Hadas Moras
Se trata de seres mágicos, en ocasiones princesas moras hechizadas por sus padres y, en otras, espíritus feéricos o viejas divinidades de la naturaleza que han renovado su papel, adoptando el que las nuevas historias les ofrecen en la mitad sur de Spania.
Pueden transformarse en el animal o persona que deseen —aunque prefieren defenderse como serpientes gigantes—, cuidan de animales con propiedades mágicas, hilan y tejen mantos maravillosos y gustan de bailar juntas en las mañanas de San Juan, aunque a diferencia de las criaturas del norte, las hadas moras no atraen a los hombres para devorarlos, sino muchas veces simplemente para gastarles bromas más o menos pesadas y para reírse de ellos.
Apariencia
Pueden adoptar múltiples formas, pero su favorita es como damas resplandecientes, vestidas con largas túnicas vaporosas y peinándose lánguidamente unos largos cabellos rubios con peines de oro.Naturaleza
Así es que, como las mouras gallegas, las xanas asturianas o las laminak vascas, gustan de aparecer por la noche en el umbral de las cuevas que les servían de moradas —aunque también pueden aparecerse en pozos, simas y arroyos—, vestidas con túnicas resplandecientes y peinándose lánguidamente unos largos cabellos rubios con peines de oro.Pueden transformarse en el animal o persona que deseen —aunque prefieren defenderse como serpientes gigantes—, cuidan de animales con propiedades mágicas, hilan y tejen mantos maravillosos y gustan de bailar juntas en las mañanas de San Juan, aunque a diferencia de las criaturas del norte, las hadas moras no atraen a los hombres para devorarlos, sino muchas veces simplemente para gastarles bromas más o menos pesadas y para reírse de ellos.
Comentarios