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Mons Niger

ALIANZA de primavera ubicada en las duras tierras centrales del Reino de Aragón, en aspero sector del centro del Valle de Hiberia. Mons Niger se sitúa en la sierra de Alcubierre, en el extremo oeste de los Monegros, en lo alto del monte Oscuro, así llamado por los densos bosques de madera negra que cubren sus laderas. En lo alto de la montaña se eleva un solitario torreón de gran altura, desde el que se tienen unas panorámicas inmejorables de la deshabitada región. La torre está habitada únicamente por dos magi, miembros de la Casa Tytalus y descendientes de quienes la ocuparon en el siglo XI después de que fuera abandonada por sus ocupantes originales. La alianza casi no tiene relaciones con otras alianzas del Tribunal de Iberia, y muchos de los magi hispanos ni siquiera son conscientes de su existencia.

Ubicación y descripción

Mons Niger se encuentra en lo alto del Monte Oscuro, la segunda cumbre más alta de la Sierra de Alcubierre, solo diez metros por detrás de la Ermita de San Caprasio. Las laderas del monte están cubiertas de densas arboledas de enebros, sabinas y carrascas. Las arboledas fueron todavía más densas en tiempos, pero aún hoy en día siguen siendo uno de los bosques más frondosos de la región. Las arboledas están salpicadas de cañadas, barrancos y arroyos, y un único camino asciende de forma accidentada hasta lo alto de la loma, donde se eleva la torre de la alianza, una estructura estilizada de cuarenta metros de altura y ocho de anchura hecha de piedra blanca apenas desgastada hoy en día, de planta cilíndrica y con hermosas y abundantes tallas por toda su superficie, representando a criaturas legendarias mezcladas con motivos florales y formas onduladas. Unas estilizadas ventanas marcan cada una de las ocho plantas principales de la torre, la última de las cuales queda por debajo de una majestuosa bóveda hueca hecha de mármol de tonos azulados. La torre está rodeada por una pequeña muralla de cuatro metros de altura en cuyo interior se encuentran las escasas estructuras adicionales de la alianza, básicamente establos y caballerizas.
La alianza cuenta con escasas defensas físicas porque hay dos factores que la protegen mejor que cualquier muralla: su remota localización y la criatura que mora en las lomas del monte. El yinnī ha llegado a un pacto con los habitantes de Mons Niger por el cual no ataca a nadie que siga el camino hacia la cima. Sin embargo, el resto del monte es su dominio, y no suele tener piedad con ningún viajero que se pierde al subir. Pocos sobreviven a un encuentro con él.
En cuanto al torreón propiamente dicho, por su origen mágico cada una de las plantas tiene una disposición similar, con una estancia central rodeada por una escalera de piedra que recorre todo el interior de la torre, separada en diversos rellanos. Cuatro de las plantas están reservadas para los sancta de los magi, aunque solo dos de ellos están ocupados habitualmente; las otras cuatro plantas están ocupadas por la tesorería, la biblioteca, la sala de reuniones y, en la planta más alta, un observatorio que comunica con la parte hueca de la bóveda, en cuya base hay una pasarela exterior que rodea toda la bóveda y permite observar el paisaje en varios kilómetros a la redonda.

Estructura

Habida cuenta de la estructura de Mons Niger, se podría decir que su sistema de gobierno es una democracia de dos miembros, que suelen estar de acuerdo en casi todas las decisiones que afectan a la gestión y desarrollo de la alianza, cuestiones a las que por otra parte no prestan demasiada atención y que poco tienen que ver con el peligroso juego que mantienen vivo desde sus fundadores. Por eso, entre otras cosas, se mantienen en Primavera casi dos siglos después de su fundación.

Cultura

Cuando Gerardo y Guillermo de Tytalus llegaron al monte Oscuro en 1027 y descubrieron tanto la torre como el habitante sobrenatural de la zona, les pareció el escenario ideal no solo para establecer una alianza, sino también para emprender un juego que se prolongaría durante siglos. Cada uno de los Tytalus intentaría utilizar al yinnī del monte Oscuro para demostrar la validez de su filosofía del conflicto. Cada hermano seguía una de las escuelas de pensamiento Tytalus, la calicleana y la hipiana, y decidieron demostrar la validez de sus premisas con su nuevo vecino: mientras uno hacía todo lo posible por reforzar el comportamiento esencial y natural del yinnī, el otro hacía lo contrario, intentando controlar a la criatura para que no causara estragos en la región. Todo ello, claro, sin que el asunto llegara a oídos de las autoridades del Tribunal.
La «partida» entre Gerardo y Guillermo se prolongó durante el resto de sus vidas, de manera más o menos accidentada según quién llevaba más ventaja o menos. Cuando Gerardo murió, su filius Arnedo tomó su relevo en la partida, como años más tarde haría Arnal, filius de Guillermo, cuando este murió. Arnedo y Arnal no eran hermanos de sangre, pero sí se convirtieron en hermanos herméticos, y dedicaron toda su vida a continuar esa partida. Desde entonces siempre ha habido solo dos magi en Mons Niger, ni más ni menos. Siempre Tytalus, la única Casa cuyos miembros han estado dispuestos a seguir jugando esa peligrosa partida que, en más de una ocasión, ha acabado causando la muerte de algún magus cuando el yinnī se desmandaba. En la actualidad, los ocupantes de Mons Niger son Obstinatus y Oboediens, la sexta generación de magi. Ambos tienen una edad y, de hecho, Oboediens está en pleno adiestramiento de su aprendiz, Scisco.

Historia

La sierra de Alcubierre ha sido un paraje tan deshabitado como el resto de los Monegros desde tiempos inmemoriales. Precisamente por eso, también ha sido ocasionalmente refugio de salteadores, criminales y otros individuos que no querían ser interrumpidos por cuestiones mundanas. Tal vez fuera por eso que, durante la invasión musulmana de la región en la primera mitad del siglo VIII, un par de saḥires se establecieron en la cima del monte, atraídos por su aura mágica sobrenatural. Fueron ellos quienes, empleando una poderosa magia, erigieron la torre que aún hoy se eleva allí, de influencia claramente oriental. Dicen las leyendas que para ello recurrieron a la ayuda de un formidable yinnī al que, a cambio de sus servicios, otorgaron libertad para moverse por todo el monte, siempre y cuando no interfiriera con los quehaceres de los habitantes de la torre y sus servidores.
Los saḥires y sus descendientes ocuparon la torre durante más de dos siglos, alejados del mundanal ruido gracias a las terribles historias sobre la criatura que moraba en las lomas del monte Oscuro. Sin embargo, cuando empezaron a llegar noticias sobre la invasión cristiana en los reinos al oeste de Aragón, los saḥirs abandonaron de forma repentina e inexplicable su morada. Hay quien dice que fue por miedo a que la sierra de Alcubierre fuese conquistada también por los cristianos, algo del todo imposible dado lo inhóspito de la región. Pero otras historias señalan otro motivo muy diferente: el yinnī que hasta entonces había sido su guardián había empezado a comportarse de forma errática y agresiva, probablemente influido por la progresiva deforestación de la región y su efecto en el aura sobrenatural de la zona. Durante varias décadas, la torre se mantuvo abandonada hasta que, a principiosdel siglo XI, dos magi Tytalus hermanos de sangre, Gerardo y Guillermo, llegaron a la zona atraídos por las leyendas que hablaban de una extraña criatura que rondaba por las laderas del monte Oscuro. Poniéndose como reto hacer frente a la criatura y domeñarla para su propio beneficio, los Tytalus no solo alcanzaron sus objetivos (no sin problemas, todo hay que decirlo), sino que también descubrieron la torre abandonada, aún en bastante buen estado, en lo alto del monte. De hecho, en su interior encontraron algo que les serviría para someter definitivamente al yinnī: una oscura gema hecha de un material desconocido a la que llamarían el «Corazón Negro».
Los Tytalus se establecieron en la torre en el año 1027 y, aunque anunciaron su presencia en el Tribunal de 1032, durante estos dos siglos la alianza apenas ha tenido contacto con el exterior ni ha sido visitada por los Boinas Rojas, que no frecuentan los Monegros más que para entregar notificaciones oficiales sobre Tribunales o catalogar las escasas fuentes de vis de la zona. Es cierto que la presencia del yinnī en las laderas del monte Oscuro no ayuda precisamente en ese sentido: los magi de Mons Niger nunca han hecho pública su relación con la criatura, con la que de hecho los Tytalus actuales aún juegan una larga partida de poder. Por ese mismo motivo, la alianza no ha tenido casi tratos con el Tribunal o las alianzas cercanas, y, de hecho, solo ha enviado una representación testimonial a muchos Tribunales. Mons Niger tampoco ha tenido necesidad de intervenir de ninguna forma en el conflicto entre cristianos y musulmanes. 

Territorios

El Monte Oscuro dentro de la Sierra de Alcubierre

Asuntos exteriores

A pesar de su cercanía física con la Ermita de San Caprasio, no se tiene constancia de contacto alguno entre los ermitaños y los habitantes de Mons Níger, y nadie sabe lo que opinan los primeros sobre la criatura que vive en las laderas del monte (si es que la conocen. Lo que tampoco saben los magi de la alianza es que las aguas de la ermita son ciertamente curativas, y además pueden eliminar la fatiga de manera prodigiosa, aunque solo en algunos momentos específicos al año. 

Fecha de fundación
1027
Tipo
Geopolitical, Magocracy
Sistema de Gobierno
Democracy, Direct
Organización a la que pertenece
Localización
Territorios controlados
Miembros destacados
Estación
Primavera
Aura
Férica, 1-3 (laderas del Monte Oscuro)
Reputaciones
Ninguna
Votos
2

Los Magi

Oboediens
Casa
Tytalus
Edad
Invierno
Escuela
Hipiana

Obstinatus
Casa
Tytalus
Edad
Otoño
Escuela
Calicleana

Scisco
 
Casa
Tytalus
Edad
Primavera

El Corazón Negro

El Corazón Negro es una gema del tamaño de un puño humano hecho de un material cristalino de color oscuro de origen desconocido. Si alguien mira en su interior durante más de unos segundos, alcanza a adivinar volutas negras que parecen flotar, aunque no está claro si es un efecto visual o realmente el interior de la gema es fluido.
El Corazón Negro tiene tres propiedades que se pueden investigar por métodos herméticos, y que se describen a continuación con los niveles necesarios para descifrarlos. Cada poder está protegido por un efecto similar al hechizo Vaina de Ocultación de nivel 40. A diferencia del hechizo hermético, esta protección oculta cada poder por separado, y por eso los magi de Mons Niger ignoran que hay dos efectos más en la gema:
  • El Señor del Yinnī (Rego Mentem 40): Sosteniendo la gema en una mano y concentrándose, el portador puede dar órdenes mentalmente al yinnī. El yinnī debe cumplir esa orden en la medida de sus capacidades, pero si anochece o amanece antes de que lo logre, el efecto queda anulado. El efecto solo se puede usar una vez al día.
  • Visión de lo Oculto(Intellego Vim 45): En las grutas menos exploradas bajo la torre de Mons Niger hay una pequeña oquedad, un angosto pasillo que parece terminar en un callejón sin salida. Sosteniendo en lo alto el Corazón Negro dentro de ese túnel, a oscuras, la gema desprende un tenebroso fulgor que revela un camino donde solo hay una pared en el nivel mundano. Dicho camino conduce al reino mágico y, dicen, a la Ciudad de Azófar, habitada por prodigiosos yinnī y ʿafārīt. Este efecto es constante. Dado que nadie ha entrado en esa regio desde hace décadas, se ignora si hay otras formas de entrar en ella, o incluso los detalles sobre sus diversos niveles.
  • El Azote del Esclavo (Perdo Vim 55): La magia del yinnī queda anulada por completo si se encuentra a menos de diez metros del Corazón Negro. Además, no puede atacar ni al portador del Corazón ni a nadie que se encuentre dentro de esos mismos diez metros.
El Corazón Negro es igual de frágil que cualquier joya similar, y su destrucción no tendría otro efecto que los derivados de la desaparición de sus poderes: nadie podría entrar a la regio ni controlar al yinnī con él, y además los poderes de la criatura no se verían afectados por el Corazón, naturalmente.

El Yinn

Las leyendas sobre el yinnī de Mons Niger son, en su mayoría, falsas. El monte ya era un lugar mágico desde tiempos inmemoriales, al contar con el acceso a una regio que comunicaba con el reino mágico y en la que moraba un poderoso genius loci. Sí que es cierto que fueron unos saḥires los que levantaron la torre en el monte Oscuro, pero no eran dos, sino tres. Y la formidable magia que les permitió levantar la torre (de la noche a la mañana, de hecho) solo se obtuvo gracias a un terrible pacto con el genius. A cambio de su ayuda, el espíritu exigió el sacrificio de uno de ellos: un sacrificio para trascender el velo mortal y convertirse en un ser mágico inmortal, que le serviría para siempre. Además, el genius les prometió una forma de acceder a la regio, que era casi inaccesible desde el nivel mundano.
Tras un largo debate, uno de los saḥirs, Hashim, aceptó sacrificarse. El genius cumplió su palabra: en una sola noche apareció un majestuoso torreón, tal y como deseaban los saḥires. Pero el precio fue terrible: Hashim fue transformado para siempre en un yinnī, un espíritu mágico, atado al lugar donde había sido creado. Su corazón, que le fue arrancado del pecho en el momento del sacrificio, se convirtió en su única debilidad, transformado de manera prodigiosa en una oscura gema que no solo permitía controlar al yinnī sino que también era la vía de acceso a la regio. Los saḥirs atesoraron cuidadosamente el Corazón Negro, conscientes de que era lo único que los protegía de quien había sido su compañero, y que tras su horrible transformación rondaba por el monte, enloquecido por su transformación y sirviendo eternamente a su señor sobrenatural.
Pronto, el monte Oscuro cobró una reputación aún más oscura a medida que empezaron a desaparecer viajeros en sus cercanías y comenzaron a correr historias sobre la terrible bestia que allí moraba, que muchos decían que estaba al servicio de los brujos de la torre de la cima.
Durante décadas, los saḥires prosperaron en la torre, convencidos de su control sobre el yinnī que había sido Hashim. La criatura, en la que aún quedaba un resquicio de mente humana, empezó a creer de forma inexplicable que si conseguía proteger el monte de cualquier intruso, recuperaría su forma humana, algo que nunca ocurrió.
Entonces, con la invasión cristiana de Alcubierre, llegó el desastre: una banda de mercenarios eludió al yinnī y sus miembros llegaron hasta la torre de los saḥirs, dispuestos a saquearla. Los brujos musulmanes trataron de defenderse, pero, superados en número, decidieron escapar. En su precipitada huida olvidaron el Corazón Negro en la torre, lo que fue un error fatal para todos los implicados: el yinnī, harto de años de esclavitud y ya medio enloquecido, se lanzó sobre los saḥirs fugitivos y los mató uno por uno. Luego se dirigió a la torre, donde sorprendió a los mercenarios, que habían tomado el Corazón Negro por una gema más cuyo funcionamiento ignoraban.Exterminados también los cristianos, y sin poder acercarse a la gema que era su gran debilidad, el yinnī abandonó la torre y volvió a vagar por el monte, protegiéndolo y evitando que nadie llegara hasta la cima.
La torre permaneció abandonada durante siglos… hasta la llegada de Guillermo y Gerardo de Tytalus. Gracias a su Parma Magica, los dos Tytalus no solo lograron rechazar los ataques de la criatura, sino que descubrieron la torre y también el Corazón Negro. Los Tytalus restauraron la torre e investigaron el corazón, convencidos de que tenía alguna relación con la criatura, pero solo descubrieron uno de sus poderes, el que permitía controlar al yinnī. Decidieron entonces turnarse en el uso del Corazón, en ese juego perverso que aún hoy, siglos después, siguen manteniendo Obstinatus y Oboediens. Ninguno de los magi han encontrado nunca el acceso a la regio, Sin embargo, Scisco ha descubierto recientemente una gruta oculta en los sótanos de la torre, y empieza a creer que el Corazón Negro oculta más poderes de lo que parece. Por desgracia, su capacidad mágica aún no basta para desentrañar esos secretos, y por ahora tampoco ha sido capaz de convencer a su parens de que invierta tiempo en investigar de nuevo la prodigiosa joya.



Cover image: by Montedemo

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