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Saulus Solomonis

Magus y místico hermético toledano, seguidor de Mercere, perteneciente a la alianza de Issah de la que ostenta el cargo de mansionarius maior.

Mental characteristics

Historia personal

Saúl Ben Tossidah Ben Solomón nace en 1131 el seno de una prestigiosa familia de la aristocracia hebrea cuya presencia en Toledo se remonta a la noche de los tiempos, cuando el rey Nabucodonosor de Babilonia conquistó Jerusalén y se llevó a todos los hebreos como esclavos, siendo muchos de estos dados a su aliado, el rey Pirro de Iberia, como obsequio por su ayuda contra los persas.
La familia de Ben Tossidah retrotrae sus orígenes al mismo rey Salomón, de quien dicen descender por línea directa. Acomodados y respetados, siempre han destacado en la vida y comunidad sefardita toledana, y se les tiene por gentes doctas y amantes de los libros y el saber. Por eso, el joven Saúl disfrutó una infancia privilegiada con acceso a volúmenes y tutores privados, muchos de los cuales eran eruditos cordobeses refugiados en la segura Toledo tras las caída de la capital califal.
Cuando el muchacho contaba con tan solo diez años, la familia recibió la visita del caballero mozárabe Illán Románez, más conocido como Herculianus, que se reveló como miembro de la afamada orden de sabios y eruditos, la Orden de Hermes, interesada en formar al muchacho en las artes más sublimes, las artes mágicas. Herculianus no era un mago, sino un miembro lego de la Orden, los del capelo rojo, sus mensajeros y heraldos. Aunque Herculianus se esforzó mucho en convencer a la familia, Tossidá Ben Saúl no estaba muy complacido en entregar a su primogénito a una oscura secta de magos gentiles. Hombre sabio y devoto, el doctor Tossidah había sido entrenado en las artes rabínicas y temía que su hijo se pervirtiera en la lujuria y la idolatría, pecados de los que el mismo rey Salomón fue culpable y que ocasionaron la ruina de su legado.
Herculianus, miembro del Culto de los Héroes, y que clamaba para si descender del mismísimo Hércules Toledano, hacía tiempo que había hablado a los magos de Issah, la alianza hermética ubicada dentro de los muros de Toledo de la familia toledana que descendía del mismísimo Salomón. Esto llamó la atención de la maga Milva Trismegista ex Mercere, descendiente de Hermes Triceres o Mutantus, que tenía la desgracia de que ninguno de sus descendientes carnales había sido bendecido con el Don. Milva Trismegista envió a Illán a que le trajeran a ese muchacho para su entrenamiento a toda costa.
Así, el astuto Herculianus había investigado la situación de Tossisah y descubierto que algo erosionaba la posición de poder del patriarca sefardita. Durante años, la dedicación a los estudios de toda la familia, habían abstraído a esta del cuidado de sus fincas y tierras, que acabaron siendo ocupadas por cristianos francos del séquito que acompañó al padre del emperador Alfonso. Habían apelado al poderoso monarca leonés, destacado protector de los judíos, a través de su ministro y mayordomo, Judá Ben Ezra, para poder recuperarlas, pero el emperador quería tener complacidos a sus hombres de armas; llegaron a un acuerdo con Edelmiro de Ocon, el caballero franco, que aceptaría retornarle las tierras por una indemnización de 100 dinares de plata.
Sabedor de esto, Herculianus, primero engatusó al joven con las historias de los magos y las promesas de un inmenso poder. Estaba claro que el muchacho no tenía mucho interés en el estudio de los textos sagrados, sino más bien en los profanos y estaba fascinado por el conocimiento de las artes y saberes antiguos. Pero por otro, allanó el terreno hacia su padre ofreciéndole 100 denarios de plata -plata mágica con la que contaba-, con la cual podría pagar los costes de recuperar una de sus fincas, a modo de compensación para Edelmiro de Ocon y la promesa de que Saúl cumpliría con los ritos hebreos y celebraría las festividades (Rosh Hashaná y Yon Kippur) con la familia. Así fue como Tossidah accedió finalmente, dada su desesperada situación, y Saúl inició su aprendizaje bajo una de las miembros más destacadas de los magos de Mercere, a pesar de no tener sangre de Mercere, el Fundador peo sí del mismísimo rey Salomón.
La noble maga Milva Trismegista, uno de los miembros más destacados de la Casa Mercere, y también cabeza de la Societas Hermética de los Milvi Antiquitatis, se encargó de adiestrar al joven Saúl en las artes de la magia y acompañándola en sus viajes por todo el mundo en búsqueda de libros antiguos con los que engrosar el cada vez más amplio catálogo de Issah 
Fue de esta manera con la que Saúl fue formándose un espíritu cosmopolita y acostumbrado a la interacción con extraños y personas de todas las culturas y credos. Su Don Gentil también ayudaba a ello y sumaba a su preclara inteligencia unas notables dotes para la comunicación que le convirtieron en un precoz seductor de jovencitas. Ligereza moral que tanto Illán de Toledo como Trismegista animaban, dada la característica laxitud moral de los Mercere, proclives de sus linajes sangúineos se perpetúen de cualquier modo.
Pero no todo eran sonrisas y aplausos en la vida de Saúl. Durante sus visitas a Harco la domus magna de la Casa Mercere a la que Milva acudía con frecuencia no era precisamente un lugar hospitalario para él ya que los otros magos y aprendices, descendientes todos de Mercere, no perdían la oportunidad de mostrar su desprecio por el extranjero advenedizo que estaba disfrutando de unos privilegios solo reservados para su selecta estirpe, y Saúl tuvo claro que, aunque se convirtiera en magus, cuando Trismegista desapareciera, se iría su única valedora, a la que nunca le iban a perdonar su excentricidad de formar a un mago extraño a su exclusivo linaje.
No es el único Magus Mercere y durante sus estancias en Aedes Saturni conoció a Arnau, un huérfano barcelonés adiestrado por la eminente Dulcia de Mercere, cuyas capacidades bien han merecido su instrucción dentro de Mercere pese a no ser descendiente de este. Saul tiene, mucho en común con Arnau y mantienen correspondencia y buena amistad.
Finalmente, Saúl se enfrentó en Harco en 1156 a su Reto de Aprendiz, superándolo con éxito al trazar magistralmente un fantástico sello salomónico que fue capaz de repeler los ataques de unos demenciales espíritus invocados para atormentarle durante el examen. El resplandor de ese sello se fijó en sus pupilas y ahora así relucen, como estrellas doradas, cada vez que hace uso de la magia. Fue por ello que adoptó el nombre hermético de Saulus Solomonis, filius Milvae Trismegistae, sequundur ex Mercere.
No quiso quedarse mucho en Harco y partió al poco de obtener su sigil hermético de vuelta a Toledo donde ya lo tenían todo para celebrar su enlace con la joven Rujama bat Abraham, hija del eminente rabí y astrónomo cordobés, Abraham Ben Daud, refugiado en Issah después de la destrucción de su alianza en Lucena por los almohades.. Su padre hacía tiempo que había arreglado el matrimonio, aunque fue continuamente pospuesto por el propio Saúl, para que este no interfiriera en sus estudios. No pudiendo postergarlo más, finalmente contrajo matrimonio en septiembre de 1156.
Rujama (Compasiva) no era una muchacha agraciada, su dote y la alianza con la familia de Ben Daud, ricos refugiados cordobeses huyendo de los almohades, era mucho más importante. Y si bien Saúl no se ha sentido nunca particularmente atraído por su esposa, ella desde el primer momento desarrolló una abrasadora pasión por él, a la que Saúl ha correspondido en la medida de lo que le imponían sus deberes maritales y su fácilmente excitable libido, pero nunca con el corazón.
Su cónyuge no obstante, está lejos de ser una esposa sumisa. Mujer igualmente instruida gracias a la labor de su padre, nunca verá bien los tratos de su marido con los idólatras, ni mucho menos, las infidelidades de las que pronto estará segura que su marido comete en el transcurso de sus numerosos viajes. Sin embargo, a pesar de la poca química entre ambos, en julio de 1157 nacerá su primer hijo, una niña, llamada Batsheva o Betsabé (hija del juramento) en honor a la madre del rey Salomón y a su propia madre, que había muerto durante el parto de su hermano menor, Josué.
Será su suegro, Abraham Ibn Daud quien introducirá a Saúl en el círculo de los eruditos de Toledo (la Escuela de Traductores) de la que Abraham es un destacado miembro. Con su sabio suegro las relaciones son mucho más fluidas que con su mujer y pronto, entre ambos surge una buena amistad. De ella y de la colaboración con la Escuela, obtendrá unos interesantes volúmenes traducidos al latín de astronomía y medicina cuyas copias entregará personalmente en Harco en 1159. En Harco, organizará el grupo o sociedad de los Milvi Anitquitates, miembros de Mercere cada vez más interesados en establecer contactos con la floreciente asociación de sabios toledanos, dedicados como ellos en el rescate y la difusión del saber antiguo y traer y difundir las obras que en Toledo se traducían por toda la Orden. Allí permanecerá durante dos años, regresando a Toledo en 1161 con nuevas artes y hechizos aprendidos.
Y así habrá discurrido esta primera parte de su vida entre idas y venidas a Harco y Toledo, llevando libros traducidos por los Traductores a los Milvi y regresando con nuevos conocimientos arcanos aprendidos. Entre viaje y viaje tendrá tiempo de engendrar dos hijas más: a principios de 1162 nacerá Ilana, que significa "palmera", aunque dado en honor a tu mentor Illán, que sigue acompañándole en sus viajes, aunque ahora esté viejo y pronto no podrá ya hacerlo. Y al año siguiente, en 1163, nacerá Abira (La Brava), que recibió ese nombre por la fiereza de su carácter ya demostrada durante lo mucho que berreaba de bebé. Ahora vuelve a estar embarazada, esperemos que por fin llegue algún varón a quien puedas llamar Salomón.
En estos años, tu padre, Tossidah, ha sufrido una apoplejía que lo ha dejado incapacitado permanentemente, y en la ausencia de tu hermano, el brillante doctor Josué, no es sino Rujama la encargada de llevar y mantener la fortuna familiar, algo que ha conseguido con notable éxito. Aunque fea y antipática, no se puede negar que es una mujer inteligente y muy competente y gracias a ello, sabes que no tienes de qué preocuparte en cuanto al sustento de tus hijas.
Sin embargo, cuando regresaste la última vez a Toledo, a principios de 1166, el asco que le infundía tu mujer te hacía imposible cumplir con tus deberes. Fue entonces cuando Rujama le ofreció un bebedizo que te ayudaría a dar la talla, y así hiciste y cumpliste,-de ahí viene este último vástago que estáis esperando- pero desde entonces ha experimentado algo terrible. Su encanto, su antaño irresistible atractivo para todos aquellos a quienes quisiera seducir se ha trocado en una especie de aversión. Ahora, las mozas le repelen y evitan y siempre que intenta cortejar a alguien recibe destemples y rechazo. Así, ahora, solo recibe las atenciones de su esposa a la que detesta -y de otras (y otros) a quienes no tocaría ni con un palo. Parece que sus días de seductor han llegado a su fin, o no, porque el vigor de su sangre, la sangre de Salomón, sigue vivo y encendido y encuentra cada vez más deseables a esas jóvenes mozas que ahora, de repente, se han vuelto esquivas y displicentes a tus dulces palabras e irresistible encanto...
En 1160, Milva su maestra regresó a Harco dejándole al cargo como biblotecarius maior. Así ha fortalecido sus lazos con los traductores de Santa Justa, adentrándose con ello en los entresijos de la iglesia toledana, pero destapando igualmente una amenaza diabólica que se cernía sobre la ciudad. El grupo de Santa Justa se convertioría en el monasterio de los Santos Cosme y Damián, resucitando uno de los cenobios más antiguos de la ciudad y gracias a Saul, serán un excelente enlace de la Iglesia toledana con la alianza.
 La anciana Galatea confiaba en él como su mano derecha, al ser el filiius de su cara amica Milva, manteniéndole en el puesto de bibliotecarius maior. Pero por propia decisión, ha sufrido una serie de experiencias que le han llamado a permanecer más tiempo en Toledo, en el estudio de su propia naturaleza divina y su conexión con los poderes celestiales. Por esta razón, renunció al cargo de bibliotecarius maior, cediéndoselo al filius de Sitt Nasim, Abu Dulaf, como era el deseo de la ambiciosa Tremere, que tras la marcha de Milva se ha convertido en la maga más anciana -y por tanto- vicerrectrix de Issah, durante las cada vez más frecuentes y largas ausencias crepusculares de Galatea. Pero dado que esta confía en tí en que seas su mano derecha, te ha otorgado el cargo de mansionarius maior, estando ahora al frente de la Casa de las Sierpes, junto a la otra familia toledana tan antigua como la tuya, los Herculánez.
Etnia
Year of Birth
1131 AD 69 Years old
Lugar de nacimiento
Toledo
Children
Belief/Deity
Judío
Otras afiliaciones


Cover image: by Montedemo

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