BUILD YOUR OWN WORLD Like what you see? Become the Master of your own Universe!

21: La batalla de Langwald

General Summary

Los Portadores de Talión vieron consternados y aliviados como el brazo amputado de su compañero se deshacía en cenizas y el cetro maldito caía al suelo. Mientras Patrick y Broll trataban al herido Fennec, Hellga y Aenath entraron a explorar la tétrica torre. Encontraron varias cosas extraordinarias, desde un cofre que parecía capaz de contener la corrupción del cetro hasta un estuche con el símbolo de Tonatiuh.   Cuando salieron del templo con ese estuche y estuvieron todos juntos, se abrió. Mostrando el pergamino que habían venido a buscar.   El alivio no les duró demasiado, pues empezaron a caer garrapatos desde el aire por toda la ciudad. Con rapidez se resguardaron dentro de la torre mientras acabaron con los que habían caído cerca.   En cuanto terminaron con ellos decidieron que tenían que irse de allí cuanto antes. Aenath, Hellga e Ielmae fueron a buscar las monturas. Se llevaron todo lo que pudieron de esa torre sin abrir los cofres, no podían dejar que cayera en manos pieles verdes.   Tuvieron que dar un rodeo para llegar a la orilla donde les esperaba el barco que habían contratado. Era el último día de espera y respiraron aliviados al alejarse de esas costas malditas. El viaje de regreso a El-Kalabad fue relativamente tranquilo hasta que despertó Fennec y Stroldin le increpó su falta de prudencia al tratar con objetos malditos de esa magnitud de poder.   Más tarde cuando Stroldin habló del tema con Broll , quedó manifestado que Stroldin no quería tener que perder o matar a un amigo, el era el escudo del grupo, y su deber era protegerlos.   En cuanto llegaron a su destino, cogieron el objeto que les había pedido su vecino de Nacthafen, se despidieron de su querido anfitrión y volvieron al Imperio.   Pararon en Carroburgo para ver a Galdorf Frey y dejarle en custodia del cetro de Nagash. Pero la sede había sido abandonada y no había rastro de él ni de que nunca hubiera habido algo allí. Sin más opciones volvieron a Langwald y cedieron todos los objetos que habían recuperado de la torre de Nagash a las hermanas de Sigmar.   La ciudad seguía con sus obras y la población continuaba creciendo.   Se tomaron un muy merecido baño y descansaron unos días mientras recuperaban las energías perdidas. Broll informó a los enanos del agravio vengado del árbol de las barbas y las relaciones con Nacthafen parecían seguir mejorando.   Unas semanas después entró en la sala de reuniones el matador que habían encontrado en Mordheim arrastrando a un ensangrentado bretoniano, que al recomponerse, reconocieron a su antiguo aliado de Ahlbeck.   Les avisó de que el Jinete de Khorne se acercaba a Langwald. Parecía haber seguido las instrucciones del noble de Wurzen, al cual, los Portadores de Talión le habían desbaratado los pactos que tenía firmados con un demonio.   Apenas tenían unos diez días para prepararse para la batalla.   Enviaron mensajes pidiendo ayuda a sus vecinos y aliados, pero nadie parecía responder para ayudar en la defensa de Langwald.   Pero los Portadores de Talión no flaquearon, sabían lo que verdaderamente estaba en juego.   Se prepararon para el combate.   Kira, Dioslos, Bruna y sus exploradores se dedicaron a preparar el bosque, conseguir información e intentar retrasar su avance todo lo posible. Stroldin, junto a Leonhard organizaron la infantería de su ejército junto al apoyo de un grupo de hermanas de Sigmar y de voluntarios enanos. Hellga, junto a los ingenieros a su cargo, preparó toda la artillería que había traído el grupo de Makarov. Aenath y Remoneth prepararon a la caballería. Patrick, Fennec y Broll se prepararon para apoyar a las distintas alas de la batalla según avanzara el combate.   Llegó la primera oleada de enemigos, y Dukadig rabianegra se lanzó al combate, pasando por encima de las barricadas que habían preparado, y provocando una gran cantidad de bajas él solo.   El enemigo disparó sus cañones de disformidad contra los defensores, pero Broll , Fennec y Patrick consiguieron deshacer la mayoría de los disparos mientras Aenath dirigía a la caballería para acabar con su artillería y el hechicero que les acompañaba.   Hellga dirigía los disparos desde la parte superior de la muralla limpiando grupos enteros de enemigos antes de que pudieran acercarse a las barricadas.   Pese a las bajas que sufrieron, la primera oleada fue un éxito para los defensores.   Pero la segunda oleada trajo consigo grandes guerreros, demonios, aberraciones y al propio Jinete sobre un Juggernaut.   Las salvas de la artillería dirigidas por Hellga fueron capaces de derribar al Jinete de su montura. Pero el propio jinete era capaz de convertir a sus propios guerreros en un número mayor de demonios.   El combate fue desesperado.   Parecía que estaba todo perdido cuando apareció junto a Patrick Lady Idha, que venía respondiendo a la solicitud de ayuda, pero avisando que en caso de hacerlo el destino de ambas regiones quedarían sellados. Ante la perspectiva de ver a sus súbditos masacrados, aceptó el trato. Se arrancó un colgante, provocando una pequeña tormenta e invocando un grupo de caballeros de la torre sangrienta detrás del enemigo. Sus ojos se volvieron de color carmesí y unos claros colmillos aparecieron en su sonrisa ladeada. Se lanzó al combate junto al matador mientras Patrick utilizaba un pergamino para invocar un gigantesco Vortex en mitad de las fuerzas enemigas.   Esta no fue la única ayuda que recibieron, pues por la retaguardia del enemigo apareció Ielmae junto a un grupo de guerreros del Valle de Tonatiuh para asistir a sus aliados en este momento de necesidad.   El Jinete de Khorne cayó en las llanuras de Langwald.   El precio que tuvieron que pagar en el combate fue alto. Muchas bajas por parte de la ciudad, y la noble muerte del matador, pero asestaron un golpe importante a las fuerzas del Caos en esta nueva invasión.   Langwald había vencido.   Lo que Sir Patroclo cogió como un cráter se convirtió en un nexo de razas y culturas que fue capaz de derrotar a uno de los grandes en el ejército del caos.   Cuando se estaban recuperando de las heridas sufridas apareció Teclis, acompañado de dos sacerdotisas de Isha, para prestar su ayuda en la sanación.   Teclis se reunió con los Portadores de Talión para recoger el trozo de pergamino y darles información sobre el siguiente.   Tendrían que ir al lado más oriental de las tierras oscuras. A las montañas junto a las tierras de los enanos del Caos. Allí encontrarían su siguiente pista.   ¿Cómo lo harían? ¿Quién podría encargarse de esta nueva misión? Después de todo lo que les había sucedido recientemente… ¿Estaban preparados física y mentalmente?

Rewards Granted

-10 px
Report Date
04 Jun 2020
Primary Location
Secondary Location

Comments

Please Login in order to comment!