Mar Ladrón
El mar que une a la parte continental con la insular de Filnar y donde reposan casi la totalidad de pequeñas islas del continente, es denominado Mar Ladrón debido a las fuertes e imprevistas corrientes que arrastran los barcos mar adentro, a veces, estando incluso muy cerca de la orilla. Son muchos los navegantes que llegando por primera vez a la costa han perdido su nave suponiendo que con una simple ancla bastaría.
El Mar Ladrón abarca la costa continental oriental de Filnar, desde unos 450 km al norte, en las tierras salvajes, hasta el estrecho entre Dagreb y Reino medio, cubriendo toda la costa occidental de Medorath y conteniento las islas de Saeka, Deiros, Bleik, Feynos, Zamar, Zamón y las llamadas gemelas de Dung Kang.
Actividad
El mar es muy usado por las ciudades costeras y por las islas para la pesca, ya sea con fines comerciales, como las primeras, o de subsistencia. El comercio es muy activo, principalmente entre Aedal, Mercari y las islas, quienes negocian con materias primas y alimentos esencialmente. Al sur, las ciudades costeras de Dagreb y algunos pueblos de Reino medio centran su mercado en el comercio de esclavos, minerales y plantas, explotando recursos de las islas Dung Kang.
Coexisten dos grandes grupos de comerciantes; los del norte, que operan entre las islas de Saeka y Zamar, usando los puertos desde Zaneg hasta Kacet, y teniendo a Priano como centro indiscutible del ajetreado flujo de navíos. Y los comerciantes del sur, que operan desde Zamar hasta la ciudad de Rendau, capital costera de Dagreb, quien dirige el mercado desde y hacia las costas de su propio continente y de Reino medio.
Historia
Se cuenta que las antiguas tribus que habitaron la costa de la actual Aedal creían que criaturas del mar con forma humanoide robaban sus balsas, este mito se extendió por la costa al punto de que varias tribus se unieran para crear una barcaza que pudiera llevar a varios de sus guerreros, muy diferente a sus balsas usadas para pescar. Tomaron rumbo al mar en busca de las criaturas a quienes consideraban los autores del robo de sus balsas, sólo la barcaza vacía volvió a la costa arrastrada por la corriente, con la inscripción roubon en uno de sus maderos, expresión que en adelante fue usada por los nativos para referirse al mar.
Un lingüista que estudió las lenguas de las tribus, indicó que la expresión roubon significaba robo, así fue como los marineros comenzaron a llamarlo el mar que roba, y con los luxantes, finalmente se conoció como el Mar Ladrón.
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