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Spania

TAMBIÉN llamada Iberia, al-Andalus o Hesperia, España es la amplia península en el extremo sudoeste de Europa y el límite occidental del mundo conocido; está rodeada por el mar Mediterráneo y el Océano, uniéndose al resto del continente por el noreste, con los Pirineos como sello montañoso de dicha unión. Es una de las tres grandes penínsulas del sur de Europa, junto a la itálica y la helénica y mide aproximadamente 596 740 km². Tradicionalmente se ha establecido la frontera de la península en los Pirineos, si bien el istmo se encuentra situado en la línea recta que une el punto central de los golfos de Vizcaya y León —entre las respectivas costas de las ciudades de Bayona y Narbona —, quedando por tanto comprendida una franja al norte de los Pirineos dentro de la Península.
Hispania es uno de los frentes donde contienden La Cristiandad y El Islam desde que a principios del siglo VIII, los sarracenos invadieran el Reino visigodo de España, haciéndolo caer. Los núcleos de resistencia acabaron convirtiéndose en reinos independientes que han prosperado árduamente hasta repartirse la mitad norte de la península: Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón. La mitad sur la constituyen las tierras del Islam, actualmente bajo el dominio del Califato de los Unitarios.

Geografía

Históricamente, se ha denominado Hispania, Iberia o Hesperia al territorio continental situado «más allá» de los Pirineos, si bien eso es un mero punto de vista, ya que desde Hispania se considera Galia lo que está más allá de los Pirineos, constituyendo esta barrera montañosa una tierra de nadie entre ambas regiones. Físicamente, el núcleo de la península la forma un extenso e irregular altiplano central que ocupa más de la mitad de su superficie total, atravesada por los valles de tres de los grandes ríos hispanos: Durio, Tajo y Anas, que desfilan horizontalmente hacia el Atlántico, enmarcados por repectivas líneas de montañas que delimitan sus valles. Los otros dos grandes ríos: Ibero y Betis, conforman sendos amplios valles al NE y al SO, respectivamente, y a su vez están delmitados por los dos mayores sistemas montañosos de Hispania: los Pirineos, al Norte y la Oróspeda al Sur.
La península tiene unas 622.918 km2 incluyendo la parte sur del istmo que le corresponde. Dentro de sus límites geográficos se encuentran los cinco reinos cristianos: Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón, en la parte norte, y el dominio del Califato Unitario sobre la mitad meridional. Las islas baleares son la sede de un reino sarraceno dedicado a la piratería, en continua pugna con los Unitarios. La franja ultrapirenaica del Istmo está ocupada por tierras del ducado de Aquitania y del condado de Tolosa.
Por el sur, la península está separada de África (Califato de los Unitarios) por el Mar Mediterráneo (que en esta zona se denomina Mar Hispánico) y el océano Atlántico, siendo el estrecho de las Columnas de Hércules el límite entre ambos. El punto más alto es el Monte Solario, de 3478 m. El río más largo es el Tajo de 1007 kms.
El geógrafo griego Estrabón, hablando de la península la comparó con una piel de toro.
Iberia... se parece a una piel tendida en el sentido de su longitud de occidente a oriente y en el sentido de su anchura del septentrión al mediodía.
Su centro geográfico se sitúa en las cercanías de Toledo, al norte de dicha ciudad, no en vano la capital histórica de todo el territorio.
Su topografía tiene como principal característica que la mayor parte de su superficie está configurada como un altiplano, con ligera pendiente hacia poniente; esta tiene una altura media de seiscientos metros sobre el nivel del mar; en torno a ella se configuran una serie de regiones limítrofes que la borden, usualmente con un perfil abrupto, conformando una suerte de caparazón montañoso. El litoral, por lo tanto, tiende as er rocoso, con acantilados al norte, nordeste, noroeste y sureste, siendo más suave la mayor parte del litoral oriental y meridional.
Puntos cardinales:
  • Extremo norte: Estaca de Bares, en Galicia
  • Extremo sur: Punta de Tarifa, en Bética
  • Extremo oeste: Cabo de la Roca, en Lusitania
  • Extremo este: Cabo de Creus, en Catalonia
Los geógrafos clásicos han querido ver una relación entre las provincias romanas de Hispania y las regiones naturales que configuran. Esto es cierto en parte, especialmente cuando los reyes visigodos ajustan la división provincial a la realidad física del territorio, creándole más provincias, y reorganizan estas desvinculándolas de Roma y centrándolas en Toledo, pero sin llegar a poder identificar plenamente naturaleza y política, dado que el rico relieve hispano impone una realidad geográfica muy compleja, y el reino unificado de Spania no duró tanto.
Estas son las XVIII regiones naturales hispanas.
  • I. GALAICA: que comprende toda la Galicia actual y el condado de Portucale, hasta el Duero (correspondiéndose exactamente con la antigua provincia romana de Gallaecia. Está formada por un macizo de terrenos arcaicos y graníticos, sometido a la erosión desde muy viejos tiempos. Parte de sus costas se hunde en el mar originando las bellísimas rías. El clima es marítimo y muy lluvioso: el más lluvioso de Hispania. La vegetación es la propia de los bosques boreales, como en la Europa central. Es un país brumoso, de prados permanentes, de paisaje de suaves líneas, superpoblado.
  • II. ASTÚRICA: Se corresponde con la provincia visigótica, que abarca comprende el Monte Vindio hasta Sabaria. Es un país muy montañoso constituido por terrenos primarios, abundantes en roca carbonífera. Su clima, húmedo, su temple suave, explican sus bosques boreales, sus prados permanentes, y su rica ganadería.
  • III. HERMINIA: Es el núcleo de terrenos primarios formados por la continuación hacia el Oeste de los Montes Carpeto-Vetónicos, los Montes Herminios, que quedan encerrados en el medio de una región perforada por erupciones graníticas. Región de muy natural individualidad por su geología y morfología, y una transición entre Galicia y las tierras del sur.
  • IV. CARPETANA, o Carpeto-Vetónica: La constituyen las sierras que se extienden desde la Idubeda hasta el valle tectónico del Alagón. Es una región muy natural, que integran terrenos arcaicos, primarios y enormes erupciones graníticas. Región de alturas (Somosierrra, Guadarrama, Gredos) de clima extremado y seco, explicación de la vegetación mediterránea que la viste (matorral, encinar), con excepción de la flora alpina de sus cumbres. Región poco poblada.
  • V. ORETANA: comprende los Montes Oretanos y casi todo el conventus Emeritense de la Lusitania, siguiendo el irregular transcurso del río Anas Forman sus suelo, orientados de NO a SE, los arrasados pliegues de esta vieja cordillera arcaica, aquí apenas cubiertos por depósitos fluviales de los ríos afluentes del Anas en cuyo seno nacen. orientados de NO a SE. El clima es árido, seco, extremado, da cuenta de su franca vegetación mediterránea, ya de matorral, jarales, tomilleras, romerales, ya de monte alto (encinas, alcornoques). La población, escasa, concentrada en grandes núcleos.
  • VI. MARIANICA: el propio borde meridional de la Meseta, extendiendose a lo largo de borde sur del valle del Guadiana hasta asomarse al Océano. La interrumpe abruptamente el propio lecho del Guadalquivir, que trunca los pliegues antiguos. Es muy semejante a la anterior, si bien si bien aún más despoblada y árida, y con una enorme diversidad de su relieve.
  • VII. CAMPOS GÓTICOS: corazón del altiplano norte atravesado por el Durio, cuyos depósitos y aluviones los ha hendido la erosión en valles y páramos. La región carece de montañas: dominan las amplias llanuras y los páramos amesetados, constituidos por arcillas, yesos y calizas. El clima es mediterráneo seco. Su vegetación, de matorral, de monte (encinares) y aún esteparia. Población reducida y distante.
  • VIII. ESPARTARIA: Bajo el arco que forman la Idubeda y la Carpetania, se encuentra una erosionada región de extensas llanuras (La Sagra, La Mancha) y páramos en meseta (La Alcarria). Clima mediterráneo, extremado seco. Vegetación, en gran parte esteparia, sirviendo de tránsito a las estepas del sureste.
  • IX. VASCONIA: queda compuesta por un manchón de terrenos antiguos extendidos al E. del Monte Vindio hasta enlazar con los Pirineos, formando un arco amesetado de tierras agrestes, afiligranado tan hondamente por la erosión que ha contribuido al aislamiento secular de sus habitantes. País de clima marítimo, brumoso, suave, explicación de la hondura espiritual de su paisaje. Vegetación de los bosques boreales, con prados, robles, brezos. Región muy poblada y de muy original carácter. Corresponde íntegramente con la provincia visigótica de Cantabria.
  • X. PYRENAEICA: La barrera norte de Hispania. País de alta montaña, poco poblado, clima y vegetación alpinos, numerosos valles glaciares y cumbres montañosas salpicadas de pequeños lagos glaciares.
  • XI. CATALONIA o Gothalaunia: se constituye con la cordillera del Monte Signo que entre Berga, Igualada y Vich se extiende, y los ríos al norte del Ebro que desembocan en el Mediterráneo. Clima vario, con predominio del mediterráneo. Si la vegetación es reflejo del clima, también la mediterránea prepondera, especialmente el matorral (garrigues): Bastante poblada y aún mucho más los aluviones y pequeños deltas de la costa.
  • XII. HIBERIA: Valle del Ebro, entre los Pirineos y la Idubeda. Es la fosa tectónica del Ebro, una cubeta rellena por los depósitos fluviales. Clima muy extremado, subdesértico, del cual es consecuencia su vegetación esteparia (estepa cesaraugustana). Estas razones bastan a concretar la población en los lugares de regadío; los sitios secos y áridos se despueblan formando parajes desiertos tórridos en verano y gélidos en invierno, azotados por un viento seco y frío del Norte: el Cierzo.
  • XIII. IDUBEDA o Celtiberia: Extenso país de tierras altas que sirve tanto de borde meridional al valle del Ebro como de límite oriental a la Meseta. Es un patente país de altiplanos (impropiamente llamadas Sierras o Serranías) del borde Nordeste de la meseta, salpicado de montañas prominentes que emergen del páramo como de un mar pétreo. País de clima extremado, muy frío en el invierno -con los inviernos más fríos de la Hispania-, y una oscilación anual semejante a la siberiana. Extensos pinares, de la Demanda a la Serranía de Cuenca cubren el país. Muy despoblada. La rudeza de la vida explican el infanticidio y parricidio.
  • XIV. AURARIOLA o Contestania-Edetania: Se forma donde interfieren los pliegues de la Idubeda y los de la Orospeda, en un arco de estribaciones montañosas por donde se derrama, en fajas paralelas, el borde oriental de la Meseta de Espartaria hacia el Mediterráneo. Clima, vegetación y cultura son, por excelencia, mediterráneas, como la luz, el arte y el espíritu. Está regada por los ríos mediterráneos al sur del Ebro, de caudal irregular e ímpetu excavador, destacando el Sucro y el Thader. La aridez, la sequedad explican el regadío y su regimen profundamente original: los rojos aluviones de la costa (dominio de las huertas (de Valencia, de Denia, de Gandía, etc.), con cultivos que son en riqueza y en técnica, los primeros de Hispania. La porción interior aparece tan despoblada como la Meseta, pero la costera está superpoblada. Se corresponde enteramente con la actual demarcación de al-Sharq, por lo que a menudo se llama a estar región, simplemente: el Levante.
  • XV. BÉTICA: es la depresión del Bétis en planicie. Su clima mediterráneo es algo más lluvioso que la Meseta, pero famoso también por sus sofocantes calores estivales, potenciados por la humedad del océano y del río. Vegetación en especies adaptadas a las pocas precipitaciones, semejante a la del Norte de África. En el matorral domina el palmito. Concentrada la población en grandes centros: dominio de la gran propiedad y el urbanismo más antiguo de Hispania.
  • XVI. ORÓSPEDA o Bastetania: Imponente borde sudoriental de la meseta interior que alcanza las mayores alturas de Hispania. Abarca las Sierras que integran la Orospeda ("la montaña que corta el llano"), formado por pliegues orientales en el sentido SW a NE. Clima seco, especial y extremadamente en su porción oriental. Poco poblada.
  • XVII: LUSITANIA: Extensa llanura litoral alargada frente al Atlántico con centro en el valle final del Tajo, que el río inunda en su desembocadura formando un amplio estuario casi cerrado en su salida al Océano. Región soleada refrescada por los vientos oceánicos que le aportan humedad.
  • XVIII. BALEÁRICA: Las islas Baleares frente a la costa Mediterránea, de la cual son una extensión de su paisaje y relieve. Las constituyen dos grupos de islas de tamaño irregular: las Gymnesias al N. y las Pityusas al S.
 

Fauna y flora

Flora

La flora de Hispania, por sus condiciones geográficas, es una de las más ricas y variadas de toda Europa, destacando por su diversidad y la exclusividad de sus especies. Al estar situada en una importante vía de paso entre África y Europa, se ha visto enriquecida con la llegada, según los cambios de clima, de plantas tanto esteparias como nórdicas, muchas de las cuales han logrado mantenerse gracias a la diversidad de medios que existen en las cadenas montañosas que les permiten subir en altitud conforme el clima se ha ido haciendo más cálido, o descender si se vuelve más frío.   Las comarcas atlánticas y pirenaicas conectan con la flora típica del resto de la Europa septentrional, que también podemos encontrar en puntos elevados de las regiones meridionales. Una vegetación representada por bosques de robles, fresnos y avellanos en los suelos más frescos y profundos. Las montañas se caracterizan por la presencia de hayas y abetos.   Las comarcas mediterráneas presentan una flora más adaptada a la sequedad, con la presencia de encinares asociados con laurel y plantas aromáticas, que se sitúan en las crestas y laderas más cálidas.   El aprovechamiento por el ser humano a través de lo siglos ha trasformados muchos de estos bosques en prados  

Fauna

Presentea igualmente una amplia diversidad debida a : la posición geográfica de la península, entre el Atlántico y el Mediterráneo y entre Africa y Europa; la gran diversidad de espacios y parajes, consecuencia de la variedad de climas y regiones bien diferenciadas.   Entre los grandes carnívoros destacan dos especies emblemáticas: el oso pardo, particularmente abundante en el norte, y el lobo, extendido a todo el territorio. El lince es el felido más emblemático. Muy numerosas son las poblaciones de gato montés, de zorro rojo y tejones, turones y comadrejas. Algo menos numerosas son las nutrias, martas y garduñas, así como las ginetas y los meloncillos (mangosta)   Los herbívoros están representados por especies bastante extendidas, como algunos cérvidos: ciervo, gamo y corzo. Numerosas en el perfil montañoso de estas tierras son las cabras montesas. Los rebecos se pueden encontrar en los reductos pirenaicos. Probablemente el herbívoro más extendido sea el jabalí.

Historia

Hesperia

Celtiberia

Hispania

Al-Ándalus

El emirato omeya

El reino de al-Ándalus
Emires Años
ʿAbd al-Raḥmān I El Sacre de Qurays 756-788
Hišām I El Piadoso 788-796
Al-Ḥakam I El Borracho 796-822
ʿAbd al-Raḥmān II El Grande 822-886
Muḥammad I El Defensor 852-886
Al-Munḍir 886-888
ʿAbd Allāh Abu al-Nasir 888-912
El príncipe omeya ʿAbd al-Raḥmān I (de pelo rubio y llamado por los cronistas el Sacre de Qurayš) escapó de Bagdad tras el golpe de Estado del clan de los ʿabbāsíes y se refugió en el norte de África entre los miembros de su familia materna. Desde allí buscó aliados en la Península para hacerse con el poder de Córdoba (que era una provincia dependiente de Bagdad), por entonces gobernada por el emir ʿabbāsí Yūsuf al-Fihrī. ʿAbd al-Raḥmān consiguió los apoyos que necesitaba gracias a los caudillos de los ejércitos sirios (aŷnād)11 que dominaban regiones como Jaén, Sevilla, Algeciras y Elvira, y que antaño habían servido a los omeyas (de ascendencia siria). Con su ayuda, el Sacre de Qurayš derrotó al emir ʿabbāsí de Córdoba y fundó las bases del gobierno omeya en Spania. ʿAbd al-Raḥmān I no quiso reconocer el poder califal de los ʿabbāsīes, pero tampoco quiso reclamar el califato para no desafiar al califa de Bagdad. Por eso se proclamó príncipe independiente y, una vez asentado en el poder, tuvo que hacer frente a una gran diversidad cultural conformada por árabes, beréberes, muladíes, mozárabes y judíos, con los que tuvo que lidiar para que respetaran su autoridad. Aunque los árabes eran una minoría, ocupaban los puestos de mayor responsabilidad en los órganos de gobierno y dirigían las regiones fronterizas de al-Ándalus. Los beréberes conformaban el grupo más numeroso (pues habían constituido el grueso de los ejércitos durante la invasión de Iberia en el 711) y se dedicaban a la agricultura. Además, los árabes los trataban con desprecio, pues se consideraban superiores a ellos. Los pobladores nativos que se habían convertido al islam eran llamados musālim. Al igual que los beréberes, eran despreciados por los árabes. Con el tiempo, los musālim llegaron a ser más numerosos que los beréberes, ya que sus hijos, los muwalladūn (muladíes), nacían siendo musulmanes.
Otro de los grupos con los que tuvo que tratar ʿAbd al-Raḥmān fueron los cristianos que vivían en al-Ándalus, denominados mustaʿribūn (mozárabes) por los musulmanes, los cuales seguían profesando su religión y no eran hostiles a los musulmanes. Con el tiempo acabaron utilizando el árabe como lengua materna y adoptando muchas de sus costumbres. Por último, y como grupo más minoritario, estaban los judíos.
ʿAbd al-Raḥmān I también tuvo que demostrar su fuerza sofocando las numerosas amenazas que surgieron a lo largo de su reinado, siempre apoyándose en los efectivos de los aŷnād sirios. Sus ejércitos lucharon contra los cristianos del reino de Asturias, se enfrentaron a los francos, tuvieron que doblegar a las poderosas familias muladíes de la cuenca del Ebro, aplastaron a los partidarios de los ʿabbāsīes, a los caudillos árabes de las regiones fronterizas y lucharon y triunfaron sobre los beréberes (que se sublevaron de forma reiterada en Toledo y Mérida).
El primer emir omeya de al-Ándalus no solo fue un gran estadista, sino también un cultivado hombre de letras. Durante su reinado utilizó la poesía como medio para instruir deleitando sobre los valores e ideales de su gobierno; los panegíricos eran la más importante de las propagandas políticas (su panegirista fue el primer poeta andalusí, Abū-l-Majšī). Así, desde ʿAbd al-Raḥmān I, la familia omeya andalusí fomentó, además de la importación, copia y confección de libros (en contacto siempre con el oriente árabe), la creación de bibliotecas.
ʿAbd al-Raḥmān I fue sucedido por su hijo, Hišām I. Hišām pasó a la historia como un hombre santo, el cual siempre vestía de forma humilde y con prendas sencillas. Durante su reinado pasó mucho tiempo entre los enfermos de los arrabales de Córdoba, más allá de las murallas de la ciudad, a los que dispensó sus cuidados con el tesoro del Estado. Salvo por las revueltas iniciales a las que tuvo que enfrentarse al ascender al trono, su corto reinado fue próspero y pacífico, tal y como había pronosticado el magus de la corte, Al-Ḍabbī. Durante su mandato revistió a Córdoba de cultura, mandó reconstruir el puente romano de la ciudad y llevó el ŷihād contra los reinos cristianos.
El hijo de Hišām I, Al-Ḥakam I, sería recordado como el más sanguinario y déspota de los omeyas. Dicen que sentía gran pasión por la bebida, aun estando prohibida por el Corán (la abundancia de viñedos de al-Ándalus siempre fue una gran tentación para toda la clase dirigente del país), y por ello le apodaban «el Borracho». Al-Ḥakam I utilizó como jefe de los ejércitos de Córdoba a su protegido, el godo y cristiano Rabí ben Teodoulfo, y aumentó considerablemente las fuerzas mercenarias creadas por ʿAbd al-Raḥmān I. Para su protección personal se rodeó de una poderosa guarda eslava a la que llamaban «los mudos», pues no sabían hablar árabe. Durante su reinado, subió los impuestos y reprimió con dureza todas las rebeliones del pueblo, de entre las que se pueden destacar las siguientes:
  • la revuelta del arrabal de Córdoba, en la que beréberes y muladíes reclamaban igualdad ante los árabes, que se consideraban superiores y con más derechos. Fue sofocada por orden del emir y ejecutada por Rabí ben Teodoulfo. El arrabal fue arrasado, se ejecutó a más de 3000 cordobeses y fueron deportadas cientos de familias (las crónicas hablan de un cuarto de la población de Córdoba) a Fez, Alejandría y la isla de Creta;
  • un intento de golpe de Estado. El asalto fue neutralizado y castigado con más de 70 crucifixiones (el derecho islámico heredó esta pena capital del derecho romano
  • la rebelión de Toledo, capital de la Marca Media. Las continuas insurrecciones de Toledo por su lucha con el poder central de Córdoba terminaron con el nefasto Día de la Hoya o Jornada del Foso.
Cuando Al-Ḥakam I nombró sucesor a su hijo ʿAbd al-Raḥmān, resolvió acabar con el remanente del poder visigodo que quedaba en al-Ándalus para garantizar la sucesión en el gobierno de los omeyas. Por eso le regaló a su hijo la cabeza de su antiguo protegido y comandante de sus ejércitos, el godo Rabí ben Teodoulfo. Al-Ḥakam I también invitó a la corte de Córdoba al poeta Ziryab, lo que permitió que entraran en al-Ándalus las influencias poéticas de Persia, el ajedrez y el juego del polo.
Con la llegada de ʿAbd al-Raḥmān II (uno de los diecinueve hijos de Al-Ḥakam I) al trono, y tras sofocar su padre todas las insurrecciones que habían desafiado el poder central de Córdoba, la dirección del gobierno de al-Ándalus cambió y dejó de ser expansionista. Su reinado gozó de cierta estabilidad y propició el arraigo de las costumbres orientales que había traído Ziryāb, así como de las investigaciones del genial ʿAbbās ibn Firnās.
Entre los cortesanos que le sirvieron destacó el influyente muladí y jefe de los eunucos, Abū-l-Fath Nasr, que murió cuando el emir le ordenó beber el veneno que había mandado preparar para él (el muladí estaba implicado en una conspiración por la sucesión al trono y la esclava cantora, literata y amanuense Qalam (del árabe, «cálamo»), educada en la escuela de Medina y de origen vasco.
A pesar de la estabilidad de su gobierno, ʿAbd al-Raḥmān II tuvo que hacer frente al movimiento de los mártires voluntarios y, en ámbito internacional, se enfrentó a los ataques de los vikingos escandinavos, para lo que mandó construir una red de atalayas a lo largo de toda la costa andalusí.
De sus más de 100 hijos, su hija Bahaʾ (del árabe, «esplendor ») llevó una vida ascética consagrada a la copia de Coranes, los cuales devenían habices. ʿAbd al-Raḥmān II también mandó construir la mezquita de Sevilla y aprobó la creación y reconstrucción de los antiguos acueductos romanos de Córdoba para abastecer de agua a la capital.
Muḥammad I, hijo de ʿAbd al-Raḥmān II, tuvo que enfrentarse a constantes revueltas y rebeliones de muladíes y mozárabes: su reinado marcó el inicio de la crisis del emirato independiente de Córdoba. Aunque doblegó a los Banū Qasī de la Marca Superior y a los rebeldes de Toledo de la Marca Media, no pudo con los muladíes de la Marca Inferior ni con el gobierno semiindependiente de Sevilla. Para empeorar la situación, las revueltas surgidas en las sierras malagueñas y lideradas por el muladí ʿUmar ibn Ḥafṣūn terminaron de desestabilizar el emirato omeya.
Muḥammad I creó los ribāṭ (edificios, a la vez militar y religiosos, construidos en puntos estratégicos para la defensa de las fronteras y donde había una guarnición y un cierto número de devotos que se sometían libremente al servicio militar para ganar los méritos que van parejos al ŷihād) de Majrīṭ, Talamanca y Peñafora, e importó tecnología persa y bizantina para construir armas de asedio con las que combatir a los reinos cristianos del norte. Además, según las crónicas, en su reinado reunió la biblioteca más grande de toda Córdoba.
El breve reinado de Al-Munḍir, en una Córdoba asfixiada por el aumento de los poderes locales, estuvo marcado por las luchas internas y la guerra contra el rebelde Ibn Ḥafṣūn, a quien, como su padre, tampoco pudo derrotar. Al-Munḍir murió envenenado por su médico en el asedio de Bobastro, según dicen, a instancias de su hermano (y siguiente emir) ʿAbd Allāh. Con su muerte se aceleró la desintegración del Estado omeya.
Durante su reinado, ʿAbd Allāh tuvo que hacer frente a rebeliones generalizadas que causaron la pérdida del control de todos los territorios musulmanes (Córdoba era la única kūra bajo el dominio omeya) y que fueron aprovechadas por Alfonso III de Asturias para consolidar su gobierno en Asturias. Con la finalidad de forjar alianzas con los reinos cristianos, ʿAbd Allāh contrajo matrimonio con Onneca Fortúnez, hija del rey de Pamplona, Fortún Garcés.
En su vejez, ʿAbd Allāh vivió presa del temor a ser asesinado, por lo que encerró y condenó a muchos de sus familiares. A su muerte, la mayor parte de al-Ándalus había escapado del control omeya y el califato fāṭimí se había establecido en el Magreb, dificultando aún más las cosas para la dinastía que se había asentado en Spania hacía más de 150 años.
Los reinos cristianos durante el emirato
Durante el emirato de al-Ándalus (756-912) existieron los siguientes reinos cristianos en el norte de la Península, los cuales se vieron obligados a pagar tributos a Córdoba y vivieron acosados por sus aceifas estivales, a las que Alfonso II de Asturias pudo poner freno. Más tarde, con la crisis del emirato, los monarcas cristianos expandieron sus fronteras hacia el sur, mermando el poder de las Marcas y limitando el de la propia Córdoba.
Reinos Años
Reino de Asturias 756-912
Reino de Pamplona 824-912
Reino de León 910-912
Reino de Galicia 910-912
El reino de Asturias nace gracias a la revuelta del noble visigodo Pelayo que consigue unir a los Astures en Batalla de Covadongaaunque no será Pelayo ni sus descendientes, sino Alfonso I el primer rey de Asturias, en el 739, quien conseguirá extender su dominio sobre buena parte de la cornisa cantábrica. Sus sucesores, particularmente, Alfonso II y Ramiro I, extenderán el reino hasta Vasconia y Galicia aprovechando las periódicas etapas de debilidad del emirato de al-Andalus.
El reino de Asturias comenzó a perder poder paralelamente al afianzamiento del emirato de Córdoba y su paulatina desintegración propició la aparición del Reino de Pamplona bajo el gobierno de las familias Íñigo y Jimeno (Córdoba creó y destruyó alianzas con este reino numerosas veces durante la dominación omeya de al-Ándalus), y los condados de Aragón, Castilla, León, Portucale y Álava, a cuyo mando se pusieron poderosas familias de nobles con más influencia que el propio monarca y con potestad sobre la sucesión de la corona asturiana (según el derecho godo)
Sin embargo, el periodo de inestabiliad al final del emirato cordobés, a finales del siglo IX coincidió con el fuerte reinado de Alfonso III de Asturias (llamado Hispaniae rex). Alfonso liberó decenas de plazas del poder musulmán y desplazó hacia el sur la frontera cristiana, fijándola en la línea del Duero y afianzando las poblaciones de los terrenos conquistados. Además, potenció el poder de la corona sobre la nobleza al vincular a los propietarios de la tierra a la monarquía. Alfonso también consiguió un importante hito al derrotar a los ejércitos sublevados del príncipe omeya, Ibn al-Qitt, en el llamado día de Zamora durante la crisis del emirato.
Sin embargo disensiones internas con la nobleza forzaron a Alfonso III a dividir el reino entre sus hijos, escindiendo Asturias de las tierras leonesas. El reino de Asturias acabó siendo gobernado por Ramiro II de León (cuya monarquía pudo hacer hereditaria), que también llegó a gobernar sobre el reino de Galicia de forma intermitente, manteniendo siempre la capital en León.
Desde entonces la ventura del reino de Asturias ha seguido la suerte del Reino de León al que permanece vinculado, a pesar de algunos intentos de recobrar su autonomía o independencia en el siglo XII.
Por otra parte, la influencia de los francos (del Imperio carolingio) de Provenza acabó por desaparecer en el Pirineo aragonés y los condados catalanes consiguieron independizarse de ellos al hacer hereditarios sus títulos (el último conde de Barcelona que rindió homenaje a los reyes francos fue Wifredo II Borrell).

El Califato Omeya

El siglo de oro de al-Ándalus en el que la Spania musulmana alcanza su cenit político, económico y cultural, convirtiéndose en el estado hegemónico de Occidente. Durante este periodo hubo tres califas omeyas hasta la guerra civil o fitna.
Califas Años
ʿAbd al-Raḥmān III 912-961
Al-Ḥakam II 961-976
Hišām II 976-1013
La palabra califa (en árabe, jalīfa) significa «lugarteniente» y se aplica al sucesor del Profeta en sus poderes temporales (pero no espirituales): el califa es el líder de los musulmanes (imām), el encargado de transmitir la Ley y el jefe supremo del ejército.
El gobierno de los califas omeyas trajo una gran estabilidad económica y social a al-Ándalus. De hecho, durante los reinados de ʿAbd al-Raḥmān III y Al-Ḥakam II se produjo el mayor número de conversiones cristianas al islam en Spania.
Abd al-Rahman III y la instauración califal
ʿAbd al-Raḥmān III fue el octavo y último emir, y también el primer califa de al-Ándalus. Era nieto del emir ʿAbd Allāh e hijo de una concubina cristiana de origen franco. Tenía los ojos de un profundo color azul y el pelo rojo, aunque siempre lo llevaba teñido de negro para ajustarse al arquetipo árabe de su dinastía. Cuando llegó al trono con veintiún años, al-Ándalus estaba sumido en una guerra civil, la nobleza árabe intrigaba contra el poder central, los señores de las Marcas se habían sublevado, habían surgido numerosos focos de discordia, avivados por falsos profetas, el reino pasaba por una terrible crisis financiera y el califato fāṭimí se había asentado en Ifriqiya (Túnez) y amenazaba desde las costas norteafricanas con expandir sus territorios en la Península.
De todos los peligros a los que tenía que enfrentarse, los fāṭimíes eran el peor y, para evitar que sus ejércitos cruzaran el estrecho, mandó fortificar las ciudades costeras de al-Ándalus y el centro naval de Algeciras. Además, para frenar la expansión de la heterodoxia afín a la ideología fāṭimí en Spania, mandó perseguir a los masarríes (seguidores de Ibn Masarra) y a cualquiera que pudiera suponer una amenaza política para su gobierno; para ello contó con el apoyo fundamental de los ulemas, sin los cuales posiblemente no hubiera podido establecerse en el trono.
ʿAbd al-Raḥmān III amplió el ejército de mercenarios creado por el primer emir de Spania, ʿAbd al-Raḥmān I, para servir a los omeyas. Para nutrir sus filas y cubrir los servicios palaciegos, importó de forma masiva esclavos (ṣaqāliba) eslavos, francos y norteños, con los que sometió a los señores beréberes de las Marcas Media, Inferior y Superior: Zaragoza capituló tras ser asediada por ʿAbd al-Raḥmān III; Toledo resistió dos años de asedio antes de rendir pleitesía al emir; y Mérida, tras haber permanecido independiente desde el reinado del emir Muḥammad I, se vio obligada a reconocer de nuevo la soberanía del poder central; ʿAbd al-Raḥmān III fue también el que finalmente acabó con la rebelión de Umar ibn Hafsun y sus descendientes.
En el 929, para independizarse completamente de Bagdad y sofocar en parte la amenaza política de los fatimíes, Abd al-Rahman se proclamó jalīfa rasul-Allah (Califa) y amīr al-mu´minīn («príncipe de los creyentes»), y adquirió el sobrenombre de «defensor de la religión de Dios» (al-Nāṣir li-dīn Allāh). Tras diecinueve años como emir, reclamó su derecho de sangre como descendiente de los califas omeyas de Damasco para confirmar su independencia con respecto a toda autoridad musulmana superior. A partir de ese momento, en la oración pública de los viernes se dejó de pedir la bendición para el califa ʿabbāsí de Bagdad y se empezó a pedir para ʿAbd al-Raḥmān III.
Tras pacificar su reino, ʿAbd al-Raḥmān III se hizo con el poder de Melilla y Ceuta. Con ellas pudo dominar el estrecho y ejercer un control indirecto sobre gran parte del Magreb. Después de todas las acciones que ʿAbd al-Raḥmān III había llevado a cabo para asentarse en el poder, al-Ándalus conoció la mayor unidad de toda su historia.
La política exterior de los omeyas y de ʿAbd al-Raḥmān III cambió tras la terrible derrota sufrida en la Batalla de Alhandega. El aparato militar de los omeyas demostró no ser funcional ni flexible, por lo que el califato abandonó las aceifas estivales en las que los emires siempre habían comandado sus ejércitos, ya que aunque podían aumentar su prestigio en caso de victoria, entrañaban un mayor peligro físico y político en caso de derrota.
Durante sus últimos años, ʿAbd al-Raḥmān III no se prodigó como guerrero (como tampoco haría su hijo, Al-Ḥakam II) y articuló su política en base a tres grandes ejes.
  1. Por un lado reforzó las fronteras andalusíes mediante la fortificación y reparación de enclaves estratégicos.
  2. Al no tener guarniciones para todas las fortalezas fronterizas, ʿAbd al-Raḥmān concedió a los linajes fronterizos el control sobre las tierras que dominaban, haciéndolos hereditarios (los líderes de estas familias se convirtieron en reyes durante las taifas). Con este segundo eje, al-Ándalus pudo hacer numerosos ataques localizados a lo largo de la frontera.
  3. Priorizar la tregua sobre los conflictos, favorecer los intercambios comerciales con ciudades a grandes distancias (francos, catalanes, bizantinos, etc.) y ejercer su influencia sobre los reinos cristianos, cuyo poder político y económico era muy inferior al del califato.
Por ejemplo, tras la muerte de Ramiro II de León, las disputas internas que se produjeron debilitaron el reino asturleonés, por lo que ʿAbd al-Raḥmān III consiguió que el rey de León, la reina de Navarra y los condes de Castilla y Barcelona reconocieran su hegemonía y le pagaran tributos anuales so pena de sufrir incursiones en sus territorios. Así, durante esos años, ʿAbd al-Raḥmān llegó a actuar como mediador y árbitro para la investidura de algunos monarcas cristianos.
Esta diplomacia sin antecedentes en al-Ándalus (que alcanzaría su máximo esplendor durante el gobierno de Al-Ḥakam II) permitió que los francos pudieran comerciar en las ciudades portuarias andalusíes sin temor a ser atacados por los piratas del Mediterráneo; que los condes y reyes cristianos acudieran a Madinat al-Zahraʾ con regularidad, y que se produjeran permutas económicas y culturales con la ciudad de Constantinopla: ʿAbd al-Raḥmān III intercambió numerosas embajadas con el emperador bizantino, y en una de ellas se le hizo llegar una copia en griego, con letras de oro y plata, de la obra médica de Dioscórides, titulada De Materia Medica, maravillosamente encuadernada e ilustrada con dibujos de plantas medicinales. El emperador envió a un monje llamado Nicolás a la corte de Córdoba para que, junto con el consejero y médico del califa, el judío Ḥasdāy ibn Šaprūṭ, pudieran traducirla al árabe. Semejante libro era de un valor incalculable, pues como cualquier otro hombre, el califa también sufría todo tipo de enfermedades.
El oro de bilad al-Sudan
Como se ha dicho, el camino para pacificar al-Ándalus también dependía de la estabilidad económica del mismo, por lo que el califa recurrió al oro del Sudán, situado en las tierras de bilad al-Sūdān (como llamaban los árabes a las tierras del sur del Sahara; literalmente traducido como «la tierra de los negros»), gracias al protectorado que había establecido en las tierras del Magreb occidental y central.
Para hacer llegar el metal a al-Ándalus, ʿAbd al-Raḥmān III utilizó caravanas de más de 1000 camellos, que partiendo de las bases andalusíes de Ceuta o Melilla, recorrían las rutas del oro que atravesaban el Sahara. Los convoyes partían en otoño de los territorios controlados por los clanes magrebíes (en buenas relaciones con los omeyas) y tenían que abrirse paso entre las fuerzas fāṭimíes y cruzar el desierto para pasar el invierno en bilad al-Sūdān. Allí se abastecían de oro, sal gema,especias, marfil, cobre, mercurio, pieles y, sobre todo, esclavos capturados en Senegal y Gāna. Las caravanas regresaban en primavera, viajaban por la tarde y la noche y acampaban por las mañanas.
Con todo ese oro, ʿAbd al-Raḥmān III mandó abrir las cecas (dār al-sikka) de Córdoba, Madīnat al-Zahrāʾ, Sevilla y Fez (Madīnat Fās), con las que consiguió sanear las cuentas de su reino y sacar de la crisis a al-Ándalus (las crónicas dicen que el tesoro califal de Al-Ḥakam II contaba con más de cuarenta millones de dīnāres).
Con la caída del califato omeya, las rutas del oro sudanés pasaron a estar bajo el control de los almorávides y, después, de los almohades. La gran calidad del oro sudanés les permitió emitir monedas de una gran pureza, que competían con la siempre poderosa moneda de oro bizantina.
Al-Hakam II, apogeo y declive
Cuando el primogénito de ʿAbd al-Raḥmān III falleció, nombraron como sucesor a Al-Ḥakam II, el siguiente en la línea de sucesión. Hijo de una esclava cristiana, heredó un imperio pacificado y con una importante componente diplomática, lo que le permitió dedicarse a las artes y a las letras. Al-Ḥakam fue un hombre de gran cultura que siguió la política de su padre y que llevó un paso más allá el esplendor omeya. Su impresionante biblioteca del saber (jizanatu-hu l-ʿilmiya) tenía más de 400 000 volúmenes (muchos anotados por él mismo), registrados en un índice de cuarenta y cuatro tomos con más de veinte folios cada uno. En la magnífica biblioteca del califa estaban los tratados de medicina de Hipócrates y Galeno, los de matemáticas de Ptolomeo y Euclides, y tampoco faltaban las autoridades de filosofía, Aristóteles, Platón, Plotino y Empédocles. Para reunir tal biblioteca, Al-Ḥakam II se sirvió de una red de comerciantes, que distribuyó por todo el mundo conocido, para buscar y comprar cualquier tipo de obra erudita.
En una época en la que el árabe, y no el latín, era la lengua del progreso, Córdoba, la capital cultural de la Europa Mítica, contaba con decenas de talleres de copia y traducción de documentos del mundo árabe (Persia, Siria y Egipto) y del Imperio bizantino. De hecho, durante el reinado de Al-Ḥakam II existió un barrio en Córdoba llamado al-raqqaqīn («pergamineros») para los trabajadores de la piel y los fabricantes de libros. La ciudad producía varios miles de libros al año y en los alcázares de los omeyas cordobeses trabajaban los mejores encuadernadores, iluminadores, decoradores y copistas de al-Ándalus, supervisados por gramáticos y sabios venidos de Sicilia y Bagdad. Entre los amanuenses y calígrafos que trabajaron para Al-Ḥakam estaba el literato y lexicólogo cordobés Muḥammad ibn al-Husayn al-Fihri y el copista jienense Muḥammad ibn Muʿammar; ambos copiaron y depuraron el primer diccionario de árabe, llamado Kitab al-ʿayn. En los talleres amanuenses de Al-Ḥakam también trabajaron mujeres (como Lubnà al-Katiba y Fāṭīma ḅint al-Sabullari), pues la copia de Coranes y libros se consideraba un oficio piadoso y adecuado para ellas. Y es que, si la biblioteca del emir tenía semejantes dimensiones, ningún ministro podía permitirse tener menos de cien volúmenes.
Al-Ḥakam II mandó ampliar la mezquita aljama de Córdoba e hizo revestir sus muros con mármol esculpido y con los mosaicos enviados desde Constantinopla por el emperador Nicéforo II Focas. Potenció las atenciones médicas gratuitas para los pobres, el cuidado a los leprosos de los arrabales, la reclusión y protección de los dementes e intentó universalizar la educación, creando numerosas escuelas públicas y actuando como protector y mecenas de los intelectuales de su tiempo.
Sin embargo, el gobierno de Al-Ḥakam II no estuvo exento de luchas y conflictos. En el año 966, los normandos atacaron las costas andalusíes, y Al-Ḥakam II tuvo que enviar a su flota para derrotarlos.
En el 972, para frenar la amenaza del califato fāṭimí del norte de África y la sublevación de los idrīsíes liderada por el caudillo Ḥasan ibn Qannūn, Al-Ḥakam movilizó de 5000 a 10 000 efectivos para rendir a los caudillos beréberes que rechazaban su autoridad y se inclinaban ante los califas fāṭimíes del noroeste de África. Por otro lado, al recuperar una parte significativa del norte de África de manos de los fāṭimíes, los omeyas ganaron el control de las ciudades que abrían el paso de las caravanas de bilad al-Sūdān, por lo que Córdoba recibió una gran cantidad de oro. No obstante, esta campaña tuvo graves consecuencias, que a la postre desembocarían en la fitna:
  1. La guerra se prolongó hasta el año 974 y acarreó grandes costes, tanto materiales como humanos. En el transcurso de la guerra, los talleres califales produjeron ocho mil espadas y lanzas, diez mil rodelas (turs) y una cantidad similar de adargas, cotas de malla y arcos (fabricados con astas de ciervos todo ello, junto con la soldada de las tropas, consumió grandes reservas del erario público. Además, habría que sumarle el gasto de la diplomacia de Al-Ḥakam, que consiguió que muchos de estos caudillos acudieran a Córdoba, colmados de bienes y con pensiones vitalicias, para residir en la ciudad de forma indefinida y así evitar que volvieran a liderar ninguna otra rebelión contra los omeyas.
  2. En segundo lugar, cuando el general de Marrākeš, Gālib, logró derrotar al caudillo idrīsí Ḥasan ibn Qannūn, la guerra llegó a su fin y los caudillos derrotados fueron trasladados y alojados en Córdoba. Con ellos llegaron sus séquitos, que pasaron a incorporarse al ejército omeya y que eran muy impopulares entre la población. Los beréberes comenzaron a ser insustituibles en la administración omeya y, tras la muerte de Al-Ḥakam, Al-Manṣūr los convirtió en el principal instrumento militar al deshacerse de los aŷnād sirios que habían servido al ejército desde tiempos de ʿAbd al-Raḥmān I.
En el 975, un año después de terminar la guerra contra el norte de África, Al-Ḥakam II tuvo que hacer frente a una rebelión por parte de León, Castilla y Navarra, que habían cercado el castillo de Gormaz, en el curso alto del Duero: el asedio fue neutralizado en verano de ese mismo año y las fuerzas cristianas fueron dispersadas.
Al-Ḥakam II no tuvo su primer hijo hasta pasados los cuarenta y cinco años (era bien conocida su predilección por los efebos) y fruto de su unión con la esclava vascona Ṣubḥ nació un bebé al que pusieron de nombre ʿAbd al-Raḥmān, el cual murió de forma prematura. En el 965, Ṣubḥ le dio otro heredero varón, al que llamaron Hišām. En sus últimos años de vida, Al-Ḥakam II intentó que se aceptara como heredero a Hišām, que por su corta edad no tenía derecho a ser heredero según la ley islámica. Por ello, antes de fallecer, realizó diversas maniobras que allanaron el camino para que la comunidad lo aceptara como su sucesor.
Al-Mansur o la semilla de la destrucción
Sin embargo, a la muerte del califa, todos los que pensaban que sería una locura ser gobernados por un niño de once años pusieron la vista en Al-Mugīra, uno de los hermanos de Al-Ḥakam. Aunque Al-Mugīra jamás había intentado hacerse con el poder, los que apoyaban a Hišām vieron en su persona una amenaza que debía ser eliminada, pues la oposición podría usarlo como candidato en contra de sus intereses. Entonces, uno de los favoritos del difunto Al-Ḥakam, y visir de la corte, mandó un pelotón del ejército a casa de Al-Mugīra con orden de asesinarlo. Al frente del grupo iba Muḥammad ibn Abī ʿAmir (más conocido como Al-Manṣūr), el administrador de las propiedades de Ṣubḥ, la mujer del difunto califa, con quien, según las malas lenguas, tenía una relación amorosa. A pesar de sus promesas de apoyar a Hišām, los soldados estrangularon a Al-Mugīra y su muerte (que marcó el inicio del fin del califato) fue presentada en la corte como un suicidio.
Entonces, el ḥaŷib de la corte, Al-Muṣḥafī, con el apoyo de Al-Manṣūr, consiguió que Hišām II fuera proclamado califa con solo once años. Tras esa maniobra, Al-Manṣūr, que durante los años de gobierno de Al-Ḥakam II había ido adquiriendo más y más poder, consiguió desplazar a Al-Muṣḥafī con el apoyo del general Galīb (no en vano se había casado con su hija) para conseguir el título de ḥaŷib. Para afianzarse en su cargo, Al-Manṣūr buscó el apoyo de los alfaquíes, para lo que copió el Corán con sus propias manos, persiguió a los filósofos de al-Ándalus y quemó las obras de la biblioteca de Al-Ḥakam II que los alfaquíes consideraban «heréticas».
Una vez asentado en el poder, Al-Manṣūr permitió que el joven califa Hišām II tuviera a mano todo tipo de placeres sensuales y lo anuló por completo sin que su madre, Ṣubḥ, pudiera hacer nada por evitarlo.
Al-Manṣūr mandó ampliar la Mezquita aljama de Córdoba y construir una nueva ciudad al este de Córdoba que sirviera como sede del gobierno y oficina de administración y hacienda. La nueva ciudad palatina, Madīnat al-Zaḥirāʾ, se levantó en y se celebraron recepciones de Estado; rodeada de murallas, los secretarios y ministros de la corte se disputaron el favor del ḥaŷib para conseguir terrenos y parcelas en sus recintos. La antigua ciudad de Madinat al-Zahraʾ, lugar de residencia del califa, dejó de ser el destino de los embajadores de otros reinos, lo que contribuyó al aislamiento de Hišām. Para justificar su total ausencia en los asuntos de Estado, los ministros anunciaron que el califa se había consagrado a la piedad y había entregado plenos poderes sobre el reino al ḥaŷib Al-Manṣūr.
En el 980, Al-Manṣūr ordenó que el recinto palatino de Hišām quedara cerrado a cualquier visitante, por lo que se clausuraron puertas y pasadizos. Así, Hišām no llegó a gobernar y vivió encarcelado en su deslumbrante prisión mientras Al-Manṣūr dirigía el reino en su nombre. Para demostrar su influencia, Al-Manṣūr ordenó que se pronunciara su nombre a continuación del de Hišām en la oración de los viernes al mediodía.
Al-Manṣūr se convirtió en dictador absoluto del imperio, se deshizo de los aŷnād sirios y convirtió a los beréberes en su tropa personal, contratándolos de forma masiva. Rompió con la política de diplomacia de ʿAbd al-Raḥmān III y Al-Ḥakam II y se volvió a poner al mando de las aceifas estivales contra los reinos cristianos sirviéndose de sus ejércitos beréberes.
Los reinos cristianos durante el califato
Durante el califato de al-Andalus existieron los siguientes reinos cristianos.
Reinos Años
Reino de Asturias 912-924
Reino de Pamplona 912-1031
Reino de León 912-1031
Reino de Galicia 912-1031
Reino de Viguera 970-1005
El reino de León y el de Asturias acabaron gobernados por un único soberano, Ramiro II de León (cuya monarquía pudo hacer hereditaria), que también llegó a gobernar sobre el reino de Galicia de forma intermitente, manteniendo siempre la capital en León. En este periodo apareció el efímero condado de Monzón (creado por Ramiro II), para limitar el poder de los condados de Saldaña y Castilla (este último acabó asimilándolo), y el condado de Aragón pasó a manos del reino de Pamplona, cuyo título se transmitió a los hijos del monarca. También se creó el pequeño reino de Viguera (La Rioja) que, tras ser gobernado por tres monarcas, volvió a ser anexionado a la corona de Pamplona. Por su parte, la Casa de Barcelona logró, por primera vez en la historia, contar con un conde desligado de la dinastía carolingia y capeta de Francia, a los que siempre habían rendido vasallaje.
Los nobles y reyes expandieron sus dominios aprovechando la debilidad o ausencia de los señores vecinos. Para conseguirlo, no solo forjaron alianzas con los cristianos, sino también con los musulmanes de al-Ándalus. Las luchas de poder causaron enfrentamientos entre los miembros de las familias nobles y, en muchos casos, se produjeron asesinatos, mutilaciones o aprisionamientos preventivos (se dice que Ramiro II ordenó sacarle los ojos a su predecesor, Alfonso IV el Monje, que había abdicado de su cargo).
Los monarcas cristianos también lucharon contra los ejércitos musulmanes: desplazaron la frontera hacia el sur desde el Condado Portucalense, ganaron terreno en Navarra y Zaragoza y consiguieron que los gobernadores beréberes de las kuwar de Badajoz y Mérida les pagaran tributos.
Las alianzas entre monarcas cristianos contribuyeron a ganar la batalla de Alhándega y, aunque llegaron a formar una coalición contra Al-Manṣūr, los reinos no llegaron a oponer una resistencia unificada a los ataques musulmanes hasta la llegada en 1004 de Sancho III el Mayor, rey de Pamplona, conde de Aragón y destacado guerrero. Sancho creó una liga de príncipes cristianos a la que se unieron el rey de León, el conde de Castilla y la orden cluniacense (encargada de proteger a los peregrinos del Camino de Santiago). Al final del califato, tras el asesinato del conde de Castilla, los nobles castellanos entregaron el condado a Sancho III, que acabó su reinado gobernando sobre los condados de Aragón, Castilla, Álava, Sobrarbe y Ribagorza.
Los monarcas cristianos también tuvieron que volver a enfrentarse a los «hombres del norte»; los ataques vikingos contra las costas del Cantábrico se siguieron sucediendo, a veces con terribles batallas en el interior que, como en el caso de Portugal, acabaron con la vida de dos de sus condes, Menendo Gonçalves y Alvito Nunes.
Los reinos cristianos comenzaron a madurar sus sistemas jurídicos durante la época del califato omeya. La presura (antigua ocupación campesina de las tierras fronterizas, cuyos dueños debían defenderse de los ataques musulmanes) desapareció ante las cartas pueblas o fueros para conformar la nueva sociedad hispano-cristiana, basada en la agrupación del territorio bajo demarcaciones geográficas. Además, a principios del siglo XI, la curia regia de Alfonso V de León aprobó por primera vez unas normas que cumplir tanto en la ciudad de León como en todo el reino. En los condados catalanes, el abad Oliba proclamó en el sínodo de Toluges la Pau i Treva de Déu como respuesta a los abusos cometidos por los nobles feudales contra la Iglesia y el campesinado.

La fitna

Aunque hubo otros periodos de conflicto y desunión durante la historia de al-Ándalus, se conoce como a la fitna, a secas, a la gran fitna, la época de inestabilidad política y social que puso fin al estado omeya, que se desplomó desde su mismo cenit en cuestión de pocas décadas.
En los primeros años de la fitna se produjeron varias proclamaciones de califas en varios rincones del territorio andalusí:
  • Seis califas de la dinastía omeya, entre 1009-1031
  • Tres califas de la dinastía hammudí, entre 1016-1027
Califa Reinado D* Situación en Córdoba
Muhammad II al-Mahdi 1009 O Proclamado tras la destitución de Hisham II
Sulaimán al-Mustaín 1009-1010 O Proclamado por las tropas bereberes, ataca Córdoba y hace huir a Muhammad II a Toledo
Muhammad II (R) 1010 O Derrota a Sulaimán cerca de Córdoba
Hisham II (R) 1010-1013 O Reinstaurado tras el aesinato de Muhammad II
Sulaimán al-Mustaín 1013-1016 O Regresa a Córdoba tras el asesinato de Hisham II
Ali ibn Hamud al-Nasir 1016-1018 H Llega desde Ceuta y conquista Córdoba
Abd al-Rahmán IV 1018 O Proclamado en Játiva, no llegó a controlar nunca Córdoba
Al-Qasim al-Mamun 1018-1021 H Sucesor de su hermano al-Nasir en Córdoba.
Yahya al-Muhtal 1021-1023 H Toma Córdoba tras la huída de su tío a Sevilla.
Al-Qasim al-Mamun (R) 1023 H Su sobrino se retira a Málaga y retoma la capital.
Abd al-Rahmán V 1023-1024 O Proclamado tras el asesinato de al-Qasim.
Muhammad III 1024-1025 O Proclamado tras el asesinato de Abd al-Rahmán V
Yahya al-Muhtal (R) 1025-1026 H Gobierna desde Málaga
(interregno) 1026-1027
Hisham III 1027-1031 O Proclamado tras la expulsión de los hammudíes.
A la muerte de Al-Manṣūr, sus poderes recayeron sobre su bien capacitado primogénito, Abd al-Malik al-Muzaffar, pero este falleció tras un breve gobierno de siete años, y estos fueron a caer sobre los hombros de su segundo hijo de mayor edad, Abd al-Rahman a quien el pueblo llamaba Sanŷul ("Sanchuelo", diminutivo del nombre de su abuelo materno, Sancho Garcés II Abarca, rey de Navarra).
Sanŷul bebía alcohol en público y vivía entregado al pecado. Su necedad le hizo desestimar el consejo de su padre y, con la venia de Hišām II (que no tenía descendencia), se anunció públicamente como su heredero. Los Banū Omeya no lo toleraron. Muḥammad al-Mahdī se sublevó con su ejército y, seguido por el pueblo, ocultó a Hišām y mató y crucificó a Sanŷul. En su victoria se proclamó califa durante un corto periodo de tiempo. Cuando los jefes de las provincias se enteraron, cada uno se sublevó contra el poder central, dando paso al final del califato y a un largo periodo de guerra civil conocido como la fitna. Los enormes ejércitos mercenarios de beréberes reclutados por Al-Manṣūr, al faltarles la paga y no haberse integrado en un tejido social que les aborrecía, se convirtieron en una fuerza que arrasó al-Ándalus, sumiendo el imperio en el más absoluto caos. En 1013, los beréberes, que en tiempos habían atacado a los reinos cristianos, asediaron y saquearon la ciudad de Córdoba. En poco tiempo, las ciudades palatinas y administrativas de Madīnat al-Zahrāʾ y Madīnat al-Zaḥirāʾ fueron quemadas y saqueadas de forma reiterada por la plebe, y finalmente expoliadas y abandonadas. Durante las revueltas, casi todos los omeyas se marcharon al oriente andalusí.
El califa Hišām II fue liberado por el bisnieto de ʿAbd al-Raḥmān III, el ḥammūdī Sulaymān al-Mustaʿīn, tras enfrentarse a los ejércitos de Al-Mahdī. Sin embargo, en lugar de devolverle el trono, se proclamó él mismo califa. En medio del caos surgieron dos partidos opuestos, los ḥammūdīes de Málaga y Algeciras, y los partidarios de Hišām, liderados por los ʿabbādíes de Sevilla. Para entonces, Hišām había sido asesinado, por lo que para seguir ostentando el poder los sevillanos utilizaron un sosias, hecho que fue criticado por el poeta Ibn Hazm en sus escritos. Durante la fitna se autoproclamaron más de diez califas, la ciudad de Córdoba fue asediada y saqueada numerosas veces (para hacer frente a la hambruna se subastó públicamente lo que quedaba de la biblioteca de Al-Ḥakam II) y, finalmente, se convirtió en la capital de un reino taifa, testigo del último aliento de la dinastía fundada casi 300 años atrás por el Sacre de Qurayš, ʿAbd al-Raḥmān I.
La fitna supuso el fin de la hegemonía del estado andalusí en Spania que se fue decantando a partir de entonces hacia los reinos cristianos del norte. Desde ese momento las riquezas dejaron de circular de norte a sur para tomar la dirección contraria, como lo demostraría que por primera vez en siglos comenzaran a acuñarse monedas de oro en los estados cristianos: los mancusos que imitaban los dinares andalusíes — los primeros fueron acuñados por el condado de Barcelona. «Esta inyección de riquezas que tenían procedencias meridionales pronto se reflejó en iglesias y monasterios. El altar de oro de la catedral de Gerona recamado de piedras preciosas y labrado entre 1027 y 1038, las arquetas de marfil con inscripciones árabes que fueron destinadas en muchos lugares a guardar reliquias o, en fin, las preciosas telas de seda que pronto se generalizaron entre los más poderosos...».
Otra consecuencia de la fitna serán los primeros reinos de taifas que sucedieron al desaparecido Califato de Córdoba. Este no será un periodo pacífico, ya que los distintos reinos de taifas combatirán entre sí hasta la llegada a la península de los almorávides en 1085.

Reinos de Taifas

Las banderías o ṭawāʿif (singular tāʿifa) hacían referencia a los tres grupos étnicos presentes en al Ándalus tras la caída del califato de Córdoba: beréberes, eslavos y andaluces.
  • Beréberes: como las dinastías ḥammūdí de Córdoba, Málaga y Algeciras, los afṭasíes de Badajoz y los ziríes de Granada.
  • Eslavos: como los gobernadores de Almería, Denia yBaleares (ninguno creó dinastías).
  • Andaluces: como los ʿabbādíes de Sevilla, los Banū ḏī-l-Nūn de Toledo (bereberes arabizados) o los hūdíes de Zaragoza.
Los antiguos gobernadores de las kuwar se proclamaron emires y como consecuencia surgieron decenas de reinos independientes por todo el califato. Los reyes de taifas implantaron una estructura administrativa y política propia que replicaba a menor escala el Estado omeya, y que se vio obligada a pagar parias a los reinos cristianos para mantener su independencia.
Este fue un periodo de gran esplendor cultural. Las cortes de al-Ándalus compitieron en los campos de las artes y las ciencias y actuaron como mecenas del conocimiento. Casi todos los soberanos eran poetas u hombres de letras notables: los emires de las taifas ya no querían imitar lo oriental, sino establecer un tipo de sociedad ideal inspirada por la Bagdad ʿabbāsí del siglo IX.
Tras la fitna
Entre las más de veinte taifas que surgieron tras la desintegración del califato, las más poderosas fueron las de Sevilla, Zaragoza, Granada, Badajoz, Toledo y Denia (que acabó asimilada por Zaragoza en 1076).
Taifas Años
Taifa de Sevilla 1023-1091
Taifa de Zaragoza 1018-1110
Taifa de Granada 1023-1090
Taifa de Badajoz 1013-1093
Taifa de Toledo 1023-1085
Taifa de Denia 1010-1076
En Sevilla, la familia Banu Abbad, que ostentaba el título de cadí, se independizó durante la fitna fundando una dinastía que gobernó Sevilla hasta la llegada de los almorávides. Sevilla tomó el relevo de Córdoba como corazón de al-Ándalus y los abbadíes conservaron las relaciones que los omeyas tenían con el Magreb y, entre ellas, el acceso al oro de bilad al-Sudán. Sevilla acabará conquistando toda la tierra al sur de Badajoz, la taifa de Córdoba, Murcia, Cartagena y Lorca.. Sevilla se convirtió en un cofo de atracción para todos los poetas del occidente musulmán, teniendo a sus propios príncipes como hombres de letras y estuvieron tentados a restaurar el califato y reedificar Madinat al-Zahra, pero la presión cristiana y la llegada de los almorávides truncaron dicho proyecto, conquistando estos últimos Córdoba antes de Sevilla. Tras la caída de Córdoba, Sevilla fue asediada y conquistada en 1091, siendo la única taifa que hizo frente a los invasores norteafricanos.
La taifa de Zaragoza, cuando estalló la fitna, estaba gobernada por la dinastía hispanoárabe de los tuyubíes, y estos se declararon independientes. Pero al final fueron reemplazados por los señores de Lérida, los Banu Hud que llevarán a Zaragoza a un esplendor solo superado por Sevilla. En Zaragoza también. se encontraron poetas, músicos, filósofos y místicos y destacó su escuela de filósofos aristotélicos. Zaragoza amplió sus fronteras hacia el Mediterráneo, con la anexión de Tortosa, el vasallaje de Valenia y, finalmente, la conquista de la rica Taifa de Denia. Pero esta extensión la hizo vulnerable a los ataques del condado de Barcelona, el reino de Aragón y el reino de Castilla, por lo que acabó pagando parias a este último para garantizar su protección. A la llegada de los almorávides, su príncipe fue el único que reinó independiente hasta su muerte, momento en. el que será asimilada por los almorávides y conquistada por los cruzados.
En Granada, el clan beréber de los ziríes llegó a al-Andalus para formar parte del ejército de mercenarios de al-Mansur. Durante la fitna, el fundador apoyó el ascenso de los hammudíes, recibiendo la región de Elvira como feudo, pero cambiaron su emplazamiento a un lugar mejor defendible, naciendo así la ciudad de Granada. El pequeño reino se mantuvo fuerte y acabó conquistando la taifa de Almería y acabando con el gobierno hammudí de Málaga al anexionarse también esta, a pesar de las presiones sevillanas. A la llegada de los almorávides, se unieron a estos y combatieron a Alfonso VI de León en Sagrajas y Aledo. Finalmente l reino será entregado a los norteafricanos sin resistencia y los ziríes se autoexiliaron al Norte de África con todas. sus riquezas. Los soberanos de Granada siempre fueron despreciados por los poetas de al-Andalus, pues estos no sabían estimar la poesía como el resto de las cortes, atribuyéndolo a su origen beréber.
El extenso reino de Badajoz, sede de los beréberes aftasíes, se vio devastado por León y Sevilla, con la connivencia de Toledo, beneficiándose todos de ello y sumiéndolo en la pobreza. A pesar de eso, los príncipes de Badajoz fueron hombres cultos y amantes de la poesía, intentando mejorar la imagen de su reino con el patrocinio de poetas. A la llegada de los almorávides, los aftasíes intentaron mantener su reino con el apoyo leonés, pero fueron atacados sorpresivamente y sus miembros ejecutados. Los supervivientes se refugiaron en León para seguir luchando contra los almorávides y vengar a su dinastía.
La taifa de Toledo fue la más extensa de al-Ándalus y estuvo gobernada por los beréberes arabizados Banu Du-l-Nun, llegados a Spania con la introducción del islam durante el siglo VIII y que obtuvieron como feudo las tierras de Saltaveria. En el momento de la fitna, se hicieron con el poder en Toledo y sus miembros convirtieron la ciudad en un gran centro científico y arcano, constituyéndose la heredera de Córdoba en cuanto a astronomía, medicina, matemáticas y ciencias arcanas se trataba. En su momento de apogeo, extendió su dominio sobre Valencia y Córdoba. No obstante, mantuvo su independencia gracias a las parias que pagaba a León, y las injerencias del rey leonés acabaron precipitando la conquista por este del reino cuando la dinastía entró en declive, exiliándose sus últimos miembros a Valencia. La entrada de Alfonso VI en Toledo en 1085 señala el fin del periodo de las taifas, al ser la primera en caer bajo dominio cristiano.
Los almorávides y los reinos de taifas
Mientras en al-Ándalus se vivía una época de gran inestabilidad política durante la fitna, en la cuenca del Senegal comenzaba a brotar el germen de un poderoso imperio. Formada por monjes guerreros beréberes, la secta fundamentalista de los almorávides conquistó el desierto hasta llegar a Marrakech, donde estableció su capital y desde donde escuchó las peticiones de los reyes de taifas de al-Ándalus para librarse de la presión creciente de los reinos cristianos. En 1078, Al-Muʿtamid, el rey poeta de la taifa de Sevilla, escribió al emir almorávide Yūsuf ibn Tāšufīn para que acudiera en su ayuda y cruzara el estrecho, pero el almorávide no mostró ningún interés y desestimó su petición. En 1081 también le escribió Al-Mutawakkil de Badajoz, con el mismo resultado. La misma respuesta obtuvo el malagueño Tamīn ibn Būluggīn cuando un año después solicitó su ayuda para que le auxiliara contra su hermano, el último rey zirí de Granada, ʿAbd Allāh. Pero cuando Toledo también pidió ayuda a Yūsuf, los almorávides comenzaron a valorar la situación de al-Ándalus. Ante la necesidad de unidad frente a la fragmentación de las taifas, y como única forma eficaz de resistir el expansionismo de los reinos cristianos, en al-Ándalus comenzó a crecer un sentimiento favorable hacia los almorávides. Finalmente, tras la conquista de Toledo por Alfonso VI de León en 1085, los reyes de taifas de Sevilla, Badajoz y Granada enviaron a sus embajadores a la corte almorávide de Marrākeš para pedir su ayuda en los siguientes términos:
  • el ejército almorávide podía cruzar el estrecho para luchar junto con los andalusíes contra las fuerzas cristianas;
  • durante su estancia en al-Ándalus, los almorávides se comprometían a respetar a los reyes de taifas y sus reinos;
  • el rey de Sevilla ponía a disposición de los almorávides la ciudad de Algeciras para el desembargo y acantonamiento de sus tropas.
Así, en 1086 los almorávides cruzaron el estrecho y, tras fortificar Algeciras, fueron al reino de Sevilla, donde el emir almorávide hizo un llamamiento al ŷihād. Con las tropas de Sevilla, Badajoz, Málaga, Granada y Almería, el ejército musulmán aplastó a las tropas cristianas de Alfonso VI en Sagrajas (Zallāqa para los musulmanes), pacificando el occidente de al-Ándalus. Pero en lugar de continuar la campaña, el emir almorávide se tuvo que marchar junto a sus ejércitos a Marrākeš por la repentina muerte de su hijo.
En 1088, los reyes de Valencia, Murcia, Baeza y Lorca volvieron a pedir la ayuda del emir almorávide, que regresó ese mismo año para conquistar Aledo. Pero la campaña no tuvo éxito y pronto regresaron a Marrākeš. Tras su marcha, los reyes de taifas volvieron a pactar con Alfonso VI, pues seguían en desventaja frente a él. Así, cuando Yūsuf tuvo la noticia de estos sucesos, ante la ausencia de moral y desunión de los monarcas de al-Ándalus (y como pretexto para hacerse con las grandes riquezas que poseían), decidió tomar el control y las posesiones de los reinos de taifas.
En 1090, Yūsuf entró por tercera vez en Iberia y consiguió que las resentidas milicias de los reinos de taifas se unieran a él; una a una, las guarniciones de las fortalezas que defendían las tierras de al-Ándalus le juraron lealtad, dejando desprotegidas las capitales de los reinos. Los almorávides conquistaron Granada y Málaga sin esfuerzo y desterraron a sus reyes al norte de África. El emir almorávide se marchó entonces a Marrākeš y dejó a su primo Sīr ibn Abī Bakr la tarea de doblegar al resto de taifas. Al año siguiente cayó la ciudad de Córdoba y la esplendorosa taifa de Sevilla. Ante el avance imparable de los almorávides, el rey de Badajoz, Al-Mutawakkil, escribió a Alfonso VI para pedirle ayuda. Como respuesta, Sīr ibn Abī Bakr invadió su reino, asesinó al sultán y se hizo con el poder de la capital. Los almorávides no consiguieron tomar las taifas de Levante por el bloqueo del Cid en Valencia. Aunque intentaron tomar la ciudad en varias ocasiones, sus ejércitos siempre fueron derrotados por las fuerzas del Campeador. Junto a Zaragoza, con la que los almorávides llegaron a un acuerdo, fueron las únicas ciudades que no cayeron con la tercera visita de los almorávides a la Península.
El destierro de los príncipes de los reinos de taifas supuso un duro revés para los poetas de al-Ándalus, que no encontraron en la corte almorávide un público en sintonía con su arte. Con su marcha perdieron la protección y el patrocinio de señores cultos y la oportunidad de incorporarse a la administración del Estado. Así, se vieron obligados a vivir de forma precaria, pues debían compaginar su profesión poética con algún oficio como el de copista, herrero o incluso carnicero, o vivir de forma ambulante en busca de algún mecenas, lo que no siempre era posible.
Los reinos cristianos durante las taifas
Durante este periodo se convocaron las primeras cruzadas contra los reinos musulmanes, se creó la primera orden militar de Europa y se produjo el último ataque vikingo contra Galicia, rechazado gracias a la restauración de siete torres defensivas conocidas como Castellum Honesti o Torres del Oeste. Los reinos de taifas también fueron testigos del nacimiento de Rodrigo Díaz (el Cid) y la popularización de las peregrinaciones de los nobles a Tierra Santa.
En cuanto a la Iglesia, en este tiempo se introdujo la reforma gregoriana (que dio origen al concepto de reconquista) y en Castilla se reemplazó el rito mozárabe por el romano, lo que unió Hispania a la Santa Sede. Los habitantes de Spania vivieron la prohibición de la bigamia y el matrimonio con la esposa del hermano y los clérigos se vieron obligados a no usar las armas y abandonar a sus mujeres. En esta época comenzó la construcción de la catedral de Compostela y el papa excomulgó al obispo de Iria Flavia por haber proclamado su diócesis como sede apostólica sin su permiso.
Durante las taifas en al-Ándalus (1031-1086) existieron los siguientes reinos cristianos:
Reinos Años
El Reino de Pamplona 1031-1086
El Reino de León 1031-1086
El Reino de Galicia 1031-1071
El Reino de Aragón 1035-1086
El Reino de Castilla 1065-1086
El Condado de Barcelona 1031-1086
Con la muerte del rey de Pamplona, e Imperator Totius Hispaniarum Sancho III el Mayor, el imperio se fragmentó y se dividió entre sus cuatro hijos. Las luchas entre ellos no se hicieron esperar y finalmente Fernando I formó el reino de Castilla y se hizo con el trono de León. Pero tamnién dividió el reino entre sus hijos, que igualmente se enfrentaron por la hegemonía, lograda primero por Sancho II de Castilla y finalmente por Alfonso VI de León que, uniendo Castilla y Galicia se proclamará Imperator Totius Hispaniarum y logrará hacerse con la taifa de Toledo, hecho que desencadenará la invasión almorávide.
Mientras tanto, el condado de Barcelona inició su política de expansión más allá de los Pirineos.
Tú eres, oh Spania, sagrada madre siempre feliz de príncipes y de pueblos, la más hermosa de cuantas tierras se extienden desde el occidente hasta la India. Tú, por derecho, eres ahora la reina de todas las provincias, de quien reciben prestadas sus luces no solo el ocaso, sino también el oriente. Tú eres el honor y ornato del orbe, la más ilustre porción de la tierra donde grandemente se goza y florece la gloriosa fecundidad de la nación goda.

SAN ISIDORO DE HISPALIS

De laude Spaniae

El país de Spania

Perdida España tras la caída del reino visigodo a manos de los invasores sarracenos, y tras siglos de unificación heredada de los romanos, la idea de un país peninsular que engloba a todas sus naciones como variantes locales de una misma raza, no es tan descabellada. Si bien hay que verla no con los ojos de nuestra época sino con los de la gente del Medievo. Conceptos abstractos sofisticados realmente solo con compartidos por las élites, especialmente las que ostentan el monopolio cultural: la Iglesia; pero también el nacionalismo actual se justifica en valores acuñados por las élites intelectuales e impartidos en sus escuelas. Las naciones-estado son conceptos modernos que se están fraguando en la Edad Media, pero que aún no podemos afirmar que existan. El campesino siente su comarca como su país, mientras que el noble -que conoce al rey- puede ver al soberano de todo el reino como el unificador de su país, y los clérigos pueden tener aún una visión más amplia o universal.
El concepto de Spania en nuestra época tiene una doble proyección. La interna y la externa.
  1. Desde dentro, se percibe como un reino pasado, perdido tras la llegada de los moros, tras los que una serie de reinos luchan entre sí tanto por la supervivencia como la supremacía, legitimándose esta última en una herencia del viejo imperio visigodo hispánico, tan solo recordada por eruditos y clérigos.
  2. Desde fuera, es más una simplificación geográfica, unas tierras lejanas en el confín occidental de la Cristiandad cuyos detalles y particularidades internas poco interesan, denominándose spaniol a todo lo que proviene de la península.
No obstante, en esta fase primaria de las culturas hispanas, las diferencias no son tan grandes ni notables, y aunque existentes, aún no se han acentuado tanto ni diversificado de la raíz latina original. Si la península no es homogénea, tampoco lo son las diferentes naciones peninsulares y cada valle o región, gracias al secular aislamiento en el que se vive, contiene su propia versión de la cultura, en mayor o menor conexión con sus vecinos que muy bien pueden no pertenecer a esta.
A lo largo de los últimos tres siglos hemos asistido a varias coronaciones "imperiales" de monarcas hispánicos atribuyéndose la herencia de la Spania de los godos y coronándose o proclamándose rey o emperador de toda esta, siendo como tales aceptados por los demás príncipes peninsulares, independientemente de su filiación e incluso credo. Pero también es cierto que estas tentativas han sido tan fugaces como los propios reinados y, al acabar estos, se ha visto como su precario imperio se dividía entre herederos y su proyecto unificador se aparcaba para el siguiente monarca con suficiente poder como para intentarlo.
Es por lo tanto, la existencia de Spania como país tan sólida o discutible como lo es en el siglo XX, pero por razones diferentes, y desde luego requiere retirarse el visor de nacionalismos centrífugos o centrípetos contemporáneos, porque la Edad Media es otra época, y el propio concepto de país y nación es vivido de una manera muy distinta por sus gentes.
Spania, Iberia o al-Andalus
Las tierras del confín occidental del mundo conocido o Finis Terrae han sido denominadas de diversas maneras si bien en nuestra época son tres los nombres que prevalecen:
  1. Spania, derivado de Hispania, como los romanos denominaron fundamentalmente este territorio, convertida en diócesis de su imperio. Es ampliamente utilizado, tanto aquende como allende de los Pirineos por aquellos con formación suficiente como para entender la geografía más allá de su comarca, al igual como spaniol, a gentes y bienes provenientes de la vieja Hispania. Clérigos y eruditos, pero también viajeros, peregrinos y comerciantes conocen este término y lo emplean para englobar las tierras más occidentales de Europa.
  2. Iberia, es el mismo nombre empleado por los griegos. Prácticamente en desuso por los mundanos en este momento, es sin embargo la denominación hermética del Finis Terrae, en su búsqueda de alternativas arcanas a las denominaciones mundanas.
  3. Al-Andalus es el término con el que los árabes denominaron la Hispania, que si bien también conocían y empleaban este término (Ispaniyya), en su afán por reordenar el mundo desde sus propias referencias, acabarán prefiriendo el de Yazirat al-Andalus (la isla del Atlántico) pues eso es lo que pensaban que era Hispania, la gran isla occidental que separaba el Mediterráneo del Atlántico. No obstante, dado que el poder musulmán hispánico va a fluctuar decrecientemente, este término lleva consigo la connotación del territorio bajo su mandato y andalusí como el gentilicio de la cultura desarrollada por los musulmanes en tierras hispanas.
Otros términos como Hesperia o Tarsis son únicamente empleados como sinónimos en los círculos más erudíticos. Sefarad, en cambio, es ampliamente empleado por la comunidad hebrea pero únicamente dentro de esta.


Cover image: by Montedemo

Era Diluviana

2308 AC 1 AC

Después del Diluvio hasta el nacimiento de Cristo

  • -2127 AC


    Llegada de Tubal
    Expedition

    El hijo de Jafet llega la Península acopañado de su famiia y de aquellos que hablan su lengua. Se asienta en el río Ebro y asienta su primer reino.

    Additional timelines
  • -2091 AC


    Fundación de Toledo por Túbal
    Founding
    Additional timelines
  • -1289 AC


    II Fundación de Toledo por Ferencio
    Founding

    El griego Ferencio funda Toledo -a la que llama Taygeto- y establece una comunidad de gentes de todas partes para ser instruidas en las artes mágicas.

    Additional timelines
  • -586 AC


    Pyrro, rey en Toledo
    Political event

    Pyrro reina en España como regalo de Nabucodonosor y se instala en Toledo con su séquito de millares de cautivos hebreos.

    Additional timelines
  • -219 AC


    Batalla del Tajo
    Military action

    Aníbal derrota a una coalición de Carpetanos, Vacceos y Olcades venciendo la resistencia del interior de la Península al dominio cartaginés.

    Additional timelines
  • -217 AC


    Los romanos desembarcan en Ampurias
    Expedition

    218 a.C. - Ejércitos romanos desembarcan por primera vez en la Península Ibérica (La II Guerra Púnica enfrenta a romanos y cartagineses en territorio peninsular)

    Additional timelines
  • -194 AC


    Incursiones de Catón por Carpetania
    Expedition

    195 a.C. - El cónsul romano Catón se interna por el centro peninsular y, probablemente, siguiendo los valles del Jarama y Henares, llega hasta Sigüenza.

    Additional timelines
  • -191 AC


    Batalla de Toletum
    Military action

    192 a.C. - El pretor Fulvio Nobilior sitia la ciudad carpetana de Toletum, venciendo a una coalición de carpetanos, vettones, vacceos y celtíberos.

    Additional timelines
  • -184 AC


    Operación a gran escala sobre Carpetania
    Military action

    Quinctio Crispino y Calpurnio Pisón, pretores de las provincias hispanas, inician una operación a gran escala sobre Carpetania que culmina, no lejos de Toledo, con na importante victoria para los romanos

    Additional timelines
  • -178 AC


    II Campaña contra Oretanos y Carpetanos
    Military action

    179 a. C. - Los pretores Sempronio Graco y Postumio Albino saquean y someten hasta 130 poblaciones oretanas y carpetanas.

    Additional timelines
  • -146 AC


    Comienzo de la Guerra Lusitana
    Military action

    Inicio de la Guerra Lusitana

    Additional timelines
  • -139 AC


    Tratado de Paz entre Viriato y Roma
    Diplomatic action

    Tratado de paz entre Viriato y Roma por el que el lusitano pasa a declarar independientes los territorios bajo su control.

    Additional timelines
  • -37 AC

    21 Marzo

    Unificación de Hispania
    Political event

    Octavio unifica Hispania

    Additional timelines
  • -28 AC

    -15 AC


    Guerras Cántabras
    Military: War

    Pacificación romana de la cornisa norte de Hispania.

Era Hispánica

38 AC 711 AD

  • -38 AD

    21 Marzo

    Unificación de Hispania
    Political event

    Octavio unifica Hispania

    Additional timelines
  • -29 AD

    -16 AD


    Guerras Cántabras
    Military: War

    Pacificación romana de la cornisa norte de Hispania.

  • 418 AD

    507 AD


    Reino Visigodo de Tolosa
    Political event

    Los visigodos obtienen del emperador el estatuto de pueblo federado del Imperio, con autoridad sobre las provincias de Aquitania, Narbonense y las Hispanias.

    Location
    Tolosa
  • 551 AD


    Atanagildo, rey de los godos
    Political event

    Atanagildo (en latín: Athanagildus; en gótico: Aþanagilds; ¿?-Toledo, 567) fue rey de los visigodos, primero como rebelde (551–554) en guerra contra Agila I y luego como único rey (555–567). Desde su corte de Toledo intentó devolver a los godos tiempos de paz y esplendor, empezando por expulsar a los otrora aliados bizantinos.

    Additional timelines
  • 567 AD


    Atanagildo traslada la corte a Toledo
    Political event

    En el año 567 trasladó su corte de Barcelona a Toledo, que pasó a ser la definitiva capital del reino visogodo. Las razones del cambio fueron varias, destacando la posición geográfica más cercana de cualquier punto de conflicto, la importancia creciente de la ciudad desde tiempos de Teudis y fundamentalmente la mayor protección ante la invasión bizantina.

    Additional timelines
  • 568 AD


    Leovigildo, rey de Spania
    Political event

    Flavio Leovigildo (en latín: Flavius Leovigildus, del gótico: Liubagilds; ¿?-Toledo, primavera del año 586) fue rey de los visigodos de 568 o 569 a 586. Por sus reformas y su labor de expansión y reorganización territorial, Leovigildo es considerado el rey visigodo más importante y uno de los soberanos más admirados de toda la historia de España. Fue el autor del Codex Revisus o Código de Leovigildo, legislación que equiparaba los derechos de godos e hispanorromanos en su reino, pasando a formar ambas etnias un mismo pueblo, siendo godo su gentilicio e hispanorromana su cultura. Tras sus campañas militares su autoridad abarcó la práctica totalidad de la península ibérica.

    Additional timelines
  • 568 AD


    Liuva I, rey en Toledo
    Political event

    Liuva I (en gótico: Liuba; m. 572) fue rey de los visigodos (568–572), como sucesor de Atanagildo.

    Additional timelines
  • 585 AD


    Fin del reino suevo de Gallaecia
    Military action

    Los visigodos, comandados por el rey Leovigildo, conquistan y anexionan el reino suevo de Gallaecia

  • 586 AD

    601 AD


    Recaredo I, rey en Toledo
    Political event

    Recaredo I (en latín: Flavius Reccaredus, en gótico: Rekkareþ) (559-Toledo, 21 de diciembre del año 601) fue rey de los visigodos desde el 586 hasta el 601, cuando murió en Toledo.[/quote] Hijo y sucesor de Leovigildo y de su primera mujer, combatió a los francos, a los bizantinos (aún presentes en el litoral andaluz) y a los vascones, y hubo de sofocar varias revueltas de los nobles visigodos.   El hecho más destacado de su reinado se produjo en 589, cuando convocó el III Concilio de Toledo en el que, junto con varios nobles y dignatarios eclesiásticos, abjuró del arrianismo y se convirtió al cristianismo niceno, con lo que llevó a cabo la unificación religiosa entre visigodos e hispanorromanos, a la que aspiraba su padre de forma inversa y quien, al parecer y paradójicamente, le aconsejó esta vía, quedando así sellada la unidad espiritual y territorial del Reino Visigodo de Hispania.

    Additional timelines
  • 601 AD

    603 AD


    Liuva II, rey en Toledo
    Political event

    Liuva II (583 - junio o julio de 603) fue rey de los visigodos (601-603).

    Additional timelines
  • 603 AD

    610 AD


    Witerico, rey en Toledo
    Political event

    Witerico o Viterico (¿570? – abril de 610) fue rey de los visigodos (603–610).

    Additional timelines
  • 610 AD

    612 AD


    Gundemaro, rey en Toledo
    Political event

    Gundemaro (¿? – Toledo, febrero o marzo de 612) fue rey de los visigodos (610–612).

    Additional timelines
  • 612 AD

    Abril
    621 AD


    Sisebuto, rey en Toledo
    Political event

    Sisebuto (muerto en febrero de 621) fue rey de los visigodos (primavera de 612 – febrero de 621) y sucedió a Gundemaro. Probablemente pertenecía a la misma tendencia nobiliaria que su antecesor. A Sisebuto hay que atribuir la construcción de la iglesia de Santa Leocadia en Toledo, que más tarde fue sede de cuatro concilios.

    Additional timelines
  • 613 AD


    Aplastada al revuelta vascona
    Military action

    Sisebuto aplasta la revuelta de los vascones a la que se habían sumado astures y cántabros, pacificando temporalmente la región.

  • 621 AD


    Recaredo II, rey en Toledo
    Political event

    Recaredo II (¿? – 621) fue rey de los visigodos (621).

    Additional timelines
  • 621 AD

    631 AD


    Suintila, rey en Toledo
    Political event

    Suintila (¿? - Toledo, c. 634) fue rey de los visigodos entre 621 y 631. Su nombre también puede encontrarse escrito como Suínthila. Consiguió culminar la unificación de los territorios hispánicos (véase Hispania visigoda).

    Additional timelines
  • 631 AD

    636 AD


    Sisenando, rey en Toledo
    Political event

    Sisenando (¿? – 12 de marzo de 636) fue el vigesimosexto rey de los visigodos en Hispania entre 631 y 636.

    Additional timelines
  • 636 AD

    640 AD


    Chintila, rey en Toledo
    Political event

    Chintila (en gótico: Kinþila; ¿? – 639/640) fue rey de los visigodos entre 636 y 639/640. Sabemos muy poco de su reinado, ya que las crónicas son escasas. Casi todo lo que sabemos es por las actas del V y VI Concilio de Toledo. Su nombre también puede encontrarse escrito como Khíntila.

    Additional timelines
  • 639 AD

    642 AD


    Tulga, rey en Toledo
    Political event

    Tulga (m. 642) fue rey de los visigodos entre 639/640 y 642. Sucedió a su padre Chintila.

    Additional timelines
  • 642 AD

    653 AD


    Chindasvinto, rey en Toledo
    Political event

    Chindasvinto (en gótico: Kinþaswinþs), aunque su nombre también puede verse escrito como Khindasvinto (564 - 30 de septiembre de 653), fue rey de los visigodos entre los años 642 y 653.

    Additional timelines
  • 653 AD

    672 AD


    Recesvinto, rey en Toledo
    Political event

    Recesvinto (en latín, Recesvindus o Reccesvinthus, muerto en 672) fue rey de los visigodos entre 653 y 672. Compiló, junto con su antecesor Chindasvinto, un cuerpo de leyes común para los dos pueblos del reino, hispanorromanos y visigodos: el Liber Iudiciorum o Código de Recesvinto.

    Additional timelines
  • 663 AD


    IV Concilio de Toledo
    Religious event

    Condena expresa a la práctica de la magia por miembros de la Iglesia

  • 672 AD

    680 AD


    Wamba, rey en Toledo
    Political event

    Wamba (c. 630-688) fue rey de los visigodos entre los años 672 y 680, sucesor del rey Recesvinto.

    Additional timelines
  • 680 AD

    687 AD


    Ervigio, rey en Toledo
    Political event

    Ervigio (en latín: Flavius Ervigius o Flavius Erwigius, en gótico: Erwig) (muerto en 687?), rey de los visigodos (680 - 687). Sucedió en el trono a Wamba.

    Additional timelines
  • 687 AD

    702 AD


    Égica, rey en Toledo
    Political event

    Égica o Egica (? – 702/703)1 fue rey de los visigodos (desde el año 687 – 702). Pariente del rey Wamba, Égica estuvo casado con Cixilo, hija de su antecesor, Ervigio.

    Additional timelines
  • 702 AD

    710 AD


    Witiza, rey en Toledo
    Political event

    Witiza fue rey de los visigodos, asociado por su padre al trono hacia 694, y reinó conjuntamente regni concordia desde su unción el 15 de noviembre de 700, hasta finales de 702 o 703, en que falleció su padre Égica. Reinó en solitario hasta su muerte ocurrida en el 710 o 711.

    Additional timelines
  • 710 AD

    711 AD


    Rodrigo, rey en Toledo
    Political event

    Roderico o Rodrigo (en gótico: Hroþareiks, en latín: Rodericus y en árabe, لذريق‎, Ludharīq; 688-711), nombrado en numerosas fuentes clásicas como Don Rodrigo, fue rey visigodo entre los años 710 y 711. Llegó al trono de forma violenta, lo que produjo la secesión de parte del reino. Fue derrotado por los musulmanes en la batalla de Guadalete, debido a una traición entre oponentes visigodos del propio rey.

    Additional timelines
  • 711 AD

    19 Julio

    Batalla de Guadalete
    Military action

    Derrota y muerte de Don Rodrigo. Caída del reino visigodo de Hispania. Inicio de la dominación árabe de la Península

    Additional timelines
  • 711 AD

    Octubre

    Los árabes entran en Toledo
    Military action

    711 - Tras derrotar y dar muerte al rey Rodrigo, las fuerzas de Tariq Ibn Ziyad se dirigen a la capital, entrando en ella a los pocos meses.

    Additional timelines

AL-ÁNDALUS

711 AD 1220 AD

  • 711 AD

    19 Julio

    Batalla de Guadalete
    Military action

    Derrota y muerte de Don Rodrigo. Caída del reino visigodo de Hispania. Inicio de la dominación árabe de la Península

    Additional timelines
  • 711 AD

    Octubre

    Los árabes entran en Toledo
    Military action

    711 - Tras derrotar y dar muerte al rey Rodrigo, las fuerzas de Tariq Ibn Ziyad se dirigen a la capital, entrando en ella a los pocos meses.

    Additional timelines
  • 718 AD


    Revuelta de Pelayo
    Military action

    El noble godo Pelayo se refugia en tierras astures y organiza un frente de resistencia a la ocupación musulmana

  • 722 AD


    Batalla de Covadonga
    Military: Battle

    Las fuerzas del rebelde Pelayo logran derrotar a las tropas musulmanas en las estribaciones del Vindio, M.

  • 732 AD

    5 Octubre

    Batalla de Poitiers
    Military action

    Carlos Martel, mayordomo del rey franco de Austrasia, derrota al ejército invasor del emir de Córdoba en la batalla de Poitiers, poniendo freno a la expansión musulmana en Europa occidental.

  • 739 AD


    Alfonso I, rey de Asturias
    Political event

    El aliado de Pelayo se proclama rey de los astures y los cántabros a la muerte de Favila Pelaez, fundando el primer estado independiente de Spania tras la inasión musulmana.

  • 756 AD


    Abd al-Rahman I se refugia en al-Andalus
    Political event

    El príncipe omeya Abd al-Rahman I escapó de Bagdad tras el golpe de Estado del clan de los abbasíes y se refugió en el Occidente donde conseguirá instaurar en Córdoba un estado independiente de califato.

  • 756 AD

    912 AD


    Emirato Omeya
    Political event

    El establecimiento de la dinastía omeya en al-Andalus y la creación su estado independiente en Córdoba.

    Emires Años
    ʿAbd al-Raḥmān I 756-788
    Hišām I 788-796
    Al-Ḥakam I 796-822
    ʿAbd al-Raḥmān II 822-886
    Muḥammad I 852-886
    Al-Munḍir 886-888
    ʿAbd Allāh 888-912

  • 797 AD


    La Jornada del Foso
    Extinction

    La jornada del foso fue un hecho histórico acaecido en la ciudad de Toledo (España), en el siglo VIII, en el que el emir de Córdoba acabó con la autonomía de toledo asesinando a traición a todos los notables de la ciudad.

    Additional timelines
  • 813 AD

    24 Julio

    Descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago
    Discovery, Exploration

    Es descubierta en el lugar de Campus Stellae la tumba oculta del apóstol Santiago.

  • 844 AD

    23 Mayo

    Batalla de Clavijo
    Military: Battle

    Batalla legendaria entre el rey de Asturias, Ramiro I y los musulmanes en la cercanía de Logroño, ganada gracias a la intervención divina del apóstol Santiago.

  • 845 AD


    Magicis per ignem finem imposuit
    Political event

    El rey Ramiro I de Asturias ordena quemar a todos los hechiceros del reino

    Additional timelines
  • 900 AD


    Día de Zamora
    Military action

    Campaña del príncipe ibn al-Qitt contra el reino de León que termina en una extraña y humillante derrota para él ante los muros de Zamora

  • 913 AD

    1031 AD


    Califato Omeya
    Political event

    El siglo de oro de al-Ándalus en el que el califato cordobés alcanza su cenit político, económico y cultural, convirtiéndose en el estado hegemónico de Occidente. Durante este periodo hubo tres califas omeyas hasta la guerra civil o fitna.

    Califas Años
    ʿAbd al-Raḥmān III 912-961
    Al-Ḥakam II 961-976
    Hišām II 976-1013

    Location
    Spania
  • 939 AD

    Agosto

    Batalla de Alhandega
    Military: Battle

    Humillane derrota del califa Abd al-Rahman III ante los ejércitos leoneses, castellanos y navarros que tendrá como consecuencia un importante giro en la dirección de su política exterior

  • 966 AD


    Incursiones normandas
    Military: Skirmish

    Los normandos atacaron las costas de Spania y el califa al-Hakam tuvo enviar a su flota para desrrotarlos.

  • 972 AD

    974 AD


    Gran campaña andalusí en África
    Military: War

    Al-Hakam II somete a los caudillos bereberes rebeldes para frenar la amenaza del califato fatimí.

  • 975 AD


    Ataque cristiano a Gormaz
    Military action

    Los reyes de León ,Castilla y Navarra atacaron conjuntamente la fortaleza andalusí de Gormaz, siendo finalmente neutralizados por las fuerzas califales ese mismo año.

  • 980 AD


    Clausura de Madinat al-Zahra

    Al-Mansur ordena que el recinto palatino del califa quede cerrado a cualquier visitante.

  • 1002 AD

    9 Agosto

    Muerte de Almanzor
    Life, Death

    Muere el caudillo y canciller al-Mansur, le sucede su hijo Al-Muzaffar.

  • 1008 AD

    20 Octubre

    Muerte de al-Muzaffar
    Life, Death

    Muere el canciller al-Muzaffar, hijo predilecto de al-Mansur. Le sucede su medio-hermano, Abd al-Rahman Sanyul.

  • 1009 AD

    1031 AD

    Diciembre

    La Fitna
    Disbandment

    La Fitna es el período de inestabilidad y guerra civil que vive Al-Ándalus entre 1009 y 1031 y que supondrá el colapso del Califato de Córdoba y la aparición de los primeros reinos de taifas.
    Durante este periodo fueron proclamados seis califas omeyas (O) y tres hammudíes (H), con diversas restauraciones (R) e interregnos.

    Califa Reinado
    Muhammad II al-Mahdi 1009
    Sulaimán al-Mustaín 1009-1010
    Muhammad II (R) 1010
    Hisham II (R) 1010-1013
    Sulaimán al-Mustaín 1013-1016
    Ali ibn Hamud al-Nasir (H) 1016-1018
    Abd al-Rahmán IV 1018
    Al-Qasim al-Mamun (H) 1018-1021
    Yahya al-Muhtal (H) 1021-1023
    Al-Qasim al-Mamun (H) 1023
    Abd al-Rahmán V 1023-1024
    Muhammad III 1024-1025
    Yahya al-Muhtal (H) 1025-1026
    (interregno) 1026-1027
    Hisham III 1027-1031

  • 1009 AD

    Febrero

    Sublevación de Córdoba
    Disaster / Destruction

    Instigados por la conspiración palatina de los omeyas contra Sanyul, el pueblo de Córdoba se alza contra el tiránico canciller y saquea Madinat al-Zahira.

  • 1009 AD

    3 Marzo

    Muerte de Abd al-Rahman Sanyul
    Life, Death

    La revuelta contra el tiránico y desacertado gobierno del canciller amirí se salda con la captura y decapitación de este, cuyo cadaver embalsamado sería crucificado y expuesto.

  • 1009 AD

    Noviembre

    Los bereberes aplastan la revuelta de Córdoba
    Military action

    Las tropas bereberes retoman el poder en Córdoba aplastando la revuelta y alzando su propio califa, el omeya menor Sulayman al-Mustain.

  • 1010 AD

    Julio

    Los bereberes son expulsados de Córdoba
    Military action

    El bando omeya logra recuperar el control de Córdoba y reinstaurar a Hisham II. La ciudad resistirá el asesdio de las tropas bereberes durante tres años, durante los que Madinat al-Zahra será finalmente saqueada.

  • 1013 AD

    Abril

    Saqueo de Córdoba
    Disaster / Destruction

    Las tropas bereberes sublevadas asedian y saquean la ciudad de Córdoba.

  • 1016 AD


    Los hammudíes controlan Córdoba

    Alí ben Hamud al-Nasir, de la dinastía norteafricana de los Hammudíes, se hace con el poder en Córdoba y se autroproclama califa, después de asesinar al califa Sulayman al-Mustain.

  • 1030 AD

    1043 AD


    al-Záfir, rey de Toledo
    Political event

    Inicio de la taifa de Toledo bajo la dinastía hispanobereber de los Banu Di-l-Nun Ismaíl b. Abd al-Rahman b. Di-l-Nun (f. 1043 en Toledo), también conocido como Ismaíl al-Záfir, Ismaíl az-Záfir o Ismael az-Záfir o simplemente «Al-Záfir» (el triunfador) fue el primer rey de la Taifa de Toledo —perteneciente a la dinastía Banu Di-l-Nun—. Reinó desde 1032 hasta su muerte en 1043 cuando fue sucedido por su hijo Al-Mamún.

    Additional timelines
  • 1031 AD

    1086 AD


    Reinos de Taifas
    Political event

    Periodo de fragmentación de al-Ándalus en pequeños estados que, aunque ricos, quedan a merced de los reinos cristianos del norte.  

    Reinos Años
    El Reino de Pamplona 1031-1086
    El Reino de León 1031-1086
    El Reino de Galicia 1031-1071
    El Reino de Aragón 1035-1086
    El Reino de Castilla 1065-1086
    El Condado de Barcelona 1031-1086

  • 1031 AD

    Diciembre

    Fin del califato de Córdoba
    Disbandment

    El pueblo de Cordoba depone al último califa y proclama la abolición del Califato

  • 1043 AD

    1075 AD


    Al-Mamún, rey de Toledo
    Political event

    Yahya ibn Ismail al-Mamun (antes de 1043-Córdoba, junio de 1075), conocido como Al-Mamún de Toledo, fue rey de la Taifa de Toledo entre 1043 y 1075, tras suceder a su padre Ismaíl al-Záfir.

    Additional timelines
  • 1063 AD


    Primera Cruzada Hispánica
    Military: War

    Para vengar la muerte de Ramiro I de Aragón, el papa convoca una cruzada con la que se conquista la plaza de Barbastro y se masacra a la población.

  • 1068 AD


    II Cruzada Hispánica
    Military: War

    Con la que el Papa consigue la infeudación del reino de Aragón, pero que termina en un rotundo fracaso

  • 1072 AD


    Alfonso Vi refugiado en Toledo
    Life, Relocation

    Tras la batalla de Golpereja, Alfonso VI se exilia en Toledo al perder su reino acogido por el rey al-Ma'mun

    Additional timelines
  • 1074 AD


    al-Mamún conquista Córdoba
    Military action

    Al-Mamún de Toledo conquista Córdoba, colocando a su hijo Abu Nasr al-Fath al-Ma'mun en el trono. Pero muere envenenado allí al año siguiente.

    Additional timelines
  • 1075 AD

    28 Junio

    Asesinato de al-Ma'mun
    Life, Crime

    al Ma'mun de Toledo muere envenenado y con ello se inicia un periodo de inestabilidad en la Taifa de Toledo que abocará en su conquista final por Alfonso VI

    Additional timelines
  • 1078 AD


    Petición de ayuda de Sevilla a los almorávides
    Political event

    El rey al-Mu'tamid de Sevilla pide ayuda al emir almorávide, pero este desestima su petición.

  • 1081 AD


    Petición de ayuda de Badajoz a los almorávides
    Political event

    El rey de Badajoz escribe al emir almorávide para que cruce el estrecho y les ayude contra los cristianos, pero este desestima su petición.

  • 1082 AD


    Petición de ayuda de Málaga a los almorávides
    Diplomatic action

    El hayib malagueño pide ayuda a los almorávides sin que obtenga respuesta.

  • 1083 AD


    Toma de Madrid
    Military action

    Alfonso VI de León y Castilla toma las plaza de Madrid como inicio de la conquista reino de Toledo.

    Additional timelines
  • 1085 AD


    Misión diplomática andalusí a Marrakech
    Diplomatic action

    Los reyes taifas de Sevilla, Badajoz y Granada envían a sus embajadores a la corte almorávide para pedir su ayuda frente a León.

  • 1085 AD

    6 Mayo
    1085 AD

    25 Mayo

    Alfonso VI, rey en Toledo
    Political event

    1085 AD - Alfonso VI entra victorioso en Toledo tras cuatro años de guerra y un tratado de capitulación.

  • 1086 AD

    1145 AD


    Dominio almorávide
    Political event

  • 1086 AD

    23 Octubre

    Batalla de Zalaca
    Military action

    La batalla de Sagrajas o Zalaca (en árabe, الزلاقة‎) se libró en Sagrajas, en las proximidades de Badajoz (España), el 23 de octubre de 1086, entre las tropas cristianas de Alfonso VI de León y las almorávides de Yúsuf ibn Tasufín, con la derrota de las primeras.

    Additional timelines
  • 1087 AD


    Tercera Cruzada Hispánica
    Military: War

    El papa convoca a los cruzados para conquistar Tudela, sin conseguir tomar la ciudad.

  • 1089 AD


    Sitio de Aledo
    Military action

    El sitio de Aledo fue un episodio de la conquista almorávide de al-Ándalus en el que los almorávides intentaron expulsar de la fortaleza murciana a los castellano-leoneses, que resistieron gracias al apoyo del emir de Murcia.

    Additional timelines
  • 1090 AD


    I Asedio almorávide a Toledo
    Military action

    El sitio de Toledo de 1090 fue un intento almorávide de reconquistar la ciudad.

    Additional timelines
  • 1090 AD


    Tercera campaña almorávide en Spania
    Military action

    El emir almorávide entra por tercera vez en al-Andalus y somete a los reinos taifas.

  • 1108 AD

    29 Mayo

    Batalla de Uclés
    Military action

    La batalla de Uclés del año 1108 fue librada en la localidad española de Uclés (Cuenca), el 29 de mayo de 1108, entre las tropas cristianas de Alfonso VI de León y las almorávides de Alí ibn Yúsuf, y se saldó con la derrota de las primeras.

    Additional timelines
  • 1109 AD

    1111 AD


    II Asedio almorávide a Toledo
    Military action

    Tras la victoria de Uclés y la muerte de Alfonso VI los almorávides deciden dar el golpe definitivo y conquistar Toledo, más la enconada resistencia de la ciudad hizo fracasar sus planes, aunque los almorávides no abandonaron la lucha ya que ocuparon las poblaciones de la Trasierra, rodeando a Toledo. El cerco no se rompió hasta que en 1111 Alfonso el Batallador de Aragón intervino en auxilio de los toledanos.

    Additional timelines
  • 1114 AD

    1116 AD


    Cuarta Cruzada Hispana
    Military: War

    Los pisanos y catalanes se embarcan para conquistar la isla de Mallorca, consiguiéndolo en 1115, pero retirándose en 1116.

  • 1118 AD


    Quinta Cruzada Hispánica
    Military: War

    El papa Gelasio II otorga la cruzada a Alfonso I de Aragón con la que se conquista la ciudad de Zaragoza.

  • 1119 AD


    Séptima Cruzada Hispánica: Tortosa
    Military: War

    Ramón Berenguer IV de Barcelona organiza una cruzada con la que conquista Tortosa.

  • 1134 AD


    Testamento de Alfonso I de Aragón en favor de las Órdenes Millitares
    Life, Death

    Alfonso I el Batallador, rey de Aragón, muere sin hijos y lega en su testamento, su reino a las Órdenes del Temple, del Hospital y del Santo Sepulcro.

    Additional timelines
  • 1140 AD


    Acuerdos de las Órdenes Militares con la Corona de Aragón
    Gathering / Conference

    Raymond de Puy llega a un acuerdo con Ramon Berenguer IV de Aragón y Barcelona sobre la herencia de Alfonso I El Batallador

    Additional timelines
  • 1145 AD

    1160 AD


    Segundas taifas
    Political event

    Periodo intermedio tras la disolución del poder almorávide y la dominación almohade en el que los poderes locales de al-Ándalus vuelven a tomar el control de su territorio.

  • 1148 AD


    Sexta Cruzada Hispánica: Almería
    Military: War

    Alfonso VII de León pacta el asalto a Almería.

  • 1158 AD


    Motín de la Trucha
    Revolution

    Revuelta popular en la ciudad de Zamora que acabó con la vida de muchos de sus caballeros.

    Additional timelines
  • 1158 AD

    1 Enero

    Donación de Calatrava
    Founding

    Sancho III entrega la plaza de Calatrava a los monjes del monasterio cisterciense de Fitero, momento fundacional de la Orden de Calatrava.

  • 1160 AD

    1220 AD


    Dominio almohade
    Political event

  • 1172 AD


    Defensa de Huete
    Military: Battle
  • 1177 AD


    Conquista de Cuenca
    Military: War
  • 1178 AD


    III Concilio Laterano
    Religious event

    Anatema contra los herejes

  • 1208 AD


    Refundación de La Coruña
    Founding

    Alfonso IX, rey de León refunda La Coruña.

  • 1208 AD

    Febrero

    Llamada a la Cruzada
    Religious event

    El Papa predica la Cruzada

  • 1211 AD

    1212 AD


    Octava Cruzada Hispánica
    Military: War

    Convocada para combatir a los almohades se saldará con la gran victoria de las Navas de Tolosa

  • 1212 AD


    Batalla de las Navas de Tolosa
    Military: Battle

  • 1213 AD


    Revocación de la bula de cruzada
    Religious event

    El papa Inocencio III revoca los privilegios de cruzada a quienes acudieron a luchar contra los almohades.

  • 1218 AD


    Prohibición papal de luchar como cruzados en Spania
    Religious event

    El papa Honorio III prohibe a los cruzados europeos combatir en la Hispania.

  • 1219 AD


    Novena Cruzada Hispánica
    Military: War

    Convocada para ayudar a Castilla a expandirse hacia el Levante. Se salda con la conquista de Utiel pero el fracaso en el asedio de Requena.

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