Pacto de los Conscientes

You haven't choose a language | No has escogido un idioma
English | Español
El Pacto de los Conscientes es un tratado que abarca cómo las relaciones entre los Elfos y los Humanos han de comportarse de ahora en adelante, poniendo fin a la horrible Guerra de los Mil Años. En el pacto ambas razas se comprometen a no comenzar ninguna guerra a gran escala contra la otra, desentendiéndose de guerras y conflictos de sectores minoritarios, pero prometiendo ayuda para encontrar una solución pacífica o proporcionar inteligencia que pueda ayudar a la otra raza a superarlos; sin nunca exigir levantar las armas contra su propia especie.

El punto de mayor importancia para los humanos fue la aceptación por parte de los elfos de "Reconocer a la humanidad como especie hermanada, considerándolo un iguál platónico", eliminando así el prejuicio que siempre tuvieron los elfos sobre los humanos de ser una raza inferior. Ahora dichas ideas formarán parte de la discusión privada y no un fundamento de su sociedad.

El segundo punto, de mayor importancia fue el reconocimiento del derecho a un territorio para los humanos, quienes se llevaron una gran sorpresa al ver que los elfos estaban dispuestos a ceder casi el 80% de su dominio original, exigiendo que las fronteras que se acuerden entre ambas razas sean inamovibles. Pese a ser una propuesta claramente postiva para la humanidad, el exceso de consideración por parte de una raza tan orgullosa como la de los elfos levantó varias sospechas. No obstante, los eternos efirmaban que una raza tan efímera como la de los humanos tiende a reproducirse con mayor velocidad, por lo que cualquier otra propuesta de fronteras sería insuficiente a largo plazo. Con esta propuesta iban a tener una garantía por parte de los humanos de que al menos esas fronteras serían inamovibles, independientemente de la población humana.

A cambio del territorio, los humanos les ofrecieron refugios en lugares claves del territorio humano, con el objetivo de facilitarles la extracción de recursos y el comercio entre razas. Se les dió el nombre de Principados y son reconocidos como territorio del Imperio Elfo.

Uno de los últimos puntos a destacar es la formación de la Guardia Plateada, una fuerza militar formada por humanos y elfos que creen en la convivencia de ambas especies y se encargan de vigilar, apresar y acabar con todo aquél que la perturbe. Su cede principal se encuentra en Árgentia, la primera ciudad construída por ambas razas, conocida hoy en día como la ciudad de los aventureros, que se erigió tras la firma del tratado.


Cover image: by Ilja Jefimowitsch Repin

Comments

Please Login in order to comment!