BUILD YOUR OWN WORLD Like what you see? Become the Master of your own Universe!

Reino de Aragón

EL reino de Aragón es uno de los reinos hispánicos del noreste de la península ibérica. Surgió en la región pirenaica central en 1035 tras la unión de los condados carolingios de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. Posteriormente se expandió hacia el sur, a medida que se hacía con el dominio de territorios musulmanes, hasta llegar a ocupar la superficie todo el espacio central del Valle de Hiberia entre los Pirineos Centrales y la Celtiberia .
No debe confundirse con la Corona de Aragón, conjunto de territorios de los que es soberano el rey de Aragón: consistentes en este momento en el propio reino de Aragón más las posesiones del conde de Barcelona. El reino de Aragón ocupa la mitad noroeste de la corona y se extiende entre el condado de Ribagorza por el norte y la ciudad de Teruel por el sur, y desde Alcañiz por el este hasta Calatayud y Tarazona, sus dos poblaciones más occidentales.
A pesar de haber surgido en los valles pirenaícos, actualmente el reino está dominado por la ciudad de Zaragoza, conquistada en 1118 a los musulmanes, y que pronto se convirtió en su capital. Es una ciudad en cuyas calles aún se aprecia claramente la presencia del islam, están llenas de contrastes e imágenes exóticas. Fue la antigua capital de la Marca Superior y de la extensa poderosa Taifa de Zaragoza  y ahora es la base desde la que los monarcas cristianos sostienen su enfrentamiento contra los almohades. Rivaliza en importancia con Zaragoza la ciudad de Huesca, conquistada por Pedro I en 1096, y que aún en 1220 sigue siendo una población de gran relevancia tanto en la esfera política como social, no solo dentro del reino y la corona sino en toda la Península.

Historia

La historia del Aragón condal aparece en el artículo: Condado de Aragón

Nacimiento del reino

El matrimonio de Andregoto, hija del conde Galindo II de Aragón, con el rey García Sánchez I de Navarra, condujo a la unión de ambas entidades políticas. El Condado de Aragón siguió conservando una cierta personalidad que había sido reforzada por el renacer de la vida monástica y la organización de una diócesis coincidente con los límites del condado. En 1035 Ramiro, hijo natural de Sancho III El Grande de Navarra y baiulus del condado de Aragón, incorporó a este los condados de Sobrarbe y Ribagorza, que habían estado bajo el gobierno de su hermano Gonzalo. Fallecido Sancho, el condado se escindió del reino navarro y se constituyó en reino separado, aunque tutelado por el navarro gobernado por su hermano García Sánchez III. Limitado a los valles pirenaicos y vecino del más poderoso reino navarro y de la importante Taifa de Zaragoza , el aumento de la población y la sed de tierras para sus habitantes le impelían a expandirse, pese a su debilidad militar inicial.
La legitimidad de la nueva dinastía la lograron los reyes Sancho Ramírez y Pedro I al poner el reino bajo el amparo de la Santa Sede. Así el Reino de Aragón pasó a formar parte de los estados occidentales. La donación del reino al papa la realizó Sancho Ramírez en el 1068, para tratar de reforzar su posición ante sus hostiles vecinos, en ocasiones coligados contra él.

Siglos XI-XII: Expansión del reino

La proyección de Ramiro I para la reconquista de la tierra llana se vio sobrepasada con creces por sus inmediatos sucesores.
El rey de Navarra Sancho Garcés IV fue asesinado por su propio hermano en 1076. Los navarros, no queriendo ser gobernados por el fratricida, eligieron por su rey a Sancho Ramírez de Aragón —primo del fallecido—, quien incorporó la corona de Pamplona a la de Aragón. El reino navarro quedó dividido entre León-Castilla y Aragón; este recibió los principales territorios, incluida la capital navarra, y triplicó su extensión, aunque a cambio de admitir la supremacía teórica castellano-leonesa. Para celebrar la expansión, Sancho fundó la ciudad de Jaca, donde pasó a residir y a donde trasladó el obispado mozárabe (de tradición litúrgica hispano-visigótica bajo dominio musulmán) oscense en el 1077. Como controlaba las tierras altas que lindaban con el Ebro por el norte, pudo emprender diversas incursiones, principalmente contra la taifa zaragozana, y tratar de expandirse hacia el llano, fundamentalmente a lo largo de los valles de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza. Para compensar la falta de soldados necesaria para la expansión territorial, trató de traerlos del sur de Francia. La expansión, sin embargo, fue lenta y se realizó en especial mediante la conquista de puntos estratégicos, como Graus en el 1083 y Ayerbe, por la misma época. Los avances hacia el sur se aceleraron a finales de siglo, tanto por la falta de apoyo de Alfonso VI de Castilla a los zaragozanos como por la marcha del Cid al Levante, que hasta entonces había combatido con estos. En el 1089, los aragoneses se apoderaron de Monzón, que estorbaba las comunicaciones entre Lérida y Huesca y el en 1091 construyeron el castillo de El Castellar, entre Zaragoza y Tudela. Sancho emprendió el asedio de la importante ciudad de Huesca —mucho mayor que Jaca y Pamplona y probablemente que ninguna ciudad peninsular en manos cristianas, salvo Barcelona y Toledo— en el 1094, pero murió de un flechazo. Le sucedió de inmediato su hijo Pedro, ya asociado al poder y que retomó pronto el cerco.
El rey Pedro I de Aragón (1070-1104) conquistó Huesca el 27 de noviembre de 1096, después de derrotar al rey Al-Musta'in II de Taifa de Zaragoza en la batalla del Alcoraz, que se libró el 18 de noviembre de ese año.12 En 1101 tomó Barbastro y Sariñena, y tomó Tamarite de Litera en 1104. En este reinado se reglamentó el Fuero de infanzones.
Durante el reinado de Alfonso I el Batallador (1104-1134), en el curso de pocos años, con la valiosa colaboración de la nobleza feudal del sur de Francia, se conquistaron los núcleos urbanos y comarcas de Tudela, Tarazona, Calatayud, Daroca y, finalmente, Zaragoza. Después de la muerte de su hermano Pedro I de Aragón, decide actuar sobre las Cinco Villas y en el año 1105 conquista Ejea de los Caballeros.
El rey de Zaragoza, Al-Musta'in II decide realizar una expedición de saqueo contra los cristianos vecinos en el año 1110 y acabará batiéndose con los caballeros fronteros en la batalla de Valtierra donde será derrotado y encontrará la muerte. La toma de Zaragoza en 1118 supuso la caída de todo el reino moro, cambiando de este modo radicalmente las estructuras sociales y los horizontes espirituales del pequeño reino de montañeses que hasta entonces había sido Aragón.
En 1120 el monarca aragonés conquista Calatayud, Daroca, concede fuero a Soria y este mismo año el ejército aragonés consigue una victoria muy importante sobre los musulmanes en la batalla de Cutanda. En 1125 se organiza la gran expedición militar de Alfonso I de Aragón por Andalucía, demostrando la debilidad del poder almorávide en Levante y Andalucía.
El rey Batallador, quien había fracasado en su matrimonio con la reina leonesa Urraca, no tuvo descendencia. En su singular testamento, hizo herederas de sus reinos a las órdenes militares, pero nadie pensó en cumplir dicho testamento y los nobles aragoneses, reunidos en Jaca reconocieron a su hermano Ramiro como rey. Por su parte, los navarros eligieron a García Ramírez, lo que determinó la separación del Reino de Navarra. En ese momento Ramiro era obispo de Roda-Barbastro, pero tuvo que ocupar el trono.
Ramiro II de Aragón (1086-1157) sólo reinó durante tres años, de 1134 a 1137. Fue desposado con Inés de Poitou hija del duque Guillermo IX de Aquitania. La coronación tuvo lugar en Zaragoza en el año 1134.

El Casal d'Aragó

En 1137 Ramiro II el Monje pactó los esponsales de su única hija Petronila de Aragón, con Ramón Berenguer IV de Barcelona. El hijo de ambos, Alfonso II, sería el primer rey en heredar los títulos de rey de Aragón y conde de Barcelona, formando la unión dinástica de la Corona de Aragón.

Demografía

Antes de la conquista islámica de la península ibérica la población en lo que luego sería Aragón era una mezcla del sustrato íbero y celtíbero con los colonizadores romanos y los invasores visigodos, con Vascones ocupando los valles pirenaicos. Había también una minoría judía, resultado de la diáspora del siglo I. Esta minoría, tolerada por los romanos, estaba siendo perseguida por los visigodos en la época previa a la invasión musulmana.
Los invasores musulmanes no fueron muy numerosos, siendo principalmente bereberes, pero también, en oleadas posteriores, árabes y sirios. Aquellos establecidos en el valle del Ebro eran mayoritariamente árabes, divididos entre qaysíes y kalbíes, árabes del norte y del sur. La mayoría de la población musulmana en la zona en la época de la reconquista eran muladíes, cristianos convertidos al islam. Aquellos cristianos que no se convirtieron, llamados mozárabes, fueron tolerados por los gobernantes musulmanes a cambio del pago de impuestos especiales.
Los primeros condes de la Marca Hispánica fueron francos, pero con el tiempo fueron reemplazados por las élites locales, vasconas e hispanovisigodas. Los reyes de Pamplona y luego de Aragón promovieron la inmigración de francos y occitanos a sus reinos, así como la de mozárabes desde al-Andalus. Con la invasión de los fundamentalistas almohades, comunidades judías de al-Ándalus también emigraron a los reinos cristianos. Tras la conquista del valle del Ebro, un número considerable de musulmanes pasó a ser súbditos del rey de Aragón. Estos musulmanes, llamados mudéjares, formaron una parte importante de la clase artesanal y agrícola del reino, como se refleja en la muy difundida arquitectura mudéjar aragonesa.
El siglo XIII está siendo una época dorada para los judíos de Aragón. La minoría judía es eminentemente urbana, dedicándose a todo tipo de ocupaciones, pero destacando en la medicina, la administración, la recaudación de impuestos y el préstamo. Los judíos están considerados propiedad de la corona, proporcionándoles el rey protección a cambio de contribuciones especiales.
En este momento se empezará a producir también la llegada de refugiados cátaros de la Septimania, que vendrán huyendo de la persecución religiosa.
La situación de los judíos irá empeorando progresivamente hasta el final del siglo debido a la presión de la jerarquía católica, siéndoles prohibidos el ejercicio de cargos públicos. Muchos judíos aragoneses se convertirán al cristianismo, con mayor o menor convicción, para evitar los altos impuestos y la persecución. Estos conversos se integrarán en la población cristiana, mezclándose incluso con familias nobles.

Territorios

Organización territorial

El sistema administrativo más antiguo del reino se basaba en la distribución de poblaciones y tierras a los nobles que participaban en la conquista. Los nobles podían recibir estos honores en propiedad o en tenencia, cuando el rey se reservaba la propiedad pero cedía al noble su administración. Los nobles podían recibir castillos en tenencia, encargándose de mantenerlos guarnecidos a cambio de poblar y obtener rentas de las tierras que estos controlaban.
El rey también concedió la administración de tierras y poblaciones a la jerarquía eclesiástica. Obispados, arciprestazgos, abadías y órdenes militares administraban y cobraban rentas de los honores a ellos otorgados.
Con el tiempo el rey empezará a crear una red de funcionarios para que controlen las tierras y poblaciones directamente dependientes de él, llamadas de realengo. El merino será el agente ejecutivo, judicial y militar del monarca documentado desde el Fuero de Jaca. Los bailes comenzaron teniendo competencias similares, pero han acabado especializándose en la gestión del patrimonio real. El rey otorga a ciudades y villas de realengo fueros que especifican los privilegios de sus vecinos. Las comarcas de Daroca, Teruel, Calatayud, Albarracín y otras han sido organizadas en comunidades que envian sus propios representantes a las Cortes.
Fecha de fundación
1034
Tipo
Geopolitical, Kingdom
Successor Organization
Gentilicio
Aragoneses
Título del líder
Rey
Sistema de Gobierno
Monarchy, Absolute
Estructura de poder
Feudal state
Sistema económico
Traditional
Organización a la que pertenece
Localización
Territorios controlados

Perspectiva hermética

Si bien la zona original del reino: los condados pirenaicos de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza están siguen adscritos al Tribunal Provincial, el Aragón de Valle de Hiberia siempre ha contado con una abundante presencia hermética y en concreto la propia Zaragoza ha contado con varias alianzas en su interior. Sin embargo, hoy en día no queda ninguna habitada en la ciudad. Aun así, la urbe es visitada a menudo por muchos Boinas Rojas que forman parte de los Goliardi , y que aprovechan el carácter cosmopolita de la ciudad para llevar a cabo sus negocios e intercambiar información en el bullicio de sus calles. Es uno de los pocos lugares en toda Iberia donde aún se pueden encontrar goliardos, que han caído en desgracia tras gozar de gran popularidad en décadas anteriores. Se cuentan todo tipo de historias sobre estos Boinas Rojas, entre la que destaca una que dejó estupefacta a la ciudad hace un par de años, cuando el olifante de Gastón de Bearn fue robado de la basílica del Pilar durante unos días, solo para reaparecer luego por arte de magia. Aunque no hay pruebas concluyentes al respecto, tanto el obispo de Zaragoza como la propia Casa Mercere sospecha que el responsable podría haber sido algún Boina Roja díscolo que hubiera querido gastarle una broma pesada a la Iglesia.
Fuera de Zaragoza, casi todas las alianzas herméticas existentes en 1220 ocupan lugares mucho menos civilizados, como Caium , en el Moncayo, y Mons Niger, ubicada en los áridos Monegros.


Cover image: by Montedemo

Comentarios

Please Login in order to comment!