Story: Refugiados de Falantia
General Summary
Sinopsis
Luego de dos semanas de navegación rumbo Sur, el mar del Este probó ser un feroz contrincante. Las olas imparables y la ambición de los piratas dieron un desafío a dueños y viajeros por igual. Las cosas a bordo no estaban del todo en orden tampoco. Cada dos o tres días tanto la tripulación como su capitán se emborrachaban para terminar peleándose entre ellos. La sed de alcohol se convertía en sed de sangre muy rápidamente y la comida comenzaba a escasear. Apresurarse a tocar costa en Maranor no era una alternativa considerada por el capitán provisorio Elmir Vikmar, ya sus días de lidiar con el ejército tristiano y sus años de prisión por ser quien es o por simple portación de cara, le habían enseñado a no meterse con guardias humanos. Con los últimos toneles de agua fresca Elmir ordenó izar la vela roja y plateada que tenían guardada en un largo cofre en la cubierta, siempre a mano. La costa lejana dejó de verse como una pequeña línea en el horizonte y empezó a mostrar grandes riscos y montañas que empezaron a rodear el paisaje tanto a estribor como en la proa. Aproximarse a la península de Falantia era dejar que la embarcación se envolviera con sus acantilados y quedaban como testigos de sus peligros, un regaderos de esquifes y balsas rotas y pedazos de troncos secos que flotaban cerca de las rocas, parecían miles de ellos. "Bienvenidos a Zátiva" mostraba un cartel en el muelle que atracó el barco del viejo mercante, y su tripulación saludaba tocándose el sombrero cuando pasaba caminando por su cartel. La ciudad desplegaba sus edificios con múltiples niveles y grandes ventanales de colores vivos como si quisieran trepar la empinada subida del acantilado. Más entre esos edificios se ocultaban grandes tubos de piedra y metal, que de tanto en tanto se movían apuntando hacia el Este y hacia el Norte y con una explosión lanzaban bolas envueltas en fuego hacia el horizonte en altamar, que quedaban encendidas brevemente como si flotaran antes de hundirse. Como todo gran puerto caminar entre los muelles era incómodo y tumultuoso, pero más aún porque estaban en Kelrovia, entonces había que tener doble cuidado de no pisar una cola felina para evitar una escaramuza de garras y dientes. Elmir les había conseguido una renta donde quedarse, un pintoresco bar enano tallado en la piedra del risco. El bar en sí (The Clumsy Baloon, como muestra su cartel de algarrobo en relieve mostrando un barco aéreo bastante maltrecho) no ofrecía alojamiento, pero un guiño del bucanero fue suficiente para que este les muestre un pasadizo detrás de la chimenea del primer piso. Al ingresar en lo que parecía un viejo complejo de túneles de alcantarillas, lo más sorpresivo es ver a sus precarios habitantes. Tapados y temerosos, como protegiéndose de todo lo que se mueve, se distinguen grupos y familias de razas muy pocas veces vistas caminando las tierras del continente. Dragonborns, kobolds, giths, yuan-tis y algunos goblins parecían ignorarse entre sí más que convivir. Solo unos pocos salían y usualmente ellos tenían los recados de muchas más familias que no podían ver la luz del sol sin que los guardias locales se los lleven. Siempre que surcaba el pasillo tras la chimenea, la mirada de Thrag Lighthelm se volvía cristalina al ver como las crestas, colas y escamas hacían reverencia a su paso. Hacía un mes que el pequeño tabernero de rastas rojizas y patillas sobredimensionadas los había cobijado. Pero esa mañana estaba diferente, como distante, apenas intercambió una palabra cuando les sirvió el desayuno, algo de seguro lo incomodaba.Lebán Shiggurtha
Gaston
Jurian Kleek
Muth Hegar
Dendri
Devlin Finzehr
Fecha del informe
30 Jul 2023
Localización principal
Localización secundaria
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