Ian Elwent
Tras pasar años de reclusión en los bosques fríos de La Frontera Salvaje, Ian rompió su aislamiento y volvió a Aer'Melian Da. Ahí dijo adiós, nuevamente, a su familia y fortalecido con un poder extraño y latente se embarcó en una búsqueda que lo llevaría al Archipiélago de las Cenizas, a uno de los lugares más misteriosos del mar Esmeralda: Dom-Amrap. Fue difícil dar con alguien dispuesto a llevarle, hasta que conoció al Capitán Naaqiaa, quien aceptó todos tus ahorros a cambio de dejarlo en la isla... 16 Capanegra, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV1: Naufragio
Los planes de Ian se torcieron repentinamente cuando el Vientoligero fue alcanzado por una tormenta que lo hizo naufragar en costas desconocidas. De ahí en más, se vería envuelto en otra aventura y tomaría una ruta más larga para llegar a su destino. 2 El Guardián, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV4: Las ruinas de Bodnivik
En las ruinas de Bodnivik, Ian tiene su primer acercamiento con una eidh'ced, aquellos misteriosos obeliscos desperdigados por el El Archipiélago de las Cenizas y venerados por los jhoireanos. Al entrar en contacto con él, es trasladado hasta el Mar de Eternidad donde ve en la distancia una extraña entidad conectada al pilar en medio de la bruma. Consciente del lugar donde se encuentra, se ve perturbado al encontrar un hilo que conecta a la entidad con su pactante.... ¿qué significaba eso? 14 El Guardián, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV6: Hora de zarpar
Cuando se conformó la tripulación del Vientoligero, Ian estuvo de acuerdo en enrolarse con una condición: que en algún momento su viaje los llevara hasta Dom-Amrap. Sin explicar los motivos, dijo que ese era su destino final. Además, aceptó trabajar de contrabando sólo por que fue la elección de la mayoría. 19 Último Orco, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV11: Navegando hacia Itlan
Las semanas transcurridas a bordo del Vientoligero iban haciendo que la tripulación se cohesionara. Y buscara objetivos comunes. Las ruinas jhoireanas eran una constante en las conversaciones, y todos los mitos a su alrededor comenzaron a interesar a Ian quien, en un arranque de curiosidad decidió revelar a Beara sus estudios acerca del origen de los dioses una vez que el fremen le explicara la génesis animista de sus creencias. 10 Iluminación, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV27: Sellando tratos, siguiendo dioses
Las revelaciones de Deel'Armil en Dom-Anrap no fueron sólo acerca de sus objetivos, si que llevaron a Ian a cuestionarse algunas cosas que creía justas. El dios reveló que el patrón del brujo no sería otro que Mannanan mac Lir en una de sus tantas formas, y que estaría manipulando a Ian para sus propios fines. Además, le revela que en realidad Aer'Melian Da ha sido desplazada en el tiempo, y que sólo una magia muy poderosa podría devolverla a esta existencia. Los planes de Ian comenzaban a cambiar. 3 Oscuridad, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV31: El templo de los Guardianes
Ansioso por el conocimiento mágico que le permitiera recuperar Aer'Melian Da, cuando Svashmarys regala su bendición a los aventureros, Ian pide que se le enseñe el uso de la Esencia. Curioso, el dragón accede a tomarlo como pupilo, una vez su tarea con Deel'Armil llege a su fin... 17 Oscuridad, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV34: La eidh'ced corrupta
Ya sea por curiosidad, o pensando que realmente era la respuesta, Ian tomó una radical decisión en el Templo de Tenalah. Cuando llegaron al centro del templo, frente a la eidh'ced corrupta que habián descubierto, encontraron un dispositivo a modo de mesa ritual. Las tallas alrededor indicaban que se sacrificaba personas, pero Ian tuvo otra idea y colocó sobre la mesa el libro de Pryadha, aquel poderoso artefacto que servía para comunicarse con la diosa. Y la eidh'ced se rompió, incapaz de soportar tanta esencia... 17 Oscuridad, 1842 / Crónica del Vientoligero / CdV37: Nazareata Liberado
Como a todos, la liberación de Nazaraeta del semiplano que lo tenía prisionero y la unificación de sus proyecciones marcó a Ian con todas las implicaciones. Más allá de la constante amenaza de la muerte, las consecuencias de sus últimas acciones lo atormentaban. Encerrado en su habitación del Vientoligero, en su soledad, Ian lloró por las almas perdidas...