Luxante

El luxante, denominado así por los Elfos Antiguos, significa instante de luz, y a pesar de que podría ser efectivamente el momento de mayor luz en toda Eiláar, sus habitantes piensan en el calor más que en la luz cuando hablan del luxante.

Durante la estación llamada la quema intensa, la cual dura todo el mes de trimón, justo el ciclo que marca la mitad del mes, el décimo, es al que se denomina como luxante. Ya desde secmón cada ciclo comenzó a transcurrir en completa luz, sin oscuridad, sin embargo, cuando inicia el tercer mes, el sol que ya está en el cenit, comienza a tornarse anaranjado y cada vez más grande, el calor, que lleva un mes en aumento paulatino, ahora se vuelve insoportable y la gran mayoría de habitantes de Eiláar buscan cobijo de sus rayos directos.

Para cuando llega el décimo ciclo, la luz del sol se ha vuelto rojiza y estar expuestos es una muerte segura en pocos minutos.

Manifestación

Antes del luxante

Desde el primer ciclo de trimón, el calor comienza a ser peligroso, estar expuesto durante más de medio ciclo puede generar dolores de cabeza, enrojecimiento de la piel y deshidratación leve, caminar descalzo puede generar ampollas. Muchos animales comienzan a migrar hacia lugares donde pasan el luxante estando seguros.

Los refugios subterráneos se revisan buscando que estén en buen estado, las casas se cubren de resina del vacío para protegerlas, las fuentes de agua se protegen y lentamente la gente va dejando las calles y lugares públicos con cada ciclo a medida que aumenta el calor.

Durante el luxante

Ningún animal ni criatura se expone directamente, pues podría prenderse muriendo carbonizado, algunos bosques se queman como parte de su ciclo de vida, cualquier cosecha se estropea por el calor, las casas desprotegidas se reducen a carbón durante el ciclo. Exponer la piel al sol genera ampollas casi de inmediato, los cabellos se roscan y desaparecen dejando un delgado hilo de humo, la piel ampollada se enrojece por completo, los ojos se secan y la criatura comienza a evaporar sus fluídos antes de prenderse en fuego.

La mayoría de habitantes de pueblos y aldeas crean regugios subterráneos, en los lugares más pequeños es un único espacio común que se comparte durante el luxante, están abastecidos de agua y comida para varios ciclos. La gente se resguarda del calor en su propio hogar, en su sótano o en cualquier espacio subterráneo, ya que aunque la luz directa no se reciba, el calor irradiado en la superficie puede ser fatal también.

Después del luxante

La superficie se mantiene muy caliente, pero la luz rojiza desaparece y de nuevo se va tornando naranja hasta volver a la normalidad al final de trimón. La gente puede salir de sus casas, pero protegidos con atavíos largos, para evitar las ampollas y el enrojecimiento de la piel por la luz directa, algunos pueblos y las ciudades tienen espacios abiertos a la sombra para permitir la reactivación del comercio.

Las aguas de rios y arroyos vuelve a tener una temperatura soportable, y se comienza a usar para enfriar la tierra, calles, tejados y todo lo que se encuentra expuesto. Los hogares protegidos con resina del vacío son revisados en caso de que ésta deba cambiarse antes del próximo luxante.

Calles vacías de una ciudad en trimón, cerca del luxante. by MJ

Efectos

El luxante hace parte de la cotidinaidad en Eiláar, por lo que sus habitantes ya están acostumbrados a él, sin embargo, al ser un suceso tan peligroso y periódico, ha moldeado la cultura, geografía y hasta las costumbres de las gentes de Eiláar.

Culturales

Remotos lugares mantienen a sus habitantes a cierta distancia de su hogar, pues los viajes que tarden más de dos meses en hacerse se convierten en peligrosos por la amenaza del luxante. Esto hace que en muchas partes, en campo abierto, existan refugios subterráneos usados por caminantes o por migrantes buscando llegar más lejos que sus ancestros.

En muchos lugares se han creado juegos para entretener a la población durante el luxante, principalmente a los niños, en algunos regufios se esconde comida y ropa ligera para que las personas las busquen como parte de matar el tiempo durante el caliente ciclo.

Geográficos

Casi la totalidad de plantas salvajes de Eiláar están adaptadas a sobrevivir al luxante, algunas llevando sus reservas de agua a sus raíces, perdiendo todas sus hojas y parte de sus ramas, otras pereciendo como individuos, pero resurgiendo como especie en los próximos meses. Aún así, algunos lugares se han vuelto yermos desprovistos de toda vida debido a la falta de agua, cambios en el clima o acciones de personas que han desbalanceado el equilibrio natural, permitiendo que unos pocos luxantes conviertan el lugar en un desierto.

Ciertos lugares han sido formados por el propio luxante, tal es el caso de las Montañas púrpura, las cuales están hechas de un metal que se torna de un morado intenso desde mediados de secmón, y en los luxantes se va derritiendo lentamente, formando un paisaje que asemeja a una pintura al encontrarse el metal de dos montañas en los valles que forman.

¿Qué leer ahora?