Aedes Saturni
EN Barcelona se encuentra la Casa Mercer más importante del Tribunal de Iberia, una alianza extensa que abarca varias estructuras a lo largo de la ciudad y el condado. La Casa Mercer de Yubal, como se la conoce, ha mantenido a lo largo de los siglos una reputación justa de mensajeros fiables y banqueros de confianza. Hoy en día son un elemento importante en la política del Tribunal, y tratan con frecuencia con los principales poderes herméticos de Iberia, al tiempo que procuran mantener un perfil bajo en el ámbito mundano para evitar posibles conflictos. Son sin duda uno de los poderes fácticos del Tribunal.
Estructura
Casi desde el principio de su existencia, Aedes Saturni se gobierna por una rígida autocracia combinada con una democracia. El concilio superior suele estar formado por los magi Mercere con el Don y el quaestor aerarii actual. Cada uno de esos magi tiene un voto, aunque el quaestor aerarii suele actuar como testigo imparcial y solo vota en asuntos relativos a las arcas comunes. Por debajo de ese concilio hay un segundo nivel formado por los magi no Mercere de la alianza, cada uno de los cuales tiene medio voto, o lo que es lo mismo, la mitad de capacidad de decisión que los Mercere con el Don. De esta manera se garantiza la pluralidad dentro de la alianza sin olvidar nunca que es una Casa Mercer y que, por lo tanto, los magi de esa Casa deben tener algo de preeminencia.
Los de praefectus praetorio y quaestor aerarii son cargos tradicionales creados hace más de cuatro siglos, cuando en el año 822 se acordó que los recursos comunes del Tribunal se trasladarían permanentemente a Aedes Saturni. El primero suele estar ocupado por un magus Flambeau encargado de proteger personalmente esos recursos. Los deberes del praefectus son proteger en todo momento las arcas comunes que se guardan en Aedes Saturni, aun al coste de su propia vida. El praefectus suele tener su laboratorio cerca de la tesorería y a menudo se encarga de supervisar sus guardias e incluso diseñar sus protecciones. Así como ocupar el cargo es un honor para el magus en cuestión, que las arcas sufran algún daño o robo es una afrenta muy difícil de limpiar en el Tribunal. Este es un título que despierta sentimientos enfrentados entre los magi de Iberia: unos lo aprecian por ser temporal y proporcionar una buena reputación al beneficiario, mientras que otros lo consideran una pérdida de tiempo (sin embargo, el título conlleva importantes beneficios económicos para la alianza de origen del magus que ostenta el cargo).
En cuanto al quaestor aerarii, suele ser un miembro de la Casa Guernicus y su papel es mucho más administrativo y, al mismo tiempo, más importante que el del praefectus, pues consiste en asegurarse de que nadie se apropia de manera indebida de ninguno de esos fondos, y de que estos son empleados tal y como se determina en cada Tribunal. Por tanto, el quaestor es al mismo tiempo gestor y vigilante de los fondos. A diferencia del praefectus, su presencia no es tan necesaria en la tesorería, que suele visitar ocasionalmente. Sin embargo, en todo momento vela por la seguridad de las arcas, pues su integridad es clave para el Tribunal. Las condiciones de elección y reelección del quaestor aerarii son las mismas que las del praefectus praetorio, como también son los mismos los beneficios en cuanto a su reputación. Mientras ambos magi ocupan sus cargos en Aedes Saturni, se les considera miembros de pleno derecho de la alianza, y como tales pueden acceder a sus recursos.
Los de praefectus praetorio y quaestor aerarii son cargos tradicionales creados hace más de cuatro siglos, cuando en el año 822 se acordó que los recursos comunes del Tribunal se trasladarían permanentemente a Aedes Saturni. El primero suele estar ocupado por un magus Flambeau encargado de proteger personalmente esos recursos. Los deberes del praefectus son proteger en todo momento las arcas comunes que se guardan en Aedes Saturni, aun al coste de su propia vida. El praefectus suele tener su laboratorio cerca de la tesorería y a menudo se encarga de supervisar sus guardias e incluso diseñar sus protecciones. Así como ocupar el cargo es un honor para el magus en cuestión, que las arcas sufran algún daño o robo es una afrenta muy difícil de limpiar en el Tribunal. Este es un título que despierta sentimientos enfrentados entre los magi de Iberia: unos lo aprecian por ser temporal y proporcionar una buena reputación al beneficiario, mientras que otros lo consideran una pérdida de tiempo (sin embargo, el título conlleva importantes beneficios económicos para la alianza de origen del magus que ostenta el cargo).
En cuanto al quaestor aerarii, suele ser un miembro de la Casa Guernicus y su papel es mucho más administrativo y, al mismo tiempo, más importante que el del praefectus, pues consiste en asegurarse de que nadie se apropia de manera indebida de ninguno de esos fondos, y de que estos son empleados tal y como se determina en cada Tribunal. Por tanto, el quaestor es al mismo tiempo gestor y vigilante de los fondos. A diferencia del praefectus, su presencia no es tan necesaria en la tesorería, que suele visitar ocasionalmente. Sin embargo, en todo momento vela por la seguridad de las arcas, pues su integridad es clave para el Tribunal. Las condiciones de elección y reelección del quaestor aerarii son las mismas que las del praefectus praetorio, como también son los mismos los beneficios en cuanto a su reputación. Mientras ambos magi ocupan sus cargos en Aedes Saturni, se les considera miembros de pleno derecho de la alianza, y como tales pueden acceder a sus recursos.
Historia
El origen de Aedes Saturni debe buscarse en el encuentro peninsular del 822, donde Priamitus de Mercere ofreció establecer la primera Casa Mercer en Iberia movido por su interés en descubrir más acerca del pasado mercuriano de la región. Le acompañaba en su proyecto uno de sus hijos, un Boina Roja mozárabe sin el Don llamado Don Šaybān. Tras discutir con los magi de la región y acordar llevar el proyecto al siguiente Gran Tribunal, ambas partes se comprometieron a comprar un gran edificio en Barcelona, en el interior de la muralla romana que delimitaba la ciudad, por entonces bajo control de la dinastía carolingia. Priamitus bautizó el proyecto con el nombre de Aedes Saturni y empezó a trabajar con su hijo para construir varios portales Mercere en la Península, a quien también encargó el primer censo de fuentes de vis después de que el Gran Tribunal del 832 aprobara su construcción.
Priamitus también era un magus con visión de futuro, y previendo que la ciudad prosperaría y se convertiría en un importante enclave comercial en el Mediterráneo, la consideró un lugar ideal desde el que los seguidores de Mercere podrían desarrollar sus labores, y no solo al servicio de la Orden. Así, en el 878, Aedes Saturni prestó una sustanciosa cantidad a Wifredo el Velloso para pagar a sus tropas en el enfrentamiento contra Bernardo de Gothia, por entonces conde de Barcelona, rebelado contra Carlos el Calvo. Wifredo acabaría convirtiéndose en el primer conde de Barcelona realmente independiente del reino franco. La nobleza barcelonesa no olvidaría la ayuda de Aedes Saturni durante décadas, pero no fue esa la única fuente de su prosperidad económica: los Mercere de Barcelona se las arreglaron para salir beneficiados de abundantes entradas del Código Periférico peninsular,empezando por «Sobre el tesoro ibérico» (899), que desde sus comienzos la convirtió en uno de los centros neurálgicos de Iberia.
A lo largo de su historia, los miembros de Aedes Saturni han participado activamente en muchas labores herméticas: han funcionado como vínculo de comunicación entre magi, han influido en la distribución de las fuentes de vis y han manipulado de forma más o menos sutil el statu quo del Tribunal. Además, en los últimos años, la alianza se ha valido en más de una ocasión de la compañía víbria de los almogávares para llevar a cabo todo tipo de incursiones, y en 1221 cerrará un importante trato con el triunviro de Salionca.
Comenzado el siglo XIII, Dulcia, la maga Mercere con el Don más anciana de Aedes Saturni, entró en el Crepúsculo Final y la sustituyó el siguiente magus más veterano de la alianza, Arnau de Sant Vicenç, oriundo de Mataró, un Mercere con el Don que aún hoy ostenta el cargo de líder de la alianza.
Priamitus también era un magus con visión de futuro, y previendo que la ciudad prosperaría y se convertiría en un importante enclave comercial en el Mediterráneo, la consideró un lugar ideal desde el que los seguidores de Mercere podrían desarrollar sus labores, y no solo al servicio de la Orden. Así, en el 878, Aedes Saturni prestó una sustanciosa cantidad a Wifredo el Velloso para pagar a sus tropas en el enfrentamiento contra Bernardo de Gothia, por entonces conde de Barcelona, rebelado contra Carlos el Calvo. Wifredo acabaría convirtiéndose en el primer conde de Barcelona realmente independiente del reino franco. La nobleza barcelonesa no olvidaría la ayuda de Aedes Saturni durante décadas, pero no fue esa la única fuente de su prosperidad económica: los Mercere de Barcelona se las arreglaron para salir beneficiados de abundantes entradas del Código Periférico peninsular,empezando por «Sobre el tesoro ibérico» (899), que desde sus comienzos la convirtió en uno de los centros neurálgicos de Iberia.
A lo largo de su historia, los miembros de Aedes Saturni han participado activamente en muchas labores herméticas: han funcionado como vínculo de comunicación entre magi, han influido en la distribución de las fuentes de vis y han manipulado de forma más o menos sutil el statu quo del Tribunal. Además, en los últimos años, la alianza se ha valido en más de una ocasión de la compañía víbria de los almogávares para llevar a cabo todo tipo de incursiones, y en 1221 cerrará un importante trato con el triunviro de Salionca.
Comenzado el siglo XIII, Dulcia, la maga Mercere con el Don más anciana de Aedes Saturni, entró en el Crepúsculo Final y la sustituyó el siguiente magus más veterano de la alianza, Arnau de Sant Vicenç, oriundo de Mataró, un Mercere con el Don que aún hoy ostenta el cargo de líder de la alianza.
Demografía
Aedes Mercurii es, ante todo una Casa Mercer y como tal, aloja a una familia de Boinas Rojas que viven aquí toda su vida, incluso después de retirarse del servicio activo, sin perjuicio de otros aspirantes que acojan. Como tal, es un lugar lleno de gentes d de todas las edades. Desde niños siendo entrenados en el oficio de Belin desde su más tierna infancia a ancianos retirados, -en este caso, Yubal, el patriarca de la familia.
Junto a los Boinas Rojas sin el Don, Aedes Mercurii ha procurado acoger a algún magi con el Don. Durante décadas fue Dulcia, del linaje de Mutans quien tenía tal puesto, pero no habiendo ningún descediente con el Don entre la familia de Yubal ni la suya propia, entrenó al joven huérfano aspirante a Boina Roja, Arnau de Sant Vicenç cuando descubrió que no solo era un joven de mucho talento sino que poseía el Don Silencioso.
Junto a los magi de Mercere, un Guernicus y un Flambeau han de residir en Aedes Mercurii asignados como quaestor aerarii y praefectus pretorio respectivamente, para custodiar y vigilar el tesoro del Tribunal de Iberia aquí despositado.
La importancia de Aedes Mercurii siempre ha atraído a otros magi de la Orden al lugar, por diferentes razones, que reciben la membresía en la alianza a cambio de que realicen trabajos o estudios que la beneficien. En la actualidad, el Buscador Filemon de Bonisagus es el beneficiario de dicho privilegio.
Además de los magi y los Boinas Rojas, las diferentes dependencias e instalaciones de Aedes Mercurii por toda la ciudad albergan un buen número de asistentes mundanos: criados, agentes, vendedores, además de escoltas para custodiar su incesante tráfico de mercaderías y los beneficios que de ellas obtienen.
Junto a los Boinas Rojas sin el Don, Aedes Mercurii ha procurado acoger a algún magi con el Don. Durante décadas fue Dulcia, del linaje de Mutans quien tenía tal puesto, pero no habiendo ningún descediente con el Don entre la familia de Yubal ni la suya propia, entrenó al joven huérfano aspirante a Boina Roja, Arnau de Sant Vicenç cuando descubrió que no solo era un joven de mucho talento sino que poseía el Don Silencioso.
Junto a los magi de Mercere, un Guernicus y un Flambeau han de residir en Aedes Mercurii asignados como quaestor aerarii y praefectus pretorio respectivamente, para custodiar y vigilar el tesoro del Tribunal de Iberia aquí despositado.
La importancia de Aedes Mercurii siempre ha atraído a otros magi de la Orden al lugar, por diferentes razones, que reciben la membresía en la alianza a cambio de que realicen trabajos o estudios que la beneficien. En la actualidad, el Buscador Filemon de Bonisagus es el beneficiario de dicho privilegio.
Además de los magi y los Boinas Rojas, las diferentes dependencias e instalaciones de Aedes Mercurii por toda la ciudad albergan un buen número de asistentes mundanos: criados, agentes, vendedores, además de escoltas para custodiar su incesante tráfico de mercaderías y los beneficios que de ellas obtienen.
Territorios
La Casa Mercer está situada en el interior de la muralla romana, cerca de la Riera d’en Malla, un pequeño curso de agua que baja de las montañas y atraviesa la ciudad para desembocar cerca de la zona del puerto. La alianza ocupa un gran edificio, no muy lejos de la iglesia de los Santos Justo y Pastor, una pequeña estructura románica intramuros con varios siglos de antigüedad.
Infraestructura
La casa de Yubal
La sede principal de Aedes Saturni está formada por un gran edificio gremial adquirido por los Boinas Rojas bajo la excusa de usarlo como centro de operaciones comerciales, y que oculta bajo tierra su auténtico propósito: por debajo del bullicioso edificio de la superficie, lleno de salas, almacenes y aposentos, se extiende una red de antiguos túneles que nace bajo un pequeño sótano y avanza a través de varios centenares de metros bajo el subsuelo barcelonés. Ahí se encuentran los laboratorios de los magi, así como la biblioteca, los almacenes, la tesorería y las salas de reuniones que usan los mensajeros de la Orden de Hermes.Aedes Saturni posee otros dos edificios en la ciudad que también forman parte de la alianza: por un lado una pequeña casa en la calle de l’Estruc (ver recuadro) y un edificio en el Kahal Jueu, el barrio judío de la ciudad. Los Mercere vigilan atentamente todo lo que ocurre en l’Estruc: son conscientes de que la gran mayoría de los que trabajan allí son mercachifles y estafadores, pero en ocasiones aparecen mercancías valiosas, incluso vis en bruto, lo que siempre llama su atención.
En cuanto al edificio del kahal, se trataba de una casa abandonada en el momento en el que la adquirieron, a causa de una trágica historia relacionada con un alquimista judío que la había habitado en tiempos. Pese a su mala fama, los Mercere descubrieron que su interior incluía un par de pequeñas lacunae y decidieron adquirirla para instalar una sucursal allí.
El edificio principal
En apariencia, el edificio principal de la alianza es la sede de una organización comercial que hace las veces de fachada para que los magi de Aedes Saturni puedan desempeñar sus actividades con tranquilidad. Muchos de los miembros mundanos de la alianza forman una estructura mercantil que negocia con otros comerciantes, proporcionando fondos a la alianza; al mismo tiempo, esa fachada evita despertar sospechas sobre lo que ocurre bajo el suelo del edificio. Allí, accesible desde un sótano, hay una antigua red de túneles y cavernas que ha sido ampliada y adaptada a lo largo de los años hasta albergar las principales estancias y laboratorios de la alianza. Toda esta red tiene auras de diferentes niveles. En las partes más cercanas al edificio, muchas de esas auras son pequeñas lacunae de baja intensidad. Las lacunae más cercanas al edificio principal tienen un aura mágica de 1 o 2 a lo sumo, y se reservan para los magi más jóvenes de la alianza o para las salas de reuniones de los Boinas Rojas.Sin embargo, el aura mágica se vuelve más fuerte y uniforme a medida que se avanza por los túneles que conducen, tras unos centenares de metros, hasta las ruinas bajo la iglesia de los Santos Justo y Pastor. La actual estructura románica de esa iglesia se erigió en el siglo IX, sobre los restos de una antigua iglesia visigótica, pero incluso antes, en tiempos de los romanos, existió aquí un templo dedicado a Mitra. Aunque hoy en día esos restos romanos no están en uso, su aura mágica aún se mantiene, y se extiende de forma consistente por los túneles, con una potencia media de 3-4. Los Mercere de la alianza expandieron durante años los túneles hasta llegar al templo antiguo de Mitra, pero aunque despejaron en parte la zona romana, casi ninguno de los magi de la alianza le da un uso habitual.
Existen varias estancias subterráneas destacables en Aedes Saturni: una es la sala de los portales, una amplia estancia de casi veinte metros de diámetro cuyo perímetro está ocupado por portales, casi una docena, muchos de ellos desactivados hoy en día. Solo cuatro funcionan ahora mismo. Tres de ellos forman parte de los portales más antiguos de Iberia:
- Primus (que conecta con Harco),
- Secundus (que conecta con Duresca )
- Quintus (que conecta con Salionca ).
- Decimus, el cuarto portal en funcionamiento, conduce hasta Porta Pandere.
En la tesorería se guardan las arcas comunes de todas las alianzas de Iberia. Se trata de una amplia cámara protegida por una robusta puerta de hierro macizo, con varias cerraduras, y que está encantada con abundantes hechizos defensivos que pueden fulminar a cualquier intruso que no pronuncie las palabras que permiten acceder a su interior de forma segura.
El tesorero de la alianza es actualmente Martí, un Boina Roja solo un poco más joven que Yubal y dotado de una memoria prodigiosa y una mente privilegiada para los números. Faustus de Flambeau también suele estar presente en la tesorería mucho tiempo, y tiene su laboratorio muy cerca.
La última estancia destacable es la biblioteca de la alianza, situada cerca de las ruinas del templo de Mitra. La parte arcana de la biblioteca está especializada en magia de Rego y Corpus, pero no es eso lo llamativo de esta estancia: a un lado, en varios anaqueles divididos en estanterías que se alargan casi hasta el techo cavernoso apenas alumbrado por las antorchas, se amontonan volúmenes antiguos, pliegos, pergaminos y tablillas grabadas, la acumulación de las notas de viaje de las diversas generaciones de Boinas Rojas que han residido en Aedes Saturni. Cualquiera que quiera conocer algún detalle sobre la historia o la geografía de Iberia durante los últimos siglos puede solicitar un permiso especial a Yubal para investigar estos documentos, siempre bajo la estricta vigilancia de uno de los Boinas Rojas.
Cabe también comentar que en el establecimiento que Aedes Saturni tiene en la calle de l’Estruc hay un pequeño armarito que contiene lo que a primera vista parecen pequeños objetos de todo tipo y condición sin ninguna relación aparente entre sí: guijarros, trozos de hueso, fragmentos de arcilla, pedazos de corteza de árbol... En realidad se trata de la colección de conexiones arcanas de la alianza, a la que recurren los magi y los Boinas Rojas cuando necesitan viajar con urgencia a algún punto. El armario, de madera robusta, no solo está cerrado con llave, sino que también está protegido mágicamente con una versión de Vestir el Hechizo que activa el hechizo La Llamada de Morfeo sobre cualquiera que abra o fuerce el armario sin antes pronunciar unas palabras específicas que solo conocen los Boinas Rojas de Aedes Saturni. Por supuesto, las conexiones arcanas están cuidadosamente almacenadas para evitar que pierdan sus vinculaciones místicas o las reemplacen por otras.
Las dependencias del Ebro
Aedes Saturni cuenta también con una construcción fuera de Barcelona, en la ciudad de Tortosa, cerca de la desembocadura del Ebro. Dicha población, que vive una época de insólita prosperidad tras ser reconquistada por el conde Ramón Berenguer IV, ve pasar ahora por las aguas del río todo tipo de mercancías y productos: metales, algodón, alumbre, seda, madera, grana, índico, especias, azúcar... La población carecía de presencia hermética mientras era Turtusha y estaba dominada por los musulmanes, pero con la reconquista, Aedes Saturni abrió un pequeño establecimiento allí, una casa de préstamos supervisada por un Boina Roja judío, Simón el Rubio, que sirve de tapadera para vigilar de cerca el comercio fluvial de la región. Además, también cuentan con algunos derechos de explotación comercial en el lugar cedidos por los templarios afines a la alianza de Victrix.
Ad triumphum er discretionem
Fecha de fundación
832
Tipo
Geopolitical, Magocracy
Sistema de Gobierno
Oligarchy
Organización a la que pertenece
Los Magi
Arnau de Sant Vicenç
Collegiata de Guernicus
Faustus de Flambeau
Filemon de Bonisagus
Yubal
El carrer de l'Estruc
La calle de l’Estruc (palabra que significa «fortuna» o «brujería» en catalán antiguo), fuera de la muralla romana de Barcelona, es conocida en toda la urbe por la presencia de adivinos, hechiceros y brujos de diferentes pelajes a lo largo de los apenas 200 metros que la forman. La calle tiene cierta mala fama, pues se cuentan ciertas leyendas bastante desagradables, pero también es lugar de visita común para los más supersticiosos, que acuden cuando sufren algún mal que no se puede remediar de forma mundana… o cuando quieren causar algún mal a otra persona. Muchos de quienes viven o trabajan en esa calle son en realidad estafadores o simplemente gente capaz de realizar trucos con los que engañar al pueblo. Sin embargo, algunos de ellos sí cuentan con alguna habilidad mágica menor, aunque precisamente estos suelen ser los menos activos. Uno de ellos es el astruc («brujo») Sacanera, un anciano dotado de habilidades curativas menores que, dicen, usa una piedra mágica negra para obrar milagros.
Comentarios