al-Sharq
También llamada Levante Hispánico o Ibérico, Aurariola, Contestania-Edetania, es un amplio teatro formado donde interfieren los pliegues de la Idubeda y los de la Orospeda, en un arco de estribaciones montañosas por donde se derrama, en fajas paralelas, el borde oriental de la Meseta de Espartaria hacia el Mediterráneo. Clima, vegetación y cultura son, por excelencia, mediterráneas, como la luz, el arte y el espíritu. Está regada por los ríos mediterráneos al sur del Ebro, de caudal irregular e ímpetu excavador, destacando el Sucro, el Thader y el Turis. La aridez, la sequedad explican el regadío y su regimen profundamente original: los rojos aluviones de la costa (dominio de las huertas (de Valencia, de Denia, de Gandía, etc.), con cultivos que son en riqueza y en técnica, los primeros de Hispania. La porción interior aparece tan despoblada como la Meseta, pero la costera está superpoblada. Se corresponde enteramente con la actual demarcación de al-Sharq, por lo que a menudo se llama a estar región, simplemente: el Levante.
Alxarquía es una latinización del árabe al-Sharq, el Levante, con la que los árabes han denominado al sector oriental de la Península bajo su dominio, englobando los territorios costeros de la antigua provincia cartaginense, o Aurariola, y que tras la conquista se consideraron integrantes del reino vasallo de Tudmir.
Geografía
Estas tierras costeras, están formadas por el arco montañoso donde confluyen y se enlazan las estribaciones de la Idubeda con la Orospeda. Dichas montañas, de no gran altura absoluta pero sí relativa al superar muchas los mil pasos a pocas millas del mar, generan un paisaje abrupto y variado, donde los ríos de caudal estacional y pobre han labrado profundos barrancos. Son montañas jóvenes que, sin embargo, presentan un perfil escarpado y muy erosionado por la acción de los elementos, constituyendo a menudo, dramáticos monumentos del paisaje. A su vez, estas montañas protegen las tierras de los vientos fríos, abriéndolos a la benignidad del Mediterráneo y atrapan las pocas nubes que llevan la lluvia y que permiten regar sus campos.
Es por ello que la Alxarquía destaca por la benignidad de su clima y la fertilidad de sus tierras, las más ricas de las Spanias, donde los cultivos que los sarracenos han traído del África y el Lejano Oriente han arraigado y fructificado, configurando el más exótico y variado paisaje de toda la Península: donde los bosques de encinares dejan paso a arrozales, los trigales a los almendros, los olivares a los naranjales y palmerales, y donde el árbol de la morera alimenta a los gusanos que hilan la seda.
Expuesta al Mediterráneo por el Este y el Sur, es probablemente la tierra más influenciada por dicho mar de todos los de la Península Hispanica , tanto por sus montañas que parecen haber emergido del propio fondo marino, como por su clima de una benignidad regalo del céfiro que sopla templando el aire, alargando el verano y moderando el rigor del invierno.
La antigua Contestania recoge las estribaciones finales de la Orospeda mientras que la Edetania hace lo mismo con el coletazo final de la Idubeda. Los arcos de ambas confluyen en la pequeña península de Diania punta montañosa que se prolonga mar adentro hasta sumergirse abruptamente en el mar pero emergiendo ambas de nuevo en las Islas Baleares reflejo insular de estas tierras.
La Alxarquía está regada por los ríos mediterráneos al sur del Ebro, de caudal irregular e ímpetu excavador, destacando el Palantia y el Turis en la Edetania, el Thader y el Serpis en la Contestania, y el Sucro como divisoria de ambas. Las vegas de estos ríos abren los escasos territorios llanos de la región, siendo la más destacada la formada por el Sucro y el Turis al acercarse el mar, la Llanura edetana, si bien todas estas vegas son legendarias por su fertilidad. Los ríos que tienen caudal más regular son los más largos cuyo nacimiento se haya más allá de estas tierras: Sucro y Turis en la Idubeda, y Thader en en la Orospeda. Los demás, dependen del caudal que aporten las lluvias ese año y, no es raro el verano en que desaparecen, absorbidos por el regadío.
Las escarpadas montañas, no muy altas en términos absolutos pero sí en términos relativos, al superar muchas los mil pasos a pocas millas de la costa, peinan las nubes que traen la humedad del mar, atesorando las pocas lluvias, que en las tierras más bajas suelen ser torrenciales en los cambios de estación e inexistentes el resto del año. La aridez y la sequedad explican el amplio desarrollo del regadío y su regimen profundamente original: los rojos aluviones de la costa (dominio de las huertas (de Valencia, de Denia, de Gandía, etc.), con cultivos que son en riqueza y en técnica, los primeros de Hispania. La porción interior aparece tan despoblada como en Espartaria, pero la costera está superpoblada. Se corresponde enteramente con la actual demarcación de Alxarquía, por lo que a menudo se llama a estar región, simplemente: el Levante (al-Sharq).
Recursos naturales
La principal riqueza de esta región es la fertilidad de sus tierras, casi legendaria, apoyada por la benignidad de su clima y potenciada por la racional distribución del agua mediante el regadío que suple durante el tórrido verano, la carencia de agua estacional, trasportando esta desde las preciadas fuentes que atesoran las montañas a los campos. Junto a los cultivos tradicionales desde época romana: trigo, vid y olivo, se han hecho hueco otras especies traídas por los árabes desde lejanas tierras del Oriente y de África: la palmera, el arroz, el naranjo y el limonero, y el árbol de la morera, imprescindible para la cría del gusano de seda, otra de las riquezas de la región, traídas del oriente.
Las tierras de son testigos de una importante industria alfarera, y la cerámica de Manises o Paterna es conocida en toda el mediterráneo. Igualmente, Xàtiva acoge la fabricación de un producto que se adivina revolucionario: el papel, obtenido de paños viejos y viruta de madera, mucho más barato y dúctil que el pergamino como soporte escrito y que es otra industria que los árabes han traído a estas tierras desde el Oriente.
Historia
Solar de los antiguos edetanos y contestanos a la llegada de los romanos que incluirán estas tierras en la Citerior-Tarraconense y después, Cartaginense. Tras la caída del Imperio, se conocía por Aurariola, en época visigoda, a la porción costera de la Aurariola que, conquistada por los romanos de oriente en el siglo VI, fue recuperada después para Spania en tiempos de Leovigildo, constituyendo desde entonces una provincia separada. Posteriormente, en el siglo VIII, durante la invasión musulmana el duque Teodomiro de Aurariola presentó resistencia a los invasores, pero dispuesto a negociar, consiguió que el territorio bajo su mando permaneciera autónomo durante décadas, conociéndose durante mucho tiempo como Tudmir (reino de Teodomiro) y dando nombre a la qora o provincia del mismo nombre con capital en Murcia, aunque desgajando el territorio en otras tres coras: Qunka, Bathr (en Denia) y Amat (en Valencia), englobando así todos lo que se conocerá ya en época califal como el Levante de al-Andalus o al-Sharq. Tras la caída del califato, cada una de estas coras constituirá un territorio independiente, pero tras desgranarse el imperio de los Almorávides, los siguientes reinos taifas de al-Sharq se consolidarán en uno solo en la persona del caudillo Muhammmad ibn Mardanish (el Rey Lobo) que resistirá durante décadas el avance del Califato de los Unitarios.
Nombre(s) alternativo(s)
Levante, Alxarquía, al-Xarq, Aljarque
Tipo
Region
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