Xas
ESPÍRITU burlón de Galicia que se divierte incordiando a los humanos. La sabiduría popular dice que estos seres no son otra cosa que las ánimas de los juerguistas que, sabedores de que en el Cielo o en el Infierno se les acabará la diversión, se resisten a abandonar la Tierra, siendo perseguidos incansablemente por ángeles o demonios para meterlos en vereda.
Las diabluras propias de este ser son trenzar el rabo a mulas y caballos que estén en un establo, ordeñar vacas para derramar la leche en el suelo, robar fruta o, más raramente, lanzar piedras contra las casas de los que les caen mal.
También gustan de meterse con las mozas guapas, haciéndoles cosquillas o tomando la forma de una corriente de aire, metiéndose bajo sus faldas. Además tiene la habitual tendencia a enamorarse de un humano (da igual el sexo) gastándole bromas especialmente a él/ella y aullentándole a los pretendientes con sustos y bromas particularmente pesadas.
Sin embargo, el xas no es verdaderamente maligno y se tiene en gran estima a los "suyos" de los que se arroga el privilegio de ser el único ue puede fastidiarles. Por ello, si un forastero llegara con malas intenciones, el xas no dudaría en ayudar a su aldea o familia "protegida" haciéndole víctima de todas las bromas o exponiendo sus oscuras intenciones ante todos. De hecho, lo hará aunque no guarde malas intenciones, solo como novatada al recién llegado.
Apariencia
El xas es un ente invisible e incorpóreo que puede hacerse vagamente material para actuar. Aquellos que tengan Clarividencia verán un raudo y travieso diablillo diminuto enfundado en un sudario.Naturaleza
El Xas no es sino un espíritu feérico burlón, un duende inmaterial al que la tradición popular a dado el papel de un fantasma humano que le viene de perlas seguir para obtener su vitalidad.Las diabluras propias de este ser son trenzar el rabo a mulas y caballos que estén en un establo, ordeñar vacas para derramar la leche en el suelo, robar fruta o, más raramente, lanzar piedras contra las casas de los que les caen mal.
También gustan de meterse con las mozas guapas, haciéndoles cosquillas o tomando la forma de una corriente de aire, metiéndose bajo sus faldas. Además tiene la habitual tendencia a enamorarse de un humano (da igual el sexo) gastándole bromas especialmente a él/ella y aullentándole a los pretendientes con sustos y bromas particularmente pesadas.
Sin embargo, el xas no es verdaderamente maligno y se tiene en gran estima a los "suyos" de los que se arroga el privilegio de ser el único ue puede fastidiarles. Por ello, si un forastero llegara con malas intenciones, el xas no dudaría en ayudar a su aldea o familia "protegida" haciéndole víctima de todas las bromas o exponiendo sus oscuras intenciones ante todos. De hecho, lo hará aunque no guarde malas intenciones, solo como novatada al recién llegado.
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