anomalías más raras se ven de afuera, con los fragmentos de la antigua meseta flotando o las tormentas de Éter que solo se pueden encontrar allí, pero sin lugar a duda la incoherencia temporal o la dilatación espacial sin lugar a duda se llevan los primeros puestos.
Aunque todas estas anomalías podrían resultar amenazadoras de por sí, la mayor amenaza que presenta la Cicatriz es la alta cantidad de toxicidad producida por la abundante presencia, y en enormes cantidades, de Éter Puro, un material que hasta ahora solo se ha podido encontrar "de forma natural" (teniendo en cuenta que todo el valle es artificial, llamarlo natural no sería del todo correcto). Las primeras misiones de reconocimiento se tomaron una gran cantidad de vidas, tanto humanas como elfas, de las cuales la gran mayoría perecieron tiempo después de volver a casa, al presentar desde desintegración de partes vitales de las personas, hasta condiciones que han sido descubiertas tras estudiar los cadáveres.
Hoy en día disponemos de modos de poder viajar al interior de forma, relativamente, segura gracias a los resultados que pudimos obtener de los testimonios y muestras que estos héroes lograron obtener, ya sea de forma premeditada como accidental. Gracias a sus sacrificios pudimos asegurarnos de que tanto las anomalías como las tormentas están contenidas en la propia Cicatriz y no se expanden al exterior.
Alternative Name(s)
La Cicatríz
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