Ribat Yibal al-Rahma
MALOGRADA rábida sahir de heroica trayectoria que acabó uniéndose a la Orden de Hermes siendo destruida tras la conquista Almorávide de la Taifa de Sevilla.
La antigua fortaleza militar y religiosa (ribāṭ) de los Montes de la Misericordia (en árabe, Ŷibāl al-Raḥma, en la parte de Sierra Morena más cercana a Sevilla) fue un enclave utilizado por los saḥires para defender al-Ándalus de los Flambeau durante los dos primeros siglos de la Orden. Hoy no son más que ruinas extremadamente deterioradas por la constanteprofanación que han sufrido a lo largo de los años por los Flambeau cristianos más recalcitrantes.
Al-Muzaffar se unió entonces a la Orden y convirtió su antigua fortaleza en una alianza hermética. Durante los primeros años tuvo que enfrentarse a algunos ataques esporádicos de los Flambeau de Ruiz Sánchez de Esco , y se dio cuenta de que su unión a la Orden los había vuelto más débiles: tras estar por delante, habían acabado a la cola, ignorados por una organización con casi dos siglos de antigüedad.
En el 930, los Flambeau de Salionca destruyeron la alianza y ribāṭ al-ʿAbraj y aniquilaron a sus habitantes, todos ellos buenos amigos de Al-Muzaffar. Los Flambeau habían aprovechado que los saḥires no conocían los secretos de la Parma Magica ni tenían ninguna copia del Aegis de la Alianza para masacrarlos a placer. Al-Muzaffar denunció estos hechos a los Quaesitores de al-Ándalus y, a finales de ese mismo año, las alianzas andalusíes de Bayt al-Ḥikma, Dar Maliha y Qasr Dār al-Muchaddad se comprometieron a enseñar Parma Magica y teoría hermética a los saḥirs y darles copias del Aegis de la Alianza, consiguiendo por fin su verdadera integración en la Orden.
En el 940, Ŷibāl al-Raḥma participó en la Batalla de Frías y sus miembros fueron testigos de los asesinatos de Briatriz de Moncharro y Ṭāmis al-Išbīlī por los hombres de Alvarra de Guernicus, lo que no hizo sino aumentar su desencanto en la Orden. Pero la gota que colmó el vaso llegó en el 963, cuando los magi de Iberia se quedaron de brazos cruzados después de que Bayt al-Ḥikma fuera condenada por los poderes mundanos: negándose a obedecer al Tribunal, Al-Muzaffar acudió a Córdoba a ayudar a sus amigos. Pero no solo fracasó en su empresa, sino que resultó gravemente herido. En su lecho de muerte dijo a su hija Muhŷa: «Firmar nuestra unión con la Orden de Hermes ha sido el mayor error de mi vida, espero que sepáis perdonarme».
Cuando en el 976 la Orden aprobó la colonización hermética de África, Muhŷa al-Praliḥiyya no daba crédito a lo que estaba pasando: aunque se opuso en la votación, ni siquiera una pequeña parte de las alianzas de al-Ándalus secundó su veto. Ŷibāl al-Raḥma desapareció entonces de la vida hermética y se centró en reforzar sus relaciones con la ciudad de Sevilla. Así, cuando la fitna terminó, los miembros de la alianza pudieron disfrutar del esplendoroso reino taifa del sultán Ibn ʿAbbād; cuando los almorávides atacaron la ciudad, Ŷibāl al-Raḥma acudió en su auxilio, pero tanto sus miembros como los habitantes de la ciudad fueron derrotados por los Velados . Sin embargo, en sus muros todavía quedaron a salvo los familiares y sirvientes de la familia de Al-Muzaffar, todos ellos sin el Don.
Cuando en 1103 el Tribunal de Al-Andalus se anexionó a Iberia, el ribāṭ de Ŷibāl al-Raḥma fue atacado y devastado por un grupo de Flambeau. Fuera de la protección de la Orden (al no haber ningún miembro hermético), el crimen quedó impune. Los pocos supervivientes tuvieron que abandonar el solar de la familia de Al-Muzaffar.
La antigua fortaleza militar y religiosa (ribāṭ) de los Montes de la Misericordia (en árabe, Ŷibāl al-Raḥma, en la parte de Sierra Morena más cercana a Sevilla) fue un enclave utilizado por los saḥires para defender al-Ándalus de los Flambeau durante los dos primeros siglos de la Orden. Hoy no son más que ruinas extremadamente deterioradas por la constanteprofanación que han sufrido a lo largo de los años por los Flambeau cristianos más recalcitrantes.
Historia
El ribāṭ del norte de Sevilla fue el lugar de donde salieron los saḥires que atacaron el norte de la Península en el 907. En su avance destruyeron las alianzas de Inverneira e Ipagrum y causaron daños a Occelum Durii, Fafhs al-Luyy y Duresca. El ataque fue una respuesta a la violación de la tregua que habían firmado con los magi herméticos tras la destrucción del ribāṭ en el norte de Jaén, donde la emisaria hermética Tareyja al-Apromoriyya y la jueza Qatr al-Nadà negociaban con los saḥires; todos murieron ese día. Aunque Al-Muzaffar al-Mursī tenía planeado realizar otro ataque, esta vez a Salionca, Ṭāmis ibn Baldiccione al-Išbīlī al-Gernikī y Zaynab ḅint Qatr al-Nadà consiguieron una nueva tregua que terminó con la ansiada paz entre los saḥires y la Orden en el 925. La única condición que impuso Al-Muzaffar fue la prohibición de la fundación de alianzas herméticas en África en 300 años.Al-Muzaffar se unió entonces a la Orden y convirtió su antigua fortaleza en una alianza hermética. Durante los primeros años tuvo que enfrentarse a algunos ataques esporádicos de los Flambeau de Ruiz Sánchez de Esco , y se dio cuenta de que su unión a la Orden los había vuelto más débiles: tras estar por delante, habían acabado a la cola, ignorados por una organización con casi dos siglos de antigüedad.
En el 930, los Flambeau de Salionca destruyeron la alianza y ribāṭ al-ʿAbraj y aniquilaron a sus habitantes, todos ellos buenos amigos de Al-Muzaffar. Los Flambeau habían aprovechado que los saḥires no conocían los secretos de la Parma Magica ni tenían ninguna copia del Aegis de la Alianza para masacrarlos a placer. Al-Muzaffar denunció estos hechos a los Quaesitores de al-Ándalus y, a finales de ese mismo año, las alianzas andalusíes de Bayt al-Ḥikma, Dar Maliha y Qasr Dār al-Muchaddad se comprometieron a enseñar Parma Magica y teoría hermética a los saḥirs y darles copias del Aegis de la Alianza, consiguiendo por fin su verdadera integración en la Orden.
En el 940, Ŷibāl al-Raḥma participó en la Batalla de Frías y sus miembros fueron testigos de los asesinatos de Briatriz de Moncharro y Ṭāmis al-Išbīlī por los hombres de Alvarra de Guernicus, lo que no hizo sino aumentar su desencanto en la Orden. Pero la gota que colmó el vaso llegó en el 963, cuando los magi de Iberia se quedaron de brazos cruzados después de que Bayt al-Ḥikma fuera condenada por los poderes mundanos: negándose a obedecer al Tribunal, Al-Muzaffar acudió a Córdoba a ayudar a sus amigos. Pero no solo fracasó en su empresa, sino que resultó gravemente herido. En su lecho de muerte dijo a su hija Muhŷa: «Firmar nuestra unión con la Orden de Hermes ha sido el mayor error de mi vida, espero que sepáis perdonarme».
Cuando en el 976 la Orden aprobó la colonización hermética de África, Muhŷa al-Praliḥiyya no daba crédito a lo que estaba pasando: aunque se opuso en la votación, ni siquiera una pequeña parte de las alianzas de al-Ándalus secundó su veto. Ŷibāl al-Raḥma desapareció entonces de la vida hermética y se centró en reforzar sus relaciones con la ciudad de Sevilla. Así, cuando la fitna terminó, los miembros de la alianza pudieron disfrutar del esplendoroso reino taifa del sultán Ibn ʿAbbād; cuando los almorávides atacaron la ciudad, Ŷibāl al-Raḥma acudió en su auxilio, pero tanto sus miembros como los habitantes de la ciudad fueron derrotados por los Velados . Sin embargo, en sus muros todavía quedaron a salvo los familiares y sirvientes de la familia de Al-Muzaffar, todos ellos sin el Don.
Cuando en 1103 el Tribunal de Al-Andalus se anexionó a Iberia, el ribāṭ de Ŷibāl al-Raḥma fue atacado y devastado por un grupo de Flambeau. Fuera de la protección de la Orden (al no haber ningún miembro hermético), el crimen quedó impune. Los pocos supervivientes tuvieron que abandonar el solar de la familia de Al-Muzaffar.
Ubicación y Descripción
Las ruinas ennegrecidas de Ŷibāl al-Raḥma se encuentran en las faldas meridionales de Sierra Morena, a casi una jornada a pie desde la ciudad de Sevilla. Sus restos están llenos de desperdicios, producto de la peregrinación que vienen haciendo (desde la unión del Tribunal de al-Ándalus) algunos Flambeau peninsulares para reafirmar su soberanía sobre los saḥires y conmemorar a aquellos que murieron contra ellos. A pesar de las muchas peticiones presentadas ante los Tribunales ordinarios para prohibir esta actividad, nunca ha terminado de aprobarse un precepto como tal y es posible que ya no sea necesario hacerlo. En 1220 ya casi nadie recuerda estas viejas ruinas ni los nombres grabados en sus sillares de los innumerables Flambeau que acudieron allí para celebrar la hegemonía de su Casa y la Orden sobre las tradiciones mágicas no herméticas.
927 - 1091
Tipo
Geopolitical, Magocracy
Nombres alternativos
Monte de la Misericordia
¡Justicia!
Cuando unos magi del Tribunal acaban en las ruinas del ribāṭ de Ŷibāl al-Raḥma, contemplan disgustados las numerosas profanaciones sufridas a lo largo de los años. Cansados de la pasividad del Tribunal ante la violencia de los Flambeau hacia los saḥires, deciden tomar cartas en el asunto y llevarlo al Tribunal para tipificar de una vez el acoso que los saḥirs han sufrido a lo largo de los siglos. En su alegato contarán con el apoyo de la maga Šarīfah Muhŷa al-Praliḥiyya de la alianza africana de al-Minẓār, que se convertirá en su máxima representante. ¿Apoyarán los magi de los personajes jugadores la iniciativa?
El Alazán Rojo
Era un caballo alazán con el cual se encendía la batalla como con un tizón de coraje. Su pelo era del color de la flor del granado; su oreja, de la forma de la hoja del mirto. Y, en medio de su color bermejo, surgía en su frente una estrella blanca, como las níveas burbujas que ríen en el vaso de rojo vino.. Existe la creencia entre algunos Criamon del Tribunal de que las guerras entre los Flambeau y los saḥires durante los dos primeros siglos de vida de la Orden propiciaron la creación de una terrible adulteración que adopta la forma de un magnífico corcel bermejo de alto tiro y mirada majestuosa. Los Criamon de Iberia están convencidos de que esta adulteración ha sido la responsable de todas las guerras en las que se ha visto involucrada la Orden, incluso la Guerra del Cisma. Según ellos, la adulteración solo podrá resolverse si la Orden se enfrenta a su pasado y, como un todo, trata de cambiar su sangrienta idiosincrasia; es el momento de que expíe sus pecados si no quiere enfrentarse a un trágico final. Por supuesto, cualquier intento de derrotarla mediante la violencia no haría más que alimentarla.
Versos de Ibn Jafāŷa (siglo XII) sacados del Elogio del Islam
De los pocos que han avistado alguna vez al supuesto caballo alazán, ninguno ha podido demostrar que se trate de una adulteración. Sin embargo, en los últimos años se han registrado más de veinte avistamientos, lo que para los Criamon es un anuncio inminente del siguiente conflicto global, posiblemente el último, según apuntillan sombríos. Son pocos los magi ajenos a la Casa Criamon que creen estas historias, y los cristianos los acusan de plagiar al jinete del caballo rojo del Apocalipsis. A pesar de su descrédito, los Criamon no desfallecen y aprovechan cualquier Tribunal para hacer reflexionar a sus sodales sobre la violenta historia de la Orden.
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