Fantasmas Vivientes
HECHICEROS que han descubierto mediante mágia el poder de vincular sus espíritus a un lugar físico, conservando después de la muerte en un fantasma que conserva sus voluntades humanas y poderes mágicos.
También llamados lich o liche, son una especie de muertos vivientes , resultado de la transformación en la que un mago poderoso se transforma a sí mismo en una entidad mágica mediante hechizos o rituales para alcanzar la inmortalidad. Si bien sus espíritus se mantienen "vivos", conscientes y soberanos de si mismos, sus cuerpos son meros receptáculos que muchas veces se aparecen como parcial o totalmente necrosados, cadavéricos o esqueléticos, ya que el proceso de conversión en un lich suele pasar por atar su intelecto a su cadáver inanimado, el cual generalmente sigue decayendo a pesar de conservar su poder. Los liches conservan sus cuerpos como medio de seguir operando en el mundo físico como lo hacían antes de su transformación. Los liches tienen más poder que cuando estaban vivos, y poseen un gran manejo de la necromancia y artes similares, controlando hordas de no muertos menores como soldados o sirvientes.
A diferencia de la mayoría de Muertos Vivientes , carentes de recuerdos y voluntad propia, un lich retiene todos sus recuerdos (que pueden ser o no sinónimo de su alma, dependiendo del contexto) y son en todo momento conscientes de lo que hacen. No obstante, el alma de un lich no siempre se halla contenida en su cuerpo, sino en un objeto externo denominado filacteria (del griego phylakterion,«protección, amuleto»), el cual les concede la imposibilidad de morir hasta que el objeto mismo sea destruido.
También llamados lich o liche, son una especie de muertos vivientes , resultado de la transformación en la que un mago poderoso se transforma a sí mismo en una entidad mágica mediante hechizos o rituales para alcanzar la inmortalidad. Si bien sus espíritus se mantienen "vivos", conscientes y soberanos de si mismos, sus cuerpos son meros receptáculos que muchas veces se aparecen como parcial o totalmente necrosados, cadavéricos o esqueléticos, ya que el proceso de conversión en un lich suele pasar por atar su intelecto a su cadáver inanimado, el cual generalmente sigue decayendo a pesar de conservar su poder. Los liches conservan sus cuerpos como medio de seguir operando en el mundo físico como lo hacían antes de su transformación. Los liches tienen más poder que cuando estaban vivos, y poseen un gran manejo de la necromancia y artes similares, controlando hordas de no muertos menores como soldados o sirvientes.
A diferencia de la mayoría de Muertos Vivientes , carentes de recuerdos y voluntad propia, un lich retiene todos sus recuerdos (que pueden ser o no sinónimo de su alma, dependiendo del contexto) y son en todo momento conscientes de lo que hacen. No obstante, el alma de un lich no siempre se halla contenida en su cuerpo, sino en un objeto externo denominado filacteria (del griego phylakterion,«protección, amuleto»), el cual les concede la imposibilidad de morir hasta que el objeto mismo sea destruido.
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