Fiebre Etérea
La Fiebre Etérea es una enfermedad infectó a millones de personas durante la Primera Gran Guerra. Cerca del final de la Batalla de los Magos, Merlín Eterium logró darle una vuelta a una batalla casi perdida al hacer colapsar el flujo de Éter, que ya estaba bastante perturbado, haciendo volar la Antigua Meseta matando a miles de elfos y consiguiendo, de forma milagrosa, trasladar a los humanos que se estaban retirando al mismo tiempo. La hazaña no solo le costó la vida, sino que el Estallido de Éter que provocó fue tan grande que su eco resonó en todo el continente.
El Éter en todo el continente se vio afectado ligeramente, creando una ligera fiebre que solamente los Magos eran capaz de sufrir. Muy pocas bajas hubo a causa de la fiebre que apareció días después de la creación de la Cicatriz de Eterios. El fenómeno duró apenas dos semanas y desde entonces la fiebre etérea solo se ha observado en contadas ocasiones. Todo esto lo sabemos puesto a que está extensamente documentado debido al revuelo que esta provocó.
Los síntomas que la distinguen de una fiebre normal son los siguientes:
Las secuelas son mínimas, al cabo de una semana de reposo los síntomas comienzan a disminuir. La recuperación es más lenta, sin embargo, si se juntan los enfermos unos con otros, cosa que pasó en varias ciudades. Entonces el tiempo de recuperación se duplica, aunque los síntomas anormales de esta fiebre desaparecen siempre a los 7 días. Entonces su temperatura corporal sube y los síntomas asociados a esta se restauran.
Antes de que la fiebre etérea apareciera, se creía que la condición de Mago era hereditaria y que era muy anormal que nacieran en familias sin antecedentes. Lo que se descubrió con la enfermedad fue que todo esto era mentira, aparentemente la condición es completamente aleatoria. Esto provocó un desplome en muchas familias y clanes que mantenían su poder al ser capaces de engendrar Magos. Por si fuera poco, los propios familiares que habían sido relegados a un segundo o tercer plano por no "poseer el don de la magia" se rebelaron, en muchos casos de forma sangrienta, mermando en gran medida el poder militar de la humanidad.
Los historiadores creen que fue esta revelación junto con la desaparición, y presunta muerte, de Merlín Eterium lo que impidió que la humanidad no tomara la delantera que ganó en la Batalla de los Magos para acabar victoriosos en la Primera Gran Guerra. Lo curioso es que los Elfos también sufrieron la fiebre, lo que hizo que tomaran a la anomalía mágica de la Cicatriz de Eterios como una amenaza mayor. Ambos bandos acabaron por dejar de lado el conflicto por medio a lo que esta catástrofe podría generar.
El Éter en todo el continente se vio afectado ligeramente, creando una ligera fiebre que solamente los Magos eran capaz de sufrir. Muy pocas bajas hubo a causa de la fiebre que apareció días después de la creación de la Cicatriz de Eterios. El fenómeno duró apenas dos semanas y desde entonces la fiebre etérea solo se ha observado en contadas ocasiones. Todo esto lo sabemos puesto a que está extensamente documentado debido al revuelo que esta provocó.
Síntomas y secuelas
Los síntomas que la distinguen de una fiebre normal son los siguientes:
- La temperatura de la persona desciende en vez de subir, sin embargo, el cuerpo reacciona como si subiera: sudor, coloración en la piel y leves agitaciones.
- La víctima sufre de percepción extendida, siendo capaces de "observar", "oír", "oler" y "sentir" cosas que no podrían percibir. El alcance varía según la sensibilidad al éter.
- Provocan alucinaciones a Magos que no estén afectados por la fiebre.
Las secuelas son mínimas, al cabo de una semana de reposo los síntomas comienzan a disminuir. La recuperación es más lenta, sin embargo, si se juntan los enfermos unos con otros, cosa que pasó en varias ciudades. Entonces el tiempo de recuperación se duplica, aunque los síntomas anormales de esta fiebre desaparecen siempre a los 7 días. Entonces su temperatura corporal sube y los síntomas asociados a esta se restauran.
El descubrimiento del siglo
Antes de que la fiebre etérea apareciera, se creía que la condición de Mago era hereditaria y que era muy anormal que nacieran en familias sin antecedentes. Lo que se descubrió con la enfermedad fue que todo esto era mentira, aparentemente la condición es completamente aleatoria. Esto provocó un desplome en muchas familias y clanes que mantenían su poder al ser capaces de engendrar Magos. Por si fuera poco, los propios familiares que habían sido relegados a un segundo o tercer plano por no "poseer el don de la magia" se rebelaron, en muchos casos de forma sangrienta, mermando en gran medida el poder militar de la humanidad.
Los historiadores creen que fue esta revelación junto con la desaparición, y presunta muerte, de Merlín Eterium lo que impidió que la humanidad no tomara la delantera que ganó en la Batalla de los Magos para acabar victoriosos en la Primera Gran Guerra. Lo curioso es que los Elfos también sufrieron la fiebre, lo que hizo que tomaran a la anomalía mágica de la Cicatriz de Eterios como una amenaza mayor. Ambos bandos acabaron por dejar de lado el conflicto por medio a lo que esta catástrofe podría generar.
Quién diría que esa enfermedad salvara millones de vidas de esa forma... No hay que subestimar los designios de los dioses
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