CdV44: La Tormenta Eterna
General Summary
El Caballero 15, 1843
Huitzotla, Archipiélago de las Cenizas Por fin Huitzotla, la mítica Cuna de los Fremen, se mostraba, aunque en un escenario dantesco. La tormenta, cubría todo y el Vientoligero se encontraba ahora en el ojo del huracán y a pesar de la cortina de oscuras nubes y lluvia torrencial, las altas torres doradas de la otrora gloriosa ciudad se adivinaban en la isla, ominosas, imponentes. Los aventureros lanzan el bote al agua, mientras el Vientoligero fondea en un lugar seguro, y emprenden su marcha hacia la isla. Las ruinas, parcialmente hundidas, les dejan avanzar lentamente, guiando el bote por entre arcos y torres derrumbadas, hasta tocar tierra firme. En la lejanía, quizá en el punto más alto de la isla, se ve el origen de la tormenta: una torre desde la cual se origina rayos y que se haya cubierta de la más negra de las nubes. Para detener la tormenta, deberán llegar hasta allá. Sin embargo, la visión de Deel'Armil los hace dudar: abajo, en el valle, el dios camina hacia un gran obelisco, envuelto en una imponente escructura cuyos detalles se pierden a la distancia. Pero lo primero es la tormenta, una amenaza inmediata. Con tezón, comienzan a avanzar entre los derruidos caminos de piedra de la Ciudad Dorada. Su andar se ve interrumpido por dos sendos guardianes, mezcla de piedra, cobre y piedralma, quienes cortan su avance. El combate es duro, pero no imposible, y minutos después ya están nuevamente de marcha a la gran torre. A medida que se acercan, ven los detalles de esta: parcialmente en ruinas, ha aguantado bien el paso de los siglos, y una rustica escalera de piedra envuelve su exterior. Suben, pero nada los había preparado para lo que iban a encontrar: en el centro de la azotea de la torre una gran máquina de manufactura jhoireana, aún funcional. Un giroscopio, o algo similar, que movía sus anillas con violencia y desde la cual se origina la tormenta, pero lo más impresionante es qué, o quién, alimenta la tormenta: un dragón, es estado suspendido al parecer, del cual emana la Esencia para alimentar el caos desatado a su alrededor. Naqalkuyaq-Ilak, el Guardián de Huitzotla. Incapaces de comprender del todo lo que sucede, buscan pistas a su alrededor. En uno de los costados de la torre, un pequeño panel, con mandos y una miniatura del giroscopio parece ofrecer respuestas. Aben Cantosombrío e Ian Elwent lo examina, y es el primero quien logra dar con la llave del mecanismo. Quien logra apagar el giroscopio. Lentamente, la tormenta va remitiendo. Lentamente, el cuerpo de Naqalkuyaq-Ilak se va convirtiendo en polvo. Siglos de su Esencia alimentando la tormenta mágica que escondía Huitzotla han acabado todas su fuerzas, y sólo queda tras de sí un pequeño orbe. La Esencia primigenia del dragón. Nada más. Pero la tormenta ha remitido. El valle ahora se ve la Ciudad Dorada en todo su esplendor, con Deel'Armil cada vez más cerca de su objetivo. Sin tener un momento para dudar, el grupo emprende el descenso, intentando cortar el camino del dios. Pero al levantarse la tormenta, otra amenaza se revela: un ruinoso y atormentado navío toca la costa: reconocen la bandera de los Tuatha ag' Llyne, y reconocen el barco: el Estela Roja del Capitán Finne Tydfest. Tres actores para un mismo final: el destino de Huitzotla
Huitzotla, Archipiélago de las Cenizas Por fin Huitzotla, la mítica Cuna de los Fremen, se mostraba, aunque en un escenario dantesco. La tormenta, cubría todo y el Vientoligero se encontraba ahora en el ojo del huracán y a pesar de la cortina de oscuras nubes y lluvia torrencial, las altas torres doradas de la otrora gloriosa ciudad se adivinaban en la isla, ominosas, imponentes. Los aventureros lanzan el bote al agua, mientras el Vientoligero fondea en un lugar seguro, y emprenden su marcha hacia la isla. Las ruinas, parcialmente hundidas, les dejan avanzar lentamente, guiando el bote por entre arcos y torres derrumbadas, hasta tocar tierra firme. En la lejanía, quizá en el punto más alto de la isla, se ve el origen de la tormenta: una torre desde la cual se origina rayos y que se haya cubierta de la más negra de las nubes. Para detener la tormenta, deberán llegar hasta allá. Sin embargo, la visión de Deel'Armil los hace dudar: abajo, en el valle, el dios camina hacia un gran obelisco, envuelto en una imponente escructura cuyos detalles se pierden a la distancia. Pero lo primero es la tormenta, una amenaza inmediata. Con tezón, comienzan a avanzar entre los derruidos caminos de piedra de la Ciudad Dorada. Su andar se ve interrumpido por dos sendos guardianes, mezcla de piedra, cobre y piedralma, quienes cortan su avance. El combate es duro, pero no imposible, y minutos después ya están nuevamente de marcha a la gran torre. A medida que se acercan, ven los detalles de esta: parcialmente en ruinas, ha aguantado bien el paso de los siglos, y una rustica escalera de piedra envuelve su exterior. Suben, pero nada los había preparado para lo que iban a encontrar: en el centro de la azotea de la torre una gran máquina de manufactura jhoireana, aún funcional. Un giroscopio, o algo similar, que movía sus anillas con violencia y desde la cual se origina la tormenta, pero lo más impresionante es qué, o quién, alimenta la tormenta: un dragón, es estado suspendido al parecer, del cual emana la Esencia para alimentar el caos desatado a su alrededor. Naqalkuyaq-Ilak, el Guardián de Huitzotla. Incapaces de comprender del todo lo que sucede, buscan pistas a su alrededor. En uno de los costados de la torre, un pequeño panel, con mandos y una miniatura del giroscopio parece ofrecer respuestas. Aben Cantosombrío e Ian Elwent lo examina, y es el primero quien logra dar con la llave del mecanismo. Quien logra apagar el giroscopio. Lentamente, la tormenta va remitiendo. Lentamente, el cuerpo de Naqalkuyaq-Ilak se va convirtiendo en polvo. Siglos de su Esencia alimentando la tormenta mágica que escondía Huitzotla han acabado todas su fuerzas, y sólo queda tras de sí un pequeño orbe. La Esencia primigenia del dragón. Nada más. Pero la tormenta ha remitido. El valle ahora se ve la Ciudad Dorada en todo su esplendor, con Deel'Armil cada vez más cerca de su objetivo. Sin tener un momento para dudar, el grupo emprende el descenso, intentando cortar el camino del dios. Pero al levantarse la tormenta, otra amenaza se revela: un ruinoso y atormentado navío toca la costa: reconocen la bandera de los Tuatha ag' Llyne, y reconocen el barco: el Estela Roja del Capitán Finne Tydfest. Tres actores para un mismo final: el destino de Huitzotla
Misiones completadas
Principales:
- Detener a Deel'Armil (en curso)
- Detener la Tormeta Eterna (completada)
- Reunir a los Guardianes del Archipiélago (en curso)
- Mejorar el Vientoligero (completada)
- La ruta a Huitzotla (completada)
- Investigar el Observatorio de Armin Lahm (completada)
- Un viaje con aliados (completada)
- Encontrar al Guardián de las Eidh'ced (completada)
- Buscando al Guardián (completada)
- Viajar a los dientes de Myrdynn (completada)
- Una entidad misteriosa (completada)
- Reparar el Vientoligero (completada)
- Sin noticias de Anderwent (completada)
- Explorar la isla (completada)
- Buscar sobreviventes (completada)
- Una cena de cordialidad (completada)
- El barco fantasma: la Tumba de Ungolf (completada)
- Un comienzo, una venganza (completada)
- Cazarrecompensas: La Sirena (no completada)
- Problemas en Stacot (no completada)
- Contactar a Carmach la Loca (no completada)
- Liberar a Svashmarys (completada)
- Investigar la desaparición de Matzin (completada)
- Recuperar la Vara de Deriva (completada)
- El faro de Caham (completada)
- Objetos de contrabando (no completada)
- Informar a los Azotamares de los planes de Svashmarys (no completada)
- Contactar con los Mahaki (no completada)
- Visitar a la embajadora del Imperio (no completada)
- Investigación avanzada (Aben Cantosombrío, no completada)
- Un viaje al fin del mundo (Ian Elwent, completada)
- Cazarrecompensas: Tiljard Hallvinson (completada)
- Cazarrecompensas: Dama Rima (completada)
- Cazarrecompensas: Zanna (completada)
- Cazarrecompensas: Ataeus (completada)
- Caos en las calles (no completada)
Asura Drock
Idril Susurravientos
Ian Elwent
Aben Cantosombrío
Fecha del informe
27 Jan 2024
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