Reino de León
El reino de León (en latín, regnum Legionense; en asturleonés, reinu de Llión; en gallego, reino de León; en portugués, reino de Leão) es un reino cristiano independiente situado en la región noroeste de Spania. Fue fundado en el año 910 cuando los príncipes cristianos del Reino de Asturias, en la costa norte de la península, trasladaron su capital desde Oviedo a la ciudad de León. Ha tenido un papel protagonista en la Reconquista y en la formación de los sucesivos reinos cristianos del occidente hispánico. De él han surgido los condados de Castilla y Portucale, que posteriormente dieron lugar a los independientes Reino de Castilla en 1065, y Reino de Portugal, en 1139.
Está bañado por el océano Atlántico al noroeste y al norte por el mar Cantábrico, y su desarrollo comercial y marítimo ha propiciado la inmigración de francos e ingleses, por lo que en 1220 no es raro encontrarlos en sus ciudades portuarias. Al oeste, León limita con el reino de Portugal (de norte a sur, los sistemas concejiles que hay a lo largo de su frontera son Bayona, Milmanda, Puebla, Fermoselle, Castelo Melhor y Sabugal, entre otros), al este con Castilla (desde Llanes hasta Salvatierra, y desde allí hasta el Tajo) y al sur con el Imperio almohade (cuyo límite viene marcado por la línea del río Tajo, con Alcántara como sistema concejil más meridional del reino).
Está bañado por el océano Atlántico al noroeste y al norte por el mar Cantábrico, y su desarrollo comercial y marítimo ha propiciado la inmigración de francos e ingleses, por lo que en 1220 no es raro encontrarlos en sus ciudades portuarias. Al oeste, León limita con el reino de Portugal (de norte a sur, los sistemas concejiles que hay a lo largo de su frontera son Bayona, Milmanda, Puebla, Fermoselle, Castelo Melhor y Sabugal, entre otros), al este con Castilla (desde Llanes hasta Salvatierra, y desde allí hasta el Tajo) y al sur con el Imperio almohade (cuyo límite viene marcado por la línea del río Tajo, con Alcántara como sistema concejil más meridional del reino).
Estructura
Como todo reino cristiano, el poder supremo por la gracia de Dios recae en el rey. Pero comenzaron a surgir comunidades rurales y urbanas para tomar decisiones sobre problemas de la vida cotidiana. Muchas, especialmente las de Asturias son herederas de las antiguas unidades autárquicas de origen tribal, modelo de célula autosuficiente formada por vecinos con antespasados comunes que se he ido exportando conforme el reino crece hacia el sur.
Así comenzaron los concejos, o concilium, como una manera de autogobierno de núcleos de población en las que todos los vecinos tenían representación como atestigua el Concejo de Berbeja, San Zadornil y Barrio (955)
Nosotros todos, que somos del consejo de Berbeja, Barrio y San Zadornil, varones y mujeres, jóvenes y viejos, máximos y mínimos, villanos e infanzones [...]
En las localidades más grandes, estos concejos abiertos han ido evolucionando a concejos cerrados, en los que una parte de los vecinos representaba al resto. Asimismo han ido consiguiendo un mayor poder como la elección de magistrados y oficiales, los alcaldes, pregoneros, escribanos...,
Ordoño II (imperator legionense), Ramiro II (magnus basileus), Ramiro III, Alfonso V, Bermudo III y quizá Sancho III el Mayor de Navarra tras haber heredado León y Castilla (aunque este título solo se documenta en una moneda de ejemplar único, hoy comúnmente atribuida al reinado de Alfonso VII de León), adoptaron el título de imperator.
Fernando I fue llamado rex imperator, y Alfonso VI de León llegó a titularse Imperator Totius Hispaniarum. En 1135, Alfonso VII fue coronado solemnemente emperador en León. Entre sus vasallos se contaban los reyes de Aragón, Navarra y Portugal, el conde de Barcelona y varios monarcas musulmanes, quienes a la muerte del Emperador, rechazaron la teórica supremacía política del título.
Así comenzaron los concejos, o concilium, como una manera de autogobierno de núcleos de población en las que todos los vecinos tenían representación como atestigua el Concejo de Berbeja, San Zadornil y Barrio (955)
Nosotros todos, que somos del consejo de Berbeja, Barrio y San Zadornil, varones y mujeres, jóvenes y viejos, máximos y mínimos, villanos e infanzones [...]
En las localidades más grandes, estos concejos abiertos han ido evolucionando a concejos cerrados, en los que una parte de los vecinos representaba al resto. Asimismo han ido consiguiendo un mayor poder como la elección de magistrados y oficiales, los alcaldes, pregoneros, escribanos...,
Las cortes leonesas
Ante el creciente poder de los Concejos, surge la necesidad de la comunicación entre el rey y estos, y he aquí el nacimiento de las Cortes en el año 1188 en León. En las Cortes leonesas medievales, los habitantes de las ciudades eran un grupo reducido, conocidos como laboratores y no tenían facultades legislativas, pero era un punto de unión entre el rey y el reino, algo en lo que el reino de León había sido pionero en la Europa medieval. Las cortes estarían así constituidas por tres estamentos (clero, nobleza, representantes de las ciudades) y aparecen como un diálogo entre el rey y la curia, por un lado, y los representantes de las ciudades y villas por otro.El título imperial
Este título fue adoptado desde el siglo X por los monarcas leoneses, como expresión de una idea hispánica unitaria, que implicaba la supremacía política de León frente a los demás reinos hispanos que se estaban formando. Los reyes leoneses aspiran a restaurar el estado hispanogodo, creyéndose herederos directos del último monarca visigodo, Don Rodrigo. Ya en la Asturias del siglo IX tuvo aceptación la idea imperial, imbuida por el clero mozárabe allí refugiado, especialmente bajo el reinado de Alfonso III, que será llamado magnus imperator o imperator noster.Ordoño II (imperator legionense), Ramiro II (magnus basileus), Ramiro III, Alfonso V, Bermudo III y quizá Sancho III el Mayor de Navarra tras haber heredado León y Castilla (aunque este título solo se documenta en una moneda de ejemplar único, hoy comúnmente atribuida al reinado de Alfonso VII de León), adoptaron el título de imperator.
Fernando I fue llamado rex imperator, y Alfonso VI de León llegó a titularse Imperator Totius Hispaniarum. En 1135, Alfonso VII fue coronado solemnemente emperador en León. Entre sus vasallos se contaban los reyes de Aragón, Navarra y Portugal, el conde de Barcelona y varios monarcas musulmanes, quienes a la muerte del Emperador, rechazaron la teórica supremacía política del título.
Agenda pública
El reino de León está gobernado por el poderoso monarca Alfonso IX, rey de León , que en 1220 cuenta con casi cuarenta y nueve años. Padre de numerosos hijos, Alfonso mantiene una relación amorosa con la dama lusa, Teresa Gil de Soverosa, ahora encinta de la que será una de sus hijas ilegítimas, Sancha Alfónsez. El monarca leonés firmó hace un año un tratado de paz con el siempre contencioso reino de Portugal y también rubricó su firma junto a la de su hijo, el joven monarca de Castilla, para evitar hostilidades entre ambos reinos. En 1220, Alfonso intenta evitar la emigración de sus súbditos hacia otros reinos y trata de frenar a los obispos y nobles, cuyo poder está cada vez más cerca de la corona. En estos momentos, Alfonso está planeando una algara en tierras sevillanas (capital de la provincia almohade en la Península) que le proporcionará un gran botín de bienes muebles, oro y esclavos
Historia
El reino asturleonés
Los primeros años de existencia del territorio cristiano aparecen envueltos en la oscuridad, debido a la parquedad de las fuentes que apenas descubren alguno de los interrogantes que surgieron de los primeros años del Reino de Asturias y su lucha por la supervivencia. Tras la conquista de la península por los ejércitos ismaelitas en el 711, aparecieron focos de resistencia localizados en la zona cantábrica y en la figura de Don Pelayo. Pelayo, refugiado en el monte de Auseba, acaudilló los hostigamientos a las tropas árabes que supusieron el comienzo de la resistencia cristiana. Pero realmente fue Alfonso I de Asturias (737-757), yerno de Pelayo, quien en un intento de organizar los territorios, fundó la monarquía como tal, extendiendo el reino por toda la cornisa Cantábrica. En tiempos de Alfonso II (791-842) se instaló la capital en Oviedo, y es en esta época cuando se descubrió el Santo Sepulcro. Ordoño I, en el año 856, repobló y reconstruyó las murallas de la ciudad de León y Astorga. Alfonso III el Magno (866-910) fue quien trasladó la frontera hasta el Duero, repoblando Zamora, siendo el suyo uno de los grandes reinados de la dinastía astur. La ciudad de León se convirtió en un punto estratégico en el reino debido a su historia, su potente fortificación romana, así como un centro neurálgico del territorio astur, cuya capital se había encontrado veinte kilómetros al sur, en la ciudad de Lancia.La corona de León
Tras la muerte de Alfonso III el Magno, el reino de Asturias se divide y queda repartido entre sus hijos:- García I recibe León, Álava y Castilla, fundando el reino de León.
- Ordoño II recibe Galicia.
- Fruela II obtiene Asturias.
En el marco de las luchas entre Alfonso IV y su hermano Sancho Ordóñez, el reino de Galicia y el de León dejaron de compartir rey, ya que Sancho se refugió en Galicia huyendo de su hermano en 926, coronándose como rey de Galicia y manteniendo el reino independiente hasta su muerte en el año 929. A su muerte, el gobierno de ambos reinos recayó en la persona de Alfonso IV.
Uno de esos levantamientos condujo a la coronación en Galicia de Bermudo II de León (982). El nuevo rey derrotó a Ramiro III de León y acabó unificando de nuevo ambos territorios.
Con la formación del nuevo reino continuó la reconquista contra los musulmanes e incluso la lucha contra otros reinos cristianos como el de Pamplona.
Hegemonía leonesa
El reino de León se expandió hacia el Duero y el sistema Central hasta la Transierra leonesa y logró hitos como la dotación de fueros de Alfonso V, la creación de un arte de repoblación leonés y un gran desarrollo de los sistemas administrativos.En el siglo XI, Sancho III El Mayor de Navarra adquirió el condado de Castilla como herencia. En 1035 dejó dicho condado a su hijo Fernando. Fernando I estaba casado con Sancha, hermana, a su vez, de Bermudo III de León. Fernando provocó una guerra en la que murió el soberano leonés en la batalla de Tamarón contra la coalición castellano-navarra. Al no tener descendencia Bermudo III, su cuñado (Fernando I) se apropió de la corona leonesa esgrimiendo los derechos de su mujer, tomando el título de rey de León con gran oposición entre los leoneses, que no quisieron ver convertido en monarca al hombre que mató a su rey. Así, Fernando volvió a unir el condado de Castilla al reino de León. A la muerte de Fernando I en 1065, su testamento siguió la tradición navarra de dividir los reinos entre los herederos:
- Al primogénito, Sancho II, se le legó el condado de Castilla con título regio: así nació el reino de Castilla;
- A Alfonso VI, el favorito según las crónicas, se le otorgó el territorio aportado por la madre: León, que disfruta de las mejores y más valiosas parias musulmanas;
- Al tercero, García, se le entregó Galicia y la ciudad de Coímbra, la primera ciudad musulmana conquistada.
- A sus hijas Urraca y Elvira, la jurisdicción de todos los monasterios reales.
Demografía
Las ciudades leonesas comenzaron a desarrollarse cerca de fortalezas, monasterios o en las antiguas civitates romanas. Algunas de estas ciudades fueron potenciadas por el camino de Santiago y comenzaron a conocerse como burgos, diferenciándose de las villas y aldeas rurales en la preponderancia de la actividad económica no ligada al cultivo de la tierra.
En la ruta del camino de Santiago surgieron burgos desde Aragón hasta Galicia a partir del siglo XI. León también se benefició del paso hacia el lugar santo. Pero otros burgos también se desarrollaron al margen del camino francés, en las orilla del Duero, como Zamora, Toro o Valladolid, esta última alcanzó un gran desarrollo tras la llegada del conde Pedro Ansúrez a finales del siglo XI.
Sobre León, el geógrafo y viajero árabe Al-Idrisi escribió en el siglo XII:
«Allí se practica un comercio muy provechoso. Sus habitantes son ahorradores y prudentes,» [y sobre Zamora], «Está situada sobre la orilla septentrional del Duero y rodeada de fuertes murallas de piedra, su territorio es fértil y cubierto de viñedos, sus habitantes poseen riquezas y se dedican al comercio».
Al sur del río Duero, en las entonces conocidas tierras Extremaduras, el nacimiento de ciudades era con un objetivo defensivo, pero con el paso del tiempo se comenzó también a desarrollar una actividad económica y comercial de importancia similar a las ciudades del norte del Duero.
Aparecieron los burgueses, que eran los habitantes de los burgos, que se añadían a clérigos y nobles. Los burgueses se dedicaban principalmente al comercio y la producción de objetos manufacturados y su crecimiento se encontraba limitado en lo económico y social por la nobleza (principalmente dedicada a la tierra), por esta razón en el siglo XII hubo revueltas burguesas contra las autoridades señoriales. De estas revueltas, los habitantes de los burgos consiguieron ciertas reivindicaciones.
También merece acepción la llegada de comunidades judaicas durante los siglos XI y XII por la intransigencia almorávide y, sobre todo, almohade en al-Ándalus, quienes comenzaron como artesanos, mercaderes y agricultores principalmente.
En la ruta del camino de Santiago surgieron burgos desde Aragón hasta Galicia a partir del siglo XI. León también se benefició del paso hacia el lugar santo. Pero otros burgos también se desarrollaron al margen del camino francés, en las orilla del Duero, como Zamora, Toro o Valladolid, esta última alcanzó un gran desarrollo tras la llegada del conde Pedro Ansúrez a finales del siglo XI.
Sobre León, el geógrafo y viajero árabe Al-Idrisi escribió en el siglo XII:
«Allí se practica un comercio muy provechoso. Sus habitantes son ahorradores y prudentes,» [y sobre Zamora], «Está situada sobre la orilla septentrional del Duero y rodeada de fuertes murallas de piedra, su territorio es fértil y cubierto de viñedos, sus habitantes poseen riquezas y se dedican al comercio».
Al sur del río Duero, en las entonces conocidas tierras Extremaduras, el nacimiento de ciudades era con un objetivo defensivo, pero con el paso del tiempo se comenzó también a desarrollar una actividad económica y comercial de importancia similar a las ciudades del norte del Duero.
Aparecieron los burgueses, que eran los habitantes de los burgos, que se añadían a clérigos y nobles. Los burgueses se dedicaban principalmente al comercio y la producción de objetos manufacturados y su crecimiento se encontraba limitado en lo económico y social por la nobleza (principalmente dedicada a la tierra), por esta razón en el siglo XII hubo revueltas burguesas contra las autoridades señoriales. De estas revueltas, los habitantes de los burgos consiguieron ciertas reivindicaciones.
También merece acepción la llegada de comunidades judaicas durante los siglos XI y XII por la intransigencia almorávide y, sobre todo, almohade en al-Ándalus, quienes comenzaron como artesanos, mercaderes y agricultores principalmente.
Fecha de fundación
910
Tipo
Geopolitical, Kingdom
Capital
Predecessor Organization
Gentilicio
Leoneses
Líder
Sistema de Gobierno
Monarchy, Absolute
Estructura de poder
Feudal state
Sistema económico
Traditional
Gazetteer
Organizaciones propias
Localización
Lenguas oficiales
Territorios controlados
Naciones vecinas
Etnias relacionadas
Organización hermética
Alianzas | Vida | Votos |
---|---|---|
Brigantia | 780-Act. | 6 |
Duresca | 780-Act. | 10 |
Lucis | 780-799 | X |
Mons Vindius | 822-1016 | X |
Campus Stellae | 836-913 | X |
Occelum Durii | 899-986 1032-1158 | X |
Mare Iacum | 906-Act. | 5 |
Pico Sacro | 920-1010 | X |
Salama | 920-Act. | 3 |
Beit Midrash | 1151-Act. | 4 |
Septima Gemina | (1215) | 5 |
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