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Reino de Castilla

El reino de Castilla (en latín, Regnum Castellae) es uno de los reinos cristianos de Spania. Castilla surgió como entidad política autónoma en el siglo IX bajo la forma de condado vasallo de León, alcanzando la categoría de «reino» en el siglo XI. Su nombre se debe a la gran cantidad de castillos que había en su zona de origen, la Vardulia o Castella.
Durante el siglo X, sus condes aumentaron su autonomía, pero no fue hasta 1065 cuando se separó del reino de León y se convirtió en un reino por derecho propio. Entre 1072 y 1157 se volvió a unir con León, separándose tras el testamento de Alfonso VII El Emperador. A lo largo de este período, los reyes castellanos realizaron extensas conquistas en el sur de Iberia a costa de los principados islámicos.
El extenso reino de Castilla limita al norte con el mar Cantábrico (desde Fuenterrabía al este, hasta poco más allá de San Vicente de la Barquera al oeste), al sur con la provincia andalusí del Imperio almohade (la ciudad de Baeza está en el límite de sus fronteras), al oeste con el reino de León (son limítrofes las ciudades de Sahagún, Tordesillas, Béjar y Plasencia) y al este con el reino de Navarra (con la ciudad de Logroño al límite del reino) y la corona de Aragón y los señoríos fronterizos de Molina y Albarracín.

Agenda pública

Castilla está gobernada desde 1217 por el joven Fernando III, hijo de Alfonso IX de León, quien ha conseguido que su reino goce de una gran estabilidad gracias a los tratados de paz que ha firmado con su padre y los monarcas de Aragón, Navarra y al-Ándalus. Armado caballero hace apenas un año, y recién casado con Beatriz de Suabia, Fernando todavía no ha acudido al llamamiento contra los musulmanes que realizó el papa Honorio III en 1219. De hecho, no será hasta 1224 cuando Fernando III decida luchar por la expansión de las fronteras de su reino a costa de los territorios de la provincia almohade de al-Ándalus.

Historia

El condado de Castilla (850-1065)

De Vardulia a Castilla
La primera mención de «Castilla» aparece en un documento del año 800: «Hemos levantado una iglesia en honor a San Martín, en Área Patriniano, en el territorio de Castilla».
En la Crónica de Alfonso III (rey de Asturias, siglo IX) se dice: «Las Vardulias ahora son llamadas Castilla».
Eo tempore populantur Primorias, Lebana, Transmera, Supporta, Carranza, Bardulia quae nunc appellatur Castella.
Crónica de Alfonso III
Hacia la indepedencia
El condado de Castilla se repuebla mayoritariamente por habitantes de  origen cántabro, astur y vasco con un dialecto romance propio, el castellano, y con unas leyes diferenciadas.
El condado, un territorio limítrofe entre los dos reinos cristianos del momento: León y Pamplona, basculará en su obediencia entre uno u otro, lo que le hará, de facto, totalmente autónomo.
El primer conde de Castilla es Rodrigo en 860 (bajo Ordoño I de Asturias y Alfonso III el Magno). El condado de Castilla experimenta una gran expansión durante el gobierno del conde Rodrigo, que se dirige hacia el sur hasta llegar a Amaya (860) y a costa de los cordobeses por la Rioja. Además, a partir de la sublevación del conde alavés Eglyón, Álava se incorpora al condado de Castilla. En el año 931, el condado de Castilla se unifica con el conde Fernán González, haciendo de sus dominios un condado hereditario a espaldas de los reyes de León.
En el 1028, Sancho III El Mayor de Pamplona adquiere el condado de Castilla tras la muerte del conde García Sánchez, pues estaba casado con la hermana de este. Como herencia, en 1035 deja un mermado condado de Castilla a su hijo Fernando.
El reparto de los territorios de Fernando I —hijo de Sancho III de Pamplona que había sido conde de Castilla y posteriormente rey de León— entre sus hijos condujo a la creación por primera vez del reino de Castilla, recibido por Sancho II.

El reino castellano

El testamento de Fernando I el Magno
Fernando, que había heredado en 1035 el condado de Castilla tras el reparto del reino de Pamplona a la muerte de su padre Sancho III, estaba casado con Sancha de León, hermana a su vez de Bermudo III. El conde provocó una guerra en la que falleció el soberano leonés en la batalla de Tamarón contra la coalición castellano-pamplonesa. Al no tener descendencia Bermudo III, su cuñado Fernando se apropió de la corona leonesa esgrimiendo los derechos de su mujer y el 22 de junio de 1038, fue ungido rey de León —Fernando I—.
A finales de 1063, probablemente el 22 de diciembre, aprovechando que numerosos magnates se habían reunido en la capital del reino para la consagración de la basílica de San Isidoro de León,9 Fernando I convocó una Curia Regia para dar a conocer sus disposiciones testamentarias, en las cuales decidió repartir su patrimonio entre sus hijos, siguiendo la tradición navarra de dividir los reinos entre sus herederos, reparto que no se haría efectivo hasta la muerte del monarca con el fin de evitar que surgieran discordias después de su muerte.
  • A Alfonso le correspondió el Reino de León, «la parte más extensa, valiosa y emblemática: la que contenía las ciudades de Oviedo y León, cunas de la monarquía astur-leonesa, y considerada heredera de la corona imperial visigótica, y que comprendía Asturias, León, Astorga, El Bierzo, Zamora con Tierra de Campos así como las parias de la taifa toledana.
  • A su hermano mayor, Sancho, le correspondió el Reino de Castilla, creado por su padre para él, y las parias sobre el reino taifa de Zaragoza.
  • A su hermano menor, García, le correspondió toda la región de Galicia, elevada a categoría de reino, que se extendía hacia el sur hasta el río Mondego en Portucale más las parias del rey taifa de Badajoz y Sevilla.
  • A sus hermanas Urraca y Elvira les correspondió el infantazgo, o sea «el patronato y las rentas de todos los monasterios pertenecientes al patrimonio regio» con la condición de que no podrían contraer matrimonio, y las respectivas ciudades de Zamora y Toro.
Sancho II de Castilla se alió con Alfonso VI y entre ambos conquistaron Galicia. Sancho atacó a su hermano Alfonso y ocupó León con la ayuda de El Cid, con lo que se produjo la primera unión entre los reinos de Castilla y León. Gracias a Urraca, en Zamora se refugió el grueso del ejército leonés, al que Sancho puso cerco y donde el rey castellano fue asesinado en 1072 por el noble leonés Vellido Dolfos, retirándose las tropas castellanas. De este modo Alfonso VI se hizo con todo el territorio de su padre.
Unión con León
Alfonso VI gobernó como rey de León, Castilla y Galicia manteniendo la unión de los reinos de León y Castilla efectuada por su hermano Sancho. Sin embargo, siguieron existiendo dos reinos diferenciados en administración, lenguas romances y leyes. Tras la muerte de Sancho IV de Navarra en 1076, pasaron a formar parte del reino de Castilla —entonces unido al reino de León bajo el reinado de Alfonso VI— territorios anteriormente pertenecientes al reino de Navarra: La Rioja, Álava, Vizcaya y parte de Guipúzcoa; parte de estos territorios fueron recuperados por Sancho VI de Navarra en la segunda mitad del siglo XII; y no retornaron a dominio castellano hasta su conquista definitiva por Alfonso VIII a finales del siglo XII.
Con Alfonso VI se produjo también un acercamiento al resto de reinos europeos, especialmente a Francia; casó a sus hijas Urraca y Teresa con Raimundo y Enrique de Borgoña. En el concilio celebrado en Burgos en el 1080 se sustituyó el rito hispánico (o mozárabe) por el romano.
A la muerte de Alfonso VI, le sucede en el trono su hija Urraca. Esta se casó en segundas nupcias con Alfonso I de Aragón, pero al no lograr la unificación de los reinos y debido a los grandes enfrentamientos de clases entre los dos reinos, Alfonso I repudió a Urraca en 1114, lo que agudizó los enfrentamientos entre los dos reinos. Si bien el papa Pascual II había anulado el matrimonio anteriormente, ellos seguían juntos hasta esa fecha. Urraca también tuvo que enfrentarse a su hijo, rey de Galicia, para hacer valer sus derechos sobre ese reino, y a su muerte el mismo hijo le sucede como Alfonso VII, fruto de su primer matrimonio.
Alfonso VII consigue anexionarse tierras de los reinos de Navarra y Aragón (debido a la debilidad de estos reinos causada por su secesión a la muerte de Alfonso I de Aragón). Renuncia a su derecho a la conquista de la costa mediterránea en favor de la nueva unión de Aragón con el Condado de Barcelona (Petronila y Ramón Berenguer IV). Alfonso VII se intitula en 1135 Imperator Legionensis et Hispaniae en León.
Separación de León
Alfonso VII volvió a la tradición real de la división de sus reinos entre sus hijos. Sancho III pasa a ser rey de Castilla y Fernando II, rey de León. En el tratado de Sahagún de 1158 entre Sancho y Fernando se fijaron de forma oficiosa los límites con el reino de León al sur del sistema Central en la vía Guinea.
La minoría de edad de Alfonso VIII de Castilla, que sucedió al efímero reinado de Sancho III, provocó un periodo de inestabilidad en Castilla y parte de sus territorios fueron ocupados por el reino de León. El reino de Toledo quedó adscrito a León por un breve intervalo hasta que en 1166, un alzamiento popular toledano reinstaurará la soberanía castellana. Ya mayor de edad el monarca comenzó un periodo de consolidación castellana; conquistó la ciudad de Cuenca en 1177. Incorporó también Álava, Guipúzcoa y el Duranguesado al reino de Castilla en 1200, saliendo estos territorios de la órbita del reino de Navarra. La derrota de Alarcos en 1195 constituyó sin embargo un severo retroceso a la expansión castellana, moviéndose al norte la línea de frontera con los almohades y siendo asediadas por estos ciudades del valle del Tajo como Toledo, Madrid y Guadalajara en 1197.
La amenaza almohade conseguirá una coalición de todos los reinos cristianos hispánicos -menos León- que Alfonso VIII encabezará, saldándose con la épica victoria de las Navas de Tolosa en 1212 que moverá la frontera de la España cristiana más allá de los límites perdidos tras la derrota de Alarcos y que contendrá la amenaza de los almohades. A la muerte de Alfonso VIII le sucederá brevemente su hijo Enrique I y a la temprana muerte de este, su hermana Berenguela, esposa de Alfonso IX de León. Berenguela renunciará a la corona en favor del hijo de ambos, Fernando III, que será proclamado rey de Castilla en 1217 y que eventualmente habrá de heredar la corona de León cuando muera su padre.
Tipo
Geopolitical, Kingdom
Capital
Gentilicio
Castellano
Sistema de Gobierno
Monarchy, Absolute
Estructura de poder
Feudal state
Sistema económico
Traditional
Gazetteer
La Castilla
La Extremadura castellana
La Transierra castellana
El Reino de Toledo
Localización
Etnias relacionadas

Organización hermética
Alianzas Vida Votos
Salionca 780-Act. 6
Tertia 843-1046 X
Nebula 871-1017 X
Izaro 899-982 X
Harra 934-1195 X
Aẓm Alfíl 1012-1177 X
Laminium 1012-Act 6
Durato 1018-Act 5
Iššáh 1025-Act 8
Pallantia, studium generale 1151-Act 2
El reparto de los territorios de Fernando I —hijo de Sancho III de Pamplona que había sido conde de Castilla y posteriormente rey de León— entre sus hijos condujo a la creación por primera vez del reino de Castilla, recibido por Sancho II.
Los infantes Sancho y Alfonso, herederos del imperio de Alfonso VII
Alfonso VIII y su esposa Leonor Plantagenet
Batalla de Alarcos


Cover image: by Montedemo

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