Gnomos
CRIATURAS arcanas humanoides nativas del elemento tierra. Los gnomos, nomos o ñomos son seres mitológicos elementales de la tierra en cuyas entrañas moran, trabajando en minas, custodiando tesoros subterráneos y cuidando de los metales y piedras preciosas. También se dice que les roban a las personas ambiciosas y con mucho dinero. Se les representa de pequeño tamaño y con apariencia humanoide. Los gnomos forman un pueblo sobrenatural de seres muy pequeños que se mantienen ocultos para los humanos en las profundidades de la tierra, y que están dotados de singular inteligencia.
La magia hermética expone la existencia de cuatro razas de humanos elementales: los silfos del aire, las salamandras del fuego, las ondinas del agua y los pigmeos de la tierra. A los los pigmeos «gnomi», cuyo singular es «gnomus». Los «gnomoi» herméticos podían desplazarse libremente por la tierra como los peces por el agua o los pájaros por el aire.
Antes de la magia hermética, los gnomos eran referidos como los Telquines y a los Cabiroi, genios que representan el trabajo en los metales en oscuros ritos mistéricos griegos en localidades de naturaleza volcánica, y cuyo conocimiento permanecía oculto a los no iniciados. El conocimiento arcano de estos seres se difundió con la filosofía pitagórica por todo el globo y aunque sufrieron varias modificaciones, según se fueron acomodando a las distintas culturas de los pueblos, siempre conservaron el carácter de dueños del imperio de la tierra y de guardianes de sus minas. Si bien en un primer momento estas entidades no se las consideraba "diminutas", se acabó suponiendo que lo eran como medio para poder moverse libremente por entre las entrañas de la tierra, surcadas por multitud de estrechas galerías.
Etimología
La etimología del término no es clara. Para algunos proviene de la raíz griega gnosein, que significa ‘conocer’. Para otros, derivaría del griego genomós, que quiere decir ‘terrestre’. Probablemente la palabra gnomo procede de una simple mala traducción en la que se unen la raíz del latín medieval gnomus y el verbo griego «conocer». De todos modos, el nombre resultante se empleó probablemente referido a una raza de gente menuda que se encontraba en las más remotas regiones del hemisferio norte y singularmente en los montes Cárpatos. Esta raza antigua, hace ya muchos siglos, solían minar las canteras rocosas de las montañas y de ahí que la leyenda popular pudiera decir de ellas que en realidad habitaban en las entrañas de la tierra. También se dice que estaban íntimamente relacionados con los lugares donde hay metales y piedras preciosas.La magia hermética expone la existencia de cuatro razas de humanos elementales: los silfos del aire, las salamandras del fuego, las ondinas del agua y los pigmeos de la tierra. A los los pigmeos «gnomi», cuyo singular es «gnomus». Los «gnomoi» herméticos podían desplazarse libremente por la tierra como los peces por el agua o los pájaros por el aire.
Orígenes
Los gnomos son conocidos por los magi herméticos como humanos elementales de la tierra. Los gnomos poséen la presciencia, conocen los secretos de la Tierra y son el alma de ésta. Los magi aseguraban que el aire, la tierra, el agua y el fuego se agitaban merced a los seres invisibles que animaban estos elementos y el de la tierra ―no en la superficie sino en el interior― pertenece a los gnomos. Estos moran en las figuras metálicas del globo, en el interior de las grutas, llenas de estalactitas de maravilloso efecto. Son los guardianes de las minas de oro y plata.Antes de la magia hermética, los gnomos eran referidos como los Telquines y a los Cabiroi, genios que representan el trabajo en los metales en oscuros ritos mistéricos griegos en localidades de naturaleza volcánica, y cuyo conocimiento permanecía oculto a los no iniciados. El conocimiento arcano de estos seres se difundió con la filosofía pitagórica por todo el globo y aunque sufrieron varias modificaciones, según se fueron acomodando a las distintas culturas de los pueblos, siempre conservaron el carácter de dueños del imperio de la tierra y de guardianes de sus minas. Si bien en un primer momento estas entidades no se las consideraba "diminutas", se acabó suponiendo que lo eran como medio para poder moverse libremente por entre las entrañas de la tierra, surcadas por multitud de estrechas galerías.
Gnomos y enanos
La antigua religión germánica atribuye a unos poderosos espíritus, los Dvergar un papel crucial en su cosmogonía. Estos seres eran señores de la tierra y sus riquezas y probablemente se relacionaban con los gnomos primigenios si no eran los mismos. Tales enanos primigenios acabaron participando en los mitos y relatos germánicos involucrándose hasta convertirse en la raza feérica de pequeños humanoides mineros, herreros o artífices que custodian las riquezas de la tierra pero que ya no son los gnomos arcanos, sino las Hadas de las Entradas de la Tierra por excelencia.
Ancestro(s) genético(s)
Origen o linaje
Reino Mágico
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