Sesión 01: 5 años después… in Olvida la Tormenta | World Anvil
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Sesión 01: 5 años después…

Tras un año de haberse separado y cortado todo contacto con el resto de los Guardianes de Willum, Wrenn Daardendrien se encuentra con Elina en Thunder Peaks.

  La mujer, más curtida y cansada, le explica al Dragonborn algunos secretos relacionados con la muerte y las magias que reviven a las personas, además de entregarle un instrumento sagrado, uno de los 3 Antanaklasis legendarios,
La flauta permite a Wrenn absorber todos los recuerdos de Willum luego que su alma es desgarrada por Lenos para evitar que ella muriera de la forma normal, destino que, tras aa desaparición de la Tormenta, oculta un terrible secreto.

  Cuando Wrenn termina de absorber todos estos recuerdos, Contradictio, uno de los 11 celestiales del dios Atholas y hermano de Oxímoron, aparece para cobrar venganza.
...

Cuatro años después, tres encapuchados cabalgan con prisa hacia el extremo norte de Faerün, a Citadel Adbar, una antigua fortaleza convertida ahora en un pueblo venido en menos. Los tres individuos se presentan ante Ludovica, una atareada mujer que los recibe en nombre del ausente alcalde y les permite entrar al pueblo, creyendo la mentira de que el grupo está ahí para cazar al temido Öz Lander, asesino de los Harpers.

  Así es como, bajo la identidad de Ylenn Turinn, Yardis , acompañado de sus dos guardaespaldas Drow, Micarlin y Akordia, se dirige a la taberna para recabar más información sobre las minas que se encuentran bajo la citadela. El mago parece buscar algo de suma importancia y se preocupa al escuchar que 2 forasteros han llegado antes que él, especialmente cuando los locales parecen observarlo y comportarse de forma extraña.

  En la taberna, Yardis se entera que los otros visitantes se identificaron como "el hombre rudo" y una tal "Lady Chamberlain", además que se comenta que un ángel ha estado sobrevolando la zona. Intentando conseguir más información sobre sus misteriosos rivales, Yardis y sus acompañantes se instalan en una de las mesas del lugar, donde, para su gran sorpresa, un nombre familiar llega a sus oídos. José Ricardo, el nuevo y popular mozo del local, se acerca a ofrecerle algo para comer.

  El mago reconoce inmediatamente a su viejo amigo Öz Lander disfrazado de una de sus clásicas interpretaciones, pero cuando ambos intentan comunicarse mediante mensajes secretos, los demás comensales se detienen y los observan de manera poco natural. Oz detecta que los sujetos parecen estar atascados como en un bucle y Yardis no logra leer pensamientos claros en sus mentes, razón suficiente para decidir escapar del lugar cuanto antes.

  Los comensales se levantan rápidamente y comienzan a seguirlos, acorralando al equipo contra una vieja puerta trasera que no se abre, al mismo tiempo que, desde afuera, otro contingente de pobladores se acerca desde el puente que separa la citadela. Es en ese momento que un hombre rudo, casi desprendiendo la puerta a sus espaldas, los saca del salón.

  Wrenn, enorme, cubierto de nuevas cicatrices y con una armadura más especializada que nunca, les instruye que lo sigan, fuera de ahí.

  Sin mucho tiempo para explicaciones, el grupo escapa de la taberna, cuando a la distancia se oye a unos niños que gritan desde el puente. Es el hijo de Ludovica más otros dos niños, que gritan maniatados y suspendidos sobre el vacío, mientras los plueblerinos bloquean el puente. Ludovica llora, suplicando por los niños, pero los lugareños la ignoran por completo, como si estuviesen controlados por algo más que sí mismos.
En medio de la muchedumbre, Zacarías, el nuevo alcalde, los observa retorcidamente, al igual que cuando lo derrotaron y su cabeza se les escapó años atrás en Targos. Se pueden ver las costuras alrededor de su cuello cuando el hombre comienza a hablar, sus labios y gestos sincronizados a la perfección con todos los pobladores.
La voz del conde Bismark se alza en medio de la cacofonía, saludando a la party con su típico tono meloso mientras se disculpa por matar a sus seres queridos en la antigua mansión Castellblanc, y les pide cordialmente que se vayan de allí o le estarán regalando a los dioses una gran ayuda.

  Los héroes no le hacen caso e interfieren, tratando de contener a la masa de gente. Oz ve como los niños son arrojados al vacío y se lanza tras ellos, pero sus reflejos nos son lo suficientemente rápidos como para alcanzar a los tres. Cargando a dos niños, el bardo se propulsa de vuelta hacia el puente con sus nuevas alas planeadoras, mientras el último de los pequeños cae al abismo, acompañado de Ludovica que se lanza para tratar de atraparlo.

  Mientras tanto, el mago y el paladín se esfuerzan por detener a la gran masa de gente que amenaza con sobrepasarlos cuando 2 zorros se escabullen entre sus piernas. Detrás de ellos, uno de los animales se distorsiona y Harisa aparece mágicamente para atrapar al último niño. Pyrex, su hermano, la incentiva desde la retaguardia aun en la forma de un pequeño zorro metálico.

  Yardis no logra entender cómo, en medio de su misión secreta, sus viejos amigos llegaron para pelear a su lado. "Lo único que falta es que la porra de Esi aparezca ahora!"- Exclama cuando un ángel, no, una hechicera emerge volando desde el abismo y aterriza detrás del grupo cargando a Ludovica. Esaltazión se ve más desinhibida que nunca, y no demora en unirse al combate con sus poderosas esferas de fuego.
Los Guardianes de Willum están reunidos otra vez.

  Wrenn, Esi, Oz, Harisa y Pyrex y Yardis con sus guardaespaldas se dirigen hacia las minas, abriéndose camino entre la masa de gente, a quienes bloquean el paso con magia. La party ve, sin poder hacer nada, como la mayoría del pueblo, aun bajo el control de Bismark, se suicida lanzándose el abismo; pero la batalla no ha terminado. Desde el techo de uno de los torreones, sobre la entrada de las minas, un gran dragón blanco controlado por el conde, emerge.

  El grupo le instruye a Ludovica y los demás que se refugien mientras se prepara para hacerse cargo de la gran bestia. La batalla es difícil y la antigua bestia burla con facilidad los portentos del futuro del mago mientras intenta congelarlos con sus rayos de hielo, pero el grupo logra sobreponerse usando las nuevas habilidades que han ganado durante esos 5 años sin verse. Wrenn, a lomo sobre una de las bestias voladoras de Harisa, es quien asesta el último golpe, y ve, enfurecido, como en el último segundo, el sádico conde cede el control del dragón blanco, dejándolo desvanecerse en el abismo sin entender por qué un dragonborn le daba muerte.

 
  La party le dice a Ludovica y los pocos sobrevivientes que escapen a Esperanza del Viento mientras toman rumbo hacia la entrada de las minas y le explican al mago por qué están ahi. Un mensaje en el Sendorial había captado la atención de los cuatro:

 
“Hermosa satir, amante de susurrar descuidadamente, ofrece trabajo URGENTE para cuidar a mago de rostro común y poca gracia. El trabajo es de VIDA O MUERTE y debe comenzar sí o sí en 3 días en Cidatel Adbar. Riesgos enormes y paga menor, pero confío en que viejas amistades puedan ir cuanto antes.”

  Yardis, molesto, sospecha que Elektra filtró su misión secreta, pero no hay tiempo que perder. Les explica a sus viejos amigos que está buscando algo que Bismark quiere conseguir, y al parecer también los dioses, y que supone un antes y un después en los eventos que han venido sucediendo en Faerün desde que se conocieron. El grupo de amigos comprende la urgencia y en vez de volver a sus hogares, bajan junto al mago a las antiguas minas abandonadas de Citadel Adbar.


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